Buffy, Cazavampiros (1997-2003)
Ficción sobrenatural creada por Joss Whedon cuyo concepto está basado en la película homónima de 1992 que también escribió Whedon, aunque son producciones separadas y muy distintas. La serie acabó siendo más famosa que su inspiradora, ya que era mucho más que una serie de terror fantástico adolescente , de hecho era casi una versión encubierta de Sentido y sensibilidad, la influyente novela del siglo 19. También es un estudio sobre la filosofía del miedo y el temblor en un pueblo pequeño de Estados Unidos como es la ficticia Sunnydale, ya que el propio Whedon se las daba muy de filósofo, pues él quería contar la verdadera historia de su personaje y que esta ficción iluminase algo la realidad que la película le negó.
El concepto de la sentimentalidad está también muy presente aquí, y ya en estudios de crítica de cine más serios se han discutido ampliamente sus antecedentes culturales, por lo que procuraré no explayarme con ello. Para quien no viera la serie en su momento, es una obviedad no recomendar revisitarla entera, más ahora que es fácil de encontrar, e incluso, aunque sea menos agradable, descubrir o rescatar la película sólo por compararlas. Whedon fue el autor y productor de la serie bajo la supervisión de su compañía, Mutant Enemy, que se emitió, en EEUU, en dos cadenas, primero en la WB y luego en la UPN, es decir, Warner y Paramount.
La serie sigue a Buffy Summers (interpretada por Sarah Michelle Gellar) , la última en una sucesión de muchachas conocidas como las cazadoras de vampiros. Las cazadoras son elegidas y destinadas a combatir contra estos vampiros , demonios y otras fuerzas de la oscuridad. Buffy quiere vivir una vida normal , pero aprende a aceptar su sino según progresa la serie. Como anteriores cazadoras, la ayuda un vigilante, enviado por un consejo localizado en Inglaterra, quien la guía, enseña y entrena. Pero al contrario que sus predecesoras, Buffy se rodea de amigos leales que llegan a ser conocidos como "la pandilla". La serie transcurre principalmente en la localidad ficticia de Sunnydale, una pequeña ciudad del sur de California localizada sobre una "boca del infierno".
Para quien no esté familiarizado con el concepto, decir que esto es un portal entre esta realidad y la siguiente, algo como un punto de convergencia de energías místicas (esto se explica en el inicio de la serie, titulado La cosecha). Debido a esto, las criaturas sobrenaturales y los seres con poderes mágicos , tanto buenos como malos, son atraídos hasta Sunnydale o suben desde debajo de la tierra para amenazar al pueblo y al mundo. Sólo por esta premisa la crítica se rindió a ella y también lo hizo el público, de ahí que a menudo se la incluya en listas de las mejores series televisivas de la historia. Y modestamente, creo que lo es, porque se sigue hablando de ella. Y eso que no se emitió en una de las que allí en EEUU son las grandes cadenas de TV .
Suele ser la clásica historia de un producto de culto que es rechazado por las grandes cadenas, en este caso por las cuatro estadounidenses, líderes de audiencia en comparación con las dos que emitieron la serie (para hacerse una idea, ABC, CBS, NBC y FOX quintuplican con cualquiera de sus grandes apuestas exitosas a lo emitido por las ya extintas WB y UPN, ). Para quien la viera entonces o en cualquier momento de ahora, sea con 8 años (bueno, un servidor ya tenía 10 cuando empezó) o con 18, seguramente la vea con nostalgia o le atraiga (o lo contrario) y le lleve a querer ver otras que salieron de esa cadena de Warner y que llegaron por estos lares como Las chicas Gilmore, que también estaba entre las mejores y es igualmente influyente de esa década, donde también estuvo The Wire.
Curiosamente nunca recibió Emmy alguno, ni siquiera una nominación, pese a ser un fenómeno mediático, y además Gellar creció bastante como actriz según su personaje evolucionaba. Lo importante aquí es hablar de lo que significa la serie a título personal, de como luego ha llegado a continuar a través de videojuegos , de como con ella nació mi afición por el género y , aunque no me gano la vida con ello, lo mucho que he estudiado sobre su impacto en la cultura popular. Whedon abrió una nueva frontera, dejó una de las mejores series, más influyentes y que han definido el género en televisión en décadas. Hablar de Buffy es volver a esas series televisivas de finales de los 90 y primeros 2000 que tenían a mujeres fuertes y cañeras, como en Xena, la princesa guerrera o Alias. Y por supuesto, junto a su derivada Ángel, tenemos un "Buffyverso" muy rico en personajes, escenarios y situaciones.
