La noche de Halloween (1979)
El truco consistía en
sobrevivir
Slasher
independiente dirigido y compuesto por John Carpenter, escrito junto
a la productora Debra Hill y protagonizado por Donald Pleasence y
Jamie Lee Curtis en su debut cinematográfico. La película cuenta la
historia del asesino en serie Michael Myers (Nick Castle),
quien acosa y mata a niñeras adolescentes en la noche de Halloween,
quince años después de que asesinase a su hermana mayor, Judith
(Sandy Johnson). Tras escapar de un sanatorio regresa a casa,
a la tranquila ciudad de Haddonfield, Illinois, mientras es
perseguido por su psiquiatra, el doctor Samuel Loomis (Pleasence).
Michael acecha a la estudiante de instituto Laurie Strode (Curtis)
y sus amigas mientras hacen de canguros.
El
doctor Loomis busca desesperadamente dar con su paciente para detener
su conducta violenta antes de que se intensifique la matanza. Rodado
en el sur de California, este clásico del terror fue distribuido
hace 40 años por un estudio independiente estadounidense y destaca
por lo rentable que resultó, así como por la dirección de
Carpenter y especialmente la banda sonora, considerando la cinta como
la primera de una larga lista de slashers inspirados por Psicosis
de Alfred Hitchcock. Hay quienes sugieren que Halloween expone
a los espectadores al sadismo y a la misoginia en la figura del
villano y otros identifican que la película es una crítica social
de la inmoralidad de los jóvenes y adolescentes.
En
la América de los 70 se comparaba a las víctimas de Myers con
estos, porque también eran sexualmente promiscuos y
drogodependientes, mientras que la chica final es una solitaria
representada como inocente y pura, de ahí su supervivencia. No
obstante Carpenter descarta tales análisis. Halloween generó
su propia saga con siete entregas que ayudaron a construir un extenso
contexto para su antagonista, Michael Myers, divergiendo a veces en
lo narrativo por completo cada capítulo anterior. Tuvo su nueva
versión, Halloween el origen , en 2007, el cual su vez fue
seguido de otra secuela, Halloween 2, en 2009. La noche de
Halloween de 2018, undécima entrega, es secuela directa de la
original.
Además
sirve como retrocontinuidad de todas las anteriores secuelas, aunque
ya no la produjo Hill, quien falleció prematuramente años atrás.
Tras ver Asalto en la comisaría del distrito 13 en
Milán, los productores independientes Irwin Yablans y Moustapha
Akkad querían que Carpenter dirigiese para ellos una película
sobre un asesino psicótico que acosaba niñeras. Dijeron en una
entrevista a Fangoria que buscaban el mismo impacto que tuvo
El exorcista, con control creativo total para Carpenter, quien
prácticamente hizo todo en la película junto a Hill, su entonces
pareja, la cual sugirió el título Los asesinos de niñeras,
pero Yablans decidió que La noche de Halloween era más
llamativo.
En
la noche de Halloween de 1963, en la ciudad de Haddonfield, Illinois,
Michael Myers, de seis años, vestido con un disfraz de payaso,
apuñala inexplicablemente a su hermana mayor, Judith, hasta matarla
con un cuchillo de cocina en su casa. Quince años después, un 30 de
octubre de 1978, el psiquiatra de Michael (Tony Moran), el
doctor Samuel Loomis, y su compañera, Marion Chambers (Nancy
Stephens), llegan al sanatorio Smith Grove del condado de Warren
para acompañar a Michael al juzgado, pero este escapa del manicomio
robando el coche de Loomis en el proceso y regresando a casa, a
Haddonfield. Por el camino, Michael mata a un mecánico para quedarse
con su mono de trabajo y roba una máscara.
Al
día siguiente de pasar por la ferretería local, es Halloween y
Michael comienza a acosar a la estudiante de instituto Laurie Strode
tras entregar una llave en su antigua casa para que su padre pueda
venderla. A lo largo del día Laurie se percata de que Michael la
sigue, pero sus mejores amigas, Annie Brackett (Nancy Kyes) y
Lynda Van Der Klok (PJ Soles), desestiman sus preocupaciones.
