THX 1138 (1971)
El futuro está aquí
Ciencia ficción utópica dirigida por George Lucas, su primer largometraje ambientado en una futura distopía en la que la población es controlada mediante la policía androide y el uso obligatorio de drogas que sofocan las emociones. Producida por Francis Ford Coppola, con guion de Walter Murch y protagonizada por Robert Duvall y Donald Pleasence. Este proyecto nació a partir de un corto llamado Laberinto electrónico 4EB que Lucas hizo de estudiante en la Universidad del Sur de California, distribuido entre Warner Bros y American Zoetrope y que fue un fracaso de taquilla hasta que se convirtió en película con seguimiento de culto gracias al éxito que tuvo luego La guerra de las galaxias.
En el futuro, las relaciones sexuales y la reproducción están prohibidas, mientras que el uso de psicoactivos es obligatorio para hacer cumplir entre los ciudadanos el asegurar su habilidad para conducir tareas peligrosas y exigentes. Las emociones y el concepto de familia son un tabú y todos van vestidos con uniformes blancos idénticos y tienen las cabezas afeitadas para enfatizar la coherencia, excepto los policías androides, que visten de negro y los monjes con sotana. En vez de nombres la gente tiene designaciones con tres letras arbitrarias, conocidos como prefijos y cuatro dígitos, mostrados en una placa de identidad que debe llevarse siempre. En sus trabajos en centros de control de vídeo central, SEN 5241 y LUH 3417 vigilan la ciudad.
LUH tiene un compañero de piso, THX 1138, que trabaja en una fábrica produciendo agentes de policía androides. Al principio de la historia, THX finaliza su turno mientras los altavoces instan a los trabajadores que aumenten la seguridad, felicitándoles por sólo haber perdido 195 puestos en el último periodo entre los 242 que compiten en la factoría. De camino a casa para en un confesionario que está en una fila con otros muchos y cuenta sus preocupaciones, mascullando oraciones sobre partido y masas bajo el retrato de OMM 0000, una especie de Jesucristo. Una voz reconfortante saluda a THX y OMM acaba con un saludo de despedida: Eres un verdadero creyente, bendiciones del Estado y las masas, trabaja duro, aumenta la producción , evita accidentes y sé feliz.
En casa, THX se toma sus drogas y ve las holografías mientras se conecta a un artefacto del futuro para masturbarse. LUH sustituye secretamente las pastillas en su posesión por los medicamentos de THX, provocando en este nausea, ansiedad y deseos sexuales. LUH y THX acaban enamorándose y acostándose, siendo él luego confrontado por SEN, quien intenta organizar que este se convierta en su nuevo compañero de piso, pero THX presenta una queja contra él por el cambio ilegal del patrón de turno. Sin drogas en su sistema, THX flaquea durante una fase de su trabajo crítica y peligrosa, y un centro de control conecta un bloqueo mental sobre él que eleva el nivel de peligro. Tras soltarse, THX hace la corrección necesaria a su fase.
THX y LUH son arrestados y él se somete a terapia de drogas, disfrutando de una breve reunión con ella, interrumpida al poco cuando esta revela su embarazo. En el juicio de este, es sentenciado a prisión junto a SEN. Muchos de los prisioneros parecen desinteresados en escapar, pero al final THX y SEN hallan una salida, a quienes se une luego el actor holograma SRT 5752 (Don Pedro Colley), quien protagonizó las holografías. Durante la fuga, THX y SRT se separan de SEN y son perseguidos por policías robots, quedando atrapados en un centro de control en el que THX se entera de que LUH ha sido consumida y que su nombre ha sido reasignado a feto 66691 en una cámara de crecimiento.
SEN finalmente escapa a una zona reservada para los monjes de OMM, donde un solitario fraile se percata que este no tiene placa de identificación, atacándolo y luego deambulando por una zona de crianza, entablando una conversación con niños y sentándose sin rumbo fijo hasta que los policías androides lo arrestan. THX y SRT roban dos coches, pero el segundo choca el suyo contra un pilar de hormigón. Perseguidos por dos policías androides en motocicletas, THX huye hasta los límites de la ciudad y escapa por un respiradero hasta una escalera de huida, pero los agentes reciben órdenes del Comando Central para que cesen la persecución, basándose en que el gasto de su captura excede su presupuesto asignado.
Los guardas informan a THX que la superficie es inhabitable pero que él no puede ser disuadido y continúa hasta el hueco de ventilación. Se revela entonces que la ciudad está completamente bajo tierra y que THX ha escapado a la superficie, donde observa que está la puesta del sol, con un pájaro volando en la distancia, indicando que al menos algo de vida aún queda en el planeta.
Rodada en San Francisco, antes de que hubiera metro allí dejaron que Lucas rodase dentro su película y que la policía no se opusiese a que condujese sus vehículos italianos, un debut soñado. No deja de sorprender dicho dato para reflejar un nuevo mundo de tiranía que para ser el debut en el largometraje de este cineasta presenta un futuro distópico, sobrio y lóbrego que muestra una escenografía evocadora y mínima con efectos de sonido extraños. Un regreso al futuro con cambios en el montaje del director más legendario de su generación que incluso ha homenajeado en Star Wars o grupos musicales como Misfits y Toto en sus canciones. También ha tenido sus parodias en Futurama. Por cierto, a España no llegaría hasta 2005 sin pasar por salas, directamente a formato doméstico.
Puntuación: 6,5
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