El castañazo (1977)

                                  Todo vale


                                       


Comedia dirigida por George Roy Hill, escrita por Nancy Dowd y protagonizada por Paul Newman y Michael Ontkean, donde se muestra a un equipo de hockey sobre hielo de una liga menor que recurre a la violencia y la lucha para ganar popularidad en un pueblo industrial en decadencia. Buena parte del guion y los personajes se basan en experiencias de su hermano Ned, quien jugó en los 70 en equipos profesionales. Con ello estamos ante una película de culto en la que también intervienen Strother Martin y Jennifer Warren, contando con música de Elmer Bernstein, siendo una producción de Universal.


En el ficticio y pequeño pueblo de Charlestown, la planta siderúrgica local va a poner en la calle a 10.000 trabajadores, amenazando indirectamente la existencia del equipo de hockey de categoría inferior municipal, los Chiefs. Tras descubrir que el equipo va a echar el cierre, el entrenador-jugador Reggie Dunlop deja que los hermanos Hanson, recientemente fichados por el club, se desaten contra sus oponentes. El estilo de juego activamente violento y bruto de los hermanos emociona a los aficionados, por lo que Dunlop reestructura al equipo, usando la violencia para atraer a más espectadores.


El nuevo estilo del equipo produce consecuencias accidentales que afectan no solo a Dunlop, sino al jugador estrella de los Chiefs, Ned Braden, junto con el resto de la plantilla. Dunlop se aprovecha de los problemas conyugales de Braden en sus esfuerzos por hacer que forme parte de la pelea del equipo, pero para nada. Varios partidos degeneran en reyertas de banquillo, incluyendo una que sucede antes del inicio del enfrentamiento y otra que lleva a la policía local hasta el vestuario para arrestar a los hermanos Hanson.


Finalmente Dunlop conoce a la propietaria del equipo, Anita McCambridge, descubriendo que sus esfuerzos para aumentar la popularidad y el valor del equipo con la violencia han sido para nada, pues la mejor opción de la señora es desmantelar el equipo como una cancelación de impuestos. En el momento en que Dunlop decide abandonar la nueva estrategia de violencia sobre habilidad, los principales rivales de los Chiefs en Syracuse ya han subido la apuesta abasteciendo su equipo lleno de matones sobre hielo en preparación para el partido por el campeonato de liga. Tras ser machacados durante el primer periodo, el asqueado director general les dice que varios ojeadores de la NHL han aceptado la invitación al encuentro, pues esperaba que las habituales correrías de los Chiefs lograrían que los jugadores firmasen.


Al oír estas noticias, Dunlop decide que su equipo vuelva a su anterior acercamiento violento, para gran alegría de los espectadores. Cuando Braden ve a su esposa animando a los Chiefs, adopta una similar y radical pero aún no violenta forma de participación al hacer un desnudo en vivo sobre la pista de hielo entre emocionantes aclamaciones. Cuando el capitán del equipo de Syracuse protesta contra esta demostración temeraria, agrede al arbitro por echarle, quedando descalificado y otorgando a los Chiefs el campeonato.


El equipo real en que se inspira la película eran los Johnstown Jets, de un pueblo de Pensilvania, que jugaba en ligas menores, donde abundaba el juego violento. La NHL suele ser agresiva, pero también lo son algunos campeonatos de hockey sobre hielo en Europa donde las almohadillas protectoras de los uniformes de los jugadores se encogen y la ira de los porteros aumenta. El castañazo captura lo que fueron los 70 mejor que ninguna otra cinta deportiva y en su doblaje español lo borda. No escatima ningún detalle, desde los pabellones hasta la actitud de los jugadores. Ontkean, el jugador estrella de los Chiefs, venía de licenciarse por la Universidad de Nuevo Hampshire antes de saltar a Hollywood.


                                                    


Este hockey de la vieja escuela que ha llegado a través de artículos deportivos es uno de los cuatro mejores papeles de Newman, pues en El castañazo pasa por momentos muy calientes sobre hielo, pisando terreno peligroso y alborotado, puro caos. Es la única buena película de hockey que se ha hecho y tiene más de 40 años, tiempo en el que el profesionalismo ha visto todo tipo de triunfos y tragedias, algo inigualable, aunque también hay títulos muy decentes como El milagro. En definitiva, una película para tíos muy entretenida desde el inicio, por algo es un título de culto, obsceno, violento y muy divertido, básicamente distinguido por una maravillosa actuación cómica de su protagonista principal. Inevitablemente volvieron a traer toda esta parafernalia para sus dos tardías e innecesarias secuelas.


Puntuación: 7


                                                  


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