Tres Reyes (2000).
En una guerra
sin héroes, ellos son los reyes.
Sátira de humor negro y de contexto bélico escrita y dirigida por David O. Russell a partir de una historia
de John Ridley. Esta película la
protagonizan George Clooney, Mark
Wahlberg, Ice Cube y Spike Jonze ,
quienes dan vida a cuatro soldados estadounidenses en busca de oro durante un golpe que tiene lugar durante
las revueltas en Irak de 1991
contra Saddam Hussein tras el final de
la guerra del Golfo. Es ante todo una crítica al papel que tuvo EE.UU en
dicho conflicto de principios de los noventa. Produce Charles Roven, uno de
los actuales responsables del universo
cinematográfico de DC Cómics.
Después de la Operación Tormenta del Desierto, los soldados
americanos que han participado en la contienda
son enviados a limpiar las zonas
devastadas. El mayor Archie Gates (Clooney),
integrante de las fuerzas especiales del
ejército, se vende sexualmente a
cambio de ofrecer exclusivas a una
periodista llamada Cathy Daitch (Judy Greer) hasta que ambos tortolitos
son interrumpidos por Adriana Cruz (Nora Dunn), la reportera de
televisión a la que le han asignado
escoltar. Mientras están desarmando la zona
y dando con el paradero de un agente iraquí, el sargento reserva Troy Barlow (Wahlberg), su mejor amigo el
soldado Conrad Vig (Jonze)
y su unidad encuentran un mapa
entre las nalgas del prisionero.
Troy va a ver al sargento
Chief Elgin (Cube) para que le ayude a interpretar el mapa. Archie les
convence de que ese mapa es un
documento de refugios subterráneos cercanos a Kerbala y que contienen lingotes de oro robados a Kuwait, que deciden
robar ellos a su vez. Para quitarse de en medio a Adriana, Gates envía al especialista Walter Wogeman (Jamie Kennedy) para que le ayude en una
misión falsa. Parten al día siguiente y
entre los bienes incautados de Kuwait,
dan con el oro, procediendo a interrogar
a Amir Abdullah (Cliff Curtis).
Tras salir del lugar, la esposa de Amir les ruega que no les abandonen en manos de los
chiíes, pero la mujer acaba siendo ejecutada por la guardia republicana iraquí.
La retirada es inminente
al llegar más refuerzos enemigos, y mientras tratan de evitar un ataque de
gas CS, resbalan y van a parar a
un campo de minas terrestres, donde se separan. De nuevo bajo tierra,
Conrad, Chief y Archie acuerdan ayudar a los rebeldes y a sus familias a alcanzar la frontera con Irán una vez que rescaten a
Troy, quien trataba mientras de llamar a casa para ser localizado pero le interrumpen cuando le llevan a una sala de interrogatorios donde le espera un capitán iraquí (Saïd Taghmaoui). Irrumpiendo en el
búnker, Troy es liberado , a Saïd le perdonan la vida y surgen más
disidentes chiítas, estos encerrados en una mazmorra. La huida se salda
con la muerte de Conrad y con Troy sufriendo un neumotórax grave, aunque
sobrevive.
El personaje de Clooney
está próximo a su jubilación y se
muestra descontento con toda esta guerra. El de Wahlberg tiene esposa y una hija pequeña esperándole en casa. Cube
hace de encargado de equipajes y se cree protegido por un anillo de fuego creado por Jesús. El
que encarna Curtis ha estudiado en los EEUU, concretamente en Bowling Green, y
era un empresario en Bagdad que
gestionaba varias cafeterías antes de
que las destruyesen las bombas de la Coalición. Todo se filmó en los desiertos de Casa Grande (Arizona), así como en California y México.