Loomis llega a Haddonfield en busca de Michael, visitando la tumba
de Judith en el cementerio local, sólo para hallar su lápida
robada. Se reúne con el sheriff del pueblo, Leigh Brackett (Charles
Cyphers), padre de Annie, yendo ambos a casa de Michael, donde
Loomis trata de convencerlo del peligro que entraña,explicando su
maldad.
Pese
a los años que se ha pasado Michael en catatonia, el sheriff
Brackett patrulla las calles mientras Loomis espera en la casa
esperando a que regrese. Más tarde esa noche, Laurie hace de canguro
de Tommy Doyle (Brian Andrews),mientras que Annie cuida de
Lindsey Wallace (Kyle Richards) enfrente, ignorando que
Michael las ha seguido. Cuando el novio de Annie, Paul, la llama para
que vaya a recogerlo, se lleva a Lindsey a la casa de los Doyle para
pasar la noche con Laurie y Tommy. Annie se va a ir en su coche
cuando Michael, que estaba oculto en el asiento trasero, la
estrangula y le raja la garganta. Poco después, Lynda y su novio,Bob
Simms, llegan a la casa de los Wallace.
Tras
acostarse los dos, Bob va arriba a por una birra. Sin embargo,
Michael le apuñala y se hace pasar por el chico disfrazado de
fantasma, apareciendo ante Lynda, quien coquetea con él pero sin
efecto alguno. Molesta, Lynda llama a Laurie, pero Michael la
estrangula con el cable del teléfono cuando su amiga contesta.
Mientras, Loomis descubre el coche robado y comienza a buscar por
las calles. Recelosa, Laurie va a la casa de los Wallace y halla los
cuerpos de Annie, Bob y Lynda en el dormitorio de arriba, así como
la lápida de Judith Myers. Horrorizada, Laurie se acojona en el
salón cuando Michael aparece de repente y la ataca, cortando su
brazo.
Escapando
por los pelos, Laurie huye de regreso a la casa de los Doyle, con
Michael siguiéndola pero ella le esquiva. Tiene tiempo justo para
que Tommy y Lindsey escapen, defendiéndose cuando le apuñala en el
cuello con una aguja de tejer, luego en el ojo con una percha
metálica y por último en el pecho con su propio cuchillo. Loomis
ve a Tommy y Lindsey huyendo de la casa, yendo a investigar y
hallando a Michael y Laurie luchando arriba. Loomis dispara a Michael
seis veces, arrojándolo por el balcón; cuando va a comprobar su
cuerpo, ve que ha desaparecido. Un Loomis nada sorprendido mira
fijamente a la noche mientras Laurie comienza a sollozar de terror.
El
guion se redactó en 10 días y la principal inspiración vino del
politeísmo celta y del Samhain, hecho para ilustrar la muerte en la
forma de Michael Myers, malvado desde los seis años según Loomis,
quien lo trató como su paciente. Hill se concentró en los diálogos
femeninos y en el pueblo donde se crió, un Haddonfield real.
Carpenter también introdujo elementos de su localidad de origen,
Bowling Green (Kentucky), así como el nombre de Laurie
Strode, por una antigua novia. Michael Myers era el nombre de un
productor inglés que ayudó a distribuir a Yablans por Europa Asalto
al distrito 13. Un homenaje a Hitchcock lo encontramos en Tommy
Doyle (Wendell Corey en La ventana indiscreta).
Así
mismo, el doctor Loomis se llama como uno de los personajes de
Psicosis, interpretado por John Gavin, el novio de Marion
Crane (Janet Leigh, la madre en la vida real de Curtis). El
sheriff compartía nombre con la guionista de Hollywood Leigh
Brackett, colaboradora habitual de Howard Hawks. Nuestro demente
villano tiene su origen en una visita de Carpenter a un hospital
psiquiátrico de Kentucky donde tenían a tipos como Michael, de
mirada vacía y tal como lo oye Brackett de boca de Loomis. Cuando
Myers mata al pastor alemán de los Wallace se ve claramente lo
letal que es comparado con el resto de personajes. Su ser posee una
maldición que realmente perturba sólo con verlo.
