Ángeles y demonios (1995)

                                   Ten cuidado

                                          

Terror fantástico y suspense protagonizado por Christopher Walken, Elias Koteas, Virginia Madsen, Eric Stoltz y Viggo Mortensen, escrito y dirigido por Gregory Widen, siendo la primera entrega de una serie de películas que incluye unas cuatro secuelas, contándonos la historia del arcángel Gabriel (Walken) en su búsqueda de un alma maligna en la Tierra, además de como un detective de la policía (Koteas) se ve inconscientemente atrapado en medio de una guerra civil angelical. Aparece como secundaria Amanda Plummer en este filme independiente producido entre Dimension y Miramax, antiguas filiales de Disney.

Thomas Dagget, estudiante de un seminario católico, pierde su fe cuando ve visiones de una guerra entre ángeles. Años más tarde, Thomas es detective del departamento de policía de Los Ángeles. Dos ángeles caen a la Tierra: Simón (Stoltz) entra brevemente en casa de Thomas y le avisa sobre los sucesos venideros, mientras que Usiel, teniente del arcángel Gabriel, es asesinado en un altercado con Simón. Investigando dicha interrupción, Thomas halla en el apartamento de Simón el obituario de un recientemente fallecido veterano de la guerra de Corea, el coronel Arnold Hawthorne, con una tesis sobre los ángeles que el propio Thomas escribió en el seminario.

                                                 

Mientras, en Chimney Rock, Arizona, Simón halla a Hawthorne esperando a ser enterrado, por lo que absorbe el alma de su cuerpo. El examen médico informa a Thomas de que el cuerpo de Usiel no tiene ojos ni huesos, que es hermafrodita y que tiene la hematología de un feto. Sus efectos personales incluyen una vieja biblia con un apocalipsis extendido que describe una segunda guerra en el Cielo y la profecía de como un alma tenebrosa será hallada en la Tierra para usarse como arma. Gabriel llega a la Tierra y necesitando un ayudante humano pilla a Jerry (Adam Goldberg), un desilusionado suicida, en el momento de su muerte y que recupera las pertenencias de Usiel en la comisaría mientras Gabriel destruye el cuerpo en la morgue.

Dando con el obituario de Hawthorne, Gabriel y Jerry se dirigen a Chimney Rock, pero antes de su llegada, en la escuela de la reserva local, Simón oculta el alma de Hawthorne dentro de una niña nativa del pueblo, Mary, quien se pone inmediatamente enferma y es cuidada por su profesora, Katherine (Madsen). Tras hallar el cuerpo quemado de Usiel, Thomas se da prisa en ir a Chimney Rock, para cuando Gabriel se percata de que el alma de Hawthorne ha desaparecido, enfrentándose a Simón. Ello inclinará la balanza del lado de quien la posea, por lo que una victoria para los ángeles rebeldes haría que el Cielo pareciese el Infierno con la Tierra en servidumbre.

                                           

Gabriel tortura a Simón, pero se niega a revelar su paradero, por lo que lo mata. Mary muestra signos de posesión demoníaca por Hawthorne, narrando un incidente de las desgarradoras experiencias bélicas de este desde una perspectiva en primera persona. Mientras, Thomas examina los restos de Simón e interroga a Katherine. En casa de Hawthorne halla pruebas de crímenes de guerra, por lo que visita una iglesia para reflexionar, siendo conmovido por una confrontación verbal con Gabriel. En la escuela, Katherine da con este preguntando a los niños, y cuando se marcha, se apresura hasta casa de Mary y halla a Thomas. La condición de la chica empeora, por lo que Katherine se lleva a Dagget a una mina abandonada donde ha visto al arcángel.

Hallan un texto angelical y experimentan juntos una terrible visión de la guerra celestial, para cuando regresan con Mary y dan con Gabriel y Jerry, siendo este asesinado por Thomas, mientras Katherine distrae al arcángel cuando un disparo perdido no le acierta y vuela por los aires la caravana donde vive la niña, a quien llevan hasta el lugar nativo americano para ser exorcizada. En el hospital, Gabriel recluta a una nueva ayudante reticente, Rachael (Plummer), justo cuando esta muere de una enfermedad terminal. Lucifer (Mortensen) se enfrenta a Katherine y le cuenta que otros ángeles han comenzado esta guerra contra la humanidad, por lo que desde entonces no ha habido almas humanas que hayan podido entrar en el Cielo.

                                                     

Sabe de los planes de Gabriel para usar el alma de Hawthorne y derrocar a los ángeles obedientes, así como que si gana la guerra bajo su influencia el cielo acabará convirtiéndose en otro Infierno, lo cual Lucifer considera que con un averno ya hay suficiente, por lo que se reaparece ante Thomas y le aconseja que use la carencia de fe del arcángel en su contra, así que cuando llega e intenta alterar el ritual del exorcismo, Dagget mata a Rachael y tanto él como Katherine luchan contra el antihéroe, que los derrota y se prepara para aniquilar a la maestra. El ángel caído aparece para alentar a los nativos a que completen el exorcismo, enfrentándose luego a Gabriel, contándole que su guerra se basa en la arrogancia, el mal.

Eso siempre ha sido territorio de Lucifer, así que le cuenta a Gabriel que necesita ir a casa y arrancarse el corazón. Simultáneamente, Mary expele el alma de Hawthorne y el espíritu enemigo comienza a atacar a Thomas y Katherine, pero una luz brillante del Cielo aparece y destruye al espectro. El príncipe de las tinieblas le pide a la pareja humana que vengan a casa con él, pero lo rechazan, así que arrastra al arcángel al Infierno. Al amanecer, Thomas comenta acerca de la naturaleza de la fe y que significa realmente ser humano. Pero no será la última vez que veamos al ángel.

Ángeles y demonios tiene sus momentos, pero cualquier thriller de fantasía protagonizado por Walken como un ángel homicida debería ser una buena propuesta mucho más interesante que esto. La secuela a la caída de Lucifer, sólo que con pistolas y coches, además de Walken poniendo de los nervios, lo que la convierte en película de culto, no así sus secuelas.

Puntuación: 6,5