Somos los mejores (1993)

 

                                                                      


Comedia sobre un equipo de hockey juvenil dirigida por Stephen Herek , protagonizada por Emilio Estévez, Joss Ackland y Lane Smith,producida por Jordan Kerner y Jon Avnet, distribuida por Disney, primera película de la trilogía Patos Poderosos que inspiró la creación del equipo de los Anaheim Ducks de la NHL, siendo la mejor por su sencilla historia escrita por Steven Brill.


Gordon Bombay (Estévez) es un arrogante pero exitoso abogado defensor de Mineápolis. Tras su 30º caso próspero , lo celebra saliendo a beber, pero es arrestado por conducir bajo los efectos del alcohol y sentenciado a 500 horas de servicio comunitario entrenando al equipo local de hockey sobre hielo juvenil del Distrito 5. Bombay tiene una historia desagradable con el deporte: de joven en 1973 era el jugador estrella de los Halcones, pero al estar en apuros por la pérdida de su padre, falló un tiro de penalty en el partido por el campeonato, decepcionando a su hiper competitivo entrenador, Jack Reilly (Smith). Los Halcones perdieron en la prórroga, llegando a ser una de sus únicas derrotas del campeonato.


Bombay se reúne con el equipo del Distrito 5 y se da cuenta de que los niños no tienen instalación de entrenamiento, ni equipo ni habilidad. Su primer partido con Bombay al mando es contra los Halcones. Reilly es aún el entrenador de estos y pese a una casi intacta racha de campeonato, sigue amargado por el penalty fallado de Gordon. El Distrito 5 es completamente derrotado según exige Reilly que sus Halcones levanten el marcador. Bombay reprende al equipo por no escucharle y los jugadores desafían su autoridad. Para el siguiente partido, Bombay trata de enseñar a su equipo como tirarse y sacar penaltys, lo que ocasiona otra derrota, esta vez ante los Jets,indignando al equipo más y específicamente a un jugador.


Charlie Conway (Joshua Jackson), quien se negó a fingir una lesión como Bombay le enseñó, hace que su entrenador visite a su antiguo mentor Hans (Ackland), quien es dueño de una tienda de artículos deportivos cercana y que acudió al partido contra los Halcones. Allí, Bombay recuerda que dejó de jugar al hockey tras perder a su padre cuatro meses antes del encuentro por el campeonato y porque Reilly le culpó por la pérdida debido al penalty fallado. Hans le anima a reavivar su pasión de niñez por el deporte patinando en un estanque helado como hacía cuando era un niño. Percatándose del error de sus formas, se disculpa ante Charlie y su madre en casa de estos.


Bombay se acerca hasta su jefe, Gerald Ducksworth (Josef Sommer), para que patrocine al equipo, permitiendo que compren aparatos de grado profesional en lugar del improvisado que tenían, dándole a Bombay tiempo para que enseñe a los jugadores los fundamentos. Renombrados los Patos, por su mecenas, el equipo lucha en su siguiente partido contra los Cardenales por un empate. Reclutan a tres nuevos jugadores: los hermanos de patinaje artístico sobre hielo Tommy (Danny Tamberelli) y Tammy Duncan y el especialista en castañazos y fornido ejecutor Fulton Reed (Elden Henson). El potencial de Charlie llama la atención de Bombay; lo protege y le enseña algunas de las tácticas que usó jugando con los Halcones.


                                            



Bombay se entera de que, debido a la reordenación, el jugador estrella de los Halcones Adam Banks (Vincent LaRusso) vive en el Distrito Cinco y debería jugar para los Patos, amenazando a Reilly a que traslade al chico a su equipo. Tras escuchar una cita fuera de contexto sobre el conjunto, la mayoría de los jugadores se largan (excepto Charlie y Fulton porque han formado una fuerte amistad), terminando en una derrota por abandono ante los Llamas. Los Patos pierden la fe en Bombay y vuelven a sus viejos hábitos salvo Charlie y Fulton. Ducksworth hace un trato con Reilly para que los Halcones mantengan a Banks, a lo que Bombay, aunque inicialmente tentado, rechaza los principios del juego limpio.


A esto, Ducksworth le reprendió por cuando empezó su servicio comunitario. Abandonado con la opción de decepcionar a su equipo o ser despedido de su trabajo, opta por lo último. Bombay se las arregla para recuperar la confianza de sus jugadores después de que ganen un partido crucial contra los Huskys para clasificarse en las eliminatorias y Banks, que decidió jugar con los Patos en vez de no jugar al hockey del todo, demostrando ser un activo aunque Jesse no confíe en él. Los Patos marchan por las eliminatorias con victorias contra los Avispones y los Cardenales, alcanzando el partido por el campeonato contra los Halcones. Reilly ordena a su equipo que lesione a Banks para expulsarlo del partido.


A pesar de esto, los Patos logran empatar al final del último periodo, y Charlie es zancadilleado por un jugador de los Halcones cuando el tiempo expira. Precisamente en la misma situación que Bombay afrontó en su juventud, Charlie se prepara para un penalty que decidirá el juego. En contraste a Reilly, quien le contó a Bombay que si fallaba, decepcionaba a todos, Gordon le dice a Charlie que haga su mejor tiro y que creerá en él pase lo que pase. Inspirado, Charlie engaña al portero con una triple acción que Bombay le enseñó, marcando y ganando el campeonato estatal. Los jugadores de los Patos y sus familias corren hacia el hielo con júbilo, donde Bombay agradece a Hans haber creído en él con mucho orgullo.


Cuando a Gordon le entregan el trofeo del campeonato que levanta, todo el equipo se reúne a su alrededor y cantan !Patos! repetidamente en triunfante simultaneidad. Algunos días después, Bombay se embarca en autobús a una prueba para una liga no profesional, asegurada para él por Basil McRae, de los Minnesota North Stars de la NHL, quien jugó al hockey en categoría infantil con él de joven. Aunque intimidado ante la posibilidad de superar a contrarios más jóvenes, el antaño jugador recibe las mismas palabras de ánimo y consejo de los Patos que les dio a estos, prometiendo regresar la siguiente temporada para defender su título.


                                                 




Jake Gyllenhaal no estuvo en esta película porque sus padres se lo prohibieron. Somos los mejores tiene metas felices que solo marcan un penalty por predictibilidad. Estévez tuvo mucho éxito con esta franquicia, posiblemente el papel más recordado en toda su carrera.


Puntuación: 6,5


                                          




Comentarios

Entradas populares de este blog

El padrino: Parte III (1991)

El padrino: Parte II (1975)

Scream: Vigila quién llama (1997).