Glass (Cristal) (2019)
No puedes contener lo
que eres
Thriller
de superhéroes escrito, producido y dirigido por M. Night Shyamalan,
secuela de El protegido y Múltiple que también
produce Jason Blum y cuyo argumento culmina la trilogía con la que
de momento finaliza la historia de los personajes que hemos
conocido, con esta entrega centrada en el de Samuel L. Jackson, quien
aparece junto a Bruce Willis, Spencer Treat Clark, Charlayne Woodard,
James McAvoy, Anya Taylor-Joy y la novedad de Sarah Paulson. En esta
ocasión, David Dunn (Willis) es encerrado en un hospital
psiquiátrico junto a su archienemigo Don Cristal (Jackson),
así como el múltiple La Horda (McAvoy). Los tres deben
lidiar con una psiquiatra (Paulson) que debe demostrar que
estos no tienen realmente superpoderes.
Touchstone
Pictures, antigua filial de Disney, cede el testigo a esta y a
Universal y la distribuyen juntos, logrando con ello un
decepcionante y lamentable clímax, aunque las actuaciones de McAvoy
y Jackson, la música y la entretenida primera mitad del filme salvan
brillantemente la conclusión de la trilogía. Hay que aclarar que es
la crítica la que está vapuleando la cinta, considerándola
aburrida como franquicia y por eso la quiero al menos defender en la
medida de lo posible, pues es la producción con la que quiero
inaugurar este año y donde se espera que Blumhouse nos siga
llevando a los cines sus terroríficas propuestas que tan buenos
ratos nos hacen pasar. Shyamalan vuelve a tener un cameo breve.
Tres
semanas han pasado desde que Kevin Wendell Crumb, ex empleado del zoo
de Filadelfia, se ganase el apodo de La Horda (Múltiple), así
que el justiciero David Dunn y su hijo adulto Joseph (Clark),
quienes combaten a los criminales juntos, se disponen a salvar a
cuatro animadoras que Crumb ha secuestrado. David se cruza con Kevin
bajo su identidad de Hedwig y da con las animadoras gracias a
su percepción extra sensorial. Tras liberarlas, se enfrenta a La
Bestia, pero ambos son arrestados cuando David y Kevin acaban
llevando su lucha a las calles y los envían a una institución
mental donde Elijah Price, el enemigo del primero conocido como Don
Cristal, se encuentra encerrado. La doctora Ellie Staple trabaja
con pacientes que aseguran ser todopoderosos y tiene que
convencerlos de que son normales, pues su especialidad es la
megalomanía.
En
esos tres días, Staple descubre que la debilidad de David es el
agua y además dispone de una máquina que obliga a la Horda a
cambiar de identidades para poder desarmar a la Bestia. Los tres
reciben visitas de Joseph, la señora Price (Woodard) y Casey
Cooke (Taylor-Joy) , superviviente del ataque de la Bestia
(Múltiple) respectivamente para intentar ayudarles, pero sin
éxito. En una evaluación conjunta, la doctora disuade a David y la
Horda de que sus habilidades no tienen nada de extraordinario, que
uno es como un mago profesional y que la Bestia es como un escalador
que fue abatido, lo cual no ha gustado ni a Dennis ni a Patricia, dos
de las diversas personalidades de Kevin (salen 21 de las 24 que
posee).
Elijah
convence a la Bestia para que combata con David durante la
inauguración pública del nuevo rascacielos municipal para revivir
la fe de la Horda y revelar la existencia de los superhumanos al
mundo, antes de poder centrar su atención en David y obligarlo a que
acepte la verdad de sus habilidades sobrehumanas para escapar. Elijah
le dice a la Bestia que el agua es la debilidad de David, pero Joseph
interviene y le revela a la Bestia que Elijah orquestó el accidente
ferroviario (El protegido)que mató al padre de Kevin y que le
sirvió para dar con David. También fue lo que dio lugar a que su
madre lo maltratase y crease sus personalidades múltiples.
