Jurassic World : Dominion (2022)

 


Película de ciencia ficción y acción dirigida por Colin Trevorrow, quien también  escribió el guion junto a Emily Carmichael a partir de una historia original de Derek Connolly, secuela de Jurassic World: El reino caído,  sexta entrega de la franquicia y la conclusión de la trama que empezó la primera película, Parque Jurásico. Chris Pratt, Bryce Dallas Howard, BD Wong, Daniella Pineda, Justice Smith, Isabella Sermon y Omar Sy repiten sus papeles de anteriores películas, junto a Laura Dern, Jeff Goldblum y Sam Neill, quienes aparecen reunidos por primera vez desde la original. Los nuevos miembros del reparto incluyen a DeWanda Wise y Mamoudou Athie. 

Han pasado cuatro años tras lo ocurrido en la anterior, con los dinosaurios ahora viviendo junto a los humanos por todo el mundo. Se sigue a Owen Grady y Claire Dearing cuando se embarcan en una misión de rescate, mientras que Alan Grant, Ellie Sattler e Ian Malcolm trabajan para exponer una conspiración por parte de la corporación de genómica Biosyn. Se rodó en Vancouver, los estudios Pinewood (Inglaterra), Malta y Suiza, planeándose incluso antes de que saliese la primera Jurassic World, pero ya sin la producción  de Legendary, que dejó de colaborar con Universal para irse con Warner tras cuatro años, lo que no quita que sea una de las películas  más costosas estrenadas recientemente. 

Vapuleada por la crítica, le fue muy bien en taquilla, siendo lo tercero más rentable del año tras el impacto en el cine por la pandemia, por lo que habrá una séptima entrega de la creación de Michael Crichton. Veremos a ver que tal serán los efectos visuales de los dinosaurios y el proceso de trabajo para el nuevo director, que no tenga problemas con los productores como ha pasado aquí con Trevorrow. Encima la película es demasiado larga como para poder defenderla, así que la suerte está echada. 

                                                           


Han transcurrido cuatro años desde el incidente en la finca Lockwood y la erupción volcánica en Isla Nublar, y los dinosaurios, desextinguidos, deambulan libremente por la Tierra. Entre los esfuerzos globales para controlarlos, Biosyn establece un dominio para dinosaurios en los Dolomitas de Italia que lleva a cabo una investigación genómica, aparentemente para aplicaciones en farmacología. 

Claire Dearing, Zia Rodriguez,  y Franklin Webb investigan los lugares ilegales de  cría de dinosaurios. El socio de Claire, Owen Grady, ayuda a trasladar a los descarriados. En su remota cabaña en las montañas de Sierra Nevada (entre California y Nevada), Claire y Owen crían secretamente a Maisie Lockwood, de 14 años y nieta de Benjamin ,creada por ingeniería genética, protegiéndola  de los grupos que buscan explotar su composición genética única. Cuando Blue, la velociraptor que Owen ha criado, llega a la cabaña  con una eclosión de reproducción asexual, Maisie la llama Beta. Cada vez más frustrada por vivir en aislamiento, Maisie se escabulle para explorar. Los mercenarios que la buscan la hallan y la secuestran a la vez que capturan a Beta.

Mientras, enjambres de langostas (insectos) gigantes  están diezmando la agricultura de Estados Unidos. Ellie Sattler  observa que los cultivos que han crecido con semillas de Biosyn  se quedan  sin ser comidos, levantando sospechas de que la compañía  ha creado los insectos. Ellie coge una langosta capturada para su ex  socio, el paleontólogo Alan Grant. Determinan que la langosta  fue creada  genéticamente con ADN contemporáneo y del cretácico. 

Franklin, que ahora trabaja como agente en la división de especies peligrosas de la CIA, cree que Maisie  podría haber sido llevada a Malta. Al llegar allí, Claire y Owen  se infiltran en un mercado negro de dinosaurios junto al ex colega de Owen en Jurassic World, Barry Sembène, quien está liderando una redada en nombre de la Inteligencia Francesa. Los dinosaurios carnívoros están desatados durante la incursión, sembrando el caos. Cuando Claire y Owen se enteran de que Maisie y Beta fueron transportados  a la instalación de Biosyn, la solidaria piloto de carga Kayla Watts acepta llevarles volando allí. 

