10 razones para odiarte (1999)

                                                                 


 Comedia romántica adolescente dirigida por el entonces debutante Gil Junger y protagonizada por Julia Stiles, Heath Ledger, Joseph Gordon-Levitt y Larisa Oleynik. El guion de Karen McCullah y Kirsten Smith es una modernización de la comedia de William Shakespeare La fierecilla domada , vuelta a contar pero con un marco de escuela secundaria estadounidense de finales de los 90. La película sigue al nuevo estudiante Cameron James (Gordon-Levitt), quien está pillado por Bianca Stratford (Oleynik) e intenta  que el chico malo Patrick Verona (Ledger) salga con su hermana, la muy antisocial Kat (Stiles) para que evite las reglas estrictas del padre de esta  sobre las citas. Titulada como un poema que Kat escribe sobre su romance con Patrick, la película  se rodó en el área metropolitana de Seattle, en un instituto con su estadio de fútbol americano de Tacoma. 

Esta película supuso el lanzamiento para al menos tres de sus actores, que después han tenido papeles bastante reconocidos. Tiene un gran culto de aficionados al género y conoció una serie de televisión donde sólo repetía un actor original, Larry Miller. Le fue bastante bien en taquilla en su momento, por lo que raro es que no le vayan a hacer una nueva adaptación en la época actual. 

Cameron James, un estudiante nuevo en el Instituto Padua, en la zona de Seattle, se enamora inmediatamente  de la hermosa y popular estudiante de segundo año Bianca Stratford. Michael Eckman, el friki, le advierte que ella es sosa y engreída, y que su sobreprotector padre soltero, Walter, un obstetra preocupado por el embarazo adolescente, no  le permite a ella ni a su gruñona hermana mayor Kat, de último año, que tengan citas. Esta última es admitida en el Sarah Lawrence College en el estado de Nueva York, pero Walter quiere que ella  se quede cerca de casa y acuda a su alma máter , la Universidad de Washington. Bianca desea salir con el rico de último año Joey Donner, pero Walter no permitirá a sus hijas  que tengan citas hasta que se gradúen. Frustrado por la insistencia de Bianca y la rebeldía de Kat, Walter cede y declara que Bianca puede salir sólo cuando su hermana lo haga, sabiendo que  su actitud antisocial lo complicará todo sobremanera. 

Cuando Cameron invita a salir a Bianca, esta le informa  de la nueva regla de su padre y sugiere que busque a alguien que quiera salir  con Kat para que pueda tener una cita libremente con Joey. Este elige al "chico malo" australiano Patrick Verona, quien inicialmente le asusta con su actitud. Michael ayuda  convenciendo a Joey  para que pague a Patrick para que salga con Kat, creyendo que eso permitirá a Joey  salir con Bianca. Patrick acepta el trato, pero Kat inicialmente desprecia sus primeros pocos avances . Después de que Michael y Cameron le ayuden tanteando a Bianca información  sobre las preferencias de Kat, Patrick comienza  a ganarse el interés de  esta. Ella va a una fiesta con él, lo que permite que Bianca  se sume, molestando enormemente a Walter. 

En la fiesta, Kat  se molesta por ver a Bianca con Joey, y reacciona quedándose ebria. Patrick la ayuda, y esta empieza a ser franca con él, expresando su interés en formar una banda. Cuando Kat intenta besarlo, Patrick la aparta, provocando que esta  se vaya, furiosa. Mientras, Bianca molesta a Cameron ignorándolo por Joey, pero pronto se cosca  de que este es ciertamente superficial y egocéntrico. Cuando esta le pide a Cameron que la lleve a casa, él admite que  sus sentimientos por ella son en efecto genuinos y que su tratamiento hacia ella lo ha frustrado, por lo que ella  le responde besándolo para firmar su reconciliación. 

Joey se ofrece pagar a Patrick para que lleve a Kat al baile de graduación para que él pueda llevar a Bianca. Él inicialmente rehúsa, pero transige cuando Joey le ofrece más dinero. Aunque Kat está aún enfadada con Patrick, este se la  gana finalmente con una serenata, acompañado por la banda de marcha del instituto Padua, con la interpretación de "Can´t Take My Eyes Off You" de Frankie Valli, y ella le devuelve el favor ayudándole a escondidas a que termine su castigo. Su siguiente cita se vuelve romántica, pero Kat sospecha  cuando Patrick insiste que la acompañe al baile de fin de curso, a lo que ella  se opone insistentemente. 

Enfadada por que Cameron no le ha pedido ir al baile, Bianca acepta la invitación de Joey, pero Walter rechaza permitirlo  a no ser que Kat la acompañe. Esta confiesa a Bianca que salió con Joey cuando eran estudiantes de tercero, y que , sucumbiendo a la presión de grupo, tuvo relaciones sexuales con él, arrepintiéndose luego por ello. Después de que Joey la dejase,  ella juró en contra de hacer lo que sea por presión de grupo. Bianca insiste que ella puede decidir sobre su propia vida, por lo que Kat acepta  ir al baile con Patrick, y Bianca  decide ir con Cameron en vez de con Joey. En el baile, Bianca se entera de que este planeó tener relaciones sexuales  con ella esa noche. Enfadado porque Bianca lo ha desdeñado por Cameron, Joey revela su acuerdo con Patrick, lo que provoca que Kat se vaya, afligida. Joey luego empuja a Michael y le da un puñetazo a Cameron, pero entonces Bianca le ataca por haberla herido a ella, a Kat y a Cameron. La hermana menor y el nuevo vuelven a besarse. 

Al día siguiente, Bianca se reconcilia con Kat y comienza a salir con Cameron. Cómodo con que Kat pueda valerse por sí misma, Walter le permite que acuda al Sarah Lawrence College. Para una tarea en la que se pidió a  los estudiantes que escribieran sus propias versiones de sonetos de Shakespeare, Kat lee en alto un poema que compuso, titulado "10 razones para odiarte", revelando que ella aún ama y se preocupa por Patrick. Él la sorprende con una Fender Stratocaster que compró con el dinero que le pagó Joey, y confiesa que se ha enamorado de ella. Kat le perdona, reconciliándose ambos con un beso. 

                                                                      


Con una historia muy sencilla tenemos una comedia romántica muy resultona y en la que Ledger se consagró antes de su prematuro final, todo eso cuando apenas empezaba a despuntar. Stiles y Ledger añaden dos sólidas actuaciones a un guion inesperadamente ingenioso, elevando esta película ligeramente por encima  de la típica cinta adolescente de la época. Es mucho mejor que películas actuales independientes de instituto y fue la que llevó a Stiles a protagonizar la nueva versión de La Profecía y a Ledger a convertirse en un héroe accidental. 

Puntuación: 7


                                                           



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