Sin
la fuerza y resistencia sobrehumana de la Bestia para protegerse,
Kevin recibe un disparo letal por parte de uno de los hombres de
Staple y muere en brazos de Casey tras haber pronunciado su nombre
completo. Luego los secuaces de la doctora subyugan a un debilitado
David ahogándole en un charco inundado y esta le deja que la toque
mientras muere, proporcionándole una visión de ella formando parte
de una sociedad secreta que trata de mantener en secreto la
existencia de los superhumanos. Elijah también muere finalmente de
sus heridas provocadas por culpa de su osteogénesis imperfecta, y
Staple le revela que un grupo de humanos normales parecido a los
Iluminados han sido las mentes maestras que han impedido que existan
héroes y villanos.
Con
la muerte de los tres, la doctora elimina las imágenes de archivo e
informa de que su misión ha sido un éxito, pero lo que no sabe es
que las cámaras del psiquiátrico habían sido saboteadas por Elijah
para retransmitir en directo a una red privada. Poco después, la
señora Price, Joseph y Casey reciben una copia del metraje que
deciden mostrar en público para concienciar de la existencia de los
superhumanos a la gente. Así termina lo que empezó en El
protegido y que los fans llevábamos tiempo queriendo ver hecho,
pues nos encantó el trabajo de Willis y deseábamos su propia
trilogía. Shyamalan no las tenía muy consigo hasta que las ventas
domésticas le hicieron cambiar de idea.
Touchstone
se negó porque la original resultó ser un fracaso de taquilla y no
estaba por la labor de hacer secuelas. Jackson también tenía sus
dudas pero al menos confiaba en que se hiciera y Shyamalan no se
aclaraba sobre si Willis volvería. Tras Múltiple, con McAvoy
encarnando a un tipo con una personalidad desordenada que acaba
convertido en un superhumano cimarrón, el cineasta logró hacer ese
final que tantos años le costó concebir, con David Dunn cruzando
ambos filmes de forma impactante. La original se había realizado
bajo el sello de Disney y la segunda con Universal, por lo que un
directivo de la primera, Sean Bailey, llegó a un pacto de caballeros
con Shyamalan para permitir tal giro de última hora.
La
trilogía estaba trazada con esta secuela que nos ocupa tras acabar
el guion y anunciar su título, conocido en español como Cristal
y que fuera de USA distribuye Disney, aunque al principio aparezca el
logo de Universal, por lo que Shyamalan ha puesto de acuerdo a dos
estudios, el que hizo El protegido y el de sus dos secuelas.
De aquella hay cuatro actores: Willis, Jackson, Clark y Woodard, y de
la segunda tenemos a McAvoy y a Taylor-Joy, con Paulson como nueva
cara. Rodada en Filadelfia, ciudad natal del cineasta, el hospital
psiquiátrico es real y en él las escenas incluyen flashbacks de las
anteriores entregas, mientras que el compositor de Múltiple
usa temas de El protegido obra de James Newton Howard, siempre
con permiso de Universal.
Esta
electrizante visión del mundo de los cómics por parte de este
estudio y de Disney trae a los cines un producto fresco que a día de
hoy se agradece y por el que vale la pena pagar la entrada, siempre y
cuando no se deje uno llevar por las opiniones de los críticos en
temporada previa a los Oscar, donde las nominadas suelen salir
siempre bien favorecidas. En el resto del mundo suele ser diferente
porque es un tipo de público con otras miras (por ejemplo con
Bohemian Rhapsody). Glass es una demonstración de algunos
destellos de Shyamalan en lo mejor de su retorcido modo de construir
mundos, pero al final defrauda por ser la conclusión .
El
guionista y director llevaba un largo periodo gestando su trilogía
más rentable y a la vez la más meta, una película de superhéroes
con una buena base que es inevitable verla como el mayor fiasco de su
carrera, un quiero y no puedo del pulp literario, una secuela que
según como se mire es un vaso medio lleno o medio vacío
esforzándose por conectar la doble trama. Los superhéroes no bastan
para salvar el final de la trilogía de Shyamalan, resulta tan
desesperado el intento como en su día evitar que naufragase el
Titanic. Hasta tal punto la compararía con Batman vuelve y
Los increíbles 2, cuya elaboración de mitos muestra los
traumas psíquicos de sus personajes de una forma que nació con un
icono tan sobrecogedor como Superman.
Puntuación:
7
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