Misterio en Venecia (2023)

                                                             


Película de misterio producida y dirigida por Kenneth Branagh a partir de un guion de Michael Green , ligeramente basado en la novela de Agatha Christie de 1969 Las manzanas . Es la tercera entrega de las aventuras de Hércules Poirot, secuela de Asesinato en el Orient Express  y Muerte en el Nilo, aquí combatiendo a las fuerzas sobrenaturales. Branagh repite su papel al frente del reparto coral como el protagonista, junto a Kyle Allen, Camille Cottin, Jamie Dornan, Tina Fey, Jude Hill, Ali Khan, Emma Laird , Kelly Reilly, Riccardo Scamarcio y Michelle Yeoh. 

Una de las muchas franquicias heredadas de Fox por Disney, suele ser de las que nunca me pierdo en cines y con este giro al terror resulta mucho más interesante que cualquier entrega o derivado de la saga de los Warren. 

En 1947, Hércules Poirot vive retirado en la Venecia de posguerra, habiendo perdido su fe en Dios y la humanidad, contratando al ex agente de policía Vitale Portfoglio como guardaespaldas. En Halloween, la autora de misterio Ariadne Oliver convence a Poirot para que asista a una sesión espiritista en el palacio de la soprano Rowena Drake y revele a la médium Joyce Reynolds como un fraude. Drake ha contratado a Reynolds para que la ayude a conversar con su hija Alicia, quien supuestamente se suicidó después de que su prometido, el chef Maxime Gérard, rompiera su compromiso. Entre los invitados que acuden están Gérard, la empleada doméstica eslava de Drake, Olga Seminoff, el médico de familia de los Drake , Leslie Ferrier, su hijo Leopold, y la ayudante gitana de Reynolds , Desdemona Holland. 

                                                             


Durante la sesión espiritista, Poirot deduce que Reynolds tiene dos ayudantes, revelando al hermanastro de Desdemona, Nicholas Holland, oculto en la chimenea. Reynolds repentinamente habla con la voz de Alicia y revela que fue asesinada por uno de los invitados. Poirot intenta enfrentarse a Reynolds, quien le cuenta que se relaje y le da su máscara y su bata. Segundos después de que  un asaltante  desconocido casi ahogue a Poirot cuando está mordiendo la manzana, Reynolds es hallada atravesada por una estatua en el patio.

Con una tormenta incomunicando el palacio, Poirot entrevista a los invitados, durante lo cual presencia manifestaciones del fantasma de Alicia y oye a una chavala tarareando una canción. La investigación da resultados desconcertantes: 

. El gravemente traumatizado veterano de guerra Ferrier está enamorado de Drake.

. Gérard, quien no estaba inicialmente invitado, rompió su compromiso porque su madre no lo aprobó, y Alicia estaba obsesionada con tenerla contenta.

. Leopold Ferrier afirma oír voces de los espíritus de los niños que dejaron morir por la peste cuando el palacio era un orfanato, así como la voz que Poirot ha estado oyendo. Se dice que los espíritus se aparecen y matan a cualquiera de los doctores y enfermeras que pongan un pie allí como venganza por dejarlos encerrados y hambrientos, una maldición conocida como "La vendetta de los niños".

. Reynolds sirvió como enfermera durante la I guerra mundial.


. Nicholas y Desdemona Holland han estado robándole a Reynolds y han tenido la intención de usar el dinero para viajar a San Luis, Misuri. Nicholas afirma que  su talento para el espectáculo fue en apoyo de las visiones genuinas de Reynolds, pero Desdemona dice que todo fue falso. 

Cuando los invitados se topan con una cámara subterránea que contiene los restos mortales de los niños fallecidos, el doctor Ferrier sufre un episodio de estrés postraumático y casi mata a Gérard. Es encerrado dentro del cuarto musical para que se recupere, con Drake dándole a Poirot la única llave. Tras examinar la invitación de Gérard, Poirot deduce que Oliver la envió y que está conspirando con Portfoglio, quien investigó la muerte de Alicia y le dio a Reynolds detalles privados, mientras Oliver esperaba usar la incapacidad de Poirot para explicar lo sobrenatural como una trama para su próximo libro. El doctor Ferrier es luego hallado muerto por apuñalamiento. 

