Star Wars Episodio III: La venganza de los Sith (2005)
La saga se completa
Épica
ópera espacial escrita y dirigida por George Lucas, protagonizada
por Ewan McGregor, Natalie Portman, Hayden Christensen, Ian
McDiarmid, Samuel L. Jackson, Christopher Lee y Frank Oz, última
entrega de la segunda trilogía de Star Wars , tercer capítulo
de la saga Skywalker y la sexta en ser estrenada, ambientada tres
años después del comienzo de las Guerras Clon, establecido en el
episodio II, El ataque de los clones (2002). Los Jedi se han
extendido a lo largo de muchos planetas y satélites, dirigiendo una
guerra a gran escala contra los separatistas. Después de que el
Conde Dooku sea asesinado, el Consejo Jedi envía a Obi-Wan Kenobi a
que elimine al General Grievous (Matthew Wood), el líder del
ejército separatista, para que ponga fin a la guerra.
Mientras,
tras tener premoniciones de su esposa Padmé Amidala muriendo en el
parto, Anakin Skywalker tiene la tarea por parte del Consejo de
espiar a Palpatine, el canciller supremo de la República Galáctica
y secretamente un Sith conocido como Darth Sidious. Palpatine
manipula a Anakin a que se convierta al lado oscuro de la Fuerza y
se haga su aprendiz, Darth Vader, con amplias consecuencias para la
galaxia. Estrenada hace casi 15 años, aquí tiene un papel más
relevante el personaje que encarna Jimmy Smits, siendo un filme que
coincidió en cartelera con franquicias como Harry Potter o
Las crónicas de Narnia. El cartel vuelve a hacerlo Drew
Struzan, con Rick McCallum produciendo para Lucasfilm y 20th
Century Studios , John Williams componiendo la música y Ben Burtt en
la parte técnica.
Ben
Kenobi y Anakin lideran una misión para rescatar al secuestrado
canciller supremo Palpatine del cíborg y comandante separatista, el
general Grievous. Tras infiltrarse en el buque insignia de este, los
jedi combaten contra el conde Dooku, a quien Skywalker vence y
decapita animado por Palpatine. Grievous escapa de la nave rasgada
por la batalla que con los Jedi aterriza de emergencia en Coruscant.
Allí, Anakin se reúne con su esposa, Padmé, quien revela que está
embarazada. Aunque inicialmente entusiasmado, Skywalker pronto
comienza a tener pesadillas sobre Amidala muriéndose en el parto.
Palpatine
nombra a Anakin ante el Consejo Jedi como su representante personal.
Estos, sospechosos del canciller, permiten que Skywalker sea miembro,
pero le niegan concederle el rango de maestro y en su lugar le
indican que espíe a su mentor, decreciendo su confianza en los jedi.
Palpatine tienta a Anakin con su conocimiento de la Fuerza,
incluyendo el poder de impedir la muerte. Mientras, Obi-Wan viaja a
Utapau, donde mata a Grievous, y Yoda viaja al mundo natal de los
Wookiee, Kashyyyk, para defenderlo de una invasión separatista.
Cuando Palpatine revela que conoce los caminos del lado oscuro de la
Fuerza y que afirma que tiene el poder de salvar la vida de Padmé,
Anakin deduce que él es el Lord Sith tras las Guerras Clon,
informando de su traición a Mace Windu, quien se enfrenta a este
hasta contenerlo. Desesperado por salvar la vida de Padmé, Anakin
desarma a Windu cuando va a matarlo, permitiendo a Palpatine
enviarlo a una caída mortal. Skywalker promete seguir a los Sith y
su mentor lo apoda Darth Vader.
Entonces
Palpatine emite la Orden 66, que ordena a los soldados clones
(Temuera Morrison) a que maten a sus comandantes jedi,
enviando así a la congregación a su casi extinción. Mientras,
Vader y un batallón de soldados clones matan a los jedi restantes
en el templo, tras lo cual este viaja al planeta volcánico Mustafar
para asesinar a los líderes separatistas. Palpatine se declara
emperador ante el senado galáctico, transformando la república en
imperio y denunciando a los jedi como traidores. Habiendo
sobrevivido al caos, Obi-Wan y Yoda regresan a Coruscant y se enteran
del giro de Anakin al lado oscuro. Yoda ordena a Ben Kenobi que se
enfrente a Vader mientras se las ve con Palpatine.
