X-Men: Primera generación (2011)

                                 Sé testigo del comienzo


                                                


La película que trajo de vuelta a los superhéroes de la Patrulla X de los cómics de Marvel, en la quinta entrega de la saga fílmica y precuela de X-Men, dirigida por Matthew Vaughn, producida por Bryan Singer y protagonizada por James McAvoy, Michael Fassbender, Rose Byrne, January Jones, Oliver Platt y Kevin Bacon. El filme está ambientado principalmente en 1962 durante la crisis de los misiles en Cuba y se centra en la relación entre Charles Xavier y Magneto, así como el origen de sus respectivos grupos, la patrulla X y la Hermandad de Mutantes, según se enfrentan al Club Fuego Infernal liderado por Sebastian Shaw, un mutante racista inclinado a promulgar una guerra nuclear.


La productora Lauren Shuler Donner pensó en principio hacer una precuela basada en la joven patrulla X durante el rodaje de X2; el también productor Simon Kinberg sugirió luego a 20th Century una adaptación de la serie homónima aunque aquí no se siga tal material de cerca. Singer, quien había dirigido tanto X-Men como su secuela, se involucró en el proyecto en 2009, pero solo podía producir y escribir Primera generación debido a su trabajo en otros proyectos. Vaughn, quien estuvo previamente asociado tanto a La decisión final como a Thor, se convirtió en el director y también escribió el guion definitivo con su socia Jane Goldman. La cinta sustituyó a otra precuela de Magneto que estaba desarrollándose.


Tras entrar en infierno de producción, se acreditó al guionista de esta, Sheldon Turner, para que su parte figurase aquí. El rodaje se hizo en Oxford, el desierto de Mojave y en Savannah y Tybee Island, Georgia, al sur de EEUU, así como en los estudios Pinewood, Michigan y en Los Ángeles, inspirándose en la primera década de las películas de James Bond en los 60. Le seguirían hasta tres secuelas: Días del futuro pasado, Apocalipsis y Fénix Oscura.


                                                         


En 1944, en un campo de exterminio en la Polonia ocupada durante la segunda guerra mundial, el científico nazi Klaus Schmidt observa a un joven prisionero (Magneto) doblando una puerta metálica con su mente cuando es separado de sus padres. En su despacho, Schmidt ordena a Erik Lehnsherr que mueva una moneda en su escritorio, matando a la madre del chico cuando este fracasa en su intento. De duelo y con rabia, el poder magnético de Lehnsherr se manifiesta, asesinando a dos guardas mientras gritan doloridos y destruyendo la habitación. Mientras, en una mansión en el condado de Westchester, el niño telepata Charles Xavier conoce a la joven metamorfa Mística, cuya forma natural es escamosa y de piel azul.


Encantado de conocer a alguien diferente como él, la invita a vivir con su familia como su hermana de acogida. En 1962, Lehnsherr, ahora un cazanazis, localiza a Schmidt por venganza, mientras Xavier se gradúa de la universidad de Oxford. En Las Vegas, la agente de la CIA Moira MacTaggert sigue al coronel Hendry (Glenn Morshower), del ejército de los EEUU, al Club Fuego Infernal, donde ve a Schmidt, ahora conocido como Sebastian Shaw, con la mutante telepata Emma Frost, el teletransportador Azazel y el creador de ciclones Riptide (el español Álex González). Amenazado por Shaw y teletransportado por Azazel al Pentágono, Hendry propone el despliegue de armas nucleares en Turquía.


                                                          


Shaw, un mutante absorbente de energía cuyos poderes le han rejuvenecido, mata luego a Hendry soltando lo absorbido anteriormente de una granada explosiva. MacTaggert, buscando un consejo de Xavier en mutación, se lo lleva junto con Raven a la CIA, donde convencen al director John A. McCone (Matt Craven) de que los mutantes existen y que Shaw es una amenaza. Otro agente de la CIA patrocina a los mutantes y les invita a la instalación secreta llamada División X. MacTaggert y Xavier dan con Shaw cuando Lehnsherr lo ataca en su yate, rescatándolo de ahogarse, mientras el villano escapa en un submarino. Xavier lleva a Lehnsherr a la División X, donde conocen al joven científico Bestia, un mutante con prensilidad en los pies que cree que el ADN de Raven puede dar con una cura para su aspecto.


