Robocop (1987)


Parte hombre, parte máquina, todo policía, el futuro cuerpo de seguridad

                                                   

El superhéroe de acción ciberpunk protagonista de una de las 1.000 mejores películas del género de todos los tiempos dirigida por Paul Verhoeven, escrita por Edward Neumeier y protagonizada por Peter Weller, Nancy Allen, Dan O´Herlihy, Kurtwood Smith, Miguel Ferrer y Ronny Cox. Ambientada en una Detroit (Míchigan) minada por el crimen en un futuro cercano, Robocop se centra en el agente de policía Alex Murphy (Weller), quien es asesinado por una banda de criminales y posteriormente revivido por la mega corporación Omni Consumer Products como un policía cíborg sobrehumano conocido como RoboCop. El filme toca temas tales como la gentrificación, corrupción, autoritarismo, avaricia, privatización, capitalismo, identidad o distopía.

La filosofía de la naturaleza humana es uno de los mejores conceptos explorados y aquí se adelanta más de 3 décadas a la situación actual, dando origen a una franquicia que incluye una serie, una nueva versión reciente y otra mini serie. Reconocida con varios premios Saturn y un Oscar a mejor edición de sonido, fue una de las cintas insignia de Orion Pictures en su día y en ella además intervienen conocidos secundarios como Ray Wise. Neumeier se inspiró para su guion cinematográfico en Blade Runner y para Verhoeven fue su primer trabajo importante fuera de su lugar de origen, Países Bajos, donde ya había realizado filmes como Eric,oficial de la reina, si bien ya rodó en el extranjero Los señores del acero con Rutger Hauer y Jennifer Jason Leigh.

                                                

En esta distopía, Detroit (Míchigan) está en manos de la OCP, quien a su vez controla el departamento de policía municipal y planea levantar una utopía en la que el cuerpo contará con la ayuda de los ED-209, unos droides policiales, así como de un cíborg experimental. Saltando hasta el momento en que matan a Murphy, reemplazan la mayoría de su cuerpo con cibernética y le instalan cuatro directivas principales, incluida la de servir al beneficio público. El infame Clarence Boddicker y su banda salen de prisión y consiguen nuevos fusiles anti materia por parte de Dick Jones, el vicepresidente ejecutivo de la OCP, para que terminen con Robocop disparando un láser que le afecte a su disco interno.

MGM no las tenía consigo respecto al cineasta holandés y pensó sustituirle por el responsable de Repo Man, Alex Cox. Otro candidato era Kenneth Johnson, creador de V, La mujer biónica, La Masa y director de Cortocircuito 2. Inspirado en Juez Dredd, Verhoeven también le incorporó elementos del personaje de Marvel (ahora en Hasbro) Rom. Aunque ambos son de izquierda en sentido político, director y guionista (quienes colaboraron luego en Starship Troopers) realizaron lo que muchos aún consideran una cinta fascista. Para el papel principal se presentaron desde Hauer a Michael Ironside, pero ninguno pudo ponerse el traje, modelado a partir de uno de hockey sobre hielo. Weller demostró tener mejor retórica para el rol y también estatura adecuada.

                                                    

Stephanie Zimbalist, por entonces estrella de Remington Steele, era la favorita para ser Anne Lewis, la agente compañera de Murphy, puesto que la NBC había cancelado la muy apreciada serie de espías, pero al final Allen se hizo con el papel pese a que tenía casi 40 años, igual que Zimbalist. Por cierto, su entonces compañero televisivo, Pierce Brosnan, tampoco pudo lograr encarnar a 007 en Alta tensión. Uno de los malos, Boddicker, lleva gafas sin marcos como las que portaba Heinrich Himmler, dando a este villano del Viejo Detroit un aspecto malvado e intelectual. Irónicamente la ciudad que vemos no es la del Motor, sino Dallas, pues por la magia de Hollywood una fábrica metalúrgica local pasó a ser parte del escenario decadente futurista de Robocop.

