Annabelle : Creation (2017)

                      No conoces la verdadera historia

                                          

Terror sobrenatural dirigido por David F. Sandberg, escrito por Gary Dauberman y producido por Peter Safran y James Wan para New Line Cinema y Atomic Monster. Es una precuela de Annabelle y la cuarta entrega de la franquicia Expediente Warren de Warner Bros, protagonizada por Stephanie Sigman, Talitha Bateman, Lulu Wilson, Anthony LaPaglia y Miranda Otto, sobre el origen de la poseída muñeca Annabelle. Tras Nunca apagues la luz, su director hizo el rodaje en Los Ángeles, logrando así crear una atmósfera convincente unida a las actuaciones con su dirección , una mejora notable respecto a su predecesora, ya que es una precuela muy potente que cuenta con secuela, Annabelle vuelve a casa.

Un fabricante de muñecas llamado Samuel Mullins y su esposa Esther lloran la muerte de su hija de siete años, Annabelle, apodada Abeja , que murió cuando accidentalmente se puso delante de un coche. Doce años después, los Mullins abren su domicilio para dar cobijo a la hermana Charlotte y a seis chicas que se han quedado sin hogar por el cierre de su orfanato. Pese a haber sido advertidas de no entrar en la habitación cerrada de Abeja, Janice, una joven huérfana discapacitada por la polio, descubre una nota que dice Encuéntrame, por lo que se infiltra en el cuarto, que misteriosamente se ha abierto. Halla una llave del armario de Abeja y lo abre, viendo que hay una muñeca de porcelana muy inquietante.

Esto inconscientemente desata un poderoso demonio que comienza a aterrorizar a las chicas. Una noche, el demonio, tomando la forma de Abeja, se aparece a Janice, diciendo que quiere su alma. Aunque intenta huir usando un salvaescaleras, el demonio lo retira y la arroja violentamente hacia el bajo, dejándola gravemente herida y confinada a una silla de ruedas. La mejor amiga de Janice, Linda, es atormentada por el demonio. Una mañana, este, haciéndose pasar por la hermana Charlotte, conduce a Janice hasta el viejo granero, donde, en la forma de Abeja, la ataca y la posee echándole bilis negra en la boca. Linda nota el cambio en el comportamiento de Janice y le cuenta a Samuel que la niña fue a hurtadillas al cuarto de Abeja y que encontró la muñeca.

Janice, que ahora puede caminar, se transforma en el demonio y mata brutalmente a Samuel. Linda toma la muñeca de Janice y la arroja al pozo. Un ruido extraño viene desde ahí y la niña es casi arrastrada al lugar, pero la hermana Charlotte la salva. Alarmada, la Hermana habla con la desfigurada Esther, quien está confinada en su habitación y que le explica que tras la muerte de Abeja rezaron para que la entidad que fuera pudiera concederle su deseo de ver a su hija otra vez. Un ente desconocido respondió a su oración y aunque brevemente vieron el espíritu de Abeja, la entidad les convenció para trasladar su esencia a una de las muñecas artesanales de Samuel.

Aceptaron felizmente pero pronto se percataron que habían atraído a un demonio que buscaba un huésped humano. Una noche, Esther vio el espíritu de Abeja transformándose en el demonio, que luego le sacó su ojo. Contratando la ayuda de sacerdotes para bendecir la casa, encerraron la muñeca en el armario de Abeja y así Esther y Samuel abrieron su casa como refugio para arrepentirse por sus actos, pero ella ahora se arrepiente desde que esto ha brindado una oportunidad para el demonio de buscar un huésped humano. Este asesina a Esther y ataca a la hermana Charlotte; las huérfanas abandonan la casa, pero Linda está atrapada y se oculta en el cuarto de Abeja cuando la poseída Janice trata de apuñalarla.

La hermana Charlotte encierra a Janice y la muñeca dentro del armario, y al día siguiente la policía llega para inspeccionar la casa y sólo hallar la muñeca, que se llevan como prueba. La Hermana, Linda y las huérfanas son escoltadas por los agentes mientras que Janice escapa por un agujero en la pared del armario y se traslada a un orfanato en Santa Mónica, California. Aún poseída, se vuelve más solitaria y se llama a sí misma Annabelle, siendo pronto adoptada por la familia Higgins. Doce años después, una Annabelle adulta se une a un culto satánico y junto con su novio asesina a sus padres adoptivos, lo cual llama la atención de sus vecinos de al lado, los Form (esta escena está sacada directamente de Annabelle).

                                                      

A la espera de una tercera Expediente Warren, su universo no sólo nos ha dado a Annabelle, sino también a La Monja y quizás al Hombre Torcido. Cuando se supo de una segunda parte de la que nos ocupa, había que quemar una colección de muñecas como fuese y para ello llegó el director de Nunca apagues la luz, Sandberg, un inspirado en esto del terror como Wan que realmente sentía que podía hacerlo por su cuenta, como si fuera su creación para poder traer nuevos giros al género, aquí la verdadera historia de la estelar muñeca malvada. Los creadores además contrataron a un auténtico experto en exorcismo para que estuviese en plató junto a la actriz de Spectre , Sigman, aquí protagonista de la secuela.

LaPaglia fue convencido para tener un papel de terror en esta película, donde comparte escenas con Otto, compatriotas ambos de Australia. En esta secuela hay incluso más muñecas en plató que reparto humano y equipo de rodaje, pues Sandberg quería hacer otra historia memorable en Hollywood. Paralelamente salió un corto titulado La Enfermera que es parte de EW y que fue creado a partir de un concurso coordinado por el director sueco. Siendo una película pequeña, tuvo grandes beneficios y fue el último grito veraniego en taquilla la casa de muñecas en cuanto a hacer pasta para New Line, lo que se dice conjurar un territorio hostil aterrando y usurpando a la competencia.

                                                      

Annabelle: Creation añade otro potente capítulo a la franquicia Expediente Warren y ofrece una muestra más de que las muñecas de mirada rara siguen siendo fehacientemente aterradoras. Por otro lado demuestra que más lento no siempre es beneficioso para el terror, pues da lugar a un revoltijo de clichés y tonterías, como le pasa a su secuela dirigida por Dauberman.

Puntuación: 6,5