Xavier usa el dispositivo localizador de mutantes de Hank McCoy, Cerebro, para buscar reclutas contra Shaw. Él y Lehnsherr contratan a la stripper Angel Salvadore (Zoë Kravitz), el taxista Darwin, el prisionero del ejército Havok y el engreído fugitivo Banshee. Cuando Frost se reúne con un general soviético (Rade Sherbedgia) en la URSS y usa sus poderes telepáticos para fingir que se está acostando con él, Xavier y Lehnsherr la capturan y descubren que Shaw intenta empezar una guerra nuclear entre EEUU y la Unión Soviética que podría acelerar y desencadenar mutaciones globales que por tanto lleven a la extinción de la raza humana. Azazel, Riptide y Shaw atacan la División X, matando a todos salvo a los mutantes, a quienes el villano invita a unirse.


                                                      

Salvadore acepta y cuando Alex Summers y Armando Muñoz se vengan, Shaw mata al tercero. En Moscú, el villano obliga al general ruso a que la URSS impulse la crisis de los misiles en Cuba y llevando un casco que bloquea la telepatía sigue a la flota soviética en un submarino para asegurar que los misiles rompan el bloqueo de EEUU. Raven, pensando que McCoy se siente atraído por ella en su forma natural, le dice que no use la cura. Cuando ella luego intenta seducir a Lehnsherr tomando las formas de varias mujeres, este le cuenta que ella es perfecta tal como es, en su forma mutante que le hace contemplar el naturismo. McCoy usa la cura sobre sí mismo pero le sale el tiro por la culata, brotándole pelo azul y aspectos leoninos.


Con McCoy pilotando, los mutantes y MacTaggert toman un reactor hasta la línea de bloqueo, donde Xavier usa su telepatía para influir en un marinero soviético para destruir el barco que transporta los misiles, y Lehnsherr usa su poder magnético para elevar el submarino de Shaw del agua y colocarlo en tierra. Durante la batalla siguiente, este le coge el casco y permite a su socio inmovilizarlo, contándole que comparte su punto de vista de que los mutantes son el pueblo elegido, pero vengando a su madre mata a Shaw por encima de las objeciones de Xavier obligando a que la moneda nazi de su infancia atraviese el cerebro del villano, causando un dolor enorme a su amigo en el proceso.


                                                   


Temiendo a los mutantes, ambas flotas disparan misiles hacia ellos, haciendo que Lehnsherr de media vuelta a mitad de vuelo. MacTaggert trata de detenerlo disparándolo pero este desvía las balas, una de las cuales impacta en la columna de Xavier. Su amigo corre a ayudarle y distraído permite que los misiles caigan sin causar daños al océano. Separándose de Xavier por sus puntos de vista diferentes en la relación entre mutantes y humanos, Lehnsherr se va con Azazel, Riptide, Salvadore y Mística. Luego, Xavier, ahora usando una silla de ruedas, y sus mutantes están en la Mansión X, donde pretende abrir una escuela. MacTaggert promete nunca revelar su localización y se besan, con él usando sus poderes para borrarle sus recuerdos de haberle conocido o de todo el conflicto para asegurar la seguridad de ambos.


En otra parte, Lehnsherr, ahora portando el casco de Shaw y un uniforme, libera a Frost del confinamiento junto a Raven y el Club Fuego Infernal, ahora apodado La Hermandad, rebautizándose como Magneto.

20 años después de la emisión de la serie animada de X-Men, la patrulla X iba a tener una adaptación de altura firmada por un cineasta británico con una trayectoria notable en Hollywood, con un protagonista muy sobrio, haciendo algo muy original, relevando al mismísimo Patrick Stewart y manteniendo esa dualidad entre Martin Luther King y Malcolm X trasladada a Xavier y Magneto. La versión infantil del profesor la encarna Laurence Belcher y la de su amigo Bill Milner. El compañero de reparto del protagonista tiene también unas habilidades extraordinarias, ya que Lehnsherr, nacido como Max Eisenhardt, actúa como Maquiavelo y releva a Ian McKellen, con una dinámica que recuerda a la relación entre Han Solo y Obi-Wan Kenobi.


La actriz humana es un rostro visto en películas como La boda de mi mejor amiga, pero hay que hablar de Jennifer Lawrence, que venía de hacer Winter´s Bone y que aquí es Mística, sintiéndose intimidada por su predecesora, la preciosa Rebecca Romijn. Fue pintada desnuda diariamente para la cinta, lo cual le causó ampollas en la piel por culpa del cosmético que le aplicaban. De niña la encarna Morgan Lily. Los efectos son de primera generación, como en el caso de las transformaciones de Raven, que le permiten como humana parecer tan bella como en su día Brigitte Bardot o Marilyn Monroe. Otra que no tiene nada que envidiar es Jones, la telépata, quien le ganó el papel a Alice Eve.