El especialista en teoría del caos Ian Malcolm trabaja ahora para Biosyn. Solicitó ayuda a Ellie para exponer al director ejecutivo Lewis Dodgson después de que el director de comunicaciones Ramsay Cole le advirtiese de las actividades ilegales  de este. Dodgson está explotando a los dinosaurios y obliga al ex genetista de InGen Henry Wu a que modifique la langosta transgén para dejar que Biosyn acapare la reserva de alimentos mundial. Wu denuncia el plan, advirtiendo que provocará un colapso de ecosistemas cuando las langostas se extiendan desenfrenadas. Wu conoce a Maisie  y explica que su ex colega, la doctora Charlotte Lockwood ( la difunta hija de Benjamin), usó su propio ADN para replicar  y  dar a luz a la genéticamente idéntica Maisie. Charlotte alteró  el ADN de su hija para evitar que esta heredase  la enfermedad genética que tenía. Wu cree que Maisie, la concepción asexual de Beta y el ADN  son clave  para crear un agente biológico patógeno que pare el brote de langostas. 

                                                           


Un Quetzalcoatlus ataca el avión de Kayla  en el espacio aéreo de Biosyn , obligando a Owen y Kayla a aterrizar de emergencia mientras Claire  es eyectada. Tras unos  encuentros separados con dinosaurios, los tres se reagrupan. Dentro de Biosyn, Ian y Ramsay aconsejan encubiertamente a Ellie y Alan  sobre donde  obtener una muestra de ADN de langosta. Mientras buscan el laboratorio, encuentran a Maisie. Descubriendo la infracción, Dodgson intenta incinerar a las langostas destruyendo las pruebas; algunas escapan por un respiradero, desatando un incendio forestal por toda el dominio. 

Alan, Ellie y Maisie escapan a duras penas  de la instalación  antes de encontrar a Ian. Se encuentran con Owen, Claire y Kayla, con Ramsey uniéndoseles luego. Dodgson huye  con embriones de dinosaurio (inicialmente robados por Dennis Nedry por ordenes  de Dodgson en Parque Jurásico y obtenido por este  en la quinta temporada de Jurassic World: Campamento Cretácico) pasando por un hyperloop, pero se queda atrapado después de que Claire  y Ellie desvíen la carga  y es entonces asesinado por tres dilofosaurios. Con el grupo trabajando juntos, Owen, con ayuda de Alan y Maisie, captura a Beta. Ellos y Wu  escapan en un helicóptero de Biosyn  en medio de una pelea entre Rexy  y un  gigantosaurio.

Ellie y Alan reavivan su relación romántica  antes de testificar con Ian y Ramsay  contra Biosyn. Owen, Claire y Maisie regresan a casa  y se reúnen con Beta y Blue. Wu suelta una langosta huésped que lleva el patógeno, erradicando poco a poco la plaga. Los dinosaurios y los humanos se adaptan a una nueva coexistencia, y las Naciones Unidas declara el Valle de Biosyn  un santuario internacional de dinosaurios. 

                                                                        


Esta tercera entrega de Jurassic World  es , según Trevorrow, suspense científico, y para esa intriga  regresa el trío de Parque Jurásico: Dern, Neill y Goldblum, a quienes se une Wise, la piloto Kayla. Mencionando otra vez a Trevorrow, el enorme nuevo dinosaurio, el Giga, es como el Joker, y encima vive en la nieve, un escenario que sale por primera vez en la franquicia. Hablando se secundarios, aparte de la madre de Maisie, hay que hablar de Campbell Scott  como un personaje clave de la original, Dodgson, el multimillonario que planea los secuestros de la niña  y Beta que contrata a Wu para vender dinosaurios a los mercados ilegales  y criar una plaga de langostas gigantes híbridas. Probablemente Trevorrow se sienta especialmente orgulloso  de lo que ha hecho  Wu en esta nueva trilogía, le tiene más cariño  que a otros personajes , como a los interpretados por Sy, Smith y Pineda, tal vez porque es científico. 