Buffy (interpretada por Gellar) es la "Cazadora", una en la larga línea de muchachas elegidas por el destino para combatir a las fuerzas malignas. La llamada mística le da poderes que incrementan dramáticamente su fuerza física, resistencia, agilidad , curación acelerada , intuición y un grado limitado de precognición, habitualmente en forma de sueños proféticos. Esta llega a ser conocida como una heroína reacia que quiere vivir una vida normal. Sin embargo, ella aprende a aceptar su destino como cazadora de vampiros, una bastante guapa y que es un a seguir para resistir ante los villanos.
Buffy recibe supervisión de su Vigilante, Rupert Giles (Anthony Head). Este , rara vez llamado por su nombre (luego se revela que en sus días de joven rebelde se hacía llamar "Destripador"), es miembro del Consejo de Vigilantes, cuyo trabajo es entrenar y guiar a las cazadoras . Giles investiga a las criaturas sobrenaturales a las que Buffy debe enfrentarse, ofreciendo ideas sobre sus orígenes, consejos en como derrotarlos, y la ayuda a entrenarse para mantenerse en forma para la lucha. Un colega suyo que aparece en la tercera temporada y que luego se pira a Ángel es Wesley Wyndam - Pryce (Alexis Denisof).
Buffy también recibe ayuda de los amigos que conoce en el instituto de Sunnydale: Willow Rosenberg (Alyson Hannigan) y Xander Harris (Nicholas Brendon). Willow es originalmente una chica florero que sobresale en lo académico, aportando un contraste a Buffy y su personalidad tan extrovertida y su registro educativo poco menos que estelar. Comparten el aislamiento social que viene de ser diferente, y especialmente de ser unas muchachas excepcionales. Según progresa la serie, Willow se vuelve un personaje más asertivo y también una poderosa y siniestra bruja, dándose cuenta de que es lesbiana (el arco de la Willow oscura es también el de la crisis de una hechicera homosexual). En contraste, Xander, sin habilidades sobrenaturales, aporta el alivio cómico y una perspectiva sensata . Buffy y Willow son los únicos personajes que aparecen en los 144 episodios de la serie, con Xander apareciendo en 143.
El reparto de personajes creció durante el curso de la serie. Buffy llega al principio a Sunnydale con su madre, Joyce Summers (Kristine Sutherland), quien actúa como el ancla de la normalidad en las vidas de las Summers incluso después de enterarse del papel de Buffy en el mundo sobrenatural (La transformación). La hermana menor de Buffy, Dawn Summers (Michelle Trachtenberg), es presentada en la temporada cinco (Buffy contra Drácula). Ángel (David Boreanaz), un vampiro maldito con alma, es el interés amoroso de Buffy durante las tres primeras temporadas. La deja tras percatarse de que nunca podrá darle una vida normal. Enmienda sus pecados y busca la redención en su propia serie de televisión derivada, Ángel. Hace varias apariciones como invitado en las restantes temporadas, y está presente en el episodio final de Buffy.
En el Instituto de Sunnydale, Buffy conoce a varios otros estudiantes aparte de Willow y Xander deseando unirse a su lucha por el bien, un grupo informal finalmente etiquetado como "la pandilla". Cordelia Chase (Charisma Carpenter), la arquetípica animadora superficial, se convierte de mala gana en otra involucrada. Oz (Seth Green), otro estudiante y colega, guitarrista roquero y hombre lobo, se une al grupo por su relación con Willow. Jenny Calendar (Robia LaMorte), la profesora de informática de Sunnydale, se une al grupo tras ayudar a destruir un demonio atrapado en el ciberespacio durante la temporada 1; luego esta se convierte en el interés amoroso de Giles y se revela que es gitana. Anya Jenkins (Emma Caulfield) es una antigua demonio vengativa llamada Anyanka que se especializaba en vengar a mujeres rechazadas; tras perder sus poderes se convirtió en la amante de Xander, uniéndose luego a la cuadrilla en la temporada cuatro.