La actriz de Mad Men , donde era Betty Draper, tuvo que superar la carga de llevar un vestuario descabellado y provocativo. Entre los hijos del átomo tenemos a Nicholas Hoult, a quien conocimos de niño y que aquí ya es un hombre X, rol que logró por delante de su competidor, Benjamin Walker, un actor de Broadway. Supuso su vuelta al género de acción tras intervenir en Furia de titanes, relevando a Kelsey Grammer. Platt tiene otro papel de humano que estuvo pensado para Dexter Fletcher, quien lo rechazó porque iba a dirigir Wild Bill. Jason Flemyng estuvo cerca de interpretar a Bestia en La decisión final y aquí es Azazel, mientras que Lucas Till es Havok y Edi Gathegi es el mutante Darwin.


Bacon aceptó su papel de villano en detrimento de no aparecer en el remake de Footloose, haciendo que no pareciese una némesis surgida de Austin Powers sino más bien Hugh Hefner. Tras quedarse con el papel por delante de Colin Firth, firmó por lo divertida que le pareció Kick-Ass. Banshee lo encarna Caleb Landry Jones, un chico que bien podría hacer de Robin. Otros detalles que encontramos son ver al padre (Don Creech) de William Stryker en la CIA, Ray Wise como secretario de estado de EEUU, Hugh Jackman fugazmente mandando a la mierda a Xavier y Magneto, pero sin Stan Lee, creador del grupo. La segunda génesis no contó con Zak Penn, ya que este tenía un potencial spinoff de X-Men y también El increíble Hulk.


Fox llamó a Turner para que escribiese la película derivada de Magneto, un fichaje de lujo para que Marvel continuase la trama que siguiese al personaje encarnado por McKellen, entusiasta por volver para revelar la historia del origen del anti héroe. Como muchas cintas del género, iba a rodarse en Australia y llegaron a hacerse incluso bocetos del arte conceptual de sus orígenes. La precuela aún era posible, pero dependiendo de Lobezno, así como de filmar en Washington DC a las órdenes de David Goyer, quien entonces también iba a rodar una nueva versión del Hombre Invisible. El estudio barajó el nombre de Josh Schwartz para que mutase algo en la franquicia, incluso pensaron en Singer para dirigirlo.


Fuera del proyecto, Schwartz salió como guionista y McKellen no regresó a la saga, ya que X-Men Orígenes: Magneto nunca se haría por lo que la productora había comentado, y es que el futuro de la franquicia mostraría al personaje con otro actor. Singer seguía vinculado a Primera generación al ser el favorito de Donner, retando al resto de guionistas acreditados en una siempre compleja disputa por la autoría final del texto que acabó resolviéndose con la negación de la apelación de los otros implicados. Dentro de esto, se quedaría produciendo junto a su parte como guionista y entraría Vaughn para la precuela, quien introduciría elementos similares a los de Origen en escenas oníricas que echaban por la borda otras ideas.


Esta entrega de X-Men sigue el modelo de Star Trek, que es lo que Hollywood hace habitualmente. El cambio de Singer a Vaughn también es prometedor , ¿pero alguien pensó en la inexactitud , por ejemplo, de la escena de Villa Gessell? El villano que interpreta Bacon en la segunda guerra mundial se refugiaba en los 60 en Argentina, pero es que al parecer en el plano siguiente la zona no se corresponda con el lugar real, hay un lago con montañas de fondo en vez de costa, la música tiene más ritmo español que alemán y el camarero no parece tampoco de dicha etnia, sino hispano, por lo que tendrían que haber puesto Bariloche, que está en la Patagonia, más al sur.


Claro está que viendo la debacle que fue Fénix Oscura para Fox, esta equivocación se pasa por alto. Otro problema que enfrió la producción fueron las lluvias en LA que tanto tensaron los nervios al equipo y a los ejecutivos del estudio tratando de hacer esta nueva mutación en profundidad. Contar los orígenes suponía hacer lo imposible para capturar toda la furia que suena en la cinta, con la banda sonora compuesta por Henry Jackman como hilo conductor. En un aula no se pueden descubrir los poderes mutantes, pero con un guión sólido, dirección elegante y poderosas actuaciones de su reparto al completo , X-Men: Primera generación es una vuelta bienvenida a la forma para la franquicia.


                                                   


                          Un éxito de taquilla inteligente y muy rentable.


                                          Puntuación: 7,5


                                                 






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