Buena parte de los extras
eran auténticos refugiados iraquíes,
técnica ya usada en su día para Los
gritos del silencio, y como nota macabra, uno de los asesores militares
falleció a causa del síndrome de la guerra del Golfo, es decir, exposición a
productos químicos en la zona. Ridley (Giro
al infierno) había escrito en
principio el guion, titulado
provisionalmente Botín de guerra, como un mero experimento
para ver lo rápido que podía
redactar y vender su texto para una
adaptación cinematográfica. Jonze actuaba por primera vez tras una cámara
después de haber debutado como director de cine con la comedia fantástica Cómo ser John Malkovich.
El papel de Archie Gates
fue pensado de inicio para Clint Eastwood, pero Russell decidió reescribirlo
como un personaje más joven. Clooney, por aquel entonces, era principalmente
conocido por su rol como el atractivo Doug Ross
de la serie dramática de televisión Urgencias,
por lo que parece ser que incluso convencieron a Nicolas Cage para que aceptase el papel, pero
este no estaba disponible al ya haber firmado para participar en la última de Martin Scorsese, Al
límite. Una toma muy frecuente en la película es la imagen de una bala perforando un buen número de órganos internos y expulsando bilis del
abdomen, especialmente cuando Gates describe la sepsis como efecto de herida de
la bala.
En teoría, esta película
se considera de autor al ser Russell tanto su director como también su
guionista, lo cual no le eximió de problemas, como la declaración firmada que
le obligaba a omitir las escenas que aludían a la pedofilia de la que se acusaba en la época que está ambientada la trama a
Michael Jackson. No faltaron
controversias y conflictos de rodaje, como cuando un extra sufrió un ataque epiléptico y Clooney corrió en su ayuda mientras que
Russell permaneció indiferente al caso.
Poco después se hizo público que director y protagonista no podían aguantarse
el uno al otro mientras filmaban, que
Russell solo sabía humillar y chillar a Clooney
y al resto del equipo, quienes poco podían defenderse de semejante
energúmeno.
Con todo, Tres Reyes mezcla con éxito elementos de acción, aventura, comedia y algo
de drama en una razonada y emocionante película sobre la guerra del Golfo. Puede dejar una extraña
sensación la primera vez que se ve, pero es una cinta de acción inteligente y que acaba disfrutándose para
sorpresa de propios y extraños, una obra maestra extraña de un conflicto que nunca tuvo sentido y que reparte humor y acción a partes iguales, así como una
reflexión por la que sentir ira contra
los políticos que mandan desde la Casa Blanca. Ya desde entonces había que quedarse
con el nombre de este cineasta por haber
hecho la cinta antibélica más mordaz de esta generación.
En el final de la etapa
Bill Clinton, esta producción fue ideológicamente inusual en términos de
Hollywood. Indaga en la historia oficial de la guerra del Golfo pero también
sugiere que los problemas de Irak podían
solucionarse, aunque fuese mediante la fuerza empleada por EEUU. Mi contacto
con la película se produjo en plena
irrupción de la última guerra en el país, cuando me la traje en DVD
para casa y la vi para comprender lo que pasaba en ese
momento allí, y creedme, es mejor que cualquier
documental.
Ya lo escribió William
Faulkner en La paga de los soldados, libro
ambientado en la primera guerra mundial,
los conflictos armados tienen dos bandos, uno de gente que están a gusto y
creen en la misión, y el otro, el de la gente que lo pasa mal. Todo iraquí que
estuvo combatiendo en la reciente guerra se congratuló del fin de Saddam, así
que lo que en su día nos contó Michael
Moore está sujeto a ser objeto de
discrepancia, aunque independientemente de lo que cada uno piense, no pareció
influir en el resultado electoral que en 2004 daría la reelección como
presidente de EEUU a George Bush hijo
sobre John Kerry.
Por eso después de haber
visto Tres reyes siempre me acuerdo de Los violentos de Kelly, porque ya
Eastwood hizo el papel que aquí tiene Clooney, un líder blanco del ejército americano que cual
salvador de piel blanca se gana el
respeto y la lealtad de su equipo
compuesto por otros dos de su raza y un negro, así como de los desdichados
iraquíes.
Puntuación: 7
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