En el último año de Buffy en el instituto, esta conoce a Faith Lehane (Eliza Dushku), otra cazadora llamada a escena cuando su compañera del gremio, Kendra Young (Bianca Lawson), fue asesinada por la vampira Drusilla (Juliet Landau) en la temporada dos. Aunque Faith inicialmente lucha en el lado del bien con Buffy y el resto del grupo, esta luego une fuerzas con el alcalde Richard Wilkins (Harry Groener) tras accidentalmente matar a un humano. Esta reaparece brevemente en la cuarta temporada , buscando venganza, mudándose a Ángel donde voluntariamente va a la cárcel por sus crímenes. Faith reaparece en la temporada siete de Buffy, tras haber ayudado a Ángel y su equipo, luchando junto a Buffy contra el Primer Mal.
Buffy reúne a otros aliados a lo largo de la serie: Spike (James Marsters), un vampiro , es un viejo compañero de Ángelus (Ángel) y uno de los mayores enemigos de Buffy en las primeras temporadas, aunque él y ella luego se convierten en aliados y amantes. Al final de la temporada seis, Spike recupera su alma. Spike es conocido por su pelo rubio teñido al estilo de Billy Idol y su chaqueta de cuero negro, robada a una antigua cazadora, Nikki Wood. Su hijo, Robin Wood (DB Woodside), se une al grupo en la temporada final. Tara Maclay (Amber Benson) es una integrante y colega del grupo de wicca de Willow durante la temporada cuatro, y su amistad evoluciona a relación romántica. Buffy se involucra personal y profesionalmente con Riley Finn (Marc Blucas), un agente militar en "La Iniciativa", que caza demonios usando ciencia y tecnología. La séptima y última temporada es en la que presenciamos como el geek y aspirante a villano Andrew Wells (Tom Lenk) se une a la cuadrilla tras inicialmente ser su prisionero/rehén; lo consideran más que un aliado, una molestia.
Buffy presentaba docenas de personajes recurrentes principales y secundarios. Por ejemplo, los personajes que son "Grandes Malos" (villanos) eran presentados durante al menos una temporada (por ejemplo, Glory es un personaje que apareció en 12 episodios, abarcando casi toda la temporada cinco). Similarmente, los personajes que se aliaron con el grupo y los que fueron a las mismas instituciones solían ser a veces presentados en múltiples episodios.
La serie está ambientada en la localidad ficticia californiana de Sunnydale, cuyo instituto de las afueras se ubica encima de una boca del infierno, una entrada a los reinos demoníacos. La boca del infierno, localizada bajo la biblioteca escolar, es una fuente de energías místicas así como un nexo para una amplia variedad de criaturas malvadas y fenómenos sobrenaturales. Whedon ha citado que la boca del infierno y que un instituto norteamericano son lo mismo, que de hecho son la principal de las metáforas por las que creó la serie, la base por la que necesitaba apoyar a su personaje dentro de un contexto terrorífico que se desarrollaba semanalmente. El instituto está en Los Ángeles, concretamente en Torrance, una zona suburbana de la metrópoli, la misma localización de Sensación de vivir.
Se dependía mucho de escenarios reales y se recurrió poco a decorados en platós. En la primera temporada todo se limitaba al interior del instituto Sunnydale (biblioteca, pasillos, aulas), al dormitorio de Buffy y a la guarida subterránea del Maestro. Ya en la segunda temporada se hicieron más escenarios permanentes, incluyendo el interior completo de la casa de Buffy, la mansión de Ángel y el apartamento de Giles, así como extensiones del decorado del instituto (se añadió el comedor y una zona común). Una zona de entrada de vehículos cerca de la verja de los estudios Fox se transformó en un cementerio. En la tercera temporada se construyó la calle principal de Sunnydale en un decorado que acabaría siendo una localización básica para el resto de la serie.
Cuando la serie pasó a la universidad en la cuarta temporada, los decorados de los pasillos del instituto de Sunnydale se remodelaron para que parecieran los del interior de la facultad del pueblo. Las tomas exteriores de esta institución a la que Buffy acude se filmaron en UCLA, y otros tantos episodios incluyen tomas de la biblioteca de la estatal de Northridge, ambas de L.A. y de las más prestigiosas en California. El exterior de la mansión de la calle Crawford, donde Ángelus, Spike y Drusilla vivían juntos, era la casa Ennis que diseñó Frank Lloyd Wright, que es patrimonio nacional estadounidense y que tiene un estilo sobrenatural muy acorde para estos villanos, un arquetipo para la heroína. Algo difícil de rehacer tras más de 20 años desde que acabó.
