Candyman, el dominio de la mente (1993)


                 Atrévete a decir su nombre cinco veces

                                              

Terror sobrenatural escrito y dirigido por Bernard Rose, protagonizado por Virginia Madsen, Tony Todd, Xander Berkeley y Vanessa A. Williams. Basado en el cuento Lo prohibido, incluido en la antología Libros de sangre de Clive Barker, la película sigue a una estudiante de posgrado en Chicago que está completando una tesis de titulación sobre leyendas urbanas, llevándole hasta el personaje titular, Candyman, el fantasma de un artista e hijo de un esclavo negro que fue asesinado injustamente a finales del siglo 19. Tras Razas de noche, la trama original del relato que nos ocupa cambia la clase social en Liverpool ( Reino Unido) por el desarrollo de viviendas públicas en la zona de Cabrini-Green, en Illinois, centrándose en la temática de la raza de este barrio pobre de Estados Unidos.

Propaganda, PolyGram y TriStar produjeron la cinta, a la que siguió Candyman 2 y Candyman 3: El día de los muertos, donde regresaba el psicópata sobrenatural armado con su garfio cuando su nombre se pronuncia cinco veces delante de un espejo. La música es de Philip Glass.

                                                

Helen Lyle, una estudiante graduada en sociología de Chicago que investiga sobre leyendas urbanas, oye una historia local sobre Candyman, cuya leyenda afirma que este puede ser invocado diciendo su nombre cinco veces frente a un espejo, tras lo cual matará al invocador con un garfio insertado en el muñón ensangrentado de su brazo derecho. La chica se encuentra con dos limpiadoras que le hablan de Ruthie Jean, residente del infame sector subvencionado de viviendas de Cabrini-Green, asegurando que la mató Candyman. La búsqueda de Helen destapa otros 25 asesinatos en la zona similares al de Jean. Más tarde, de noche, Helen y su amiga Bernadette Walsh, escéptica sobre la existencia de Candyman, pronuncia el nombre de este ante el espejo del lavabo de la protagonista, pero no pasa nada.

Helen se entera por el profesor Philip Purcell que Candyman era el hijo de un esclavo que llegó a prosperar tras desarrollar un sistema de producción en masa de zapatos durante la guerra de secesión. Creció en una sociedad respetuosa y se convirtió en un artista famoso, deseado por su talento en producir retratos. Tras enamorarse y concebir un hijo con una mujer blanca por la que fue contratado para pintarla en 1890, Candyman fue atacado por los que pedían su linchamiento por dicha violación, que estaban ni más ni menos que pagados por el padre de su amante y que empezaron amputando su mano derecha para luego ser manchado de miel robada de un colmenar, atrayendo a abejas hambrientas que lo aguijonearon hasta morir.

                                                  

Su cadáver fue quemado en una pira y sus cenizas fueron esparcidas por la zona donde ahora se levanta Cabrini-Green. Helen decide escribir una tesis de titulación sobre como los residentes del barrio usan la leyenda de Candyman para superar las adversidades de vivir allí. Ella y Bernadette entran en las viviendas municipales para visitar la escena del crimen de Jean, conociendo allí a Anne-Marie McCoy, una de las residentes, y a un chico llamado Jake, quien le cuenta a Helen la perturbadora historia de un niño que fue castrado en un servicio público por Candyman. Mientras Helen explora el baño deteriorado es atacada por el líder de una banda que lleva un garfio y que ha asumido el alias del Hombre de los Caramelos.

Lo hace para mejorar su credibilidad, pero Helen sobrevive al ataque y puede identificar a su agresor junto a la policía, que cree que él es el responsable de los asesinatos atribuidos a Candyman. En un aparcamiento, Helen se ve cara a cara con el auténtico, quien explica que desde que ella ha desacreditado su leyenda debe derramar sangre inocente para perpetuar la creencia en él mismo y continuar su existencia. Helen se desmaya y despierta en el apartamento de Anne-Marie, cubierta de sangre. Anne-Marie, cuyo perro ha sido decapitado y su bebé Anthony ha desaparecido, ataca a Helen; en medio de su defensa es arrestada por la policía. Trevor, el marido de Helen y profesor, paga su fianza y la saca de la cárcel.

                                                 

Sin embargo, Candyman se le aparece a Helen otra vez y le corta su cuello, haciendo que sangre hasta el punto de entrar en inconsciencia. Bernadette aparece en el apartamento y es asesinada por Candyman, quien tiende una trampa a Helen por el asesinato, siendo sedada y puesta en un hospital psiquiátrico. Tras un mes de estancia allí, Helen es entrevistada por un psiquiatra como preparación para su inminente juicio. Intenta demostrar su inocencia invocando a Candyman, quien mata al psiquiatra y permite que Helen escape, regresando a casa y enfrentándose brevemente con Trevor, quien está ahora viviendo con Stacey, una de sus estudiantes de grado, por lo que huye a Cabrini-Green para enfrentarse a Candyman y dar con Anthony.

Halla murales representando el linchamiento de Candyman, a quien ubica y este le cuenta que se rinda ante él para asegurar que el bebé está a salvo. Ofreciendo a Helen la inmortalidad, Candyman abre su abrigo para revelar una caja torácica rodeada de abejas que empiezan a derramarse de su boca con la que la besa enviándolas a su garganta. Después de que Candyman desaparezca con Anthony, Helen halla un mural del Dulce junto a su amante, Caroline Sullivan, quien guarda un notable parecido con ella misma. Esto y un mensaje dejado por Candyman insinúan que Helen es una reencarnación de Sullivan. El Hombre de los Caramelos promete soltar a Anthony si Helen le ayuda a incitar el miedo entre los residentes.

