20.000 leguas de viaje submarino (1955)


          La más gigantesca de las películas gigantescas

                                              

Aventuras de ciencia ficción en Technicolor y uno de los primeros largometrajes rodado en Cinemascope, producida por el mismísimo Walt Disney para su estudio, dirigida por Richard Fleischer y protagonizada por Kirk Douglas, James Mason, Paul Lukas y Peter Lorre. Disney adapta a Julio Verne y su novela homónima que fue pionera del steampunk o retrofuturismo. Capitán Nemo es aquí el personaje principal, en un filme que ganó dos Oscar: mejor diseño de producción y efectos visuales, con una candidatura a montaje y una taquilla bastante sobresaliente.

En 1868, los rumores de un monstruo marino atacando barcos en el Océano Pacífico han trastornado las vías marítimas y rutas de navegación. Los Estados Unidos invitan al profesor Pierre Aronnax y su ayudante Conseil a una expedición de la Marina para probar la existencia del monstruo. A bordo con ellos está el engreído maestro arponero Ned Land. Tras meses de búsqueda en vano, el capitán Farragut anuncia que la misma concluye. Poco después, sin embargo, explota un barco de vapor cercano y cuando la tripulación investiga, divisan al monstruo, al que atacan disparando un cañón, pero se vuelve y embiste el buque de guerra. Ned y Aronnax son arrojados por la borda y Conseil va por el profesor.

La ahora dañada fragata va a la deriva y nadie a bordo responde a los gritos de sus pasajeros. Aferrados a un trozo de los restos flotantes, Aronnax y Conseil encuentran un extraño navío metálico, percatándose de que el monstruo es un barco sumergible hecho por el hombre y aparentemente desierto. Subiendo a bordo, Aronnax halla una enorme ventana de visualización y observa un funeral submarino, mientras que Ned Land llega en una lancha de remos volcada desde su barco. Fascinado por el funeral, Aronnax se resiste a irse lo suficiente para que la tripulación del submarino lo localice. Junto con Ned y Conseil intentan marcharse en otra lancha, pero los náufragos son detenidos.

Luego, el capitán se presenta como Nemo, comandante del Nautilus, quien retorna a Ned y Conseil a la cubierta mientras que ofrece a Aronnax, a quien reconoce por su labor científica, la oportunidad de quedarse. Después de que el profesor demuestre estar dispuesto a morir junto a sus compañeros, Nemo permite a Ned y Conseil que permanezcan a bordo, llevándoles a la isla y colonia penal de Rura Penthe, donde los prisioneros están cargando un barco de municiones. Nemo fue prisionero allí, como también muchos de su tripulación . El Nautilus embiste al barco de vapor, destruyendo su cargamento,el navío y matando a su tripulación. Un Nemo angustiado le cuenta a Aronnax que sus acciones han salvado a miles de la muerte en la guerra; también revela que esta odiada nación torturó a su esposa e hijo hasta la muerte mientras intentaban obligarlo a divulgar sus secretos y descubrimientos.

En el camarote de Nemo, Ned da con las coordenadas de la base secreta del capitán en la isla Vulcania, mandando luego mensajes en botellas y esperando que alguien las descubra. En la costa de Nueva Guinea, el Nautilus queda varado en un arrecife en el que Ned es sorprendido cuando Nemo le permite ir hacia la orilla con Conseil, ostensiblemente para recoger especímenes, mientras los amonestan estrictamente para que se queden en la playa. Ned se marcha solo para explorar vías de escape y mientras bebe de un charco, ve cráneos humanos apostados en estacas, por lo que corre por salvar su vida y se reúne con Conseil, remando porque ahora son perseguidos por caníbales.

A bordo del Nautilus, los caníbales son repelidos por cargas eléctricas enviadas a través de la cubierta y el casco. Nemo, furioso con Ned por desobedecer sus ordenes, lo confina en el calabozo. Se aproxima un buque de guerra que dispara contra el Nautilus, que desciende a las profundidades donde atrae a un calamar gigante. Después de que una carga eléctrica similar no logre repeler al monstruo, Nemo y sus hombres surgen durante una violenta tormenta para sacarlo, pero el capitán es atrapado por uno de los tentáculos y Ned, que ha escapado de su cautiverio, lo salva de ahogarse, teniendo un cambio de opinión y afirmando que quiere hacer las paces con el mundo.

