El increíble hombre menguante (1957)
Casi mas allá de la
imaginación, una extraña aventura a lo desconocido
Ciencia
ficción dirigida por Jack Arnold y basada en la novela homónima de
Richard Matheson, protagonizada por Randy Stuart como Louise, la
esposa del personaje principal, Scott. Mientras se relaja a bordo de
un barco, Scott es envuelto por una extraña niebla. Meses más
tarde, descubre que aparentemente mengua. En el momento en que Scott
ha alcanzado el tamaño de un niño, su condición se vuelve pública,
y cuando se entera de que no tiene cura, arremete contra su esposa.
Cuando Scott mengua hasta el punto de que cabe en una casa de
muñecas, combate contra el gato familiar, que lo deja perdido y solo
en su sótano, siendo ya más pequeño que cualquier insecto.
La
trama ideada por Matheson fue vendida a Universal mientras terminaba
la novela, escrita en retrospectiva y luego pasada a una estructura
narrativa más convencional. Arnold en principio quiso para el papel
de Scott a Dan O´Herlihy, quien rechazó el ofrecimiento y así el
estudio se lanzó a por un desconocido como protagonista. Lo primero
en filmarse fueron las escenas con efectos especiales mientras se
construían decorados enormes en la parte trasera del estudio. Todo
se salió de presupuesto y el rodaje se extendió un año con toda
clase de contratiempos para el actor principal y con los efectos de
perspectiva. Antes del estreno, en 1957 (en España tardaría en
llegar hasta 1989), el final fue mostrado como prueba a los
espectadores y estos opinaron que el desenlace del personaje debía
cambiar. La conclusión propuesta por el director permaneció en el
montaje y lo recaudado en Norteamérica le valió para ser lo más
rentable del género en aquella década.
Una
secuela, titulada La niña fantástica, originalmente firmada
por Matheson, nunca llegó a hacerse. Más tarde se hizo otra
adaptación, que acabó siendo la comedia La increíble mujer
menguante. Se planeó otra versión parecida con Eddie Murphy.
La que nos ocupa fue producida por Albert Zugsmith y tiene como
secundarios a Paul Langton y Raymond Bailey, así como a William
Schallert, Billy Curtis y el gato Naranjilla.
En
los años 50, Robert Scott Carey, nuestro protagonista, es un
empresario de vacaciones con su esposa, Louise, a bordo del barco
de su hermano Charlie, frente a la costa de California. Cuando
Louise va a la cubierta inferior por cerveza, una enorme y extraña
nube pasa sobre el navío, dejando una niebla brillante posada encima
de la piel de Scott. Seis meses más tarde, por la mañana, Scott se
percata de que su camisa y pantalón de vestir parecen quedarle muy
grandes, asumiendo que en la lavandería le dieron las ropas
equivocadas, hasta que Louise le muestra el monograma de su camisa.
Scott ve como continúa menguando y busca consejo médico. El doctor
Bramson descarta la discrepancia sobre la altura anteriormente
registrada en Scott al estar este bastante sano.
Los
rayos X posteriores muestran que Scott va empequeñeciéndose, siendo
enviado al famoso Instituto de Investigación Médica Estatal. Casi
tres semanas después de varias pruebas, un equipo de doctores
declara que la exposición de Scott a la niebla combinada con la de
un pesticida algunos meses más tarde desencadenó una reacción que
reorganizó su estructura molecular, provocando que sus células
mengüen. Scott le dice a Louise que considerando su apuro es libre
de dejarle, pero ella le promete ser fiel a sus votos matrimoniales,
justo cuando el anillo de boda de Scott se le cae del dedo. Las
noticias sobre su condición salen a la luz y se convierte en un
tema de curiosidad nacional, con los medios acampando en el exterior
de su residencia, encerrándolo en su propia casa sin poder conducir
su coche o continuar trabajando.
Charlie
anima a Scott a vender su historia para apoyarse tanto a él como a
Louise. Comienza con un diario de sus experiencias, pero se siente
humillado por su condición y la toma con su mujer, quien llora
desconsoladamente. Los dos se enteran de que hay un antídoto recién
descubierto para su sufrimiento, frenando su menguamiento cuando
tiene 93 cm. y pesa 24 kilos. Le dicen que nunca regresará a su
anterior tamaño hasta que no se halle una cura, tratando de aceptar
la situación, pero por culpa de la frustración se va de casa
enfadado. En una cafetería del vecindario, Scott conoce a su nueva
amiga, una enana llamada Clarice, que trabaja en un carnaval
ambulante como parte de una barraca de feria que ha llegado al pueblo
y que le convence de que ser pequeño no es malo.