                                                     

Sin embargo, para alimentar su propia leyenda, Candyman resurge en Cabrini-Green e intenta inmolarse en una hoguera cuando es prendida por los residentes. Helen logra salvar a Anthony mientras Candyman es destruido en el fuego, pero sucumbe finalmente por culpa de las quemaduras graves, muriendo por las heridas. Los residentes, incluyendo a Anne-Marie y Jake, presentan sus respetos en el funeral de la muchacha, con el chico lanzando el garfio de Candyman a su tumba. Después, Trevor, apenado y culpándose por la muerte de Helen, se mira al espejo del lavabo y dice el nombre de la fallecida cinco veces, haciendo que el espíritu vengativo de esta sea invocado y le mate con el garfio de Candyman, dejando que su cuerpo sea hallado por Stacey, quien lleva un cuchillo.

Según comienzan a aparecer los créditos, en la antigua guarida de Candyman se ve un nuevo mural de Helen con su pelo en llamas, mostrando que ahora ella ha entrado en el folclore.

                                            

El cuento original se ambientaba en Liverpool e iba sobre el chabolismo. Aquí en la película se traslada a Chicago, Illinois, donde están las casas de Cabrini-Green. El director, Rose, no ha tenido muchas incursiones en el terror salvo esta cinta, habiendo realizado filmes sobre Tolstói y Beethoven, pero le recordamos más por hacer posible a Candyman. En la prensa local apareció el caso de un crimen similar al de la trama, en un lugar parecido. Así fue como una historia sobre los horrores de los planes de viviendas y la planificación urbanística formó parte de una película de terror. La víctima fue sorprendida cuando entraron a través del espejo del lavabo, un asesinato en el proyecto inmobiliario.


La causa de la muerte que acabó con la vida de Ruthie Mae McCoy fue una bala en el pecho, algo habitual en el día a día de quien habita en dichos proyectos inmobiliarios. Eddie Murphy pudo ser Candyman, un papel perdido que pudo cambiar la carrera del actor, pues es la versión afroamericana del Fantasma de la Ópera. Todd fue el que impulsó la suya aunque luego desapareciese del mapa. En los más de veinte años que han pasado también recordamos a su compañera, encarnada por Madsen. Sandra Bullock era la otra opción para su personaje, feminista para la época. Buena parte del rodaje se completó en Hollywood, cerca de donde se rodó Llamaradas.

                                                     

Las abejas son letales, lo sabemos gracias a Picadura mortal, Mi chica y Tomates verdes fritos, por lo que en Candyman su antagonista tomó una decisión astuta: ser bonificado con 1.000 $ por cada picadura de abeja. También se usó hipnosis sobre Madsen durante el rodaje, dejándola en trance. Por la música, Glass es muy reconocido, porque sin el terror no hay forma de conocerle, y por otro lado, la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color protestó por el tema de la película, ya que convertían a uno de los suyos en un nuevo Freddy Krueger o Hannibal Lecter. No entendieron el dulce aroma del exceso, de la fijación oral de Rose por los apetitos que oculta su película de terror.

Spike Lee no hubiera hecho Candyman como un slasher negro porque igualmente hubiera jugado con fuego por su representación racista. Esta locura de medianoche hecha película, aunque sacrifica básicamente algún misterio en nombre de emociones sangrientas, es un cuento matizado eficazmente y escalofriante que se beneficia de una premisa interesante y de algunas buenas actuaciones. Es ambiciosa al servir grandes dosis de sangre repugnante, siendo cabeza de cartel por este valor tan siniestro, más que todas las Viernes 13 juntas por el suspense. En este 2020, Jordan Peele, a través de su compañía productora Monkeypaw, adaptará a Barker con Todd como icono del terror tras haber hecho cosas como Hell Fest.

                                                      

El actor ha dado su bendición al remake de Candyman, una producción conjunta entre Universal y MGM que también puede considerarse un reinicio y que ya tiene directora, Nia DaCosta. La trama ahondará en como la gentrificación afecta igual que el villano titular a los residentes de la zona nueva en esta secuela que escribe Peele, el actual especialista en esta clase de terror de conciencia social y diversidad. Lakeith Stanfield, conocido por la serie del canal de TV FX Atlanta y por Perdona que te moleste, sonó para hacer un rol similar al de Madsen, un posible protagonista para dar juego al tema racial. La estrella del original, Todd, no llegó a hablar con el creativo sobre aparecer en la continuación.

Yahya Abdul-Mateen II fue contratado para encabezar el reparto del Candyman de Peele, por lo que Todd elegantemente dio su visto bueno al nuevo antagonista (realmente repetirá su mítico papel y el chico hará otro rol). La actriz de El blues de Beale Street, Teyonah Parris, se unió al elenco y la directora, DaCosta, aclaró que Abdul-Mateen II no sustituye al veterano actor. Otros fichajes incluyen a Colman Domingo (Fear the Walking Dead) y Nathan Stewart-Jarrett (de la serie de TV Misfits). El rodaje ha sido en la misma zona que en el original.

Puntuación: 6,5

                                                           





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