Con Jurassic World, Trevorrow empezó a construir una fundación para lo que se vería en futuras entregas, como ya se ha hablado en anteriores artículos. Las secuelas estaban planeadas y por ejemplo se habló ya de que la segunda la dirigiría J.A. Bayona; El reino caído no era una nueva versión de El mundo perdido, sino que establecía esta tercera parte. Por eso no la dirigía, y de hecho afirmaba que posiblemente no iba a hacer otra más en la saga, pero los jefes del estudio volvieron a reclamarle pagándole mucho más, en una época en que veníamos del  escándalo de Sony, las exigencias salariales basadas en la desigualdad de  género y los resultados de taquilla de las nuevas entregas de Star Wars. Él ya estaba escribiendo un borrador  antes de redactar un texto más detallado con Spielberg para las dos carísimas entregas finales, donde volvía Pratt  como protagonista.

                                                                


Pero no se contaban con los retrasos, como los que hubo entre la trilogía original y esta, por lo que la vida se abriría camino pero poco a poco, siendo este un problema para Universal en estos últimos años. Spielberg ya confiaba que Trevorrow volvería para dirigir  la tercera parte, porque solo él podía sacar adelante Dominion. Pero no la podía terminar como una película de fantasía  en la que los dinosaurios van por ahí masticando todo lo que se les cruza. Su película cancelada de Star Wars le ayudó a centrarse en esta, justo cuando Legendary anunciaba que no les iban a financiar y dieron con Carmichael, la guionista de la secuela de Pacific Rim , para repetir en otro futuro taquillazo. Amante de la ciencia ficción y la fantasía, esta mujer iba a escribir la nueva versión de El abismo negro, el clásico de Disney, para una nueva generación. 

No se ha llegado a hacer, y menos mal, porque Insurrección  fue un fiasco. Ya la anterior, Jurassic World: El reino caído, resultó ser un despropósito perpetrado entre Bayona y Trevorrow, y esta tercera apuntaba a homenajear  la franquicia entera, comparándose Dominion con Bourne y Bond, una intriga científica con dinosaurios, pero, que lástima, no atacan ciudades, todo un misterio el porque lo descartaron, como la, según los responsables, estúpida teoría por parte de los fans de una guerra civil entre dinosaurios y humanos. No se sigue la la típica estructura argumental de Hollywood, pero las expectativas eran del tamaño de tiranosaurios, tanto por parte de los guionistas como de las estrellas principales. Sí hay algo de Star Wars en esta película es que el negocio de vender dinosaurios en el mercado negro  es igual que lo que se hacía en la cantina de Mos Eisley en Una nueva esperanza. 

                                                          


Trevorrow sabía que en esta secuela había que homenajear a Dern con su historia como Sattler, y por eso la película va principalmente de ella. Se resarció así de cuando le filtraron por la red su guion de Star Wars, trayendo de vuelta también a Biosyn a la trama de los dinosaurios. Era importante que el reparto original de Parque Jurásico volviera, que importase lo que les faltaba por arreglar, que se les diese crédito. Son clásicos y favoritos del público, y desde luego los que mejor conocen a los dinosaurios, por eso están en la conclusión de la franquicia, son claves en este capítulo, aunque no esté tras la cámara Spielberg. No olvidar que Dern es una estrella que ha ganado un Oscar y que ha estado en la saga galáctica, y en lo personal es mucho mejor que Howard, como también lo son Goldblum y Neill. 

El regreso del trío original es una estrategia en las franquicias actuales muy habitual sobre todo para despertar la nostalgia del público veterano, para recordarles que eran los que iniciaron dicha saga y que les hizo tan emblemáticos. Trevorrow sabía que el final tenía que concluir su historia jurásica, como en los ciclos finales de James Bond que tan nerviosos ponen a los espectadores. Sobre las novedades, Athie venía de aparecer en una serie de Facebook llamada Sorry for Your Loss  y en la estupenda Cake, mientras que Wise, que es la revelación, estaba hace cinco años aprendiendo interpretación en la universidad de Nueva York y es el último escalón en la evolución feminista de la película, porque entre las tres mujeres lo arreglan todo, pretendiendo ser como Vengadores: Endgame, donde por cierto sale Pratt. 