Cada trama de temporada se desglosa en narrativas que duran para cada año y están marcadas por el auge y caída de un poderoso antagonista al que comúnmente llaman el Gran Malo. Si bien la serie es principalmente un drama con frecuente alivio cómico , muchos episodios mezclan diferentes géneros artísticos, incluyendo el terror, artes marciales, romance, melodrama, farsa, fantasía, sobrenatural, comedia loca y, como pasó en Otra vez con más sentimiento, musical. En las primeras temporadas, los monstruos más prominentes eran los obvios, pero luego empezaron a aparecer otros, como los hombres lobo (Daniel Osbourne), a los que se derrotaba usando magia. Por ejemplo, en la inaugural, el villano central era el inquietante Maestro.
En la cuarta temporada, la universitaria, a Spike le implantan en su cabeza los de La Iniciativa un circuito integrado que evita que haga daño a los humanos. Dentro de esta organización al estilo SHIELD, Riley es un recluta del ejército estadounidense que oculta a Buffy la existencia de su siniestro plan, Adam, un monstruo creado secretamente de partes de otros humanos, demonios y maquinaria, que cuando escapa comienza a desatar el caos en el pueblo. Se dice que esta era la temporada que mostraba los principios más libertarios de la sociedad estadounidense en un producto de cultura popular de su época.
En la quinta temporada, Dawn es la Llave que permitiría a Glory dejar su exilio del infierno, a la vez que la del momento trágico de la muerte de Joyce por culpa de un aneurisma. En la sexta temporada, Buffy regresa afirmando haber estado en el cielo, Dawn sufre cleptomanía y aparece Warren Mears, un empollón que quiere matar a Buffy y tomar Sunnydale por medio de la tecnología y la magia.
En la séptima y última temporada, la cazadora se enfrenta a unos vampiros mejorados y a un misógino llamado Caleb, con el clímax de la serie en un autobús escolar. Es aquí cuando culmina esta serie terrorífica , con los ángeles triunfando sobre el mal. Sin duda mejor que en la película que protagonizó Kristy Swanson como Buffy y que dirigió Fran Rubel Kuzui, que tenía buen guion pero era una cinta pésima. Por presión de Whedon, la productora Gail Berman, de la compañía de producción de Dolly Parton, se puso manos a la obra con la adaptación a serie televisiva, donde podría meter más metáforas sobre la adolescencia y que estaba en juego para la protagonista.
Con lo que hoy se sabe de su creador, cabe preguntarse si algunos de los actores más veteranos, como Marsters, eran conscientes de que Whedon creó tras las cámaras de Buffy un lugar de trabajo perjudicial. De haberse sabido de antemano, la serie no habría salido adelante y se hubiera quedado en un fallido piloto corto, directamente no se hubiera emitido y hubiera caído en el olvido, pero como eran otros tiempos pues tras unos ajustes a la presentación se logró emitir porque al parecer a Parton le encantó la premisa, y al parecer tuvo mucho que ver con que Gellar se hiciese con el papel, y ahora va a volver a estar involucrada con el reinicio que modernizará la historia tras un intento anterior fallido como productora ejecutiva.
Hay episodios que son un regalo, pero no siempre tan dulces. En la lista de guionistas había futuros talentos del medio, como por ejemplo el propio Whedon, Marti Noxon, Jane Espenson, Douglas Petrie, Drew Goddard, Steven S. DeKnight, David Fury o Rebecca Rand Kirshner. Sus guiones te podían tener en vilo hasta la pausa publicitaria y después de los anuncios te enganchaba de nuevo, algo que sabías por como cambiaba la música (la banda sonora, que incluía además grupos que actuaban para darse a conocer en cada episodio, como Four Star Mary o Cibo Matto, creando una especie de Radio Sunnydale del mundo de Buffy). Era un rollo parecido, pero no lo mismo, que Expediente X.
Más allá de los colmillos, la sexta temporada fue la última temporada decente de la serie, porque era en la que todavía podías creerte que era la versión vampírica de Es mi vida. Whedon, que llegó a escribir para Marvel La Patrulla X, siempre ha dicho que se inspiró para crear a Buffy en Kitty Pryde. Y luego está Ángelus/Ángel, que no deja de ser una transgresión gótica , un pastiche de elementos ya existentes en el género, desde Adam como monstruo de Frankenstein a Huevo sorpresa ("La invasión de los ladrones de cuerpos") o Loca e invisible ("El hombre invisible"). Y todo aderezado con metáforas muy académicas, un feminismo moderno y la representación de una relación romántica vampiro-humana muy superior a la saga Crepúsculo.
