La parada de los monstruos (1933)

 

La historia de la vida amorosa dentro de una barraca de feria


                                             



Terror de la época previa al código de producción dirigida por Tod Browning y protagonizada por Wallace Ford, Leila Hyams, Olga Baclanova y Roscoe Ates. Sigue a una trapecista que se une a un grupo de artistas de una barraca de feria de un carnaval ambulante con un plan para seducir y asesinar a un enano en la compañía para obtener su herencia, pero su plan demuestra tener consecuencias peligrosas. Filmada en Los Ángeles en otoño de 1931, Fenómenos tuvo sus primeras pruebas de fuego en enero de 1932 y recibió una reacción dura de los espectadores, quienes la consideraron muy grotesca. Como respuesta a esto, la película de 90 minutos fue recortada significativamente y se incorporó metraje adicional.


Ese material alternativo ayudó a incrementar la duración y el montaje final abreviado de la película, estrenado en enero de 1933, sólo dura 64 minutos; la versión original está perdida. Pese a los cortes hechos, Fenómenos aún dio que hablar debido al hecho de que los personajes titulares, los monstruos, fueron interpretados por gente que trabajaba como artistas de atracciones secundarias y tenían discapacidades reales. Estos miembros del reparto incluían a los hermanos enanos de Los Muñecos Bailarines; Johnny Eck, que tenía una enfermedad congénita, las siamesas Daisy y Violeta Hilton y Schlitzie, un hombre con microcefalia. Debido a su contenido controvertido, estuvo censurada en España 30 años.


Brutal pese a que la crítica tuvo una respuesta negativa hacia ella y fue un fracaso de taquilla en su estreno original, Fenómenos se sometió a nueva evaluación del público en los 60, particularmente en Europa y fue exhibida en 1962 en el festival de cine de Venecia. En retrospectiva, es un filme que sugiere en numerosos niveles una representación que presenta un retrato claramente compasivo de los personajes secundarios en vez de uno como en el cine de explotación. De hecho, es una de las películas más compasivas jamás hechas, mostrando una feria tenebrosa que define el secreto de porqué Browning era un maestro de lo macabro en el mundo de Hollywood y se atrevía incluso con la parafernalia del circo.


No obstante, continúo citando lo que en toda crítica sale, hay que tomar nota de los elementos de terror de la película, pues cada vez que la veo me fijo que contiene algunas de las escenas más aterradoras en la historia del cine. Por lo que he estudiado, la interpretaría como una metáfora de la lucha de clases, reflejando la Gran Depresión y como retrata la discapacidad. Mi teoría es que presenta un mensaje en contra de la eugenesia, una apuesta valiente por parte de MGM.


                                                      



Una conspiradora trapecista llamada Cleopatra seduce a un enano de una barraca de feria en un carnaval llamado Hans tras enterarse de su gran herencia, muy para disgusto de Frieda, su novia enana. Cleopatra también conspira con el forzudo del circo, Hércules, para matar a Hans y heredar su riqueza. Mientras, otros romances florecen entre los artistas de la atracción secundaria: la mujer barbuda, que está enamorada del Esqueleto Humano, dando a luz a su hija. Las noticias se extienden entre los amigos por parte de Elizabeth Green, así como el que Violeta, una siamesa cuya hermana Daisy está casada con Roscoe, el payaso tartamudo del circo, se compromete con el dueño.


Hans, enamorado de Cleopatra, acaba casándose con ella. En su boda, esta comienza a envenenar el vino de Hans pero besa como una borracha a Hércules en frente de Hans, revelando su lío. Ajeno, los otros bichos raros anuncian que aceptan a Cleopatra pese a que ella sea una extraña normal : celebran una ceremonia de iniciación en la que pasan una copa del amor por la mesa mientras cantan la aceptamos, una de nosotros. Sin embargo, la diversión malvada de Cleopatra en esta ceremonia pronto se convierte en miedo e ira después de que Hércules se burle de que el resto de los artistas planeen convertirla en uno de ellos. Ella se mofa de estos, arrojando el vino en sus caras y alejándolos antes de indignar a Hans desfilando borracha con él en sus hombros como si fuera un niño.


