El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford (2007)
Más allá del mito se
esconde la mayor traición de Norteamérica.
Épico
western crepuscular escrito y dirigido por Andrew Dominik, adaptado
de la novela homónima, dramatizando la relación entre Jesse James
(Brad Pitt) y Robert Ford (Casey Affleck), centrándose
en los sucesos que llevaron al asesinato titular. Se rodó en
Calgary, Canmore, Edmonton (Alberta) y Winnipeg (Manitoba),
nominada a dos Óscar, mejor fotografía (Roger Deakins) y
actor de reparto para Affleck. Producida por Ridley Scott, Pitt y
Dede Gardner (Plan B) para Warner , en el elenco encontramos a
Sam Shepard, Mary-Louise Parker, Paul Schneider, Jeremy Renner y Sam
Rockwell, con música de Nick Cave y Warren Ellis.
En
1881, el joven deslumbrado Bob sale a la búsqueda de Jesse James
cuando su banda (James-Younger) planea un robo de tren en Blue
Cut, Misuri, haciendo intentos fallidos para unirse a la banda con la
ayuda de su hermano mayor, Charlie Ford (Rockwell), quien ya
es miembro. El tren resulta llevar sólo una fracción del dinero
originalmente pensado, por lo que el desanimado Frank James (Shepard)
deja la banda y a su hermano. Jesse regresa a su hogar en Kansas City
(Misuri), trayéndose a los Ford, Dick Liddil (Schneider)
y a su propio primo, Wood Hite (Renner). Despide a Charley,
Wood y Dick , pero insiste en que Bob se quede para que ayude a
trasladar muebles a su casa (hoy museo) en St Joseph (Misuri).
Bob
empieza a admirar cada vez más a Jesse antes de ser despedido,
quedándose en la alquería de su hermana viuda, Martha Bolton,
donde se reúne con su hermano Charley y con Hite y Liddil. Este
último le revela que mantiene una conspiración con otro miembro de
la banda de James para capturar a Jesse por una abundante recompensa.
Mientras, este visita a otro integrante del grupo, Edward Miller
(Garret Dillahunt), quien revela información sobre la trama
de Jim Cummins. Jesse mata a Miller, marchándose luego con Liddil
para encontrar a Cummins. Cuando no dan con él, Jesse agrede
vilmente a Albert Ford, un primo pequeño de Bob y Charley que lo
había acogido.
Más
tarde, Liddil se queda con Hite en la casa del padre de este, donde
se acuesta con la joven madrastra de su compañero. Tras enterarse de
esto, Hite ubica a Liddil donde Bolton y lo retiene a punta de
pistola, pero Bob interviene, disparando mortalmente a Hite cuyo
cuerpo es tirado en el bosque para ocultar el crimen a ojos de
Jesse, quien aparece anca Bolton para cenar, donde los Ford niegan
haber visto a Liddil recientemente. En la cena, Jesse se burla de Bob
por idolatrarlo, por lo que este se va desencantando cada vez con más
resentimiento hacia su modelo de conducta, especialmente tras oír
que le han hecho a su primo. Jesse y Charley Ford viajan a St
Joseph, donde el primero se entera de lo de Hite.
Charley
niega su desaparición al no saber nada sobre ello, mientras que Bob
va a ver al comisario de Kansas City, Henry Craig (Michael Parks),
diciendo que sabe el paradero de James. Para mostrar su lealtad con
la banda, Bob urge a Craig que arreste a Dick Liddil, así que tras
esto confiesa haber participado en numerosos robos con ellos, a lo
que negocia un acuerdo con el gobernador de Misuri, Thomas Theodore
Crittenden (James Carville). Le dan diez días para capturar o
matar a Jesse James, prometiendo a Bob una considerable recompensa y
una amnistía completa por asesinato. Charley convence a Jesse para
que tenga en cuenta a Bob Ford para la banda; así los hermanos
regresan a St Joseph.
Presentados
como primos a la esposa y a los dos hijos de Jesse, se quedan con la
familia, pero este quiere revivir su banda para cometer robos con los
Ford, comenzando por el banco de Platte City. Durante su estancia, el
anfitrión comienza a sospechar cada vez más de los hermanos, no
dejándoles estar solos o juntos. Sin embargo, según pasa la
estancia sin problemas, le entrega luego a Bob un arma como símbolo
de disculpa. En la mañana del 3 de abril de 1882, conforme se
preparaban Jesse y los hermanos Ford para salir al robo, James leía
en el periódico sobre el arresto y confesiones de Liddil. Mientras
los tres hombres están en el salón, Jesse se quita su cinturón de
la pistola y se sube a una silla para limpiar una foto polvorienta.
Bob
dispara a Jesse en la parte posterior de la cabeza con el arma que le
dio y huye con Charley, enviando ambos un mensaje telegrafiado al
gobernador para anunciar la muerte de James, por la cual recibirían
10.000 $, aunque nunca recibieron más que 500 cada uno. Tras el
asesinato, los Ford esperan convertirse en celebridades, de gira con
un espectáculo teatral en Manhattan, donde recrean el disparo, pero
la gente pronto va volviéndose cada vez más hostil contra la
pareja, alabando a Jesse como leyenda y llamando a Bob cobarde.
Afectado por su culpabilidad, Charley escribe numerosas cartas a
Zerelda James (Parker) pidiéndole perdón, pero no las envía.
Sufriendo una tuberculosis terminal, se suicida en mayo de 1884.
Bob
trabaja alrededor del Oeste como dueño de tabernas, sintiéndose
cada vez más arrepentido de sus actos pasados, así que el 8 de
junio de 1892 es asesinado por Edward Capehart O´Kelley en su bar
de Creede, siendo sentenciado de por vida a prisión pero absuelto
tras diez años en 1902.
El
papel de Ford iba a ser para Shia LaBeouf, mientras que en el reparto
tenemos a alguien que no es actor, sino un antiguo colaborador de
Bill Clinton, con Pitt conduciendo la función en esta confrontación
del viejo oeste, todo un negocio para Brad al encarnar al legendario
bandido. Estamos ante un director que ha tomado el estilo de Terrence
Malick, Pozos de ambición y la obra visual de Andrew Wyeth,
con un Pitt cuyo papel de James estuvo en el punto de mira
siempre. Deakins realizó un viñeteado para contrarrestar la
aberración cromática, tomando como modelo Días del cielo, hecho
con película instantánea para cámara rápida, para la que vale la
pena esperar un óptimo resultado de este asesinato.
En
la fuerza de sus dos actuaciones principales, Asesinato es una
película de época sabiamente hecha y una mirada profunda a una de
las figuras duraderas de la tradición estadounidense, recordando a
ese clásico inmortal que es Sin perdón, con Jesse James en
el mejor western desde Los vividores y Forajidos de
leyenda, acompañado por el cobarde Bob Ford. Es igual de
interesante que El tren de las 3:10 porque retrata a un
Jesse para nuestros días, de estos tiempos convulsos como lo visto
en No es país para viejos de los hermanos Coen o en Bonnie
y Clyde. La conclusión es que la pretensión y la vacuidad
sabotean un relato potencialmente genial sobre la celebridad, porque
los criminales de la película cobran vida aunque sea despacio. La
paradoja es que hasta para Malick es demasiado lenta.
Puntuación:
7,5
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