Cuando
Padmé se entera de la traición de Anakin, viaja a Mustafar con
Obi-Wan de polizón en su nave, tratando de convencer a Vader a que
rechace el lado oscuro, todo para nada. Sintiendo la presencia de
su mentor original y pensando que están conspirando para matarlo,
Vader ahoga furiosamente a Padmé y Ben Kenobi se enfrenta a él en
un duelo largo de sables de luz que termina con el maestro amputando
sus piernas y el brazo izquierdo, dejándolo en la orilla de un flujo
de lava. Obi-Wan recoge el sable de luz de Vader, observando
horrorizado como las llamas consumen al jedi caído y dándole por
muerto. En Coruscant, Yoda combate contra Palpatine hasta que su
duelo alcanza un punto muerto.
Luego
huye con el senador Bail Organa y se reagrupa con Obi-Wan en el
planetoide Polis Massa. Padmé da a luz a gemelos, a los que llama
Luke y Leia, muriendo después, aun creyendo que hay bondad en Vader.
En Mustafar, Palpatine recupera a su pupilo apenas con vida y lo
lleva a Coruscant, donde su cuerpo mutilado es tratado y cubierto en
un traje negro blindado. Cuando Vader le pregunta si Padmé está en
lugar seguro, Palpatine dice que él la mató lleno de ira, asolando
al Lord Sith. Obi-Wan y Yoda planean ocultar a los gemelos de los
Sith y exiliarse hasta que llegue el momento clave para desafiar al
Imperio. Según tiene lugar el funeral de Padmé en su planeta natal
de Naboo, Palpatine y Vader miran como van construyendo la Estrella
de la Muerte.
Bail
se lleva a Leia a su planeta natal, Alderaan, donde él y su esposa
la adoptan, mientras que Obi-Wan entrega a Luke a sus tíos
adoptivos, Owen (Joel Edgerton) y Beru Lars (Bonnie
Piesse), en Tatooine, antes de exiliarse para vigilar al joven
Skywalker.
Smits
volverá a salir en Rogue One, una historia de Star Wars,igual
que el siempre esperado Darth Vader, aquí con la voz en castellano
del equivalente de James Earl Jones, Constantino Romero. Título muy
anticipado el que nos ocupa, iba a contar con el regreso de Liam
Neeson como Qui-Gon Jinn, pero este fue trasladado a la serie animada
sobre las guerras clon. Steven Spielberg le sugirió a Lucas que
tanto Anakin como Obi-Wan debían sudar la gota gorda y que sus
cabellos debían echar humo en su duelo en Mustafar. No iban a ir al
desierto para broncearse, así que la escena en la que Ben Kenobi
entrega a Luke a Lars en su casa se volvió a rodar en un estudio de
sonido inglés en Shepperton.
La
provincia tailandesa de Phuket hace de Kashyyyk y también hay tomas
insertadas del Etna siciliano. La voz del general Grievous la iba a
prestar Gary Oldman, pero su sonido estruendoso es de Wood, ingeniero
de sonido. Para completar el circulo, la actriz de origen chino Bai
Ling vio como su breve escena en la que hacía de senadora era
cortada porque previamente había aparecido en cueros en un sugerente
reportaje fotográfico de Playboy. La caída del héroe provocó toda
una fiebre que subsanó la trayectoria errática que tomó la saga en
esta fase, incluyendo una filtración online por la que la fiscalía
de EEUU acusó a los siete piratas que quisieron pasarse de listos
ante la espera de otros fans.
Con
Episodio III: La venganza de los Sith, Lucas lleva su segunda
trilogía de Star Wars a una conclusión adecuadamente
emocionante y a menudo conmovedora, si todavía cabe un poquito
desigual. Sea como fuere, algunas sorpresas en esa galaxia muy muy
lejana la convierten en una obra de arte como no se ha visto en 30
años y hay que admitir que su creador no es un gran guionista, pues
toda la parte política crea una perturbación en la Fuerza, pero al
menos le ha dado para llevarse un Saturn a mejor película de
ciencia ficción por ella, un gran final para esta Titanic en
el espacio.
Puntuación:
7,5
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