                                                              


Reuniendo a los invitados que quedan, Poirot revela que Drake es la asesina. Obsesionada con quedarse con Alicia, la apartó para que no contactase con Gérard tras enterarse de que planeaban reconciliarse y usar pequeñas cantidades de  la venenosa miel loca para debilitarla y cuidarla. Una noche, Seminoff le dio sin saberlo  un té que contenía una dosis letal. Drake, temerosa  de ser expuesta, escenificó el suicidio de Alicia. Cuando esta comenzó a recibir amenazas de chantaje, Drake sospechó que eran o de Reynolds o de Ferrier. Empujó a la primera para que muriese tras erróneamente intentar ahogar a Poirot y obligar a Ferrier a apuñalarse a sí mismo a través de la línea telefónica interna del palacio amenazando con matar a su hijo, esperando hacer pasar ambas muertes como parte de  la "Vendetta de los niños". Cuando Poirot se enfrenta a Drake en el tejado, el fantasma de Alicia aparentemente se manifiesta ante ambos, tirando a Drake del edificio hasta matarla por ahogamiento. 

Cuando amanece, Poirot acaba su amistad con Oliver, pero decide no desenmascarar la participación de Portfoglio en la sesión espiritista, manteniéndolo como guardaespaldas. En privado expone a Leopold como el chantajista , quien explica que había entendido las señales de envenenamiento que su padre olvidó, estableciendo la conexión tras percatarse de que el primer papel protagonista de Drake fue en Mitrídates, rey de Ponto, de Mozart, cuyo protagonista es el "rey de los venenos". Poirot sugiere que Leopold y Seminoff- quien se ofrece voluntaria para adoptar y criar  al precoz hijo junto a su marido como suyo- tengan la conciencia tranquila usando el dinero para ayudar a los Holland a comenzar una nueva vida en Estados Unidos. Con su fe prácticamente restaurada, Poirot regresa a casa para aceptar nuevos casos. 

                                                     


El mítico estudio tuvo que asumir su nuevo papel dentro de la multinacional a la hora de estrenar tanto en cines como en la plataforma. Lo importante pasa por salas (Avatar, Free Guy), y esta tercera entrega de Hércules Poirot , ya escrita antes de la compra, era prioritaria para los mandamases. Hay numerosos cambios con respecto al poco conocido libro, como una decena, que diferencian lo que se ve de lo que Christie escribió, compartiendo la premisa de la fiesta de Halloween. El reparto sigue siendo estelar, su protagonista lo lleva para adelante y el misterio gira al terror. Branagh ha podido superar la mala suerte de la fría acogida que tuvo la segunda parte, y más cuando no es la única franquicia de resolver asesinatos que hay ahora. 

Poirot se mueve aquí entre palacios y canales venecianos con un aire siniestro y posesiones inquietantes. Es una ciudad emblemática para ambientar cualquier historia, cuyo recorrido viene acompañado por la música de Hildur Gudnadóttir. Aquí Disney cambia de tercio con respecto a lo que hace en Marvel, tiene un material de una calidad distinta, mejor solucionado y por tanto impredecible, marca propia del cineasta británico. Es un terror sofisticado, coherente y nada efectista (te miro a ti, Expediente Warren), un giro más oscuro y espeluznante por parte de Branagh para Poirot, un aperitivo para Halloween decente cuyo misterio poco exigente logra un ascenso gracias a su estelar reparto y un estilo visual genial. 

                                                             


Es entretenida y lo suficientemente aterradora para poder seguirla tras un inicio lento. El fantasma del trauma sobrevuela toda la película, convirtiendo un  buen clásico del detectivesco en algo más etéreo y espiritual. Branagh y Fey hacen una pareja de colegas atractiva, con el descaro de la estadounidense y el sufrimiento romántico del europeo. Vale la pena darle una oportunidad a esta historia de misterio con un toque terrorífico, cogiéndole el ritmo a un personaje tan temperamental, en mi humilde opinión, el mejor, no desde luego para una siesta, porque no aburre ni está recargada, sino que rompe las normas del género. Es bueno no repetirse, y aquí por ello la franquicia abraza lo sobrenatural, así que ojalá otras sigan ese camino. 

Puntuación: 6,5

                                  


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