La isla (2005)


                                 Tu tiempo llegará...

                                                 
Ciencia ficción y suspense dirigida y producida por Michael Bay, protagonizada por Ewan McGregor, Scarlett Johansson , Djimon Hounsou, Sean Bean y Steve Buscemi. En esta historia, Lincoln Seis Eco (McGregor) lucha por encajar en el mundo altamente estructurado en el que vive, aislado en un recinto, y la serie de sucesos que se desatan cuando se pregunta lo verdadero que es ese mundo. Después de que Lincoln sepa que los habitantes del recinto son clones usados para la adquisición de órganos, así como de sustitutos para la gente pudiente del mundo exterior, intenta escapar con Jordan Dos Delta (Johansson) para así exponer el movimiento de clonación ilegal.

Producción muy costosa con banda sonora original compuesta por Steve Jablonsky, el colaborador habitual de Bay, en un filme bastante infravalorado dentro de su género y de las pocas cintas decentes de su director, contando con un guion del dúo formado por Alex Kurtzman y Roberto Orci. El montaje sin embargo sigue siendo tan dinámico como en toda la carrera de Bay, rodando en zonas como en el despoblado de Rhyolite (Nevada), Detroit (Michigan) o el Valle de Coachella, cerca de Palm Springs (California). Otra característica de Bay es la colocación de productos en cada escena, como cuando sale una pantalla táctil y es de Microsoft diseñada en el Instituto de Tecnología de Massachusetts.

                                                       

En 2019, Lincoln Seis Eco y Jordan Dos Delta viven con otros como ellos en un recinto aislado, una comunidad gobernada por un conjunto de reglas estrictas en la que los residentes creen que el mundo exterior se ha contaminado en exceso para la vida humana con la excepción de una isla libre de contagio. Cada semana hay una lotería en la que el ganador es llevado para que salga del recinto y se vaya a vivir a la isla. Lincoln comienza a soñar sabiendo que sus experiencias no le pertenecen. El doctor Merrick (Bean) es un científico que dirige el recinto y se preocupa por ello, así que coloca sondas en el cuerpo de Lincoln para supervisar su actividad cerebral.

Mientras visita otra instalación energética fuera de los límites en el sótano en donde trabaja su amigo, el técnico James McCord (Buscemi), Lincoln descubre una polilla viva en un conducto de ventilación, lo que le lleva a deducir que el mundo exterior no está realmente contaminado. Lincoln sigue a la polilla hasta otro sector donde descubre que la lotería es realmente un sistema en el que seleccionan a los habitantes para quitárselos del recinto y donde el ganador es utilizado para la obtención de órganos, la gestación subrogada y otros propósitos para cada patrocinador, quienes además son clones idénticos. Merrick sabe que Lincoln ha descubierto la verdad, por lo que le obliga a escapar.

                                                   
Mientras, Jordan ha sido elegida para la isla, por lo que escapa con Lincoln del recinto y aparecen en el desierto de Arizona. Él le explica a ella la verdad, por lo que se disponen a descubrir el mundo real. Merrick contrata a un mercenario de Burkina Faso y antiguo agente del grupo de intervención del gendarmería nacional, Albert Laurent (Hounsou), para encontrarlos y devolverlos sanos y salvos a la instalación. Lincoln y Jordan dan con Mac, quien les explica que todos los residentes del recinto son clones de patrocinadores ricos o desesperados, siendo ignorados por el mundo real y condicionados para nunca cuestionar su entorno o historia. McCord les da el nombre del patrocinador de Lincoln en Los Ángeles.

Con su ayuda llegan hasta la estación del tren de levitación magnética de Yucca, antes de que los mercenarios lo maten. En Nueva York, la patrocinadora de la chica, la modelo Sarah Jordan, está comatosa tras un accidente de coche y necesita trasplantes suyos para sobrevivir. El patrocinador del muchacho, Tom Lincoln, le explica como se trabaja en el instituto de clonación, lo que le hace darse cuenta de que posee los recuerdos de Tom, quien acepta ayudarles pero contactando en secreto con Merrick, enviando este a Laurent y los mercenarios hasta su posición. Lincoln engaña a Laurent para que dispare a Tom y así asumir su identidad.

                                                       

Merrick supone que un defecto de clonación fue responsable de los recuerdos y el comportamiento de Lincoln, ocasionando que él y toda futura generación de clones cuestionen su entorno e incluso accedan a los recuerdos de sus patrocinadores. Para evitarlo, decide eliminar a las cuatro generaciones de clones más recientes, y sin embargo, Lincoln y Jordan planean liberar a sus camaradas clónicos. Haciéndose pasar por Tom, Lincoln regresa al recinto para destruir la holografía que tapa el mundo exterior. Jordan se deja capturar para ayudar a Lincoln en su plan y Laurent, que tiene recelos morales por el tratamiento a los clones tras observar su lucha por la supervivencia y sabiendo que Sarah Jordan podría no sobrevivir incluso con los órganos trasplantados, la ayuda. Lincoln se carga a Merrick y los clones son liberados, viendo el mundo exterior por primera vez y junto con Jordan zarpa en un barco lejos de allí.

Su fracaso de taquilla se debió a que al fin y al cabo ya no era un producto original, un fallo común de Bay en su trayectoria anterior a Transformers. La isla no es del todo un desastre si lo pensamos tranquilamente, en todo caso es un clon de THX 1138, Coma y La fuga de Logan. En definitiva, otra película ruidosa y grandilocuente de Bay donde las explosiones y las persecuciones importan más que los personajes, el diálogo y la trama. Esta parábola tiene algunas buenas interpretaciones pero carece de espíritu y quizás es un clon escéptico con algo de corazón. Lo peor de todo, la publicidad por emplazamiento, excesiva y que solo contribuye a hundirla más. El guion pudo incurrir en una demanda por violación de los derechos de autor si se analizaba cada título mencionado arriba, lo que para los productores suponía pagar por ello. DreamWorks negó que los guionistas plagiasen a los autores de esas películas.

Puntuación: 6,5

                                              





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