El papel de Buffy se lo ofrecieron a muchas actrices emergentes de la época, como por ejemplo la ahora famosa por Poker Face Natasha Lyonne, quien lo rechazó porque se veía muy joven para comprometerse con un papel tan exigente. Nunca se sabrá como podría haber quedado la serie con ella, por lo que Gellar, ya premiada entonces por salir en culebrones, se lo llevó y triunfó el tiempo que duró la ficción. Lo mismo se podría decir de Head como Giles, el bibliotecario intrigante, romántico y descafeinado que no imaginas con otro rostro, o Xander, que cazó sus propios demonios delante y detrás de las cámaras, ya que Brendon se hizo con el rol tan rápidamente como en cuatro días. Tampoco parece arrepentirse a día de hoy de no haber tenido papel en la serie el actor canadiense favorito de la gente, Ryan Reynolds.
El amor, la muerte, las maldiciones y sus reversos en el Buffyverso se ven enfatizados por la música y a su vez por la exploración que se hace de los roles de género e identidad. Hizo mucha mella en el público que la vio y cuyas edades estaban entre los 8 y 18 años, por lo que cuando se ha revisitado se ha podido recuperar los días gloriosos de las series de WB que nos llegaron por aquí, con esa estética MTV y temas que hoy son más frecuentes y visibles, como la normalización del mundo LGBT (por ello luego tuvimos a John Barrowman como un viajero del tiempo bisexual en el nuevo Dr Who). Y está bien que no hicieran más temporadas, una octava hubiera resultado ser ya muy redundante. De hecho, si hubiera quedado bien ver algo con menos Buffy, por ejemplo con Faith, pero entonces nos llegó el cómic, continuando las cuestiones morales y como evitarlas (incluso hablar con los muertos).
Whedon, como creador de este universo, supo ver la evolución de las series televisivas cuando apostó porque salieran en DVD, dando paso a la alta definición y al Blu Ray. Fox hizo un lamentable intento de relanzar Buffy que acabó arruinando la leyenda de la cazadora, porque con el formato de pantalla ancha este no quedó nada satisfecho. No obstante, cuando la recuperó por fin Disney+ se veía bastante bien y es como mejor se disfruta, porque es de esas producciones clave para entender como cambió la TV para siempre, y regresar a ella es toda una experiencia. Iba a contar con un reinicio inclusivo, con una protagonista negra, ya que su desarrolladora era de dicha etnia, Monica Owusu-Breen.
Ya han pasado más de 20 años desde que acabó, Whedon está desterrado de la TV y el cine actuales (llegó a sonar para hacer Wonder Woman en Warner después de que con Vengadores: La era de Ultrón se despidiese del UCM con desesperación), hay fatiga de reinicios y problemas con los maratones de series. Los aficionados han armado un enorme griterío por un reinicio que no llegó, todo porque lo iba a protagonizar una mujer negra. La responsable de aquel proyecto tuvo que aclarar que no se reiniciaba nada, que todo se pausaba indefinidamente. Hasta que Parton anunciaba un posible resurgimiento mejor elaborado que lo que se propuso en principio. Tendremos una serie secuela con Gellar regresando para un piloto que distribuirá Hulu, un reinicio a la vez que contará con nueva cazadora, Ryan Kiera Armstrong, que será como una discípula.
El piloto del reinicio de la mítica Buffy para Hulu contará con una estrella de Separación, Sarah Bock, y con alguien que viene del nuevo Frasier, Jack Cutmore-Scott, además de Merrin Dungey, Audrey Hsieh y Audrey Grace Marshall. Tendrá también un papel Chase Sui Wonders, quien considera todo un sueño traer de vuelta esta serie y que la presencia de Gellar es increíble. No se sabe si afectará al canon que establecieron los cómics, o sí dará lugar a una nueva línea argumental, al estilo de DC. Aquellas historietas contaban con artistas de la talla de Jordie Bellaire y Jeanie Schaefer, y paradójicamente, tuvieron su propio reinicio. También hubo videojuegos, siendo el más conocido el Chaos Bleeds que salió para varias plataformas.
