Four Lions (2010)


                                                     
Sátira de humor negro escrita y dirigida por Chris Morris, un prolífico guionista detrás de algunas importantes series cómicas británicas recientes que aquí se sale de lo convencional hasta límites que traspasan la agudeza mental. La película sigue a un joven grupo de musulmanes yihadistas radicales de Sheffield, Yorkshire del Sur, interpretados por Riz Ahmed (Omar), Kayvan Novak (Waj), Nigel Lindsay (Barry) Adeel Akhtar (Faisal) y Arsher Ali (Hassan). El primero es muy crítico con la sociedad occidental y tiene al segundo como su primo, mientras que el tercero, el líder, tiene mal genio y para colmo es un converso muy extremista, con el cuarto entrenando cuervos para ser usados como bombas.

Los primos viajan hasta un campo de entrenamiento vinculado a Al Qaeda en Pakistán, mientras que el de piel blanca recluta al quinto integrante. El viaje de los dos parientes termina en desastre cuando Omar intenta derribar un dron americano y destruye accidentalmente parte del campamento. De regreso a Gran Bretaña, él y Waj no se fían de Hassan cuando lo conocen en el aeropuerto, pero le aceptan porque si no tendría que matarlo para que no se chive a la policía de sus planes. Empiezan comprando peróxido de acetona para hacer explosivos, pero no se ponen de acuerdo sobre que atacar. Barry quiere explotar una mezquita local para una operación de bandera falsa que radicalice a los moderados,pero lo tachan de idiotez.

                                                    
Faisal sugiere volar por los aires una farmacia porque venden preservativos y compresas, a lo que Omar le responde que no es un objetivo que valga la pena. Barry, Faisal y Waj hacen explotar el microondas de Omar mientras suenan unos fuegos artificiales y con Hassan vigilando su casa de seguridad. Omar y Barry discuten pero son interrumpidos cuando los otros dos ven a Hassan bailar con alguien ajeno a sus planes, la vecina Alice (Julia Davis). Una vez reconciliados, Omar decide poner como objetivo la maratón de Londres porque tienen acceso a los disfraces de las mascotas, que usarán para esconder los explosivos en su ataque. Allí, su torpeza hará que la policía empiece a buscarlos.

Omar tiene un cambio de parecer y se siente culpable por manipular a Waj, pero como ya han descrito su aspecto le disparan mientras intenta mezclarse entre los corredores, aunque matan por error a uno que va vestido igual. Su primo es acorralado en un kebab, tomando como rehenes a los empleados de la tienda. Barry da con Omar y le ataca además de tragarse la tarjeta SIM de su móvil, pero se ahoga con ella y un peatón le tiene que hacer la maniobra anti atragantamiento, detonando la bomba que la activa por control remoto y cargándose a este y al viandante. Omar intenta comprar un teléfono, pero en la tienda ve a un colega del trabajo, Matt (Craig Parkinson), a quien le quita el móvil para hablar con Waj.

                                                              
Finalmente, se revela que Omar mató sin querer a Osama bin Laden cuando falló su cohete en Pakistán, lo que acaba irónicamente convirtiéndole en un mártir del pacifismo, un desenlace de lo más absurdo.

En Four Lions, Morris se fija para su sátira en la ideología extremista y en los terroristas. Entre otras inspiraciones estaban los atentados del 7 de julio de 2005 en Londres, así como el hecho de que lo que hacía Bin Laden no eran precisamente bromas. Para su película sobre la Yihad, Morris pidió a la gente que le donase dinero para sacarla adelante y rodar en Sheffield esta farsa sobre aspirantes a terroristas suicidas. Morris envió el guion al centro de detención de Guantánamo (gestionado por EEUU) para que lo leyese Moazzam Begg, un británico prisionero allí por extremista islámico. Como no encontró nada ofensivo contra su gente, el cineasta contrató a Ahmed para el papel protagonista al ser inglés y musulmán.

 La comedia terrorista de Morris no ruge hacia la controversia, ya se ha hablado de su inspiración y por tanto no debe preocupar la mala prensa que tenga por retratar con humor a los suicidas del islam. Su estreno limitado hizo que se distribuyese por aquí en formatos domésticos y directamente para televisión de pago. Su premisa sugiere un humor sin pudor y soso, pero Four Lions en realidad es una comedia inteligente y oscura que porta el inconfundible anillo de la verdad. El fanatismo representado en la cinta tiene ecos narrativos de This Is Spinal Tap y números cómicos dignos de Los tres chiflados, por lo que es tremendamente divertida.

                                                
Sus detractores ven en ella un conjunto dispar que no consigue satisfacer, pero discrepo en ello, pues es una crítica a la feroz política exterior americana y que algunos otros querrían prohibir.

Puntuación: 7

                                              


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