El guerrero número trece (1999)

                                                                    


Ficción histórica y acción basada en la novela de Michael Crichton  Devoradores de cadáveres, que aquí tiene el título cambiado, una adaptación libre  de la historia de Beowulf  combinada con el relato histórico de Ahmad ibn Fadlan sobre los varegos. 

Protagonizada por Antonio Banderas como Ibn Fadlan, así como por Diane Venora y Omar Sharif , la dirigió John McTiernan, con producción de Ned Dowd y Andrew Vajna. 

La película va sobre vikingos y nos muestra como vivían estos nórdicos durante la Edad Media, pero a pesar de ser una producción fastuosa, el presupuesto  se estima que aumentó de 100 a 160 millones de $, por lo que luego no cumplió lo estipulado y acabo siendo la cinta con mayor déficit en recaudación que se recuerda, lo que no ha impedido que tenga un gran culto de aficionados , ya que muestra a un musulmán como héroe de un taquillazo de Hollywood (ya se sabe la relación que tiene EEUU con el mundo árabe, generalmente negativa). Por eso se va a obviar el desastre como producto, aquí se habla de cine, no de números, y ese detalle supera cualquier fallo externo. 

                                             


Ahmad ibn Fadlan es un poeta de la corte  del califato abasí  de Al- Muqtádir  en Bagdad hasta que su encuentro amoroso con la esposa de un noble muy  influyente consigue que le  exilien como un "embajador" de  Bulgaria del Volga. Viajando con el viejo amigo de su padre, Melchisidek, su caravana es salvada de los invasores tártaros por la llegada de los nórdicos . Toma refugio en su asentamiento del Volga, y establecen comunicaciones a través de Melchisidek y Herger, uno de los nórdicos, quien por casualidad habla latín vulgar. Por Herger, ambos descubren que la fiesta que celebran los nórdicos  es de hecho la antesala del funeral  para su recientemente fallecido rey. Herger también  les presenta a uno de los hijos del soberano, Buliwyf. Ahmad y Melchisidek presencian una pelea en la que  Buliwyf mata a su hermano en defensa propia, lo que establece a Buliwyf como heredero natural . A esto le sigue el funeral del difunto rey, quien es tradicionalmente incinerado en un barco vikingo, a la deriva y con una esclava que ofrece sacrificarse y acompañarlo al Valhalla, la vida después de la muerte nórdica (o "cielo"). 

Al día siguiente, el joven príncipe Wulfgar entra en el campamento para solicitar la ayuda de Buliwyf; su padre, el rey Hrothgar, ha pedido su asistencia, ya que sus tierras  en el lejano norte  están bajo ataque de un antiguo mal tan aterrador que incluso los guerreros más valientes  no se atreven a nombrarlo. El "ángel de la muerte", una völva (mujer sabia), dice que la misión  será exitosa solamente si trece guerreros afrontan este peligro, y que el decimotercero  no debe ser un nórdico. Ahmad es automática y reaciamente reclutado. 

                                                        


Ahmad es inicialmente tratado indiferentemente por los nórdicos, pero se burlan de su pequeño caballo árabe. Sin embargo, se gana algo de respeto al aprender rápidamente su idioma al empezar mentalmente a traducirlo al árabe, con una demostración de hípica y por su habilidad para escribir. Buliwyf, ya él mismo multilingüe, le pide a Ahmad que le enseñe el alfabeto árabe, lo cual consolida  su buena voluntad mutua. Buliwyf  ve las formas analíticas de Ahmad como un activo para  su  búsqueda.

Llegando al reino de Hrothgar, confirman que su enemigo  es en realidad  el antiguo Grendel, de la estirpe de unos demonios que vienen con la niebla  para matar y llevarse cabezas humanas. Mientras el grupo busca a través de una cabaña asaltada, hallan una Venus paleolítica , que se dice que representa a la madre de Grendel. En la primera noche, los guerreros Hyglak y Ragnar mueren. Tras una serie de enfrentamientos, el bando de Buliwyf determina que la raza de Grendel pertenece a unos seres humanos antropófagos, quienes van vestidos de Berserkers, viven como osos  y  les rinden culto. 

                                                 


El número de guerreros disminuye, habiendo también perdido a Skeld, Halga, Roneth y Rethel, así como sus posiciones casi indefendibles, por lo que consultan a otra völva de la aldea. Esta les cuenta que sigan a Grendel hasta su guarida y destruyan a sus líderes, específicamente a la madre de Grendel, y a su jefe militar, quien lleva "los cuernos de poder". Buliwyf  y los guerreros restantes  se infiltran en las cuevas de Grendel y matan a la madre pero no antes de que Buliwyf  sea rasguñado profundamente por todo el hombro por una garra unida a su mano, sumergida en veneno. 

Ahmad y los últimos  los guerreros nórdicos escapan de las cuevas pero sin el herido Helfdane, quien opta por quedarse detrás y luchar. Regresan a la aldea para prepararse para una última defensa. Buliwyf se tambalea fuera antes de la batalla e inspira a los guerreros  con una oración vikinga por los muertos honrados  que entrarán en Valhalla. Buliwyf consigue matar al jefe militar de Grendel, derrotando al resto y sucumbiendo al veneno. 

Ahmad presencia el funeral real de Buliwyf junto a los cuatro miembros supervivientes  de los 13 (Herger, Weath, Edgtho y Haltaf) antes de regresar a Bagdad, agradecido a los nórdicos por ayudarle  a "convertirse en un hombre y útil sirviente de Dios".

El director fue despedido sin contemplaciones y reemplazado de su propia película por el propio autor adaptado. McTiernan ha defendido su trabajo  en la cinta años después, reconociendo que la compañía quería ganar a nivel doméstico para que la producción diera beneficios y que la misma fuera pionera en tener a un héroe musulmán encabezando una superproducción de Hollywood. A esas alturas nadie podía reprocharle nada por su carrera, siendo una especie de Shakespeare moderno que cambió en cierta forma el lenguaje del cine, lo único por tanto que podía truncar su trayectoria era  Buena Vista y su forma de vender sus producciones. 

                                                                    


El guerrero número 13  es una película evocadora, con grandes escenarios, un vestuario excelente, pero con una trama muy escasa para lo que ofrece visualmente. La cinta hizo que Sharif se tomase un descanso de la interpretación por unos años hasta que regresó con un título más intimista, El señor Ibrahim y las flores del Corán. En cuanto a la banda sonora, el otro reemplazo fue el de poner a Jerry Goldsmith en lugar de Graeme Revell. 

Puntuación: 6,5

                                                 


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