Pleasence,
un veterano, es el héroe de la película y Curtis, por entonces poco
conocida y debutante, es la heroína. Por ser de bajo presupuesto los
salarios que percibió el reparto eran ajustados, con Castle cobrando
25 $ por día trabajado. El papel del doctor Loomis estaba pensado
para Peter Cushing, el Wilhuff Tarkin de Star Wars, pero los
bajos salarios le echaron para atrás, como a Christopher Lee, quien
luego se arrepintió de no aceptarlo porque quería trabajar para
Carpenter. El actor inglés elegido fue villano de James Bond años
atrás. Para Laurie se pensó en Anne Lockhart, hija de June, la de
Lassie, pero no pudo ser y la escogida fue la también
hija de otra actriz famosa, la protagonista de Psicosis.
Curtis
podría haber encarnado a cualquiera de las chicas, pero sería Kyes
la que haría de Annie, la hija del sheriff local, Leigh Brackett
(Cyphers), una muchacha sin pelos en la lengua y que como su
padre ficticio había aparecido en Asalto al distrito 13, aparte
de que entonces salía con el colaborador habitual de Carpenter,
Tommy Lee Wallace. Soles encarnó a Lynda, otra amiga locuaz y que
había aparecido en Carrie y El chico de la burbuja de
plástico. Esta también estaba casada con otro actor famoso en
la época, Dennis Quaid, quien sonó como Bob, el novio de Lynda,
pero lo descartó por problemas de agenda. Castle hizo de Michael,
habiendo conocido a Carpenter de sus días en la universidad del sur
de California.
Tras
esta película, el enmascarado pasaría a ser director y firmar
títulos como Starfighter, Más allá de la realidad, Daniel el
travieso y Major Payne. Moran hacía el mismo personaje
pero sin máscara al final, siendo un actor callejero que solía
vestirse del monstruo de Frankenstein. Su hermana trabajaba en
televisión y gracias a sus contactos logró el papel. La cinta era
de presupuesto modesto, como todo lo que hacía Carpenter por
entonces, pero el resultado posterior le reportó pingues beneficios.
Wallace era el responsable del diseño de producción, el director
artístico y el buscador de localizaciones, encargado también del
montaje y quien a partir de una máscara del Capitán Kirk de Star
Trek modificó su diseño.
Pintándola
de blanco, agrandando los ojos y alterando su pelo, por menos dinero
y comprándola en una tienda de Hollywood Boulevard, Wallace hizo que
el rostro de William Shatner se transformase en el de un ser
inhumano. Así mismo, Curtis llevaba su propio vestuario adquirido en
JC Penney por algo más de 100 dólares, un pequeño paso previo al
rodaje que duró un mes escaso y con cámaras por entonces muy
novedosas en zonas como South Pasadena y Alhambra (California),
incluyendo Sunset Boulevard, la avenida de las palmeras, para el
desenlace. La banda sonora es totalmente métrica e inspirada en la
de Dario Argento para Suspiria y en la de William Friedkin
para El exorcista.
El
tema de Halloween compuesto por Carpenter mató a sus
contemporáneos, pues hizo una disección musical que es un mundo en
sí mismo. Y eso que no es un músico profesional, por lo que tuvo
ayuda de gente experta en la materia procedente de la universidad
estatal de San José. En la película se escucha además la canción
(Don´t Fear) The Reaper de Blue Öyster Cult. Hay una nueva
y escalofriante versión del tema central interpretada por Trent
Reznor y Atticus Ross. Cuando se estrenó en EEUU, en acción de
gracias, su bajo presupuesto era más un truco que un trato,
logrando que todo el mundo hablase de esta cinta independiente, más
aún con su reedición reciente en salas.
Más
tarde se hallaron negativos originales descartados para la película
definitiva que se usaron en algunos pases televisivos americanos. La
crítica contemporánea solía a menudo ser abiertamente dura contra
los slashers, pero con Halloween se suavizaron, si bien no
faltaban las odiosas comparaciones con la obra de Brian De Palma o
Val Lewton. Lleva unos cuantos escalofríos con algunos inevitables
clichés, pero no se podía negar que había nacido una película de
culto, igual que cuando George A. Romero hizo La noche de los
muertos vivientes. Un éxito inesperado que llegó para quedarse,
así sin más, por ser salvajes y locas como ellas mismas. Da miedo,
es intrigante y visceral a la par que emocionante.
La
noche de Halloween fijó el
patrón de las películas de terror modernas. En retrospectiva, esta
y Viernes 13 son de
las mejores sagas del último medio siglo. Hoy día los VHS de las
aventuras de Michael se cotizan a precio de oro y un original en ese
formato se llegó a vender por Ebay a unos 13.000 $. La copia en
cuestión se conservaba en un Blockbuster desde mediados de los 90.
