It (2017)

 

                           Tú también flotarás


                                       



Película de terror sobrenatural basada en la novela homónima de Stephen King producida por Warner Bros, New Line Cinema (la casa del horror), KatzSmith (Seth Grahame-Smith), Dan Lin y Vertigo Entertainment (Roy Lee). Eso ya fue adaptada por Tommy Lee Wallace en la miniserie de 1990 y es uno de sus libros de terror más inusuales, pero aquí tenemos justo lo contrario. No se trata de compararla con su predecesora en cuestión de contenido o como se ha adaptado cada parte, pues vuelve a contarse la historia de siete niños en Derry, el pueblo imaginado por King, que son aterrorizados por Pennywise el payaso sólo para afrontar sus propios demonios personales en el proceso, con un nuevo director que trae todo lo glorioso y aterrador que más se teme.


Andrés Muschietti es un apasionado del payaso devorador de niños y en su regreso se centra en la parte primera que concierne al Club de los Perdedores y su lucha contra el aterrador, espeluznante e infernal Pennywise. Andy dirige un guion escrito por Cary Joji Fukunaga y Gary Dauberman (Annabelle, The Conjuring), con el también director buscando un It perfecto para la nueva adaptación y con toda la violencia posible. La protagonizan Jaeden Martell, Bill Skarsgard (miembro de una de las familias de artistas de Hollywood más talentosas), Jeremy Ray Taylor, Sophia Lillis, Finn Wolfhard, Wyatt Oleff, Chosen Jacobs, Jack Dylan Grazer, Nicholas Hamilton y Jackson Robert Scott.


El rodaje se hizo en Toronto, en lugares espeluznantes como Oshawa, donde se encuentra la mansión que suele verse en Riverdale y las alcantarillas encantadas por el terror literario . Su éxito en taquilla recuerda al fenómeno que fue El exorcista en su momento, también basada en una novela líder en ventas. Hace un año tuvimos su secuela, algo inferior pero que se dejaba ver igualmente.


                                              



En octubre de 1988, Bill Denbrough elabora un velero de papel para Georgie, su hermano de seis años. El niño hace navegar el barco por las lluviosas calles de su pequeño pueblo de Derry, sólo para que se caiga por un desagüe. Cuando intenta recuperarlo, Georgie ve a un payaso allí, el cual se presenta como Pennywise el payaso. Este persuade a Georgie para que se acerque, mordiéndole luego el brazo hasta arrancárselo y arrastrarlo a la alcantarilla. El verano siguiente, Bill y sus amigos Richie Tozier, Eddie Kaspbrak y Stan Uris van contra el mayor bravucón Henry Bowers y su banda. Bill, aún afligido por la desaparición de Georgie, calcula que el cuerpo de su hermano podría haberse arrastrado hasta un pantanoso erial llamado Los Baldíos.


Recluta a sus amigos para investigar, creyendo que Georgie podría aún estar vivo. Ben Hanscom, uno de los nuevos compañeros de clase de Bill, se entera de que el pueblo ha estado plagado por tragedias inexplicadas y desapariciones de niños durante siglos. Fijado como objetivo por la banda de Bowers, Ben huye a los Baldíos y se reúne con el grupo de Bill. Hallan uno de los tenis de una chica desaparecida llamada Betty Ripsom, mientras un miembro de la banda de Bowers, Patrick Hockstetter (Owen Teague), es asesinado por Pennywise mientras busca a Ben por la cloaca. Beverly Marsh, una chica intimidada por rumores de promiscuidad, también se une al grupo; tanto Bill como Ben sienten atracción por ella.


                                                         



Luego, el grupo se hace amigo del huérfano Mike Hanlon tras defenderlo de Bowers. Cada miembro del grupo se ha encontrado con manifestaciones aterradoras del mismo payaso amenazador que atacó a Georgie: un chico sin cabeza zombi, un fregadero que lanza sangre que sólo los niños pueden ver, un leproso enfermo en descomposición, una alarmante pintura que cobra vida, los padres de Mike quemados vivos y hasta un aterrador fantasma de Georgie. Llamándose ahora El club de los perdedores, se percatan de que están siendo acechados por la misma entidad, a la que se refieren como It (Eso). Determinan que el ser asume la apariencia de lo que más temen, despertando cada 27 años para alimentarse de los niños de Derry antes de regresar a su sueño invernal, moviéndose a través del alcantarillado que llevan a un antiguo pozo de piedra oculto bajo una casa abandonada.


