Max Payne (2008)


                                          
Neo-noir  de acción y  suspense  libremente basado en  la saga de videojuegos del mismo título, desarrollada por  Remedy  y publicada por Rockstar, con dirección de  John Moore. Mark Wahlberg es el protagonista, o sea, el detective Max Payne, Mila Kunis es Mona Sax, Ludacris es  Jim Bravura y  Beau Bridges  es  BB Hensley. Esta es una película que gira en torno a  la venganza que realiza un policía  en su viaje por  el submundo criminal de Nueva York mientras investiga  las muertes de su esposa y su hijo. Los efectos visuales lo copan todo, no hay escena que no los tenga en toda la cinta.

El detective Max Payne (Wahlberg) es un veterano con tres años de experiencia  en la unidad de casos archivados del departamento de policía de NY. En el apartamento de Trevor, el soplón que trabaja para Max, el protagonista se topa con  Natasha Sax (Olga Kurylenko), quien se está peleando con su hermana, Mona (Kunis). Max se ve acorralado en silencio por  Jack Lupino (Amaury Nolasco), pero Natasha  se trae de vuelta a Max a una fiesta que se ha organizado y sin embargo, cuando esta  trata de  seducir a nuestro hombre, lo que hace la chica  es soltar  comentarios insensibles  sobre su esposa, por lo que Max la echa a patadas del lugar.

Max se convierte en el principal sospechoso  del caso, por lo que su antiguo compañero, Alex  Balder (Donal Logue) toma parte en la investigación. Luego Max se  despierta en un hospital  junto a su fiel amigo  BB Hensley (Bridges), el antiguo compañero de su padre  en el cuerpo, quien ha estado velando a su lado. Max abandona el hospital pronto  para mostrar sus condolencias  por la pérdida de Alex, pero es expulsado del sepelio  por su indignada viuda Christa (Nelly Furtado). Mientras es interrogado por  el teniente Jim Bravura (Ludacris), de  la unidad de asuntos internos, Max  sale hecho una furia  y busca  la mesa de trabajo de Alex, donde da con el nombre de  Owen Green (Joel Gordon) en el archivo del caso de Natasha.

Max y Mona  dan con Green, pero no pueden salvarle porque Owen estaba alucinando  y como consecuencia cayó  desde lo alto de un edificio matándose. Natasha llevaba tatuadas las alas de una Valquiria,  que en la mitología nórdica  son criaturas  que deciden el destino  de los guerreros en la batalla.  Después Max interroga a un supervisor  llamado Jason  Colvin (Chris O´Donnell) en su despacho de  Aesir, una compañía farmacéutica donde descubre que Michelle, su difunta mujer, estuvo asociada  a un contrato militar  que buscaba crear  super soldados usando  una droga altamente adictiva llamada curiosamente Valquiria.

El proyecto en cuestión  explica que Lupino fue  Marine  y da testimonio de que  mientras tomaba la droga se sentía invencible y sin efectos secundarios (al contrario que  la mayoría de los otros voluntarios de las pruebas). Max finalmente acaba  enfrentándose a BB  en la plataforma para helicópteros   del edificio  de Aesir, logrando  matarlo.


                                           
Dimension Films  quiso desarrollar esta producción  junto a Shawn Ryan, el creador de  la serie televisiva  The  shield, a quien contrataron para redactar un guion, que con el tiempo fue comprado por Fox, la cual reclutó como director y  estrella principal a Moore y Wahlberg respectivamente, eligiendo Toronto como lugar de rodaje. El efecto bala  del videojuego fue trasladado  a esta versión de cine  para que las imágenes por segundo  hicieran parecer que cualquier actor estuviese congelado.

Como fan del juego original, sólo puedo decir que si bien es una película repleta de acción y con una atmosfera sombría calcada  a la de El caballero Oscuro, su argumento no tiene lógica  y está muy mal dirigida, aparte de que la actuación de Wahlberg es pésima, lo suficiente como para apartar a este tipo de los platós de cine para siempre, pues ya nos tomó el pelo con su  interpretación de tarado paranoico  en  El incidente. Wahlberg es un actor horrible en esa clase de papeles  de hombres endurecidos o simplemente amargados. Una lástima, porque al principio de su carrera, Moore solía explorar genuinamente las ansiedades contemporáneas  como pocos y con el tiempo su estilo visual se ha impuesto sobre  sus endebles argumentos.

No ayuda a Wahlberg el resto del reparto, con Kunis muy sosa  y  con la temática de la venganza  reducida a una excusa mediocre para conectar muy de lejos con el magnífico videojuego. No es un caso nuevo, recordemos lo poco  y nada que se parecen a sus modelos las adaptaciones de Hitman (la  de 2007 de Xavier Gens y Luc Besson), Silent Hill (la de 2006 de Christophe Gans y  Roger Avary) o  Resident Evil ( la original  de 2002 dirigida por  Paul WS Anderson).  Por eso quiero entrar en señalar las diferencias con el juego diseñado por Remedy.


                                          
Para empezar, el origen de la venganza de Max lo pusieron a la mitad de la película, como si no tuviera trascendencia alguna. En segundo lugar,  a un villano importante como  es Lupino lo asesina Hensley  mientras que en el juego es Max quien cumple ese trabajo sucio personalmente. Por último, en el final  Max  mataba a Nicole Horne, jefa de la corporación Aesir (una foto de esta mujer  con la cara de la actriz Kate Burton se muestra después de los créditos como  dando a entender que será el siguiente objetivo en una hipotética secuela), mientras esta huye  en su helicóptero  por medio de  un disparo al pararrayos del edificio. En vez de eso tenemos la conclusión arriba mencionada, que ocurre antes en el juego.

Puntuación: 5

                                                         


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