Parque Jurásico (1993)
Película de acción y ciencia ficción dirigida por Steven Spielberg , producida por Kathleen Kennedy y Gerald Molen, y protagonizada por Sam Neill, Laura Dern, Jeff Goldblum, y Richard Attenborough. Primera entrega de la franquicia Parque Jurásico , y la primera película de la trilogía original, basada en la novela homónima de Michael Crichton, con guion suyo y de David Koepp. La película está ambientada en la isla ficticia de Nublar, lejos de la costa del Pacífico de América Central pero cerca de Costa Rica, donde un hombre de negocios rico, John Hammond (Attenborough), y un equipo de científicos genéticos han creado un parque temático animal de dinosaurios desextinguidos . Cuando un sabotaje industrial lleva a un apagón catastrófico de las instalaciones eléctricas y precauciones de seguridad del parque, un pequeño grupo de visitantes, incluyendo los nietos de Hammond, luchan por sobrevivir y escapar de la ahora peligrosa isla.
Universal se llevó los derechos del libro, que al ser adaptado perdió toda la violencia y la densa narración científica, así como el que sus personajes fueron cambiados de como son presentados en el mismo. La parte final del rodaje la supervisó Spielberg desde la distancia mientras ya filmaba su siguiente trabajo, La lista de Schindler. Los dinosaurios fueron creados por ordenador, obra de ILM, y también se usaron animatrónicos construidos por el equipo de Stan Winston. Fue además pionera en el uso, cortesía de DTS, del sonido envolvente en salas de cine.
Un taquillazo vigente aún después de más de 30 años, superando a ET como lo más exitoso de Spielberg hasta el estreno tiempo después de Titanic, de James Cameron. Además de sus efectos especiales, ambientación sonora, escenas de acción y el ritmo que le imprime Spielberg tras la cámara, el punto más fuerte es la música de John Williams, convirtiendo a JP en un espectáculo visual revolucionario con el que Spielberg volvió a aunar escenas de asombro sostenido y terror que no se veían en su cine desde Tiburón. Los Óscar logrados fueron todos en categorías técnicas, y por ser pionera en el uso de los efectos visuales por ordenador, abrió camino a su utilización en el cine moderno. La franquicia ha contado hasta ahora con cinco secuelas: El mundo perdido, Parque Jurásico III, Jurassic World, JW El reino caído y JW Dominion, más la serie de televisión JW Campamento cretácico y muchos videojuegos.
El magnate John Hammond ha creado Parque Jurásico, un parque temático animal de dinosaurios clonados, en la isla tropical de Nublar, localizada lejos del litoral de Costa Rica. Después de que un velociraptor mate a un adiestrador de dinosaurios, los inversores del parque, representados por el abogado Donald Gennaro, exigen un certificado de seguridad. Gennaro invita a un experto en teoría del caos, Ian Malcolm, y Hammond invita al paleontólogo Alan Grant y a la paleobotánica Ellie Sattler. Al llegar, el grupo se asombra al ver vivo a varios dinosaurios, entre ellos un braquiosaurio.
En el centro de visitantes del parque, el grupo se entera de que la clonación se consiguió extrayendo ADN antiguo de mosquitos prehistóricos conservados en ámbar. ADN de ranas, entre otros animales, se usó para rellenar los huecos en el genoma de los dinosaurios. Para impedir la crianza, los dinosaurios fueron creados hembras por manipulación directa del cromosoma. El grupo observa la eclosión de un velociraptor bebé y visita el recinto del raptor. Durante el almuerzo, el grupo debate sobre la ética de la clonación y la creación del parque. Malcolm advierte acerca de las implicaciones de la ingeniería genética y se burla del diseño del parque, diciendo que inevitablemente se hundirá.
Los nietos de Hammond, Lex y Tim, se unen a los otros para una visita del parque, mientras Hammond los supervisa desde la sala de control. Muchos de los dinosaurios no comparecen y el grupo encuentra a un triceratops enfermo. La visita es interrumpida cuando se aproxima un ciclón tropical. Los empleados del parque se van al continente en barco, mientras los visitantes regresan a sus vehículos turísticos eléctricos sobre rail, excepto Sattler, quien se queda con el veterinario del parque, el doctor Harding, para estudiar al triceratops enfermo.
El contrariado programador principal de Parque Jurásico, Dennis Nedry, fue anteriormente sobornado por Lewis Dodgson, un hombre que trabaja para el rival empresarial de Hammond, para robar embriones de dinosaurio congelados. Desactiva el sistema de seguridad del parque para acceder al almacén de embriones y los guarda dentro de un recipiente camuflado como una lata de crema para afeitar Barbasol. El sabotaje de Nedry provoca un apagón a los vehículos de visita, varándolos según se acercan al prado del tiranosaurio del parque. La mayoría de las vallas electrificadas del parque también han sido desactivadas, permitiendo a la Rex escapar y atacar al grupo. Después de que el tiranosaurio vuelque un vehículo de visita, hiere a Malcolm y devora a Gennaro, mientras Grant, Lex y Tim escapan. En su camino para entregar los embriones a la dársena de la isla, Nedry se pierde en la lluvia, estrella su Jeep Wrangler, y es asesinado por un dilofosaurio que escupe veneno.
