Expediente Warren: El caso Enfield (2016)
La siguiente historia
real de los expedientes Warren
El
terror más desconcertante dirigido por James Wan y escrito por Chad
Hayes, secuela de Expediente Warren y tercera entrega del
universo homónimo, con Patrick Wilson y Vera Farmiga como los
cazafantasmas parapsicólogos Ed y Lorraine Warren, que ahora van
hasta Gran Bretaña para ayudar a la familia Hodgson, quienes están
experimentando un poltergeist en su vivienda de Enfield (Londres),
hecho ocurrido en 1977. De aquí salió La monja, que
recomiendo evitar porque no aporta nada. Repite como productor Peter
Safran para New Line, con Wan en la misma faceta a través de su
compañía Atomic Monster para Warner Bros. Los protagonistas
seguirán repeliendo espíritus próximamente.
En
1976, los investigadores de lo paranormal Ed y Lorraine Warren
investigan los asesinatos de Amityville que dio lugar a la novela y a
la saga de horror tan infame que le siguió, para determinar si una
presencia demoníaca fue la verdadera responsable de porqué Ronald
DeFeo Jr mató a toda su familia un 13 de noviembre de 1974, así
como lo que se contó en la novela. Durante una sesión espiritista,
Lorraine tiene una visión en la que revive los crímenes, y el
espíritu de uno de los niños asesinados la conduce hasta el sótano,
donde se encuentra con la figura de una monja demoníaca, Volac,
(Bonnie Aarons), así como la imagen de Ed empalado, lo cual
la aterra.
En
1977, la familia Hodgson comienza a experimentar el poltergeist de
Enfield, en Londres. Janet (Madison Wolfe), la segunda hija de
los cuatro, camina dormida y conversa en sus sueños con una entidad
en forma de señor mayor enfadado que se sienta en el sillón
familiar, insistiendo en que la casa es suya. Con el tiempo, todos
los hermanos Hodgson y su madre Peggy (Frances O´Connor) son
testigos de los sucesos paranormales, asustándoles hasta el punto de
buscar refugio en casa de sus vecinos. Cuando los medios intentan
entrevistar a la familia, Janet es poseída por el anciano, Bill
Wilkins, quien vivió y murió anteriormente en la casa. Durante la
posesión demoníaca,Wilkins afirma que disfruta atormentarlos.
Queriendo
reclamar la casa, Janet muestra más signos de posesión demoníaca,
así que su historia acaba llegando a oídos de los Warren, por lo
que su ayuda es requerida en una investigación que demuestre si la
posesión de Janet es o no un chiste. Lorraine, temerosa de que su
visión de la muerte de Ed pueda convertirse en realidad, le advierte
de no involucrarse, teniendo otra visión de la monja demoníaca en
el estudio de su marido. Volac pronuncia su nombre, el cual la médium
garabatea en su biblia. Mientras permanecen en la residencia de los
Hodgson, Ed y Lorraine consultan con otros investigadores de lo
paranormal, entre ellos Maurice Grosse (Simon McBurney), sobre
la legitimidad del caso.
Intentan
comunicarse con el espíritu de Wilkins, esperando convencerlo para
que deje de inquietar a la familia. Una noche, la investigadora Anita
Gregory (Franka Potente) presenta un vídeo con la prueba de
Janet desguazando la cocina a propósito como si fuera una broma,
desacreditando por tanto la aparición. Basándose en esto, Ed y
Lorraine deciden marcharse, creyendo que la familia está mintiendo
por la fama. Sin embargo descubren que el espíritu de Wilkins es
sólo un peón manipulado por la monja demoníaca para aparecerse
ante Janet y romper su voluntad. Lorraine se da cuenta de que sus
habilidades han sido bloqueadas por la monja, evitando que entienda
la verdad de su posesión.
Ed
y Lorraine regresan rápidamente a la residencia de los Hodgson,
sólo para hallar a Janet poseída y al resto encerrados fuera de la
casa. Ed se adentra solo y da con la niña Hodgson en la ventana,
dispuesta a suicidarse. Logra agarrarla a tiempo, pero Janet se queda
cerca de caer con Ed hasta una muerte segura, igual que en la visión
de Lorraine. La señora Warren recuerda que escribió el nombre del
demonio, Volac, en su biblia, por lo que la nombra y la condena de
vuelta al infierno. Janet está libre de posesión y Lorraine los
trae sanos y salvos a ella y a Ed. Tras regresar a casa, este añade
un objeto a la colección que tiene con Lorraine, el zoótropo de
juguete encantado del Hombre Encorvado que tenían allí.
Tras
Expediente Warren, New Line se puso manos a la obra con la
secuela, desarrollada para ser producida en tres años y sobre el
poltergeist de Enfield (Londres), ocurrido a finales de los 70
en una vivienda de la zona. El guion de la continuación fue
supervisado por el responsable de las recientes temporadas de The
Walking Dead y de la película La huérfana. También se
incorpora todo lo relativo a la novela Horror en Amityville,
ya que Wan quería establecer dicha conexión. El director de Fast
&Furious 7 ya planeaba incluso dirigir una de superhéroes
de DC. Farmiga y Wilson regresaban a la producción tras visitar a
la auténtica Lorraine Warren en su casa de Connecticut de cara a
preparar sus roles.
