Lo que hacemos en las sombras (2015)
Entrevista con unos
vampiros
En
2015 llegaba esta comedia de terror escrita y dirigida por Jemaine
Clement y Taika Waititi, quienes también la protagonizan junto a
Rhys Darby. La trama de la película va sobre varios vampiros que
viven juntos en un apartamento en Wellington, Nueva Zelanda.
Estrenada en el festival de cine de Sundance un año antes, Taika y
Jemaine desataron a los vampiros en EEUU, lugar donde debutó esta
parodia del género con acento kiwi de la mano de la distribuidora
digital australiana y filial de Sony Madman Entertainment, así como
de la gente de Funny or Die, que suelen colaborar con Paramount, y
otra filial de Sony, The Orchard. Buena parte de su encanto lo tiene
su montaje, obra de Yana Gorskaya.
El
equipo de un documental sigue a cuatro vampiros compañeros de piso:
Viago, Vladislav, Deacon y Petyr, quienes comparten un piso en el
barrio residencial de Te Aro, en Wellington. Todos los vampiros
poseen poderes sobrenaturales, incluyendo levitación y la habilidad
de cambiar de forma. Viago es un dandi de 379 años del siglo 18,
quien originalmente viajó a Nueva Zelanda en la década de 1910 en
busca del amor de su vida, Katherine; Vladislav tiene 862 años y es
una especie de Vlad Tepes torturado por los recuerdos de su némesis,
La Bestia; y Deacon, un antiguo nazi de 183 años considerado
el joven rebelde del grupo que fue mordido por Petyr, un
vampiro solitario de 8.000 años que se comporta como un animal
cimarrón.
Cada
noche, Viago, Vladislav y Deacon toman el bus a la ciudad y merodean
las calles de Wellington a por gente a la que matar. El espíritu
familiar humano de Deacon, Jackie, lleva los mandados para los
vampiros y limpia la sangre dejada tras alimentarse. Madre casada,
Jackie espera conseguir la inmortalidad, pero está frustrada porque
Deacon no la convertirá en vampiro como le prometió. Este le
solicita que traiga vírgenes al apartamento para que los vampiros
puedan alimentarse de ellas, por lo que esta atrae a una mujer que la
insultó en la escuela primaria y a Nick, su ex novio de la
infancia, para que vengan. Pese a que ninguno son realmente vírgenes,
la mujer es asesinada y Nick es atacado por Petyr, pero sobrevive al
ataque y se convierte en vampiro.
Dos
meses después, los vampiros aceptan a Nick en su grupo y se hacen
amigos de su amigo humano Stu, un analista de ordenadores que les
presenta la tecnología moderna como son las cámaras e internet, que
Viago usa para dar con Katherine, quien ahora es una viuda de 96 años
que vive en un asilo en Wellington y también conecta otra vez
brevemente con su antiguo criado, Philip. Pese a poder llevar a sus
nuevos amigos a los bares y clubes más populares, Nick se esfuerza
por adaptarse a su vida como vampiro y ser despreciado por Deacon,
quien está resentido con su nueva popularidad y su revelador y
descuidado vampirismo a los extraños que conoce. Uno de estos, un
cazador de vampiros, irrumpe en el sótano del apartamento durante el
día y mata a Petyr exponiéndolo a la luz solar.
Los
vampiros están furiosos al descubrir que Nick ha provocado
indirectamente la muerte de Petyr, por lo que Deacon trata de matarlo
antes de ser interrumpido por un trabajador social de la policía
local, al que Viago hipnotiza, advirtiéndoles de los numerosos
peligros de incendio dentro del apartamento. Una vez que se marcha,
Nick es desterrado del piso por los restantes, aunque a Stu le
permiten venir cuando quiera. Varios meses después, reciben una
invitación al baile de máscaras anual organizado por la población
local de muertos vivientes que incluye no sólo vampiros, sino
zombis y brujas. Vladislav rechaza acudir tras enterarse de que La
Bestia será el invitado de honor.