Sattler ayuda al guarda, Robert Muldoon, a buscar supervivientes; hallan a Malcolm justo antes de que regrese el tiranosaurio y los ahuyente. Grant, Tim y Lex buscan refugio en la copa de un árbol y encuentran una manada de braquiosaurios. Descubren los cascarones rotos de huevos de dinosaurio la mañana siguiente. Grant concluye que los dinosaurios están criándose, lo que es posible debido al ADN anfibio, pues animales como el anuro pueden practicar la dicogamia en un ambiente de un solo sexo, permitiendo a los dinosaurios hacer eso también. Luego los tres encuentran una estampida de gallimimus cazados por el tiranosaurio.
Incapaces de descifrar el código de Nedry para reactivar el sistema de seguridad, Hammond y el ingeniero jefe Ray Arnold deciden reiniciar los sistemas del parque. El grupo apaga la red eléctrica del parque y se retiran a un refugio subterráneo de emergencia, mientras Arnold se dirige a una caseta de mantenimiento para completar el proceso de reiniciado. Cuando no regresa, Sattler y Muldoon se dirigen al lugar, descubriendo que el apagón ha soltado a los velociraptores. Muldoon distrae a dos de ellos mientras Sattler vuelve a encender la corriente antes de ser atacada por un tercero y descubrir el brazo cercenado de Arnold. Muldoon, simultáneamente, es sorprendido con la guardia bajada y asesinado.
Grant, Tim y Lex llegan al centro de visitantes. El paleontólogo parte tras la pista de Sattler, dejando a Tim y Lex dentro. Los raptores aparecen y persiguen a los chiquillos por toda la cocina, pero escapan, encerrando a uno en el congelador antes de unirse a Grant y Sattler. El grupo llega a la sala de control, y Lex restaura los sistemas del parque, permitiéndoles contactar con Hammond, quien pide ayuda. Según tratan de salir, son arrinconados por dos de los raptores restantes, pero aparece el tiranosaurio aparece y los mata mientras el grupo huye. Hammond llega en un jeep con Malcolm, y se embarcan en un helicóptero para salir de la isla.
El libro de Crichton llamó la atención de Spielberg incluso antes de que se publicase. El autor fue también responsable de los primeros borradores de guion. El fenómeno en ciernes del cine de supervivencia hizo que Spielberg tomase ventaja para dirigir la adaptación, que iba a suponer el amanecer de una nueva era del cine, un regreso a la aventura clásica dentro de la ciencia ficción, y además con dinosaurios. Precisamente al principio se ha mencionado a Cameron, que entonces se embarcaba en su ambiciosa recreación de la tragedia del Titanic, y es porque él era uno de los posibles directores, uno de los que más cerca estuvo, pero el estudio prefería a Spielberg por experiencia. El Rey Midas de Hollywood se inspiró en la saga del monstruo favorito de Japón, el gran Godzilla, cuya franquicia iba a volver a los cines de Occidente en aquellos años noventa.
Para trasladar toda la ciencia del libro a la pantalla, se contrató al paleontólogo Jack Horner como asesor, quien luego volvería para Jurassic World. Fue él quien aconsejó como debían ser los movimientos de los dinosaurios, quienes, recordemos, se extinguieron unos 65 millones de años antes, en la prehistoria, y que aquí volvían. En 1917 se publicó el diagrama del esqueleto de un tiranosaurio por parte de Henry Fairfield Osborn, un paleontólogo estadounidense, que serviría como referencia para el emblema de la portada del libro y de las películas. Los lagartos saltando son increíblemente realistas, en la novela de Crichton te los tienes que imaginar y en la adaptación los ves como si fueran de verdad. El autor participó en dicho proceso, pero el guion lo acabó Koepp, un guionista estrella de los noventa que rehízo la trama para que fuera más cinematográfica.
Libro y película son mundos aparte, tenemos por tanto dos parques jurásicos, el literario, más maduro y sangriento, y el fílmico, espectacular y a ratos aterrador pero para todos los públicos. El de Crichton es una reiteración de su guion de la película Almas de metal y el de Koepp está escrito para que luzcan las grandes escenas de acción y los momentos de suspense. Y la forma de ser de los personajes cambia de un material a otro, lo que en la búsqueda del reparto supuso un baile de grandes actores de siempre para los papeles principales, con muchos nombres importantes rechazando el proyecto. Harrison Ford quería hacer entonces una secuela de Indy y fue de los que se descartaron de la película, permitiendo a Neill quedarse con el papel central aquí y en El piano pese a que ya tenía una larga trayectoria profesional.
Jim Carrey se presentó a las pruebas para hacer de Malcolm, mientras que Robin Wright, por entonces casada con Sean Penn, dio por perdida su presencia en la película al aceptar otro proyecto, como le pasó a Juliette Binoche, que prefirió trabajar con Martin Scorsese, o incluso Stacy Haiduk, una rubia que triunfaba entonces en televisión y que nunca ha trascendido al cine comercial. Eran papeles muy golosos que casi tuvieron en sus manos y con ello estar en una de las grandes películas de todos los tiempos; Wayne Knight, famoso por ser Newman en la serie Seinfeld es aquí Nedry, un necio informático que aquí acaba pereciendo en el barro por subestimar a las criaturas que poblaron la Tierra antes que su especie. Respecto a los lugares de rodaje, la película se filmó en Hawái, República Dominicana, Montana, California, Utah y Costa Rica (como en el libro).
