Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores (1977)

                  La locura medieval de los Monty Python

                                                   

Comedia sobre el mito artúrico escrita e interpretada por Monty Python (Graham Chapman, John Cleese, Terry Gilliam, Eric Idle, Terry Jones y Michael Palin), dirigida por Gilliam y Jones, concebida durante la interrupción entre las temporadas tres y cuatro de su serie televisiva de la BBC Flying Circus. Si en su anterior película grupal Se armó la gorda teníamos una recopilación de varios sketch de las dos primeras temporadas de la serie, esta es una nueva historia que parodia la leyenda del Rey Arturo y su búsqueda del Grial. Treinta años después, Idle usó la película como base para el aclamado y costoso musical de Broadway Spamalot. Antes de La vida de Brian, esta fue la gran comedia del grupo, contando con la música de Neil Innes.

                                                 

En el 932 DC, el rey Arturo y su escudero Patsy viajan por Bretaña buscando hombres que se unan a los Caballeros de la Mesa Redonda. Por el camino recluta a Bedevere, Lanzarote del Lago, Galahad, Robin El No Tan Valiente Como Lanzarote y a Don No Aparece en Esta Película, junto con sus escuderos y los trovadores de Robin. Arturo lidera a los hombres hasta Camelot, pero bajo consideración adicional (gracias a un número musical) decide no ir allí porque es un lugar absurdo. Mientras dan la vuelta, Dios (una imagen de WG Grace, jugador de cricket) les habla y le da la tarea de descubrir el Grial. Buscando pistas por toda la tierra para localizarlo, Arturo y sus hombres llegan a un castillo ocupado por rudos soldados franceses que afirman tener el Grial y que insultan a los ingleses.

                                           

Tras hacerles retroceder por culpa de una lluvia de animales de corral catapultados, Bedevere sale con un plan para ir a hurtadillas usando un Conejo de Troya, pero manejan mal su ejecución cuando olvidan ocultarse dentro, viéndose obligados a huir cuando el Conejo es arrojado de vuelta. Arturo decide que los caballeros deberían ir por caminos separados para buscar las pistas sobre el paradero del Grial. Un historiador contemporáneo que está filmando un documental que describe las leyendas artúricas es asesinado abruptamente por un caballero desconocido a caballo, activando una investigación policial. En los viajes de los caballeros, a Arturo y Bedevere les dan direcciones un anciano en la Escena 24 e intentan satisfacer las extrañas solicitudes de los indeseables Caballeros Que Dicen “ !Ni!”

                                                         

Sir Robin evita una pelea con un Caballero Tricéfalo huyendo mientras las cabezas discuten. Sir Galahad es conducido por un faro en forma de grial al Castillo Ántrax, poblado por 160 muchachas atractivas, pero para su disgusto es rescatado por Lanzarote, quien tras recibir una nota arrojada en una flecha del Castillo del Pantano que se cree que es de una doncella obligada a casarse contra su voluntad, corriendo al castillo y sacrificando a casi todos los del banquete de boda, sólo para descubrir que la nota fue enviada por un príncipe afeminado cuyo padre había concertado el matrimonio. Arturo y sus caballeros se reagrupan, a los que se unen tres nuevos integrantes, así como también el Hermano Maynard y sus compañeros monjes.

                                           

Conocen a Tim el Encantador, quien los dirige a una cueva donde se dice que está escrita la ubicación del Grial. La entrada está vigilada por el Conejo de Caerbannog. Subestimando fatalmente su letal destreza, los caballeros atacan al Conejo, que mata fácilmente a Bors, Gawain y Sir Héctor. Arturo usa la Sagrada Granada de Mano de Antioquía que le da el Hermano Maynard para destruir a la criatura. Dentro de la cueva hallan una inscripción de José de Arimatea, dirigiéndolos al Castillo de Aarrgh (el nombre presuntamente es el resultado de José muriendo mientras tallaba la inscripción). Tras apenas escapar de un monstruo gigante animado que devora al Hermano Maynard (el animador tiene un ataque al corazón que termina con la existencia de la bestia), llegan al Desfiladero del Peligro Eterno.

