El séptimo sello (1957).
La
indiscutible obra maestra del cine sueco,que más allá de ser un
drama existencialista es uno de los filmes pioneros en representar
un tipo de fantasía que conjuga magistralmente la magia con lo
sobrenatural, la mitología con el folclore y el terror. Escrita y
dirigida por Ingmar Bergman,está ambientada en Suecia durante la
Peste Negra y relata el viaje de un caballero medieval (Max
von Sydow) y
la partida de ajedrez que juega contra la personificación de la
Muerte (Bengt Ekerot),
quien ha venido a llevarse su alma. El
título de esta historia proviene de un pasaje del Apocalipsis que
dice así: “Y cuando el Cordero de
Dios abrió el séptimo sello,se produjo un silencio en el cielo
durante media hora”. El
desilusionado caballero Antonius Block (Von
Sydow) y su
nihilista escudero Jöns (Gunnar
Björnstrand)
regresan tras luchar en las Cruzadas y se encuentran su patria
devastada por la plaga. Nada más llegar a la playa,el caballero se
topa con la Muerte (Ekerot),
que ha tomado la forma de un monje con el rostro muy pálido y el
hábito oscuro como la noche.
El
caballero desafía a la Parca a una partida de ajedrez para que así
se retrase la hora señalada de su marcha de este mundo,escogiendo El
Segador las piezas negras. Nadie salvo el protagonista lo ve y los
demás creen que está jugando solo. De camino a su castillo,vemos
pasar otros personajes como una pareja de actores que viajan con su
hijo y con el representante,un juglar que tiene visiones de Jesús y
María. Más tarde,el caballero y su escudero entran en una iglesia
en la que contemplan un fresco dónde han pintado la Danza de la
Muerte. Allí
el caballero va al confesonario y le recibe la Muerte vestida como
un sacerdote,que le dice que la estrategia del ajedrez será la clave
para salvar su alma y por tanto deberá emplear una táctica
coherente para derrotar a su adversario inmortal. Mientras tanto,el
escudero va por agua en una aldea abandonada y rescata a una
sirvienta (Gunnel Lindblom)
de ser violada por parte de un ladrón de cadáveres. No lejos de
allí,la actuación de la familia de artistas es interrumpida por
la llegada de una procesión del Movimiento de los Flagelantes. El
caballero invita a los actores a su castillo para refugiarse de la
temible plaga, yendo luego a casa de una mujer infectada y a la cual
pregunta como convocar a Satanás para así saber más sobre Dios.
El final de la historia muestra a un grupo de personas bailando la
danza de la muerte.
Bergman
ya había llevado esta trama a los escenarios de los teatros de
Malmö y Estocolmo bajo la dirección de Ekerot,el actor que luego
encarnaría a La Muerte. El cineasta concibió el texto durante su
convalecencia en el hospital universitario Karolinska de la capital
y comenzó a preparar el rodaje en Solna tras el éxito de su
aclamado trabajo anterior Sonrisas de
una noche de verano.
Para recrear la danza de la muerte se trasladó a filmar hasta la
zona costera noroeste de Escania. El
retrato que hace Bergman de la Edad Media con la muerte y el
caballero jugando al ajedrez se inspiró en pinturas al fresco que
aún existen en la iglesia de Täby, realizada por Albertus Pictor
en la localidad al norte de la capital. No obstante hay elementos
que son anacronismos creativos,como la secta de los flagelantes,cuyo
auge coincidiría con el de la brujería y por tanto está tomado de
un siglo posterior a lo retratado en la película. El medievo no
obstante fue un periodo oscuro y pesaroso por culpa de la Guerra de
los Cien Años y otras crisis que tuvieron lugar en el siglo XIV.
Principalmente
los temas reflejados hacen hincapié en que la fe es un
tormento,tal como dice Block cuando habla del silencio de Dios y que
no es otra cosa que un eco de la doctrina luterana escandinava y en
parte de la Iglesia católica y la Santa Sede. La Danza de la Muerte
más que por un actor está presentada por el silencio,ya que la
fatalidad no transmite sonido alguno. El personaje de Von Sydow es
la versión nórdica de Don Quijote con un rostro adusto y frío y
es posiblemente una de sus mejores colaboraciones con el director y
su pasaporte a Hollywood. Como
película no anglosajona de género es con los años muy superior a
las producciones contemporáneas que compiten en los Oscar,ya que
suele haber gran ausencia de cintas que jueguen con la imaginación
como lo hizo esta, centrándose más en el drama realista,tendencia
también muy habitual en Cannes. Hoy en teoría ya no se hacen
tantas cintas de autor que desarrollen tal impacto basando su
premisa en la fábula fantástica,sobre todo en el cine europeo.
En
el imaginario colectivo la figura de la Muerte ha formado parte de
numerosos pastiches que han homenajeado a su manera la obra del
autor de esta película o de trabajos más sesudos como
Fresas salvajes.
En El viaje alucinante de Bill y
Ted,los
protagonistas resucitan gracias a que ganan a la Parca (con
los rasgos de William Sadler)
a juegos de mesa a varias rondas,como con el ajedrez de Bergman,
viéndose partidas de batalla naval,Cluedo y Twister. En El
último gran héroe,la
Muerte es interpretada por Ian McKellen y se ve transportada al
mundo real desde un cine.
Puntuación:
8
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