Clarice
también le insiste en que él es más alto que ella, así que
inspirado comienza a trabajar en su libro de nuevo. Dos semanas
después, Scott se percata de que ya es más pequeño que Clarice.
Exasperado, huye a casa, menguando lo justo para caber en una casa
de muñecas, volviéndose más tirano con Louise. Quiere acabar con
lo que llama existencia desgraciada, pero a la vez espera a
una cura. Un día, después de que Louise se vaya de casa a por un
mandado, Scott es atacado por su gato, Butch, quedándose atrapado
accidentalmente en el sótano de su casa. Regresando para dar con un
trozo ensangrentado de la ropa de Scott, Louise asume con lágrimas
en los ojos que el gato se lo ha comido, por lo que su muerte sin
dignidad es anunciada al mundo.
Asumiendo
que es ahora viuda, Louise se prepara para mudarse, mientras que
Scott atraviesa por una odisea en la que navega por su sótano,
pasando la mayor parte del tiempo combatiendo a voraces arañas, a su
propia hambre y al miedo a que acabe menguando tanto que se quede en
nada. Cuando la caldera explota, Charlie y Louise bajan para
investigar, pero por ahora sin embargo Scott es tan pequeño que no
pueden oír sus gritos de auxilio. Louise se muda de casa y Scott
acaba matando a la araña jefa con un alfiler, lo que le hace
desmayarse del esfuerzo. Cuando despierta, se percata de que es tan
pequeño que puede escapar del sótano caminando por los cuadrados de
una mosquitera.
Scott
acepta su destino y se resigna a la aventura de ver lo que le espera
en lugares aún más pequeños, sabiendo que menguará hasta tamaño
atómico. No importa lo pequeño que se haga, pero sin embargo aún
importará en el universo porque para Dios no hay cero, un
pensamiento que le tranquiliza y por el que ya no teme al futuro.
Inspirado
por una escena de Amor a medianoche donde Ray Milland deja
su apartamento con el sombrero equivocado y se percata de que es muy
grande y se le hunde en la cabeza, Matheson imaginó que pasaría si
Robinson Crusoe se perdiese en su propio sótano. Su libro fue
adquirido por Zugsmith y con ello entró en el cine fantástico de la
época al darse luz verde a la preproducción de la adaptación.
Arnold contactó con Stuart y con O´Herlihy, nominado al Óscar
por, casualidad, Robinson Crusoe. El uso de arañas por el
director seguía a su película previa, Tarántula, en un
plató que albergó los rodajes del Drácula de Tod Browning
y la versión de 1925 de El fantasma de la ópera.
La
relación de aspecto con los efectos especiales se logró por
proyección trasera, mientras que la música es obra del líder de
banda Ray Anthony. En recaudación estuvo entre las más taquilleras
de la década junto a Veinte mil leguas de viaje submarino, Viaje
al centro de la Tierra, El enigma de otro mundo y La invasión
de los ladrones de cuerpos. El increíble hombre menguante
es aterradora y divertida, una historia en la tradición de la obra
de Ray Bradbury donde lo decreciente regresa y ello le valió para
ganar el Hugo inaugural a la mejor representación dramática. Arnold
no era Roger Corman ni Orson Welles, se ha comprobado en Llegó
del más allá. La AIP copió el modelo de nuestra cinta en
títulos como El asombroso hombre creciente y El ataque de
la mujer de 50 metros.
El
director abandonó el género que le encumbró en el cine cuando
decidió rodar Un golpe de gracia, una especie de novela
picaresca fantástica. John Landis vio como se le adelantó Jane
Wagner cuando esta escribió La increíble mujer menguante,
mientras que Imagine quiso como director a Keenen Ivory Wayans y a
Murphy de protagonista. MGM iba a reiniciar la trama con el propio
autor, Matheson, y su hijo, Christian. Peter Segal y Brett Ratner
también sonaron para dirigir cuando este estudio mostró interés
por hacerlo. Los guionistas querían incorporar el elemento de la
nanotecnología, pero el padre falleció durante el proceso y no se
completó.
Puntuación:
7,5
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