Rodada
en Los Ángeles (California), el director de fotografía
encargado fue Don Burgess, quien ha trabajado para Robert Zemeckis.
McBurney se hizo con un papel tras participar en Harry Potter y
Wolfe se incorporó tras salir en True Detective. La
arquidiócesis de Santa Fe envió un exorcista al plató para que
esta vez no pasaran cosas extrañas (porque se dice que estaba
encantado). En Londres, el rodaje continuó por Maida Vale y la
estación de Marylebone bajo mucha lluvia, viento y nieve. La música
es de Joseph Bishara (Insidious), quien también regresa.
Wilson interpreta a Elvis Presley al cantar Can´t Help Falling in
Love, como también se oyen los temas de The Clash London
Calling y I Started a Joke de los Bee Gees.
Con
Farmiga a bordo, esta secuela promete un montón de sustos con otra
familia real que vivió el horror de cerca en su casa, poder oír a
un demonio grabado que inspiraría todas las pesadillas que hemos
tenido tras ver la continuación de Expediente Warren. Warner
Bros quería con El caso Enfield traer a los cines un
festival de terror como no se había visto, hasta el punto de que un
hombre falleció de un infarto agudo de miocardio mientras la veía
en un cine de Tiruvannamalai, India, con su cuerpo desaparecido
posteriormente. Las ediciones domésticas incluyeron contenidos
extras como escenas eliminadas que no se vieron en su momento, un
truco para ganar dinero fácilmente.
Fue
un éxito moderado que a punto estuvo de ser un enorme fiasco y otra
decepción veraniega. Y es que emular a El exorcista puede
ser arriesgado, tanto como película como franquicia, pero esta vez
tocó ganar y no perder. Ayudó mucho lo bien que le fue a Nunca
apagues la luz, dos filmes de terror rentables por tanto para
Warner. No tiene porque invertirse tanto dinero para luego esforzarse
en no tener éxito y sacar una mala cinta, y unos buenos sustos lo
garantizan. Ese miedo a las secuelas suele ser frecuente en las
franquicias de terror (ver Viernes 13 ), como pasó con
Annabelle, con Insidious capítulo 2 o Anarchy: La
noche de las bestias (segunda entrega de The Purge).
Aquel
año el terror de piernas largas tuvo su momento álgido con títulos
como No respires, subiendo como la espuma los sustos en todo
el mundo. La cinta que nos ocupa nos metió el miedo en el cuerpo y
nos los puso de corbata. No puede evitar sino perder un poco del
frío golpe de su predecesora a través de la familiaridad, pero lo
que queda aún es una historia de fantasmas superior contada con
habilidad espeluznante. Farmiga y Wilson consiguen que sea un
inolvidable y helado relato británico de terror en donde lo único
que se echa en falta es a Lili Taylor. No es fácil asustar dos veces
de manera genuina y con familias que se lo piensan varias veces
antes de mudarse.
El
universo Expediente Warren tendrá más películas, tal como
ha afirmado Wan, quien no dirigirá la tercera por el tiempo que le
quitan los superhéroes y otros placeres culpables. Ya hay una idea
prevista y tiene que ver con el hombre lobo, posiblemente americano
y en Londres, o siguiendo El sabueso de los Baskerville. Será
muy diferente lo que nos traiga New Line y su guionista, así como el
director de La Llorona. La monja es un spinoff de esta
secuela dirigida por Corin Hardy y en la que los sustos se
prometían como profanos, con Demián Bichir y Taissa Farmiga, esta
hermana de Vera. Aarons regresa como la demoníaca religiosa.
Además,
Charlotte Hope (Juego de tronos), Jonas Bloquet y la estrella
de Toni Erdmann, Ingrid Bisu, se unen al thriller rodado en
Bucarest. El productor del universo dijo que tras la secuela habría
un spinoff para el Hombre Encorvado. El mismo año que salió nuestra
película lo hizo una serie titulada The Enfield Haunting, de
producción británica y ambientada en Londres, contando lo mismo
pero sin los Warren.
Puntuación:
7
Pasé mucho más miedo con esta secuela que me gustó por lo tanto , mucho más.
ResponderEliminarLo malo de las secuelas es que estiras y estiras hasta que la cuerda se rompe , como ya le ha pasado a la saga Insidious, que nos dio una tercera entrega bastante pobre .
No es el caso de la segunda parte de los Warren , que daba lo que prometía , sustos , sombras y luces maravillosas y una buena trama .
Mezclar amitiville en la cinta fue un acierto, ya que a todos los amantes del género nos gustó al reconocer la casa y el nombre
En cualquier caso , si hubiera tercera entrega , y si no la dirige Wan , me temo que estará destinada al fracaso absoluto .
Es una segunda parte muy inquietante. A mí si me gustó Insidious 3, pero la última llave me pareció que sobraba. Con Wan esta parte del universo Conjuring es de lo mejorcito, así que no sé que esperarme de la tres con el director de La Llorona (bodrio total).
EliminarMuchas gracias por tu comentario, saludos y cuídate.