Infierno bajo el agua (2019)


          Si la tormenta no acaba contigo... ellos lo harán

                                        

Terror y catástrofe dirigido por Alexandre Aja, un intrigante título protagonizado por Kaya Scodelario y Barry Pepper como hija y padre que junto a su perro son perseguidos por caimanes tras quedarse atrapados en su casa durante un huracán. Produce Sam Raimi, vinculado al rodaje desde sus inicios para el estudio Paramount, gustando mucho tanto la interpretación de su protagonista como el hecho de que es un filme que cumple sus expectativas por la cantidad de entretenimiento que ofrece. La colaboración entre ambos ha funcionado y su estrella convence dentro de esta experiencia con muchos sobresaltos.

La nadadora en ciernes de la Universidad de Florida Haley Keller recibe una llamada de su hermana mayor, Beth, quien le informa desde Boston que el huracán de categoría 5 Wendy va en rumbo de colisión contra el estado y le avisa de que salga de allí. Haley se preocupa por la seguridad de su padre, Dave, ya que no contesta a su teléfono. Contra las instrucciones de la policía, Haley conduce por las rutas de evacuación para ver como está Dave, yendo primero a su apartamento donde este ha vivido desde que se divorció de su madre. Haley da con el perro familiar, Sugar, en el bloque, pero no con Dave, por lo que se preocupa porque haya regresado al hogar original en Coral Lake, que supuestamente vendió hace años.

                                             

Haley y Sugar navegan por las calles inundadas y dan con la camioneta de Dave en la casa de Coral Lake, donde desciende al sótano mientras el perro se queda arriba, hallando finalmente a su padre inconsciente y herido. Cuando trata de arrastrarlo fuera, su salida es cortada por dos enormes y hambrientos caimanes que Dave cree que se metieron dentro de la casa hasta el sótano por la cámara de un desagüe abierto. Los caimanes son muy grandes para caber por las tuberías subterráneas de la casa, permitiendo a Haley y Dave ir a una zona segura al otro extremo de la cámara. Sin embargo, el huracán se intensifica y el lugar comienza a inundarse, por lo que Haley intenta nadar alrededor de los caimanes antes de que ella y su padre se ahoguen.

Mientras intenta escapar de la cámara y ahuyentar a los caimanes, Haley deja caer su teléfono, que es machacado por un caimán, descubriendo que la salida secundaria a la cámara está bloqueada por una caja en lo alto de la trampilla, tratando de contactar con un grupo de saqueadores en una gasolinera enfrente de la casa para que le ayuden, pero son aniquilados por los caimanes. Se ve también indefensa para detener a los caimanes cuando atacan y matan a dos agentes de policía que rastrean la casa en busca de supervivientes. Dave logra matar a un caimán al abrirle la cabeza con una pala, pero queda atrapado. En un último intento por escapar, Haley se abre paso hasta el desagüe, donde descubre que los caimanes han anidado sus huevos.

                                         

Haley mata con éxito a otro caimán usando un arma extraída del cuerpo de uno de los policías, disparando a sus fauces cuando casi le muerde la mano de un mordisco y consiguiendo llegar arriba, apalancando el salón y salvando a Dave de ahogarse en el sótano. Libres de la cámara, Haley, Dave y Sugar consiguen hacerse con la lancha de los saqueadores justo cuando el ojo del huracán abandona el vecindario. Sin embargo, la crecida irrumpe en el dique cercano, inundando Coral Lake aún más y estrellándoles de vuelta en la casa, donde se separan. Mientras Dave y Sugar se abren paso escaleras arriba, Haley nada por la cocina y usa una radio policial tirada para retransmitir una señal de auxilio a las autoridades.

Tras recuperar unas bengalas y salvar a Sugar de ser atacado, Dave pierde un brazo por culpa de uno de los caimanes y Haley intenta atraer a un helicóptero de rescate desde el dormitorio superior, pero es atacada por otro caimán que intenta ahogarla y aumentar el número de víctimas. Mientras Dave y Sugar escapan hacia el ático, Haley apuñala al caimán en un ojo con una bengala e intenta nadar hasta el techo desde el exterior de la casa, evitando por los pelos ser atacada por un cuarto caimán antes de ser barrido. Haley enciende una bengala y para al helicóptero de rescate para que descienda conforme la ven Dave y Sugar.

                                             


Paramount anunció que Aja dirigiría a Scodelario y Pepper en este thriller de terror con caimanes cuyo rodaje fue en Belgrado, Serbia. Los efectos visuales son obra de Rodeo, responsables de los de Juego de tronos. Se acercó sin hacer ruido a la cartelera veraniega ofreciendo caimanes hambrientos sueltos en un sótano inundado, así que con esta premisa, ¿que podía salir mal? Teniendo en cuenta que por entonces estaba en los cines la última de Spiderman o El rey león dominándolo todo, debía buscar su público sí o sí como alternativa al imperio de Disney. Una película de monstruosos y amenazantes animales cargada de acción que es dinámica, aterradora y que se beneficia mayormente de la actuación de Scodelario.

Muy metida en el juego que es Infierno bajo el agua, su resultado es una divertida vuelta de tuerca con lo justo de autoconciencia para salir adelante entre tanto superhéroe. Un violento y casi perfecto título veraniego con el que emocionarse y no sólo lo dice un servidor, sino el mismísimo Tarantino.


Puntuación: 6






                                                 

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