La Torre Reunión también se incorpora al perfil metropolitano junto con la técnica del mate (los viejos fondos en pintura) y parte de Monessen, una histórica comunidad de la costa este que hace las veces de ruinas industriales y que dotan de verosimilitud a un porvenir en el que los problemas tecnológicos extras no permiten al ciudadano de a pie comprar un coche volador. Weller confesó más tarde que no regresó para Robocop 3 debido al calor que daba rodar con el traje. Monte Hellman dirigió la segunda unidad para tomas adicionales que requerían mayor concentración. El coche patrulla de la cinta todavía puede verse en un museo de automóviles de cine (como los de Batman) en Branson, Misuri, donde se exhibe desde el año 2000.

                                                   

El diseño de Robocop se lo debemos a Rob Bottin, un modelo tan emblemático que su estatua ha llegado a hacerse parte del mobiliario público de Detroit, creada a partir de la obra original del prestigioso artista que trabajó en La cosa de John Carpenter y que se inspiraba en los animes japoneses de los 80. Weller, formado como actor en la escuela Juilliard, tardó medio año en perfeccionar los movimientos de su personaje debido a lo incómodo que era el traje. Su arma era en principio una Desert Eagle, pero se cambió a una Beretta 93R. El ED-209 era producto de la animación en volumen del equipo responsable de Furia de titanes, encabezado por Phil Tippett. En otra escena, el secuaz Emil Antonowsky intenta atropellar a Robocop, pero en su lugar sufre un accidente.

El tipo conduce hacia una cuba de residuos peligrosos que provoca que su piel se derrita, especialmente su cara y sus manos. Este efecto se inspiró en el trabajo de Rick Baker en Viscosidad. La música la compuso Basil Poledouris junto a Howard Blake y es similar a la de Terminator, conservándose luego para su adaptación a Nintendo. Hay además temas de las bandas Ministry y Skinny Puppy, concretamente uno de la primera es de su álbum Side Trax. La película obtuvo en su día la calificación X por explícita en Estados Unidos, pero la rebajaron a R (no recomendada a menores de 17) por criterio de la asociación cinematográfica (la versión Blu Ray es la que está sin censurar). La escena que mayor controversia trajo fue la de Murphy ejecutado por Boddicker.

                                                     

En dicha secuencia se había usado tecnología animatrónica para recrear al protagonista y su resultado es tan violento como toda La chaqueta metálica. La cinta lideró la taquilla durante mucho tiempo y fue de las más alquiladas en su momento en cualquier videoclub (aún conservo el VHS original). Pese a que es un filme desmesurado y sangriento, Robocop es también una cinta de ciencia ficción inesperadamente inteligente que usa la ultraviolencia para ocultar su sátira de la cultura americana. Weller además brinda una gran actuación entre tanta prótesis. Sin duda una gran película del año en que un servidor nació y que desde joven he podido ver siempre que la echan por televisión. En 100 años no se volverá a hacer una cinta tan singular como esta.

El suspense creado desde el inicio merece estar entre los 10 mejores que ha dado el cine americano, a la vez que su estatus dentro del género, comparable al de Viaje alucinante al fondo de la mente (Ken Russell, 1980) o a Metrópolis (Fritz Lang, 1927). Es por otra parte un reflejo de como el cinturón industrial en EEUU ha seguido el mismo declive que se predijo en la trama, acompañado por el simbolismo cristiano que muestra a Robocop como Jesucristo o el concepto de la masculinidad ya vigente en El hombre de los seis millones de dólares. Las secuelas, Robocop 2 y Robocop 3, están por debajo de la original en calidad, ya que aunque seguían entreteniendo mostraban al héroe adaptado a unos tiempos muy diferentes, los temidos años 90.

                                                          

Dave Bing, ex alcalde de Detroit, fue el propulsor a petición popular de la estatua de Robocop, actualmente exhibida a tamaño real y de forma permanente en el Centro Científico de Míchigan. La versión de 2014, muy distinta de la de Orion, es obra de MGM y la dirige José Padilha, con Joel Kinnaman como Alex Murphy y un nuevo personaje, Norton, encarnado por Gary Oldman. También aparecen Samuel L. Jackson y Michael Keaton, este en sustitución de Hugh Laurie, como el villano. Abbie Cornish hace de la esposa de Murphy y la estrella de Watchmen, Jackie Earle Haley, es Maddox, el que entrena militarmente al protagonista.

Puntuación: 7,5

                                                                



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