Audición (2002)


     Aunque cierres los ojos, su presencia helará tus huesos

                                              

J-Horror dirigido por Takashi Miike, basado en la novela homónima de Ryu Murakami sobre un viudo, Shigeharu Aoyama, cuyo hijo sugiere que debería encontrar una nueva esposa. Aoyama acepta y con un amigo prepara una audición falsa para conocer a una posible nueva compañera en su vida. Tras entrevistar a varias mujeres, Aoyama se interesa por Asami (Eihi Shiina), quien parece corresponderle, aunque según empiezan a salir su oscuro pasado comienza a afectar su relación. En una época donde The Ring, de Hideo Nakata, fue un enorme éxito, esta cinta llegó para sucederle en los festivales internacionales de cine del mundo, donde la prensa especializada habló maravillas de ella, sobre todo de la necesidad occidental de seguir la huella al cine asiático.

La secuencia final, con esa tortura indescriptible, contrasta bastante con otras escenas menos horribles que salen antes y como dentro del terror ha influido a directores como Eli Roth o a Jen y Sylvia Soska, las retorcidas hermanas gemelas.

                                        

Shigeharu Aoyama, un viudo de mediana edad, es instado por su hijo de 17 años, Shigehiko, a que empiece a salir de nuevo. Un amigo de Aoyama, Yasuhisa Yoshikawa, productor de cine, traza una audición ridícula en la que unas muchachas hacen la prueba para el papel de nueva esposa del protagonista. Aoyama acepta el plan y se queda inmediatamente encantado con Asami Yamazaki, atraído por su aparente profundidad emocional. Yoshikawa alberga dudas sobre Asami después de que no pueda tener ninguna referencia suya en el sumario, como para que productor musical dijo trabajar y que ahora está desaparecido. Sin embargo, Aoyama está tan embelesado con ella que de todas formas se fija en la chica.

Ella vive en un apartamento vacío, con sólo un teléfono y un saco. Cuatro días después de la audición, se sienta totalmente quieta al lado del aparato esperando a que suene. Cuando pasa finalmente, responde fingiendo que nunca esperaba que Aoyama llamase. Tras varias citas, acepta acompañarlo a un hotel de la costa, donde un Aoyama pillado intenta proponerse en matrimonio. En el hotel, Asami le revela unas cicatrices quemadas sobre su cuerpo. Antes de hacerlo, Asami le exige a Aoyama que le prometa amor a ella y a nadie más. Él, profundamente conmovido, acepta, y por la mañana, ella no se encuentra en ninguna parte.

                                    

Aoyama trata de ubicar a la chica usando su sumario, pero como le advirtió Yoshikawa, todos los contactos son callejones sin salida. En el estudio de baile donde ella dijo haberse formado, halla a un hombre con la prótesis de un pie. El bar donde dijo trabajar ha estado abandonado desde hace un año tras el asesinato y desmembramiento del dueño. Un transeúnte le dice a Aoyama que la policía ha encontrado tres dedos, una oreja y una lengua de más cuando recuperaron el cuerpo; Aoyama tiene alucinaciones de esos órganos. Mientras, Asami va a casa del hombre y halla una foto de su difunta esposa. Enfadada, envenena su licor, para cuando Aoyama llega a casa beba y comience a sentir los efectos de la droga.

En retrospectiva se ve como el saco del apartamento de Asami contiene a un hombre al que le faltan los pies, la lengua, una oreja y tres dedos de una mano. Se escurre de dentro y suplica por comida, a lo que Asami vomita en un plato canino que pone sobre el suelo para el hombre, quien mete su cara en el vomito y se lo come hambriento. Aoyama se desmaya por culpa de la droga, por lo que Asami le inyecta un suero paralizante que le deja los nervios despiertos, torturándole con agujas, diciéndole que como todos en su vida, le ha fallado para amarla sólo a ella, que no puede tolerar sus sentimientos por nadie más, incluido su propio hijo, metiendo las agujas en sus ojos y repitiendo más adentro continuamente al hacerlo.

                                            

Luego le amputa su pie izquierdo con una sierra de hilo, justo cuando regresa a casa Shigehiko y ve como Asami comienza a amputar el otro pie a Aoyama, echándole sigilosamente un espray. Cuando esta ataca al chico, Aoyama parece despertarse repentinamente de vuelta en el hotel donde él y Asami lo hicieron, por lo que su calvario actual parece ser sólo una pesadilla; Aoyama le propone matrimonio a Asami y esta acepta, pero cuando vuelve a quedarse dormido en el hotel, regresa para dar con su hijo luchando contra ella, quien blande una maza, pero Shigehiko le da una patada que la manda abajo, rompiéndole el cuello. Aoyama le dice a su hijo que llame a la policía y mira fijo a la agonizante Asami, quien repite lo que dijo en una de sus citas sobre su entusiasmo en verle de nuevo.

Se dice que esta película es a la vez feminista y misógina, una pesadilla sin salida con bromas relacionadas con lo asombroso, lo cómico, lo horrible y el placer, todo ello por ejemplo también presente en los filmes de muertos vivientes de Romero. El personaje de Asami aquí es víctima de maltrato infantil, por lo que su venganza es dulce, pero también ácida. Es obvio que la búsqueda de una esposa es un negocio enfermizo y aterrador, lo cual Miike trata aquí sin ser un especialista del género, siendo su estilo más cercano al de Shohei Imamura, director de La anguila, Palma de Oro en Cannes. De Tokio a Hollywood, Shiina se dio a conocer con esta cinta y con el tiempo incluso encarnaría a una chica vampiro.

                                              

La filmación en locación se llevó a cabo en Omotesando, Tokio. Mirando a lo que entonces se consideraba el futuro, los festivales especializados no querían que su público encaneciese, pero sabían que era duro vender películas artísticas a los jóvenes. Este preludio al dolor tiene un lado oscuro y es un romance culpable, porque tiene amor, soledad y pérdida. Audaz y perturbadora, esta película de terror japonesa de Miike entretiene a la vez que es un espeluznante y terrible drama psicológico. Audición amplía la búsqueda de lo escalofriante en un cruce de la crisis de la mediana edad con la psicosis letal. Del mismo autor se iba adaptar Los chicos de las taquillas, pero no llegó a hacerse.

Audición es cine gore, o al menos pertenece a la oleada del género pensada para hacer gritar al espectador y que Miike exploró luego en Huella, su polémico episodio de Maestros del Horror. La retórica de la tortura dura tiene su propio discurso y análisis en títulos como Saw, Los renegados del diablo o Wolf Creek. American Mary, de las Soska, también estaría en esa lista, donde cabe cualquier cinta de Tarantino. El productor ejecutivo Mario Kassar (Terminator, Instinto Básico) quiso armar su propia adaptación occidental para Hollywood, una versión anglosajona del título de culto japonés planeada para ser dirigida por Richard Gray (Mine Games).

Puntuación: 7

                                                 

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