                                                  


El rodaje se completó tras 18 meses, algo sin precedentes teniendo en cuenta que era cuando se tenían que hacer obligatoriamente pruebas para COVID y se invirtieran millones en protocolos de sanidad durante la pandemia. En menudo momento regresó a la dirección Trevorrow, un panorama nada idílico para el mundo. Universal detuvo la producción de esta y otras películas por culpa del coronavirus, en pleno rodaje y obligados a trabajar desde casa hasta nueva orden para filmar con mayor seguridad, sobre todo con los actores más veteranos como Goldblum, que eran población de riesgo (mayores de 65). Dentro de la maquinaria de taquillazos de Hollywood, el reinicio utilizó a esos actores como cobayas en un país que se saltó muchas normas (Reino Unido) pese a los positivos. Se filmaba en medio de una pandemia con los peligros que eso entrañaba, porque el COVID te podía matar sin darte cuenta. 

En las tres décadas pasadas desde Parque Jurásico, Neill sigue siendo más venerado que nunca, y su presencia aquí se agradece. Trevorrow ya le reclamó para Campamento cretácico y por eso en Dominion  tiene momentos creativos muy destacados, y parece ser que él y Goldblum  se lo pasaban pipa, volviendo locos al reparto a diario, quizás buscando una riqueza emocional para aliviar todo lo que estaba pasando en el mundo, con la gente confinada en sus casas y los que trabajaban celebrando que regresaban al tajo a pesar del coronavirus. La película va sobre la vida y la muerte, con ocasionales bailes y el impacto que puede tener una epidemia, casi como un documental. Llegaron a haber varios positivos por COVID 19, múltiples casos por infecciones en Malta (otro país donde hubo mucha negligencia pero donde se rueda bastante) y con ello el que otras producciones se retrasaran, pues por entonces también estaba en marcha la quinta de Indiana Jones. 

                                                                  


En esta tercera entrega se revela una aterradora nueva raza de dinosaurio, algo guay pero decepcionante posteriormente visto, seguramente por culpa de rodar con casos positivos de coronavirus en un reparto con personas muy mayores. Se podría haber recurrido a gente más joven que ya hubiera salido en las anteriores, pero ya para entonces el elenco estaba saturado, ninguna sorpresa, otra desilusión, hasta el punto de que tuvieron que sustituir un personaje secundario  tras varios retrasos en el rodaje de al menos dos semanas por los casos de  COVID. En Dominion, Trevorrow volvió  a mostrar dinos emplumados  en un reparto combinado, todo de proporciones prehistóricas, con paralelismos con el mundo real. El ir retrasados por el coronavirus les hizo centrarse en los efectos visuales, donde se combinan efectos prácticos y digitales, colocando dinosaurios  en el mundo real. 

Como secuela de Parque Jurásico, Jurassic World: Dominion  representa un tremendo cambio ya no sólo por todas las veces que se ha tenido que parar el rodaje, sino por las nuevas  situaciones que muestra, como ver un avión estrellado  en un paisaje ártico, o la proliferación de langostas que acaban incineradas de verdad. Y es la primera que se ha rodado en una isla diferente, Malta, que es un lugar exótico, donde transcurre una persecución a moto contra los brutales dinosaurios. Los efectos visuales sí que pudieron continuarse durante la pandemia, porque se hacían a distancia, delante de cromas, con mayor uso de dinosaurios prácticos. Siendo la culminación tras seis películas, Trevorrow contrató a un especialista  en animatrónica que venía de Cristal oscuro, John Nolan, por lo que así se cerraba el círculo, junto a la vuelta de Neill, Dern y Goldblum. 

