Héroes fuera de órbita (2000)

                       Nunca abandonar, nunca rendirse

                                              

Ciencia ficción y acción dirigida por Dean Parisot, una parodia del primer género,en particular de la famosa serie de televisión Star Trek y del fenómeno Trekkie, protagonizada por Tim Allen, Sigourney Weaver, Alan Rickman,Tony Shalhoub, Sam Rockwell y Daryl Mitchell. Ganó el Hugo como lo hizo la serie original a la que referencia, el Nébula al mejor guion y optó a varios Saturn, entre ellos mejor película, director y actriz, llevándose al mejor actor para Allen. Con numerosos seguidores de culto, esta comedia es el mejor tributo a ST y a punto estuvo de tener secuela con el reparto original, pero no ha podido ser. Gente de la conocida serie espacial como Patrick Stewart (Picard) es reconocido fan del filme.

Los miembros del reparto de una cancelada serie televisiva, la aventura espacial Galaxy Quest, pasan la mayor parte de su tiempo asistiendo a convenciones junto a sus admiradores, promocionando la misma. Durante una convención, el que fuera protagonista y estrella, Jason Nesmith (Allen), ve como se le acercan un grupo autodenominado Termianos, liderados por Mathesar (Enrico Colantoni), quienes solicitan su ayuda. Creyendo que se trata de una promoción, acepta reunirse con ellos a la mañana siguiente, pero de repente despierta en una réplica del puente de mando del Protector, la nave estelar de Galaxy Quest. Sin saber que pasa (aturdido por la resaca), Nesmith hace su papel de capitán en una misión.

                                                  

Dicho ataque contra el reptiliano general Rothar Sarris (Robin Sachs) y su regreso a la Tierra es una aventura que él trata de hacer creer al resto de sus colegas del elenco, pero apenas le creen. Cuando aparece la termiana Laliari (Missi Pyle) y vuelve a solicitar la ayuda de Nesmith, logra convencerlos para que se unan a él porque la desaparecida serie no solo ha sido un fenómeno de culto en TV, sino que los auténticos alienígenas creen que se trata de un documento veraz sobre un conflicto intergaláctico por lo que recibieron en transmisiones vía espacial. Inspirados por el histórico documental, los Termianos reestructuraron su sociedad para reflejar las virtudes de la serie, construyendo una réplica del Protector.

Sarris ordena, una vez tomada la nave, que se autodestruya para que la tripulación muera, pero los humanos formulan un plan para abortarlo y derrotarlo allí, con la Protector volando directamente hacia la nave del villano y engañándolo en último instante para que se dirija a un campo de minas y sea aniquilado. La nave viaja a la Tierra para dejar a los humanos en casa, pero Sarris ha escapado a la destrucción de su transporte, los embosca y hiere de gravedad a varios integrantes de la tripulación. Con estos saliendo en ascenso, Sarris revive una vez más y Jason le dispara, matándolo por fin y disfrutando de la admiración de sus seguidores. Un tiempo después, Galaxy Quest vuelve a emitirse con una secuela.

                                                   

Rockwell interpreta a Guy Fleegman, un integrante que solía hacer de camisa roja, un personaje que duraba poco en pantalla porque siempre lo mataban. Producida por Mark Johnson para Dreamworks, el personaje de Rickman debía ser nombrado caballero por Isabel II del R.U. antes de los acontecimientos del filme. El nombre del planeta natal de los Termianos es un homenaje al extraterrestre visitante de Ultimátum a la Tierra. Parece ser que Steven Spielberg, jefe del estudio, sugirió que hubiese una relación romántica entre el ingeniero Fred Kwan (Shalhoub) y la alienígena Laliari porque quedó muy impresionado por la actuación de Pyle en el filme. Parisot venía de rodar una modesta comedia llamada Todo queda en casa.