Tras otro ataque de Pennywise, el grupo se atreve a ir a la casa para enfrentarse a Eso, sólo para separarse y aterrorizarse. Cuando Pennywise se regodea ante Bill sobre Georgie, los Perdedores se reagrupan y Beverly empala a Pennywise en la cabeza, obligando al payaso a retirarse. El grupo huye de la casa y comienza a astillarse, sólo con Bill y Beverly decididos a luchar contra Eso. Semanas después, tras haberse enfrentado e incapacitado Beverly a su sexualmente abusivo padre, Pennywise la rapta. El Club de los perdedores se reagrupa y viaja de regreso a la casa abandonada para rescatarla. Bowers, quien ha asesinado a su agresivo padre tras ser enloquecido por Eso, ataca al grupo.


                                                       



Mike contraataca y empuja a Bowers por el pozo hasta su aparente muerte. Los Perdedores descienden a las cloacas y hallan la guarida subterránea de Eso, que contiene una montaña de atrezo de circo descompuesto y pertenencias de niños, alrededor de las cuales los cuerpos de las víctimas infantiles de Eso flotan en el aire. Beverly, ahora catatónica tras exponerse a las luces brillantes dentro de la boca grande de Eso, se le restaura su consciencia cuando Ben la besa. Bill se encuentra con Georgie, pero reconoce que es Eso disfrazado. Como Pennywise, Eso toma a Bill de rehén, ofreciendo perdonar la vida a los otros e irse al sueño invernal si dejan que Eso se alimente de Bill.


Los perdedores rechazan esto, luchando contra Eso mientras superan sus diversos terrores. Eso es finalmente derrotado y se retira a lo más profundo de las cloacas, con Bill declarando que Eso pasará hambre durante su sueño invernal. Hallando los restos del impermeable de Georgie, Bill finalmente acepta la muerte de su hermano y es consolado por sus amigos. Conforme termina el verano, Beverly informa al grupo de la visión que tuvo mientras estuvo catatónica, viendo como todos ellos luchaban contra Eso de adultos. Los Perdedores juran un pacto de sangre por el que regresarán a Derry de adultos si Eso vuelve. Después de que los otros se despidan y se dispersen, Beverly y Bill debaten sobre su marcha al día siguiente para vivir con su tía en Portland. Antes que ella se vaya, Bill se confiesa y ambos se besan.


                                                         



Martell se dio a conocer anteriormente en Midnight Special, un filme de ciencia ficción bastante infravalorado de Jeff Nichols, siendo este violento remake de It su primer papel protagonista. En una adaptación de King como esta, Pennywise es el personaje principal y previamente iba a vérselas con un Bill Denbrough diferente, encarnado por un actor de Jurassic World, Ty Simpkins, uno de los primeros considerados para liderar el Club de los Perdedores. El definitivo sin duda bordó su rol en la exitosa película gracias a su naturalidad ante la cámara, retomando el personaje en la secuela (como recuerdo) y haciendo creíble su tartamudeo. Skarsgard reinventa con su interpretación al payaso para la nueva generación en este reinicio tras graduarse en la serie Hemlock Grove.



Su Pennywise es mucho más fiel al de King en esta adaptación de It, un payaso definitivamente diabólico que a las órdenes de Muschietti se luce en ambas partes por su sed de sangre. En el reinicio se habló para este papel de Richard Armitage, pero se quería a alguien más joven y de moda en una nueva versión, llegando a sonar incluso Tilda Swinton. Parece adorable y de peluche a primera vista, pero el payaso bailarín de Skarsgard es aterrador porque según el productor, Lin, se quería transmitir la sensación de ver un capítulo/temporada de Stranger Things. Acecha desde abajo sospechosamente, haciendo de la alcantarilla su hogar escalofriante, espeluznante y extraño, como todo en el país del autor de Maine.


                                                   



Un festín del King más escalofriante en el que no falta el fregadero encantado, pues en It Muschietti quiere darle un toque adulto duro con elementos visuales catastróficos que de vez en cuando si que se le achaca la pérdida del verdadero terror que caracteriza a un clásico del escritor estadounidense. El personaje de Lillis es el de una fémina muy reconocible en la trayectoria de New Line en el género y en este remake su director juró brindar una adaptación sin limitaciones. Pennywise la toma contra la chica y la joven actriz roba cada escena suya al crear una Beverly rebelde que incluso se corta el pelo para empatar en demencia con Skarsgard en plató. Realmente una interprete con mucho futuro.


