Al diablo con el diablo (2001)

             Sólo tienes siete deseos, escoge con cuidado


                                         


Comedia dirigida por Harold Ramis y protagonizada por Brendan Fraser y Elizabeth Hurley, una nueva versión de Mi amigo el diablo, escrita por Peter Cook y Dudley Moore, que era de por sí un refrito cómico de la leyenda de Fausto. Aquí la adapta el guionista Larry Gelbart, siendo una producción de Regency para 20th Century Studios.


El Diablo ejecuta una simulación por ordenador para analizar almas que determine las debilidades individuales que poder explotar. El programa decide que sea Elliot Richards (Fraser), un hombre obseso y demasiado entusiasta que trabaja en un empleo sin futuro en una compañía informática de San Francisco. No tiene amigos y sus compañeros le evitan, aparte de que está colado por su compañera Alison Gardner (Frances O´Connor), pero carece del valor para pedírselo. Después de que Elliot sea abandonado por sus colegas en un bar mientras trata de hablar con Alison, dice que daría lo que fuese porque ella estuviera con él. El Diablo, en la forma de una hermosa mujer (Hurley), le escucha y le ofrece darle a Elliot siete deseos a cambio de su alma.


Como prueba, Elliot desea un Big Mac y una Coca Cola grande. El Diablo lo lleva a McDonald´s y hace el pedido. Elliot tiene que pagarlo, porque no hay tal cosa como un almuerzo gratis. Tras llevar a Elliot a su despacho, localizado en una discoteca en Oakland, el Diablo le convence para que firme su contrato, concediéndole más deseos. Cada deseo tiene a Elliot disfrutándolos con Alison y sus colegas en papeles sustitutos. Sin embargo, el Diablo siempre los chafa añadiendo algo que no espera o quiere. Tras pasar por cinco deseos, Elliot es arrestado después de confesar su historia a un sacerdote que creía que estaba ebrio. El Diablo, vestido como agente de policía, lo mete en una celda, contándole que le cae bien y que no le importaría que fuesen amigos.


El compañero de celda de Elliot le cuenta que no puede vender su alma al pertenecer a Dios, y que aunque el Diablo pueda tratar de confundirlo, al final se dará cuenta de quien es realmente y cual es su propósito. Elliot le pregunta al hombre por su identidad, pero la respuesta es simplemente un amigo realmente bueno. Elliot le pide al Diablo que anule su contrato, y cuando este lo rechaza, el muchacho afirma que no usará su último deseo.

El Diablo lo transporta al Infierno y cuando le presiona para pedir ese último deseo, Elliot desea que Alison pueda tener una vida feliz con o sin él. El Diablo suspira y Elliot cae a las profundidades del Infierno, despertando en una escalera de mármol, preguntándose si es el Cielo. El Diablo le cuenta que una cláusula en la letra chica del contrato establece que un deseo altruista lo anula. Elliot admite que pese a su manipulación ha terminado gustándole el Diablo y que la considera su amiga. Ella le aconseja que el Cielo y el Infierno pueden hallarse en la Tierra, dependiendo de lo que los humanos escojan. Elliot invita a Alison a salir, pero descubre que ella ya está saliendo con otro hombre, por lo que continúa con su vida, con una mejor comprensión de quien es.


Elliot es encarado por Bob, uno de sus compañeros, quien lo ridiculiza por ánimo del resto, pero le agarra al aterrorizado por la camisa , aunque lo deja ir, simplemente diciendo ha sido un placer hablar contigo. En casa, conoce a una nueva vecina, Nicole, cuyo aspecto se parece al de Alison pero su personalidad, intereses y sentido de la moda son mucho más afines al suyo. Se ofrece a ayudarla a deshacer sus pertenencias y así comienzan una relación. Mientras los dos caminan juntos por el paseo, el Diablo y el compañero de celda de Elliot, ambos vestidos de blanco, están jugando al ajedrez. El programa informático del Diablo registra las manías de Nicole y Elliot, las cuales toleran.


                                                


No es una comedia que deslumbre mucho, de hecho estaba preocupado por si debía hablar de ella al ser un título menor en la desconcertante trayectoria de su tristemente desaparecido director. Como nueva versión decepciona diabólicamente, aunque tiene sus momentos divertidos, pero Al diablo con el diablo es esencialmente una película de una sola broma con demasiados puntos planos.


Puntuación: 6


                                         




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