Harold Ramis iba en principio a dirigir esta cinta, preparado para despegarla con las miras en que la protagonizase Alec Baldwin, así como otros considerados, Steve Martin o Kevin Kline. Ramis terminó arrepintiéndose al ver lo bien que lo hizo Allen, quien se inspiró más en Yul Brynner que en William Shatner. Famosa por ser Ellen Ripley en la saga de Alien y Dana Barrett en Los Cazafantasmas, Weaver entró en el proyecto porque le recordaba a El mago de Oz, mientras que para el rol de Brandon, un fan acérrimo de Galaxy Quest, el entonces debutante Justin Long se presentó y ganó a los aspirantes Kieran Culkin, Eddie Kaye Thomas y Tom Everett Scott. Paul Rudd también estuvo en la terna.

                                                 

David Alan Grier iba a ser Tommy Webber, el tipo que de niño era el precoz piloto y ahora teniente Laredo, papel que se llevó Mitchell. Además de Long, en la película debutaba, haciendo de termiano, Rainn Wilson, al que luego hemos visto en TV en series como The Office o A dos metros bajo tierra. El casting para Laliari estuvo entre Pyle y Jennifer Coolidge, la famosa madre de Stifler en American Pie. Allen escogió a última hora entre esta cinta y El hombre bicentenario, que se fue para Robin Williams. Rockwell tampoco lo veía muy claro y quien le convenció para participar fue nada menos que Kevin Spacey. El planeta que aparece es en realidad Utah, rodándose por caminos de tierra que ahora están ya firmes.

Weaver es toda una leyenda del género en la gran pantalla y en los últimos años ha seguido vinculada al mismo, con la excepción de cuando rechazó un papel en John Carter. Shalhoub por su parte ha colaborado bastante con Michael Bay en filmes como Dolor y dinero. Su relación con Star Trek se refleja en la nave, una variante de la Enterprise, y en la organización ficticia, que parodia a la Flota Estelar o bien a la Federación Unida de Planetas. Incluso el personaje de Rickman, Alexander Dane, es un actor encasillado en su rol ficticio como le pasaba a Leonard Nimoy con Spock. Por último, la secuela de la serie original en el desenlace es un guiño a cuando se estrenó La nueva generación.

                                               

Esta comedia es muy inteligente y toda una sátira humorística con un excelente reparto que no requiere de conocimientos previos de cultura Trekkie para disfrutar de ella, una última frontera en la que luchar contra alienígenas malvados de verdad que no se andan con chiquitas ni con los engaños propios de su modelo a imitar. Se ha ganado ante todo el respeto de sus actores, desde Jonathan Frakes a Stewart (Jean-Luc Picard en TNG), este último con formación en la obra de Shakespeare. Otros que la han alabado han sido Tim Russ (Tuvok en Voyager), Shatner (James T. Kirk en la serie original), el incomprendido Wil Wheaton (Wesley Crusher en TNG), Casey Biggs (Damar en Espacio profundo nueve) y George Takei (Hikaru Sulu en la original).

Transportado por un rayo hasta el presente, se sabe que la secuela la querían todos los implicados menos Colantoni, porque temía que Paramount hiciese algo parecido a lo que ocurrió en TV con las series de Minority Report y Escuela de rock. De hecho, Amazon Studios iba a desarrollarla, pero cuando Rickman falleció de cáncer de páncreas, Allen era partidario de que no se hiciese por respeto al difunto actor. Amazon no debería crear una serie tras su muerte, pero resulta que no hace demasiado se retomó la idea con el guionista Paul Scheer, quien pretende tomar el camino marcado en la franquicia Trek por JJ Abrams, es decir, continuar la historia original con el mismo reparto y como los fans han cambiado.

                                            

Creemos que al final la cosa será un poco como pasó con El despertar de la fuerza respecto a Una nueva esperanza, o lo que es lo mismo, Scheer copiará a Star Wars mientras siga el proyecto en el aire. Y a todo esto, ¿ no es esta la misma trama que vimos en su día en Tres Amigos?

Puntuación: 7