En It King formó su Club de Perdedores y aquí su nueva encarnación cuenta con otro miembro destacado al que da vida el carismático Wolfhard, que en esta adaptación al cine conecta la serie responsable de la popularidad del libro, la ya mencionada Stranger Things. El director tuvo total libertad de hacer una versión muy tenebrosa y aterradora sin abandonar las características de los personajes aportadas por los chicos: Bill y su tartamudeo, la falta de estima de Bev y las constantes bromas de Richie. Oleff, otro de los integrantes en la batalla contra Pennywise, brilla también en el remake de Muschietti en sus escenas haciendo malabarismos interpretativos en una franquicia a tan tierna edad.


                                                           



Tanto Oleff (Uris) como Taylor (Hanscom) son idóneos para películas escalofriantes y en esta además lidian con el romanticismo desesperado, la maldición del villano y como parecer un chico de los 80. El nuevo Club de los Perdedores del remake de It de King trae una nueva versión de Pennywise que alcanza el pasado y llega a ser más siniestro que nunca. El reparto completo se ve reflejado en ese viaje que hacen sus personajes, como les pasa a Jacobs (Mike) y Grazer (Eddie), quienes también sufren lo suyo con el vivo retrato del payaso (no sólo con los pantalones cortos y sus botines) y que finalmente establecen su vínculo afectivo. El Mike adulto será clave en la reunión para aniquilar a la entidad que los amarga.


Los elegidos para dar vida a los jóvenes roban cada escena de la adaptación de King, pues It nos lleva a la Derry de 1989 que muestra un mundo que se ha ido completamente por el mal camino. No es para tomárselo a risa, pues Pennywise el payaso ha escogido a esos chicos porque son auténticos perdedores. Eddie, encarnado por Grazer, hizo suyo el papel al transmitir su temor continuo como quienes la hemos visto siendo espectadores, lo cual envidiamos porque tuvo que ser un verano realmente alucinante con el villano del remake, quien también va por el personaje de Hamilton, un actor australiano que ya es un experto en el autor tras haber salido en La Torre Oscura.


                                                           



El barco de papel con el que King inicia It tiene en esta adaptación a secundarios como Teague (Bloodline), quien es otro de los chicos clave y que apenas tenía relevancia en el original. Hay que entender que al ser una versión cinematográfica actual retiene de la novela su trama secundaria espeluznante de tinte homoerótico, detalle de la productora para incluir dicha experiencia antaño descartada y que fue escrita a finales de los ochenta, lo cual siempre ha asustado a todo cineasta que quiso adaptarla. La horripilante creación en el remake, segunda parte incluida, une la imagen de Pennywise reapareciendo lentamente en nuestras vidas con el resurgir en Hollywood de la obra del autor.


El remake de It trae de vuelta al Pennywise de King, ya que Warner Bros lo planeaba desde hacía tiempo, como pasó con Cementerio de animales. La adaptación en dos películas iba a ser obra del director de Jane Eyre, un Fukunaga que no se explicaba como su proyecto conocía una muerte tan prematura y que se decía que iba a ser inusual. Vayamos por partes, pues inicialmente el guionista previsto era David Kajganich, a quien debemos la estupenda primera temporada de The Terror, pero mucho antes iba a llevar a la gran pantalla esta novela con toda la violencia, terror y temática adulta posible, así como ambientarla a mediados de los 80. Estuvo un año entero trabajando en el texto hasta que lo dejó por diferencias creativas.


                                                    




Cuando era el director designado, Fukunaga estaba en racha con True Detective (más que una serie era una película de 8 horas que en las siguientes temporadas no se superaron en calidad) y Beasts of No Nation, por lo que su idea era modernizar el terror con su It, pues adaptaría a King en dos películas durante dos veranos, hasta que se fue del remake, retrasando el proyecto. Buscaba el Pennywise perfecto, un payaso que iba a tener los rasgos de Will Poulter y que sería malvado hasta la médula. Esa versión se perdió por culpa de la gente de New Line, que casi lo dio por imposible al marcharse el segundo cineasta implicado, empleando cuatro años sólo para ser acreditado como guionista en la versión final.


It enfatiza la virtud más aterradora de Pennywise, algo que aparte de King supo contarlo el nuevo director, un Muschietti que venía de firmar Mamá y que se convertía en el elegido de Warner Bros para rescatar el proyecto de intriga sobrenatural. Este remake veraniego del clásico llegó a tiempo para inaugurar este lustro con sus dos películas ya planeadas desde la etapa del guion de Kajganich, ya metido en Cegados por el sol. Cientos de candidatos se presentaron para optar al reparto, siendo uno de ellos Hamilton, pero también el español y mago del terror Javier Botet (La momia de Tom Cruise), haciendo de criatura. El productor, Lin, confirmó el tono de la cinta y por donde iría la secuela.