Cuando
Viago y Deacon llegan al baile, ven que han decidido asistir también
Nick, Stu y Jackie, la cual ha sido transformada en vampiro por el
antaño víctima. La Bestia se revela que es la ex novia de
Vladislav, Pauline, y cuando el informático y el cámara del equipo
son descubiertos como humanos vivos, los asistentes a la fiesta
amenazan con matarlos y comérselos. Vladislav llega y lucha contra
el nuevo novio de Pauline, Julian, al que empala Stu mientras escapan
los vampiros y el cámara del equipo del baile con él, sólo para
encontrarse con una manada rival de hombres lobo que se transforman
bajo la luna llena. Un cámara es desentrañado por un licántropo y
Stu es atacado agresivamente. Creyendo que está muerto, los vampiros
huyen y le lloran en su memoria.
Tras
unos pocos días, Nick regresa al piso con Stu y los hombres lobo,
revelando este último que sobrevivió al ataque y que se transformó
en licántropo esa noche. Con su ansia, la manada tiene permiso de
visitar el apartamento y se reconcilia con los vampiros, por lo que
el destierro de Nick es anulado. Viago también restablece su
relación con Katherine, a quien convierte en vampiro y reaviva su
romance con ella. Las escenas durante los créditos revelan que
Vladislav ha vuelto con Pauline y Jackie ha convertido a su marido
en su espíritu familiar. La escena poscréditos muestra a Deacon
intentando hipnotizar al público para que olvide las cosas que han
pasado en la película.
Esta
cinta que muchos nos perdimos en su momento nos descubre el talento
de Waititi y Clement, con el segundo basando su personaje en el que
hizo en Drácula de Bram Stoker Gary Oldman. Posteriormente a
verla en DVD te das cuenta de lo desesperadamente divertida que es,
como cuando caes en la cuenta de que hay un personaje inspirado en el
Conde Orlok. Tras Boy llegaron estas entrevistas con vampiros
en la que tenemos a un chico que de verdad era técnico informático
y que se convirtió en estrella de cine accidental. Y sin ser una
revelación a estas alturas, Waititi realmente participó por esas
fechas en el mayor fiasco en la carrera de Ryan Reynolds, Linterna
Verde.
El
falso documental vampiro iba encaminado desde el principio a adquirir
estatus de culto, como lo han sido otros filmes de similar temática
de la talla de Jóvenes ocultos, Entrevista con el vampiro, Blade
y la serie Buffy cazavampiros (es evidente que también tiene
referencias a la mediocre película que la inspiró, así como a la
infame Crepúsculo). La música de la banda Plan 9 contribuye a
evocar ese sonido tan ecléctico en la banda sonora, que incluye
además un tema de los rusos Leningrad, enfocado a los personajes de
Clement y Waititi. Con un estreno limitado en España, la cita con la
película no se hizo hasta las primeras críticas positivas que
vinieron desde EEUU, donde sus creadores revelaron que no le
importaban lo que dijeran de ella los críticos ni tampoco si
pirateaban la cinta en otras partes del mundo, incluido su país
natal, NZ.
Más
inteligente, original y graciosa que lo que una película de vampiros
moderna tiene que ser, Lo que hacemos en las sombras es
condenadamente buena y entretenida. Recuerda mucho a Very
Important Perros, también un falso documental,con la diferencia
de que aquí tenemos un nuevo clásico vampírico, la mejor comedia
de los últimos años en la que, repetimos, se cachondean hasta del
Conde Orlok. Así es que incluso se ha hablado de hacer una secuela
que continúe este título tan enérgico y que nació a partir de un
cortometraje sobre una posible guía vampírica de Wellington. Lo
cierto es que la película dejó huella y convirtió a la capital en
lugar de peregrinaje para vampiros.
Wellington
Paranormal es una telecomedia
policíaca procesal que funciona como un derivado de la película en
la que, por el título, cambia vampiros por policías y que se emite
en TVNZ 2. Waititi planeó llevar su idea a la pequeña pantalla en
el camino que para estrenar su cinta, centrada en los polis
incompetentes que salen. Entre 2018 y 19 se han emitido un total de
13 episodios, aunque no hay noticias de que vayamos a ver esta serie
por aquí. La serie homónima, una versión americana, se emite en el
canal de televisión FX y la protagonizan Kayvan Novak, Matt Berry y
Natasia Demetriou. Waititi la desarrolló como reinicio junto a
Clement y ahora se ha encargado una segunda temporada con mayor
mordida y comedia vampírica. Puede verse por HBO España.
Puntuación:
7,5
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