El planeta de los simios (1968)
! A la caza del hombre !
Ciencia ficción dirigida por Franklin Schaffner libremente basada en la novela homónima del francés Pierre Boulle, escrita entre Michael Wilson y Rod Serling, protagonizada por Charlton Heston, Roddy McDowall, Kim Hunter, Maurice Evans, James Whitmore, James Daly y Linda Harrison. En la película, una tripulación de astronautas hace un aterrizaje de emergencia en un extraño planeta en el futuro lejano. Aunque parece desolado a lo primero, los miembros supervivientes tropiezan con una sociedad en la que los simios han evolucionado en criaturas con inteligencia y habla humana. Han asumido el rol de dominantes y las personas son seres mudos que visten pieles de animales.
Más de 50 años después, la trama original de Serling sobre aquellos condenados y sucios simios sigue estando muy vigente, por no hablar de su elaborada realización técnica en la que destaca su maquillaje, responsable de las mejores y más creíbles criaturas del Hollywood de la era espacial y la música de Jerry Goldsmith. No es de extrañar que luego haya tenido su revisión con desarrollo previo, comenzando con El origen del planeta de los simios. El productor artífice de la saga, Arthur Jacobs, dio en el clavo con el tono y salvó al estudio, 20th Century Fox. En un principio iba a dirigirla J. Lee Thompson, quien luego realizaría las entregas cuarta y quinta (la pésima Batalla por el planeta de los simios).
Los astronautas George Taylor, Landon y Dodge despiertan de una profunda animación suspendida tras un viaje espacial a la velocidad de la luz. Stewart, la única tripulante femenina, muere debido a un fallo en la cámara de sueño. La nave espacial se estrella en un lago de un planeta desconocido. Los hombres abandonan la nave que se hunde y antes de retirarse, Taylor lee el cronómetro de la nave con fecha de 25 de noviembre de 3978, dos mil seis años después de su partida. Tras viajar por un desolado erial, se encuentran con unas figuras parecidas a espantapájaros inquietantes. Un poco más allá hay un lago de agua fresca y vegetación exuberante.
Mientras nadan, sus ropas son robadas y destrozadas por primitivos y mudos humanos. Poco después, gorilas armados asaltan un maizal donde estos están cosechando comida. Taylor es herido en la garganta y él y los otros son capturados. Dodge es asesinado y Landon queda inconsciente en medio del caos. Taylor es llevado a Ciudad Simia y allí, dos chimpancés, la psicóloga animal Zira y el cirujano Galen, salvan la vida del protagonista, aunque su herida de garganta lo deja temporalmente mudo. Taylor es puesto junto a una cautiva a la que luego llama Nova. Observa que hay una sociedad avanzada de simios parlantes con un estricto sistema de castas: los gorilas son la fuerza militar y los peones.
Los orangutanes supervisan el gobierno y la religión y los intelectuales chimpancés son sobre todo científicos y doctores. Aunque su sociedad es una teocracia similar a la de la temprana Era Industrial humana, los simios consideran a los primitivos humanos como una plaga que debe ser cazada o bien aniquilada completamente, esclavizada o usada en experimentos científicos. Taylor convence a Zira de que es inteligente cuando ella y su prometido, Aurelio, un arqueólogo, se interesan en él. El Doctor Zaius, su orangután jefe, ordena que Taylor sea castrado contra las quejas de Zira. Este escapa y halla el cadáver disecado de Dodge en exhibición en un museo.
Cuando Taylor es capturado de nuevo, repentinamente recupera sus habilidades vocales, aturdiendo a los observadores al gritar a sus captores que le quiten de encima sus patas apestosas de monos asquerosos. Se convoca una audiencia para determinar los orígenes de Taylor, quien menciona a sus dos camaradas, enterándose de que Landon quedó catatónico al haber sido sometido a una lobotomía cerebral. Creyendo que Taylor procede de una tribu humana más allá de sus fronteras, Zaius individualmente amenaza con castrar y lobotomizar al protagonista por rehusar a revelar sus orígenes. Con ayuda del sobrino de Zira, Lucio, ella y Aurelio liberan a Taylor y Nova y los llevan a la Zona Prohibida.
Dicha región tabú a las afueras de Ciudad Simia fue donde la nave de Taylor chocó. La ley simia ha descartado la zona fuera del límite durante siglos. Mientras Aurelio y Zira tienen intención de recoger pruebas de una civilización anterior no simia, que él descubrió un año antes para ser despejada de herejías, Taylor se concentra en probar que viene de un planeta diferente. Llegando a la cueva, Aurelio es interceptado por Zaius y sus soldados. Taylor los frena amenazando con disparar al doctor, quien acepta entrar en la caverna para refutar sus teorías. Dentro, Aurelio expone restos de una sociedad humana avanzada tecnológicamente previa a la historia simia.
Taylor identifica artefactos tales como dentaduras, gafas, válvulas cardíacas y para asombro de los simios, una muñeca parlante infantil. Zaius admite que siempre supo sobre la antigua civilización humana. Taylor quiere buscar respuestas, ignorando la advertencia de Zaius de que podría no gustarle lo que encuentre. Después de que a Taylor y Nova se les permita irse, el doctor Zaius acordona la cueva para destruir la prueba mientras acusa a Zira, Aurelio y Lucio de herejía. Taylor y Nova continúan por la orilla a caballo y descubren finalmente los restos de la Estatua de la Libertad, revelando que este planeta alienígena es realmente la Tierra mucho después de una guerra nuclear. Comprendiendo la advertencia anterior de Zaius, Taylor se arrodilla desesperado y condena a la humanidad por destruir el mundo.
Detrás del Planeta de los simios hay todo un tejemaneje que conviene revisar para descubrir tras bambalinas la historia de una saga clásica de ciencia ficción. Todo ese enjambre que generó junto a la horda de terror contemporáneo a este curioso filme definió su cronología, a la que se incorporó la imagen del vuelo del Icaro, la nave que aparece en pantalla. Uno de los mejores títulos de su época, emblemático por las noches de diversión que ha dado a este servidor, excelente por ver como los simios se hacen con todo un planeta. El planeta de los simios plantea preguntas que dan que pensar e invitan a la reflexión sobre nuestra cultura sin dejar que el comentario social estorbe a la acción.
Es un ejemplo clave para entender como funcionaba Fox en aquellos días de gloria en el estudio hoy filial de Disney. No hace demasiado teníamos a Matt Reeves dirigiendo la maravillosa El amanecer del planeta de los simios , cuyo éxito perjudicó a otra franquicia de la compañía, X-Men (el spinoff de Channing Tatum que iba a llegar a los cines en 2016 sobre Gambito se canceló, como la secuela de Cuatro Fantásticos). El guion original de Serling inspiró una novela gráfica visionaria publicada en España por Panini, un tebeo impredecible, asombroso y salvaje, no tan loco como el concepto del musical que parodiaron en su día Los Simpson.
Puntuación: 8
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