                                              



El humillado Hans se da cuenta de que le han tomado por un tonto y rechaza los intentos de Cleopatra por disculparse, pero entonces enferma por culpa del veneno. Mientras está postrado en cama, Hans finge disculparse ante Cleopatra y también simula tomarse la medicina envenenada que ella le está dando, pero este trama secretamente con los otros artistas contraatacar a Cleopatra y Hércules. En el clímax de la película, Hans se enfrenta a Cleopatra con tres de los artistas como matones de refuerzo. Sin embargo, el carro de circo de Hans es volcado en una tormenta, dando a Cleopatra la ocasión de escapar al bosque, perseguida por ellos de cerca.


Al mismo tiempo que Hércules va a matar a Venus, la adiestradora de focas, por saber acerca de la trama, el novio de esta, Phroso, intenta detener a Hércules pero casi lo matan antes de que el resto intervenga y hieran a Hércules, salvando a Phroso y persiguiendo al forzudo herido. Los fenómenos luego capturan a Cleopatra y poco después es exhibida como una grotesca y graznadora pata humana en exposición para los dueños del carnaval; su lengua ha sido extirpada, se le ha sacado un ojo, la carne de sus manos ha sido derretida y deformada para parecer como pies de pato, sus piernas han sido amputadas y lo que queda de su torso ha sido permanentemente emplumado con brea.


                                                 



En la versión original de la película se revela que después de que los fenómenos pillen a Hércules lo convierten en un castrado. Aunque en algunas versiones termina con Cleopatra como la pata humana, otro final muestra a Hans viviendo ahora en una mansión a costa de su herencia y aún humillado, visitado por Phroso, Venus y Frieda, quien le cuenta que no se culpe por lo que pasó y que aún le ama. Ambos comparten un abrazo reconfortante y se supone que continúan con su relación.


Los fenómenos de circo invaden el terreno cinematográfico aterrorizando a una mujer en esta producción del león de Hollywood, el legendario y mítico Louis B. Mayer, jefe de la Metro que los sacó de su ostracismo en este especial de explotación que fue vendido como tal en su primera etapa. Los muñecos pequeños de esta relevante cinta son el terror en estado puro en pantalla y también en la realidad durante la Depresión que llevó a la segunda guerra mundial. Antes de la década de los cincuenta, los fenómenos de los carnavales tenían unos cuerpos extraordinarios que a medianoche asustaban. Subversivo es el mensaje en este filme de terror contemporáneo a Frankenstein en el que se muestra una espantosa prole.


                                               



La discapacidad y la eugenesia se enfrentan en este clásico del cine de terror norteamericano con su retrato de la vida en la barraca de feria de los artistas más curiosamente extraños y maravillosos. Hay violencia y presencia femenina igualmente en la cinta de Browning, donde Cleopatra es la muñeca malvada en un rol innovador que convirtió el horror en un arte y la vanguardia en algo horrible. Uno de nosotros rezan los monstruos del director en medio del espectáculo cultural de cuerpos extraordinarios, una mancha de lo macabro y lo grotesco, como las vidas y amoríos de Daisy y Violeta Hilton, las auténticas siamesas .

Fenómenos es ahora que hay más libertad para decirlo una de las películas más inusuales jamás producidas para la gran pantalla, concretamente en el periodo moderno tardío de la cultura norteamericana en el que abundaba el sexo, la inmoralidad y la insurrección en el cine de Hollywood. La época previa al código de censura pasaría ahora desapercibida y se la consideraría una historia rara sólo para espectadores minoritarios o muy selectos, ya que lo grotesco no es más que una atracción secundaria aquí, pues se ha pasado del terror gótico al cósmico actual. Esto es así, la última intriga es una belleza notable en una película antaño prohibida, por lo que el tiempo ha sido amable con esta leyenda del terror.


                                                       



La parada de los monstruos consigue asustar, provocar e incluso conmover a los espectadores de formas que los contemporáneos han olvidado. La otra gran película de Browning aún tiene el poder de causar un gran impacto en la mente del aficionado y si se ha empezado a descubrirlo este es un título fundamental para ver en vida y quedarte con momentos y escenas aterradoras. En un año terrible como este, día a día mi cordura se ha mantenido gracias al terror y por supuesto no olvidar que gracias a Ryan Murphy con Freak Show tuvimos una temporada de AHS por la que morir de miedo definitivamente.


Puntuación: 7,5


                                                       





Comentarios

Entradas populares de este blog

Scream: Vigila quién llama (1997).

Ana y el apocalipsis (2018)

El padrino: Parte III (1991)