                                                            


En el prólogo ya hay lucha de dinosaurios, una muy feroz, intrigante y despiadada  que se eliminó del montaje pero se vio como previa en los cines, con bastantes referencias a la saga. Los nuevos dinosaurios de la franquicia van desde el mayor enemigo  a depredadores emplumados, todos ellos animatrónicos. Por fin lo lograron, era un detalle que generaba polémica cuando estaba ausente, porque se calificaba de anti científico o de agujero de guion. Eso sí, aquí el tiranosaurio se ve bastante debilitado cuando es  el favorito y el que más defiende Trevorrow, pero es que el director se guardaba para esta tercera un dinosaurio villano más sanguinario, el gigantosaurio que en la franquicia han bautizado como el Joker. Suponemos que este apelativo se lo pondría Carmichael para afrontar el legado de las anteriores, o tal vez fue parte de una tormenta de ideas entre ambos. 

El dinosaurio más escalofriante en la película no es dicho animal como tal, sino una criatura que existió antes que estos. Hay unos brutales y violentos atrociraptores peores que los clásicos raptores, que no son híbridos, porque ya han salido demasiados. Los también míticos dilofosaurios aparecieron como hologramas en Jurassic World  (y aquí la muerte más impactante es una que retrocede a la original) y en dioramas en El reino caído (por razones de presupuesto ya de por si elevado se redujo su presencia), y aquí es de los pocos no creados digitalmente.  En una producción que sí ha tenido un futuro más abierto como Campamento cretácico, sí se han podido experimentar con tramas que se han incorporado aquí sin quedar como previas, ya que Trevorrow es productor de esta serie animada de Netflix. 

                                                               


                                                                         

Una vez completada la película, se descartó que en cines se viera el montaje extendido, así como el que Trevorrow advirtiese que Dominion  no iba a mostrar dinosaurios luchando en las calles de Nueva York, porque eso no podía pasar en su Jurassic World como sí hizo Spielberg en El mundo perdido, la única  de Parque Jurásico que tenía caos en una ciudad, San Diego. Es aconsejable verse la edición extendida, tiene algo de coherencia aunque no lo parezca. De hecho, es la versión original, no un montaje del director. Y en cuanto a la música, regresa por tercera vez el hombre que sustituye a John Williams en la saga, Michael Giacchino, que en el pasado ha llegado a componer hasta  para los Teleñecos pero que es un digno sucesor del maestro por la sensación de terror que transmiten sus temas. En el prólogo, vuelve a salir el condenado mosquito de la original, la semilla de los dinos clonados.

Dejando a un lado que a estas alturas ya es difícil llevar a gente al cine para que vean una saga con tantos años, es más raro que piensen los estudios que esta franquicia aún tenga tirón cuando la trilogía original fue de más a menos y aquí no ha habido esa evolución porque desde la inicial la expectativa ha sido menos que baja. Tienes a nuevas y viejas estrellas rastreando dinosaurios para que los espectadores de ambas trilogías se regocijen en ello, pero es que hoy día con tan poco producto original no se sabe que ofrecer que interese, porque lo mismo te dan una secuela de Doctor Extraño como una nueva versión de El Señor de los Anillos,  y lo que se pide es algo más fresco. Aquí el reclamo es un gigantosaurio  aterrador y con todos los dientes, es la formula de más grande, más largo y sin piedad. No critico que falte creatividad tras su promoción, pero es que una producción así no necesita mucho más salvo espectacularidad. 

                                                                


Creada para inspirar a una nueva generación de amantes de los dinosaurios, la saga prehistórica y primaria ha tenido siempre espectadores devotos que han dado  su respaldo a una franquicia que no parece tener fin dado lo rentable que es para su estudio, superando incluso una pandemia mundial. Ha contado con un Pratt  que se ha revelado, y ya no es ningún secreto, como la mayor estrella del momento y que ha sabido esperarlo, levantando la película entre tanto retraso en su estreno, que como quien dice fue ayer mismo (bueno, hace dos años). Universal sabe bien lo que hace, y por eso el director imploró a todo el mundo que viera la edición extendida si la de cines no les convencía. Puede resultar contradictorio, se necesita público en las salas y no en casa viendo las plataformas bajo demanda. 