Conforme el Nautilus se acerca a Vulcania, Nemo halla la isla rodeada por buques de guerra, cuyos marinos convergen alrededor de la base. Nemo navega hacia la orilla, mientras que cerca de la cubierta Ned trata de identificarse ante los barcos como el autor de los mensajes embotellados. Aronnax está furioso, reconociendo que Nemo ahora destruirá toda evidencia de sus descubrimientos. El capitán, habiendo sumergido el Nautilus para entrar en su base, va hacia la orilla y activa una bomba de relojería prefijada, pero es mortalmente herido en la cubierta por culpa de una bala en su espalda. Tras dirigir el submarino debajo y lejos de Vulcania, Nemo anuncia que descenderá al Nautilus una última vez.

La tripulación declara que acompañará al capitán para hundirse con el navío, mientras que Aronnax, Conseil y Ned son confinados en sus camarotes dentro del Nautilus según las instrucciones de Nemo. Ned escapa y se las arregla para reflotar el submarino, golpeando un arrecife en el proceso y provocando una inundación. Nemo escalona hacia el salón de la ventana de visualización donde muere mientras contempla su amado dominio subacuático. Aronnax trata de recuperar su diarios detallado, pero la urgencia de su fuga obliga a Ned a dejarlo inconsciente de un golpe y sacarlo. A bordo del esquife del Nautilus, los tres compañeros y el león marino mascota de Nemo, Esmeralda, ven explotar Vulcania mientras se alza por encima de la isla destruida un hongo ondulado.

Ned se disculpa a Aronnax por pegarle, pero el profesor admite que la pérdida de su diario podría haber sido para bien. Mientras el Nautilus desciende por la popa, al maestro le resuenan las últimas palabras de Nemo: Hay esperanza para el futuro, y cuando el mundo se prepare para una nueva y mejor vida, todo esto pasará algún día en mejores tiempos, si Dios quiere.

                                  

Rodada entre Bahamas y Jamaica (cueva de Xtabi), esta es una película que juega en su propia liga, ya que por cuestión de presupuesto, ubicación y otros asuntos legales, la lucha contra el calamar gigante iba a discurrir al atardecer y dicha secuencia con el monstruo atacando no se usó, pero puede verse en la red. El metraje original fue rechazado y muestra detalles de la filmación. Son unos minutos fantásticos y previamente se pensó en que uno de los personajes principales lo hubieran encarnado Robert Newton, el que hizo de John Silver el Largo en La isla del tesoro, o Richard Todd, de Los arqueros del rey. Una de las aventuras en imagen real más excelentes de Disney, un relato clásico y genial lleno de vida.

                                                            


McG iba a dirigir para Disney una nueva versión de Leguas que tuvo que ser reescrita por Randall Wallace bajo el título de Capitán Nemo, que también revisó Justin Marks, adaptándolo como Nemo. Buscando un protagonista, McG pensó en dos actores: Will Smith y Sam Worthington, al que dirigió en Terminator Salvation, pero ambos lo descartaron por falta de interés y porque el director pensaba hacer una quinta entrega de Terminator. En una convención, David Fincher habló de que Disney le ofreció un guion de Scott Z. Burns, confirmando que continuaría trabajando en la película una vez terminase con su versión de Millennium con Sony y oficialmente planear hacer más secuelas de esta, que contaba con revisiones de Andrew Kevin Walker.

Brad Pitt fue invitado por el director al ser un colaborador frecuente para el papel del arponero Ned Land, pero este rechazó la oferta de Fincher para el filme, que Disney confirmó que rodaría en Australia. No obstante la nueva versión fue otra vez pausada porque Fincher se fue a rodar Perdida,dando por muerta la adaptación. Él quería a Channing Tatum para ese rol y el estudio a Chris Hemsworth, diferencias en escoger el reparto y la cultura corporativa provocaron que la cinta parase y que en aquel país pudiese rodarse la quinta entrega de Piratas del Caribe: La venganza de Salazar. El director de Lobezno, James Mangold, iba también a realizar para Disney Capitán Nemo, pero tras Ford v Ferrari hará la quinta de Indiana Jones.

La isla misteriosa continuaba Los hijos del capitán Grant y la que nos ocupa, teniendo ambas sus respectivas adaptaciones e inspirando Atlantis: El imperio perdido.

Puntuación: 7

                                       


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