                                                      



En una época que nos ha vuelto a dar It y más secuelas de Annabelle, el nuevo Pennywise de Skarsgard aterró al joven reparto del reinicio del libro de King, para que afrontasen sus miedos. El Eso de Muschietti bebe del terror europeo, francés predominantemente, sin ocultar nada para que se note que es muy adulto, pues el director en esta película y su secuela ha metido escenas que contienen momentos muy intensos que el original dejó en el tintero. Temas que pueden explorarse gracias a las ventajas que permite la calificación para mayores de 18. Varios monstruos son muy diferentes a como los describe el libro, donde eran como los de las películas clásicas, junto con nuevos aterradores detalles abordados.


Como por ahora no tengo previsto hablar de la secuela de It de Muschietti, decir que el personaje de King, Pennywise, encarnado por Skarsgard, era un papel muy codiciado. La nueva adaptación del autor de Bangor rodada cerca del centro de Toronto en verano trae Derry a la vida y revela una trama con al menos diez cambios que si se ha leído la novela se va preparado. La casa encantada de Oshawa es muy fiel y elaborada, construida como la describe la novela de terror clásico, una pesadilla para quien resida allí. El equipo de la cinta creó todo un espectáculo de horror excesivo que provoca pánico visual con tanta acción en la mansión y fue la clave de que en pantalla quedase magnífico, con muñeco sorpresa y todo.


                                                               



El remake de Muschietti del It de King también posee una fotografía y un montaje que recuerda al terror asiático, al coreano concretamente. Miedo en estado puro marca New Line que en pantalla grande luce estupendo y hace que también flotes, cortesía de Chung-hoon Chung y Jason Ballantine respectivamente, artífices del proceso de postproducción que provoca una reacción visceral en el espectador. El traje de Pennywise el payaso es bastante espeluznante, con un pliegue muy inquietante , terrorífico y perturbador, como eran los jubones isabelinos, muy raros porque esa era la moda entonces y en cine tiene un estilo dramático. El diseño puede discutirse, poco que ver con lo que se conocía hasta el momento.


Por lo que se ve, It está diseñada para su propósito, meterte en una casa encantada espeluznante con un payaso que tiene su propia coreografía que ni el propio King imaginó. El miedo va a acompañado de sonido y los efectos especiales crearon un Pennywise con una boca asesina que lo convierte en un nuevo personaje. Regresar a este mundo de escenas que inducen a pesadillas con un director que ama el género de la oscuridad y el miedo es una experiencia que según el color con el que se mire resulta grato o aterrador, y uno casi siempre lo ve desde las sombras. Los niños del remake no son de dejar frío al público y en eso Muschietti se cuidó bastante de no estropearlo porque son su Club de Perdedores.


El globo rojo que aterra al grupo desarma cualquier argumento negativo hacia Pennywise porque Muschietti convierte al payaso asesino de King en un It para la eternidad, fiel al espíritu del escritor. No siempre sucede así en sus adaptaciones y fue positivo que se cambiase el controvertido borrador del guion de Fukunaga sobre como asustar niños por el de Dauberman, más compacto. Pensemos en retratos de una galería nocturna que inspiran pesadillas como la de esta nueva criatura, como Skarsgard se fija en el Joker de Heath Ledger, arrojándose al rol para hacerlo temible y que bajo la máscara nos acordemos del hombre. No me olvido de la música compuesta por Benjamin Wallfisch (Nunca apagues la luz).


                                                



Una banda sonora inspirada en los 80 con tema para Pennywise por parte de un músico que colaboró en Dunkerque de Christopher Nolan con Hans Zimmer para el estudio y que hizo una canción infantil espeluznante que convierte al villano en omnipresente. En pantalla, King es un autor perenne cuyas expectativas se cumplen frecuentemente dentro del terror, mientras que otras veces se van por las cloacas. En general suelen ser dignas y bastante curradas, el material del que están hechas las pesadillas que nos dejan gritando un buen rato por los horrores venideros. Por ello no ha sido en vano la mención a una de las secuelas buenas de Annabelle, Creation, porque si algo tiene New Line es que arruina de verdad nuestra infancia.


Con sobresalientes interpretaciones, diabólicamente aterradora y una historia emocionalmente afectiva en su interior, It amplia el terror en el relato clásico de King sin perder el toque con su alma.


Puntuación: 7


                                                         




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