El montaje doméstico extendido tiene unos 15 minutos editados  de metraje genial, no es broma, mejora la versión de cines bastante, ahí Universal ha dado con una estrategia que puede resultar liosa pero que compensa lo que se haya podido ver antes. En España se estrenó en enero del año pasado en Movistar Plus+ , pero ahora mismo no está en ninguna plataforma, puede ser que en unos meses llegue a Prime Video, SkyShowtime o Netflix, generalmente pasados dos años incluso se puede emitir en abierto. Lentamente pero seguro que volverá a estar disponible,  teniendo en cuenta que los dinosaurios funcionan bastante bien en taquilla,  como en general toda película evento actualmente, no hay más que recordar Top Gun Maverick  o Elvis. 

Jurassic World Dominion podría ser una ligera mejora sobre sus inmediatas predecesoras en algunos aspectos, pero esta franquicia se ha  movido  con pesadez mucho más abajo de lo que está  desde su inicio clásico. Probablemente es hora de que esta franquicia descanse, pero claro, entre que te da acción entretenida y la diversión de ver a miembros del reparto original  reunidos, pues es una secuela suficientemente  decente, quizás la peor valorada, pero recuerdo que las secuelas de Parque Jurásico  eran bastante peores, estas nuevas se dejan ver algo. Como entrega es bastante floja, y aunque la franquicia de dinosaurios no muere, que siga viva parece una alarma para la humanidad. De hecho, creo que más que una película es un evento de nivel de extinción, con Dern y Neill de vuelta en la saga que tercamente está determinada a repetirse una y otra vez. 

Dominion es la prueba de que Jurassic World  es profundamente confusa , demasiado larga  para lo que cuenta y absurdamente unificada, una farsa repleta de nostalgia que fracasa a la hora de satisfacer enteramente las expectativas del espectador. El trío original está muy desaprovechado, falla como secuela legado y es un animal grande y tonto  que se merece la extinción, es definitivamente la peor de la trilogía reciente, traicionando a los tres grandes personajes clásicos de la franquicia. En su favor diría que arregla el otro despropósito de tercera parte que fue perpetrada por Joe Johnston, pero con tiritas usadas. De todos los mundos posibles con dinosaurios que podríamos haber tenido aquí nos dan el de las langostas gigantes, ya os vale, Trevorrow y Carmichael,  que vergüenza la chapuza que habéis pergeñado. 

Y podría parar ya, porque esta premisa para una secuela  que antaño fue muy grande la reduce a nada, quejarse  es inútil, pues nunca hay que olvidar que los dinosaurios  no eran la amenaza real  en la original; Trevorrow honestamente querría haber hecho una película sobre el poder genético y sus consecuencias, por eso la versión extendida  es una visión mucho más equilibrada de esa historia, pero la verdad es que muchos creemos que los insectos del Cretácico no deberían estar en la franquicia, así que nada se puede hacer ya, no se puede arreglar ni aunque lo intentes golpear. La edición extendida es divertida porque da lo que quieres ver  y pasas un buen rato con los dinosaurios, es definitivamente mejor, mitad pelusa mitad retal. En el futuro más inmediato, si hay algo que celebrar tras lo hecho por Trevorrow, es que la franquicia de  Parque Jurásico  va a volver a cambiar del todo. 

Dominion acaba la trilogía de Jurassic World, pero habrá más películas jurásicas, el inicio de una nueva era que los productores seguirán explotando, y de hecho la nueva la escribe David Koepp, llegará en 2025 y en principio se la ofrecieron dirigir a David Leitch, pero este ha plantado a Universal y a Amblin, aunque su pérdida se ha cubierto pronto con Gareth Edwards, el cineasta responsable de Rogue One. Ya se han confirmado en el reparto nada menos que como protagonista a Scarlett Johansson, acompañada por Jonathan Bailey, suponemos que como nuevos expertos en dinosaurios, y también Manuel García Rulfo y Rupert Friend. Edwards es una sobresaliente elección, el británico nos ha dado títulos como Godzilla, The Creator  o Monsters,  así que es esperanzador lo que pueda ofrecer. Se va a rodar en Reino Unido y Malta, con estreno en cines para el verano del año que viene.

Puntuación: 5,5

                                






 



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