Abismo (1978)

              ¿ Merece la pena pasar tanto miedo por un tesoro?


                               
Peter Benchley quizás nos suene más por haber sido el autor de la novela que cambió para siempre nuestra percepción  del mundo marino cuando fue adaptada a la gran pantalla, es decir, Tiburón. Esta  historia basada en otro libro suyo y que él mismo adaptó fue dirigida por Peter Yates y producida por  Peter  Guber para Columbia. Mientras  bucean  cerca de naufragios  en las Bermudas, una pareja que está allí de vacaciones, David  Sanders (Nick Nolte) y  Gail Berke (Jacqueline Bisset), recuperan un buen número de objetos, incluyendo una ampolla medicinal  que contiene un liquido de color ámbar  y un medallón que lleva grabado  la imagen de una mujer y las siglas  S.C.O.P.N (que significa Santa Clara Ora Pro Nobis, o Santa Clara  ruega por nosotros), fechada en 1714.

Sanders y Berke avistan  la señal de un farero caza tesoros  llamado Romer  Treece (Robert Shaw), quien les cuenta que  el origen del medallón  es una pieza española por la que se interesa tanto como la pareja. La ampolla por su parte llama la atención de la persona  que alquiló los equipos de buceo a Sanders y Berke, quien a su vez  se pone en contacto con  un tal Henri  Cloche  Bondurant (Louis Gossett Jr), un capo de la droga local  para quien el dueño de la tienda trabaja y que trata de comprar la ampolla sin éxito, por lo que comienza a aterrorizar a  la pareja  usando magia negra haitiana.

La ampolla contiene morfina   medicinal  que iba almacenada a bordo de un buque que se hundió durante la segunda guerra mundial que transportaba medicamentos y munición. Adam Coffin (Eli Wallach), es el único superviviente del naufragio y por tanto se une  al trio protagonista  para ayudarles en su exploración, pero su ayuda no resulta ser muy fiable cuando el grupo se ve atacado por escualos  y este se excusa diciendo que  probablemente me quedé dormido, sin saber que estaban en apuros. Mediante una investigación en la biblioteca  de Treece, logran reconstruir  la historia  del barco con el tesoro perdido.


                                               
Entre los objetos hallados hay un  bote metálico  con las iniciales IF grabadas en su superficie, cuya identidad corresponde a  una noble llamada Isabel de Farnesio, quien fue reina consorte de España. Sanders está decidido a  encontrar al menos un objeto de la lista  para poder establecer su procedencia, pues sin ella el tesoro no tendría valor alguno. En media de una trifulca, un amigo de Treece, Kevin (Robert Tessier) es asesinado por uno de los matones de Cloche  y Adam los traiciona, aunque este acaba muerto  cuando acciona una trampa  mientras trataba  de robar la morfina recuperada.

Dos actores de la saga   Tiburón (como ya se ha dicho antes, basada en otra novela de Benchley) aparecen en este filme, pues Shaw  fue el cazador de tiburones  Quint en la  Tiburón original de 1975, mientras que Gossett luego aparecería  como propietario del parque  SeaWorld, Calvin Bouchard, en  Jaws 3D: El gran tiburón.  Se rodó en mar abierto  cerca de  la Isla de Peter, con secuencias que mostraban el lugar real de un pecio hundido en  las Islas Vírgenes Británicas. La banda sonora fue compuesta por  John Barry, que en aquel tiempo  era más conocido por su labor  al frente de  las películas de James Bond, contando en los temas musicales con  Donna Summer, quien interpretó la canción  Down Deep Inside, un tema muy disco y marchoso en la voz de la reina de las pistas de baile de aquellos años.

                                                     


                                                    
Dado que se estrenó el mismo año que   La guerra de las galaxias, esta película estaba condenada al fracaso, pero sin embargo atrajo bastante público  y le fue muy bien en taquilla. La trama, así como la dirección de  Yates, resulta bastante cercana a cualquier producto juvenil contemporáneo  pero sin tener ningún atractivo inocente, lo único que me gusta de ella son las escenas subacuáticas, preciosas e intrigantes. Este melodrama costero  está tan mal escenificado  que podría pasar por cualquier telefilme para adolescentes de Disney, recordándonos que la incompetencia puede alcanzar niveles inverosímiles.

El comienzo es memorable por esa escena en que la hermosa Bisset  bucea  llevando solamente  una finísima  camiseta blanca y un minúsculo  bikini. Parece ser que fue idea de Guber, el productor, que con este sensual detalle  hizo una importante taquilla, vamos, que esa camiseta le hizo rico.


Puntuación: 6

                                                            



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