En lo referente a taquillazos, Hollywood dejó de preocuparse por las fechas y a vincular el verano como su época fetiche para lanzar estrenos. Un acierto sacar estas películas en la temporada estival, y en esta se cuidaban mucho todos los detalles, como hacer que los vehículos para visitar el parque parecieran autónomos. Todo ello en un rodaje plagado de vicisitudes, desde huracanes a fallos con el tiranosaurio mecánico, que sin embargo no impidieron que la película triunfase. El dinosaurio en cuestión fue esculpido a tamaño estándar, el verdadero motivo de la dinomanía de aquella época, donde la gente se fascinaba viendo al rex pegándole un bocado a un alamosaurio o al braquiosaurio, cuyo muñeco animatrónico sigue siendo asombroso, igual que el del aterrador dilofosaurio escupidor, el siguiente paso en la evolución.
Recrear los sonidos y rugidos de los dinosaurios se logró mezclando diferentes gruñidos de animales de granja y otras aves de presa sobre todo, y la magia de la mezcla hizo el resto. La visión de estos saurios, como la del tiranosaurio, era su mejor cualidad para destacar en la naturaleza hostil del periodo. En esta primera entrega apenas se ven dinosaurios por el aire, ya que la evolución hizo que se perdiese el vuelo en estos y en las primeras aves. En las maquetas a escala se usaron unos dispositivos de corriente eléctrica que hacían que los dinosaurios tuvieran unos movimientos plausibles, una ilusión de vida cortesía de la gente de Pixar e ILM, quienes se tomaron un año entero para hacer 4 minutos de dinosaurios por ordenador, más tiempo de lo que se tarda en hacer videojuegos en la era de la información y similar a cuando Michael Bay hizo sus Transformers.
Los dinosaurios llaman a casa y como buenos monstruos de Universal hacen añicos cuanto se pone a su alcance, dominando la taquilla ya no sólo entonces, sino en cada reestreno, y con ello desatando una manía multimillonaria a la hora de vender mercadería, así como poder salvar salas de cine cada vez que se ha vuelto a proyectar la película por el aniversario que toque, con el pertinente reclamo del 3D (la moda de hace una década, cuando Spielberg venía de hacer Tintín con Andy Serkis y Kennedy hablaba de una cuarta entrega jurásica). Su reestreno en este formato dio una nueva dimensión a un clásico moderno, demostrando que pisaba fuerte aún con los años en su regreso a cines, donde se disfruta infinitamente mejor que en un pase televisivo, en la pequeña pantalla o en vídeo/DVD. Y ya aviso que de la trilogía, y no sólo por ser la original, es la mejor y la única que se puede ver varias veces.
El nivel de aventura que JP presenta no se alcanza en el resto de la trilogía, no es como le pasa a otras del estilo , tipo la de Capitán América, pareciéndose más a Piratas del Caribe o a la primera etapa de Batman. Más adelante se comparará esta entrega clásica con las de JW, sobre todo la segunda de esa trilogía, que adelanto que a mí me parecía de coña porque tenía ya poco de prehistórica y más de distopia futurista. Volviendo a 1993, fue aquel un año de grandes estrenos en taquilla, aunque esta fuera la que arrasó con todas, y dentro de la filmografía de Spielberg, es mejor que ET en cuanto a emotividad y terror cotidiano con protagonistas fuera de lo habitual. Los extintos dinosaurios conquistaron el mundo, desde Japón a Italia, pasando por Francia o Reino Unido, un fenómeno internacional atronador de aquel verano (recordemos que en los noventa arrasaron títulos como Full Monty o Aladdín).
Las estrellas de JP tienen dientes de sobra, es otra premiada cinta de la memorable filmografía de Spielberg, imprescindible e imperdible, un intrigante tecno-thriller de ciencia ficción donde el tema es el uso irresponsable de la genética y que ha sido influyente hasta hoy, con momentos mágicos que en la franquicia sólo volverían en la siguiente trilogía, la reciente, adaptada a una nueva generación. Basta con mencionar que en la NBA Toronto bautizó a su equipo como Raptors, o que muchos paleontólogos hoy son parte de la generación que creció con JP. Revolucionó los efectos especiales, mejor dicho, los cambió, y por eso luego tuvimos Avatar, porque antes tuvimos dinosaurios hechos por ordenador, la revolución digital de ILM que empezó en el cine de George Lucas y continuaría con Peter Jackson.
Y desde aquí, para terminar, invito a los siguientes artículos de la franquicia, saltando a la trilogía nueva, pues El mundo perdido y Parque Jurásico III son dos secuelas muy inferiores, así que se hablará de Jurassic World, de Colin Trevorrow, de JW: El reino caído y la reciente JW: Dominion.
Puntuación: 8
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