Saw (2005)
¿ Cuanta sangre
perderías para sobrevivir?
Terror
dirigido por James Wan, protagonizado por Cary Elwes, Danny Glover,
Monica Potter, Michael Emerson, Ken Leung, Tobin Bell y Leigh
Whannell, siendo la primera entrega de la franquicia de Saw,
donde el primero y el último encarnan a dos hombres que se
despiertan encadenados en un enorme y ruinoso cuarto de baño, con
uno de ellos obligado a matar al otro o la familia de uno morirá. El
guion fue escrito por Whannell y Wan, siendo su primer trabajo juntos
tras realizar una película de bajo presupuesto que casualmente era
la versión en corto de esta Saw, producida en lo que sería
Twisted Pictures para Lionsgate, convirtiéndose en la cinta más
rentable del género desde Scream.
Más
de 15 años después de su llegada a los cines, la cinta ha tenido
diversas secuelas, como Saw II, estrenada unos meses más
tarde que esta. El único de los productores que ha estado en todas
las entregas ha sido Mark Burg, mientras que la música ha sido
compuesta siempre por Charlie Clouser, con montaje de un futuro
responsable de las secuelas, Kevin Greutert, director de la seis y la
siete. Sólo la original fue presentada en el festival de Sundance,
el prestigioso certamen de cine estadounidense. Para Shawnee Smith
fue todo un espaldarazo a su carrera y su lugar como scream queen
en el gremio.
Adam
Stanheight es un fotógrafo que despierta en una bañera con su
tobillo encadenado a una tubería, junto al oncólogo Lawrence
Gordon, también encadenado pero frente a él en un ruinoso cuarto de
baño, con un cadáver entre ellos sosteniendo un revólver y un
microcasete. En sus bolsillos tienen cintas que les dicen al
reproducirlas que escapen, pero a Lawrence le ordenan que mate a Adam
antes de las seis en punto o su esposa e hija serán asesinadas y él
morirá. Adam encuentra una bolsa con dos sierras para metales en el
retrete, pensadas para cortar las cadenas, pero la suya se rompe, por
lo que el doctor deduce que son para amputarse los pies,
identificando a su captor como Puzzle.
Los
flashbacks revelan que Lawrence lo trató como paciente de cáncer
cerebral terminal bajo el nombre de John Kramer, momento en el que
fue interrogado por los detectives David Tapp y Steven Sing, quienes
hallaron una linterna eléctrica en el escenario de uno de los juegos
de Puzzle. Con esa coartada, Lawrence asistió al testimonio de
una adicta a la heroína llamada Amanda Young, la única
superviviente conocida de sus trampas y a la que se cree que el
asesino ayudó. En el presente, la mujer del médico, Alison, y su
hija Diana, son retenidas en casa mientras su captor vigila a Adam y
Lawrence por una cámara oculta, con la casa a su vez vigilada por
Tapp, expulsado del cuerpo de policía por obsesionarse con Puzzle.
El
caso es que este dio con el almacén de Puzzle usando el vídeo del
juego de Amanda, por lo que él y Sing lo arrestaron y salvaron a un
hombre de una trampa con taladro, pero el asesino escapó tras
cortarle la garganta a Tapp, mientras que su compañero fue asesinado
por una trampa con escopeta. No obstante, sospechaba de que Lawrence
podía ser Puzzle y por eso siguió acechándolo. Adam recuerda como
fue su secuestro, mientras estaba en el cuarto de revelado, hallando
a la marioneta Billy y atacado por la misma figura con máscara de
cerdo que sorprendió a Lawrence. Además, Adam halla una foto que no
tomó, de un hombre mirando fijamente a una ventana de la casa de
Lawrence, identificando al tipo.
Se
trata de Zep Hindle, un camillero del hospital del médico, que a las
seis va a matar a Alison y Diana. Tras todo esto viene el giro final,
con Lawrence y Adam descubriendo que el cuerpo que yace allí en el
suelo no está muerto y que este es la razón de porqué están
encerrados.
Wan
y Whannell , creadores de Saw, se inspiraron viendo El
proyecto de la bruja de Blair, así como el debut de Darren
Aronofsky, Pi, comenzando así el largo viaje de Puzzle,
creado cuando al segundo le pareció que le estaba viniendo un tumor
cerebral y tuvo que ir a un neurólogo para una resonancia. El
primero no quería hacer cine gore, pero en eso es en lo que se
transformaría la trama de la franquicia. De Sídney a Los Ángeles,
ambos llegaron a buen puerto cuando por fin Saw convenció y
los australianos empezaron a rodar la película en 16 mm, llegando
luego la terrorífica saga a su quinta entrega por mérito de Burg,
de Twisted, la cual se ha abierto camino dentro del género,
desbancando a DreamWorks.
Llegaron,
vieron y vencieron, logrando un presupuesto de más de 1 millón de
dólares y con Elwes preparando su rol de oncólogo en la Universidad
de California en Los Ángeles con gente de neurocirugía. A todo
esto, Smith ha confesado que no soporta ver películas de terror,
pero que aceptó su papel al ver que trabajaría con Glover. Los
también responsables de Insidious trabajaban por entonces en
un proyecto sin título de ciencia ficción y la posibilidad de hacer
remakes terroríficos. El rodaje fue sencillo, con gente como Glover
completando sus escenas en un par de días y filmando las tomas
rápidamente al tener a un actor como guionista. Además, el director
suele tener un estilo muy a lo Hitchcock.
Hello
Zepp forma parte de lo compuesto
por Clouser, con temas adicionales de FLA y Fear Factory. Megadeth
tenía un sencillo, Die Dead Enough, que
iba a sonar en la película por su temática de terror, pero quedó
descartado por la productora, eOne Music. Hay mucho rock alternativo
y electro industrial. Tras su pase en Toronto, se pensó estrenarla
directamente para vídeo, pero no fue así y la calificación
obtenida fue sólo para adultos, no recomendada a menores de 18, si
bien con la edición de Greutert se bajó a 16 al quitarse partes muy
sangrientas reservadas para lanzamientos domésticos. Como manda la
tradición, cada entrega se ha estrenado en la temporada de
Halloween, igual que pasa con El grito.
Salpicado
de vísceras, Wan mezcla la tortura con un sutil trasfondo político
y una nada dulce historia de venganza en Saw, que atrapa a los
espectadores con un argumento falsamente ingenioso y miles de
memorables y desagradables escenas, aunque sus nobles ambiciones se
vean debilitadas por una vena nihilista que se nota algo más infame
que profunda. Abunda en pistas falsas y falacias lógicas que afilan
esta espeluznante película que bien podría haber firmado David
Fincher sin toda la sobreactuación. Hubo muchos en su día que
deseaban no haber visto el filme, porque les superó todo ese
festival de sangre con matices de la guerra de Irak y la televisión
del momento.
Hannibal Lecter podría haber hecho de Saw un producto mucho mejor si hubiera tenido una historia más aguda, de ahí que se la compare con Seven, siendo una cinta improbable y sorprendente, pero que no llega a la altura de la mencionada obra maestra de Fincher. Supongo que en la década de los 2000 era el tipo de cine que merecíamos tras lo visto en los 90, quisiéramos o no.
Puntuación:
7,5
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