                                            

Según se acercan al Puente de la Muerte, el hombre de la Escena 24 les desafía a responder correctamente tres preguntas para pasar, o serán arrojados al Desfiladero. Lanzarote va primero, respondiendo fácilmente tres preguntas sencillas y pasa. Robin es sorprendido por una pregunta inesperadamente difícil, y Galahad falla la respuesta de una sencilla, siendo ambos arrojados fuera del puente. Durante el turno de Arturo, este responde la última pregunta del guardián del puente con otra pregunta propia que lo deja boquiabierto. Como resultado, el hombre de la Escena 24 es lanzado al desfiladero y Arturo y Bedevere cruzan. Cuando ambos alcanzan el final del puente, no dan con Lanzarote, sin saber que ha sido arrestado por la policía que investiga la muerte del historiador.

                                           

Arturo y Bedevere finalmente llegan al Castillo de Aarrgh, sólo para descubrir que ha sido ocupado por los mismos soldados franceses que antes se burlaron de ellos. Tras ser obligados a retirarse por culpa de una lluvia de estiércol, reúnen un gran ejército de caballeros y se preparan para asaltar el castillo. Justo cuando están de carga para atacar, una numerosa patrulla policial aparece y arresta a Arturo y Bedevere por la muerte del historiador, parando la producción de la película, que acaba con uno de los agentes rompiendo la cámara.

                                         

La edad media y el grial según la tropa fue financiada por bandas de rock como Pink Floyd, Led Zeppelin y Genesis, convencidos todos por el agente de dichos grupos, Tony Stratton-Smith, jefe de la discográfica Charisma, con Elton John poniendo también su pasta. Esto se debía al impuesto sobre la renta, lo que llevó al , en sus propias palabras, encantador de serpientes, de los MP, Gilliam, a dirigir su primera película. Por eso se recuerda como enseñó a toda un nación a reírse con los castillos. No hubo interferencia de estudio porque no lo había como tal, ya que ninguno les iba a dar dinero, ya que era en la época en que el impuesto sobre la renta se elevaba al 90%, de ahí que les pidiesen a las estrellas del rock que les financiasen, porque eran los que tenían el dinero, conocían su trabajo y ellos parecían un buen sistema de cancelación de impuestos. La única excepción era que no encajaban como tal, parecía como Los productores. Irónicamente los derechos de distribución los tiene ahora Sony/Columbia/TriStar.

Rodada en Escocia, los dos castillos que aparecen son Doune y Stalker, por lo que nunca habían tan pocos sufrido por el gozo de tantos para filmar esta película, con numerosas tomas repetidas como la del conejo, donde usaron títeres. Para colmo Chapman sufría acrofobia por culpa de su alcoholismo, que superó más tarde cuando logró la sobriedad. Lo de los cocos como efecto sonoro era una cuestión de presupuesto además de cómica, como también meter un prólogo en sueco para que aparezca un alce y en los créditos finales poner llamas. Agujeros mentales que supusieron un soplo de aire fresco y que hicieron a los espectadores decir ! Ni!

                                               

Más de 40 años después resulta impensable que se repita una cinta como esta tan llena de lenguaje soez hoy día, razón por la que sólo se emite en canales de pago, como por ejemplo Comedy Central. Tiene hasta una versión hecha con minifiguras de Lego, una delicia animada. Igual que Sillas de montar calientes, Aterriza como puedas o El jovencito Frankenstein, aquí tenemos un absurdo marca Python en el que llega el Rey Arturo para cortar en pedazos a sus rivales a su paso junto a sus caballeros. Humor británico en estado puro, con Cleese y Palin de dulce, un clásico de culto con el que te ríes hasta que te duele la barriga, muy divertida y ridículamente alegre,  con los años no ha perdido su extremadamente absurdo encanto.

Puntuación: 8