Por haber ha tenido hasta su propia audio serie con el regreso de los integrantes del reparto original, aunque acabó cancelada muy pronto. Parece ser que contaba con diálogos del propio creador que no habían sido usados en su momento en TV. Tiene que resultar interesante leer lo que ha sido escrito para que suene redactado como se habla, y más por Whedon, o por Jane. En cuanto a Ángel, los otros derivados pensados se paralizaron pese al buen desempeño de la serie en solitario del vampiro pareja de la protagonista, como el que iba a protagonizar Dushku , con Faith en plan Kung Fu. Se habló hasta de un telefilme de Spike con Marsters, hipotéticamente acompañado por Willow. Aunque Whedon hubiera insistido, Gellar no tenía claro que una nueva película de Buffy funcionase.
Desde Nosferatu a Von Carstein, ha habido cambios en como los vampiros han sido representados en el folclore , toda una evolución de la metáfora de lo que significan en la cultura popular, una estrategia para el análisis de la identidad de estos en la narrativa televisiva contemporánea. Y es que Buffy ha jugado con toda clase de temas, desde la drogadicción al acoso escolar o el auto fortalecimiento femenino, incluso los lazos de sangre, por lo que a Whedon se le podrá tildar de mala persona pero no de un autor limitado o poco influyente, pues si no no se estudiaría su obra. Los vampiros deberían seguir alerta porque Buffy no se dará nunca por cazada, y por ello sus seguidores la reclamamos, ya que con ella la TV se convirtió en un arte, por lo que estamos en deuda eterna con sus intrigantes aportaciones. Lo transformó todo en el medio tal como lo conocíamos, hizo historia.
Ante todo quiero dejar constancia que buena parte de la información la he sacado de podcasts que se han dedicado todos estos años al universo ficticio de la serie que han reinventado los aficionados al mismo, con dosis de humor y sátira. La llamada ha sido contestada y tras más de 25 años de su punto y aparte, hablar de Buffy contra los vampiros ha sido otro objetivo cumplido en este blog, para que su legado siga siendo duradero y esencial. Si llega el apocalipsis, avisadme, quiero estar junto a la antaño adolescente que mataba monstruos y que cambió nuestra forma de ver la tele y la cultura pop para siempre, de la mejor manera posible, disfrutando de ello como un niño en una tienda de caramelos.
Pero claro, una recuperación puede ser tanto emocionante como aterradora, sobre todo si tira de tantos tropos autorreferenciales y quiere jugar a ser algo que no ha sido o a homenajear otras obras posteriores a las que ha influido culturalmente y que son igualmente revolucionarias por haber tenido protagonistas femeninas que no necesitan justificación. Y es que ha habido algunas que han seguido librando una guerra que Buffy podría haber ganado hace más de 10 años. Hay dignas herederas a la corona que descienden de la línea establecida por la cazadora para las nuevas generaciones, aunque sea por rendirle homenaje, porque las heroínas adolescentes de antes no son como las de ahora, pero siempre han tenido que afrontar violentos baños de sangre.
Y aunque parezca algo muy a concienciado por las injusticias sociales, no tendríamos más parejas lesbianas en TV sin las que lo empezaron todo en esta serie, Willow y Tara. Probablemente, y aunque ya no esté Whedon, si hoy volviera a salir Willow volvería a ser bisexual, porque para ello ha habido un muy pero que muy lento ascenso del lesbianismo en tele, un largo camino para verlas tener relaciones sexuales muy sensuales en la pequeña pantalla. Irónicamente, ni con ello cayeron premios, eran otros tiempos, se ignoraban tales esfuerzos (aunque no los musicales). Tendría que venir True Blood para que se tomase en serio los vampiros malditos y se acabase el desaire. Y es que el criterio académico y el del aficionado rara vez coinciden.
En fin, que el no favoritismo de la academia de la TV yanqui con Buffy es otra injusticia más de ignorar el éxito popular en detrimento de un criterio ciego para premiar a "amigos". Parecía adolescente pero era muy madura para su edad, y por eso es de culto, porque ir a la escuela era infernal, como ya lo escribió Whedon desde el principio, como un drama disfrazado de fantasía que revolucionó la pequeña pantalla con vampiros.
Puntuación: 8


















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