Big Bad Wolves (2014)

                       Algunos hombres nacen malvados

                                                    

En hebreo suele decirse ¿Quien teme al lobo feroz?, lo que directamente nos lleva a este fantástico thriller de humor negro y terror , escrito y dirigido por Aharon Keshales y Navot Papushado que pudo verse por primera vez en el festival de cine de Tribeca, EEUU. Protagonizado por Lior Ashkenazi, con música de Frank Ilfman, es una muestra del cine que se hace en Israel y también se exhibió en Sitges. Este dúo de cineastas parece estar muy influenciado por el estilo del mejor Quentin Tarantino.

En algún lugar del país israelí, tres niños juegan al escondite en el bosque. Uno de ellos, una chica, se oculta en el armario de una casa abandonada, donde es secuestrada por un perpetrador desconocido. Dror, profesor de escuela, es sospechoso del delito y por tanto arrestado por la policía, sometido a tortura por un equipo liderado por Micki para revelar la localización de la niña desaparecida. Todo este incidente es grabado en el teléfono por un chico que casualmente está jugando en el vecindario y que luego lo sube a YouTube. Un llamador anónimo lleva a la policía hasta el lugar donde se encuentra el cuerpo de la niña en un terreno, habiendo sido abusada sexualmente y con su cabeza extraviada.

                                           

Según la ley judía, un hebreo debe ser enterrado tal como nació, entero y con todos sus miembros y órganos, por lo que Micki es despedido del cuerpo de policía, aunque planea secuestrar a Dror para sacarle una confesión y así limpiar su nombre. El caso pasa a otro agente, Rami, mientras que el padre de la niña, Gidi, un militar retirado, también sospecha que Dror estuvo involucrado y planea secuestrarlo igualmente. El sospechoso es secuestrado primero por Micki, pero luego ambos son capturados por Gidi y llevados hasta una casa abandonada en medio de una zona rodeada de aldeas árabes. Allí, tanto Micki como Gidi se turnan para torturar a Dror, hasta que este convence al primero de su inocencia.

Gidi es un veterano endurecido que no cae en el truco y por tanto logra desarmar y encadenar a Micki en su sótano. Tras oír la historia inventada sobre su enfermedad, el padre del primero viene a visitarle con algo de sopa caliente y accidentalmente se encuentra con los dos cautivos en el sótano. El anciano también fue un veterano del ejército y decide ayudar a su hijo a dar con la cabeza perdida de su nieta. Micki, que tiene un clavo oxidado, le pide a Dror que mienta sobre la localización de la cabeza de la niña para ganar tiempo y escaparse, por lo que cuando Gidi se vaya de la casa para encontrar la cabeza perdida de su hija, Micki también escapa y va a pedir ayuda, llamando por teléfono a comisaría.

                                                       

En ese momento se entera de que su hija ha desaparecido, por lo que le choca que Dror la mencionase en una conversación cuando no sabía que él era padre de una niña. Gidi busca el lugar descrito donde puede estar la cabeza de su chiquilla pero tras no hallar nada vuelve y empieza a cortarle la cabeza a Dror con una sierra para metales. Micki también llega a la casa y trata de preguntarle a Dror por el paradero de su hija, pero muere antes de que pueda responder. En la última escena, el agente Rami, quien investiga el caso, aparece inspeccionando la casa de Dror para dar con pistas, pero no da con nada y se va, mientras que la hija de Micki se ve inconsciente tras una pared falsa.

Big Bad Wolves muestra el lado más ligero de la venganza, siendo una película israelí que modera la oscuridad con el absurdo. Con más que suficiente humor negro para aligerar la temática tan perturbadora que trata, es un filme gratificante a la par que desafiante. No es extraño que su dúo de directores ya estén terminando de rodar su salto al cine americano con un thriller de acción ambientado en Berlín y con un reparto de caras conocidas dando vida a asesinos profesionales.

Puntuación: 6,5