Luego llegaría a DVD la versión extendida con motivo de su 25
aniversario y por fin a Blu Ray, junto a secuelas correspondientes a
la línea de continuidad primera, que abarca las entregas cuarta y
quinta, así como una réplica de la máscara. La del 35 aniversario
venía restaurada por el director de fotografía Dean Cundey y es la
mejor.
Su
alegoría no es la que parece, como tampoco el que se la acuse de
pornografía. Además Loomis siempre salva a la chica cuando llega y
dispara a Myers, pero eso no resta importancia a que Laurie siga
siendo la heroína, porque además fue de las primeras chicas
finales, la predecesora de Ripley, Ginny Field, Sarah Connor, Nancy
Thompson o Sidney Prescott. Ella hiere a Michael y Loomis lo remata
con su revólver, pero no acaban con él del todo, puesto que volverá
aún más poderoso. Y nadie se preocupa en ningún momento de la
seguridad de los niños al cargo de Laurie, quien se expone a la
furia del asesino como la protagonista de La violencia del
sexo, donde era humillada
constantemente.
Michael
mató a su hermana porque está prefirió acostarse con un chico que
cuidarlo a él. La ciudad dejó de ser segura cuando esto pasó pese
a que la acción no sale de la zona residencial, por lo que Myers es
un producto de un entorno localizado en las afueras. Es el mal
suburbano, el terror real del celuloide que no duda en armarse para
hacer su cometido. Pero repito, aquí no hay moralidad como en el
teatro, es una cinta de terror. No veamos la puñalada como un
símbolo fálico, esa no es la clave de su éxito rotundo, ni
crucial en la estética temática. La calabaza de los créditos de
apertura si que dice mucho de la percepción que tendremos al ver la
película, todos los planos de cámara fija y subjetivos, eso si es
importante.
Nos
mete de lleno en la acción como ya hiciera Navidades
negras, poniendo el objetivo en
los ojos del asesino para que parezca que nosotros acechamos a sus
víctimas, como cuando sorprendes a alguien al acercarte
sigilosamente y le agarras desprevenido. Por el bien del espectáculo
Halloween dio lugar
en el cine de culto a la chica final, un tropo retórico fijo como el
de matar a los sexualmente promiscuos, que luego veríamos en los 80
una y otra vez repetidos en Viernes 13, Pesadilla en Elm
Street y como sátira en
Scream. Los padres
siempre están ausentes o han creado al asesino. Y efectivamente,
antes tuvimos los ejemplos de Noche silenciosa, noche
sangrienta y La
matanza de Texas.
Sea
como fuere, Halloween
se impuso como pionera al establecer la ambientación festiva y
todos los que vendrían debían ser juzgados según lo que vemos en
la película de Carpenter. Por increíble que parezca, se pensó en
mostrar el tiempo que pasó Michael en el sanatorio cuando en
quince años no dijo ni una sola palabra. Como no pudo ser menos,
tuvo su versión en videojuego para Atari 2600 que era espeluznante
para su época, todo un mérito en los tiempos que esos cartuchos hoy
ya olvidados adaptaban esta y La matanza de Texas. Y
es que Atari hizo juegos de terror buenísimos. La saga de Halloween
tiene un total de siete
secuelas, entre las cuales figura una en la que sale Malcolm McDowell
desatado.
Halloween
II fue la que cerraba la trama
central, con Halloween III
siendo la única en la que no salía Michael Myers, quien regresó
en Halloween 4. Akkad
trabajó en la franquicia hasta fallecer durante los atentados del 9
de noviembre de 2005 en Amán. La continuidad de cada película es
como un Elige tu propia aventura
de las franquicias de cine de terror. El Halloween de
2007 dirigido por Rob Zombie tuvo su propio Halloween II
en 2009 y el de 2018 , de David Gordon Green, crea en el canon una
retrocontinuidad al desenlace del original. Su guionista, Danny
McBride, esperaba no joder ni tocar las narices de la gente con
ello, por lo que sabemos que ya hay planes para otra secuela.
Y
es que no se puede derrotar al coco fácilmente...
Puntuación:
7,5
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