Bailando con lobos (1991).
Dentro de nosotros existe una frontera que espera a
ser descubierta.
Este épico western
fue dirigido, producido y protagonizado por toda una leyenda del cine
moderno, Kevin Costner, quien encabeza esta historia a partir de un guion
adaptado de un libro de igual título
escrito por el autor Michael Blake,
donde se narra la odisea de un teniente del ejército de la Unión que viaja hasta la frontera americana en busca de un campamento militar, así como
de sus encuentros con un grupo de indios Lakota. Con un una importante inversión
por parte de Costner para sacar la
producción adelante, esta lograría un total de siete Oscar, incluido mejor película, y también el Globo de Oro en categoría dramática.
Buena parte de los
diálogos están en lenguas Lakota y
Pawnee, convenientemente subtitulados por un experto como fue el nativo americano Albert White Hat,
profesor de esta lengua. El rodaje se llevó a cabo entre Dakota del Sur (localidades de Fort Pierre y Rapid City)
y Wyoming (Parque nacional Badlands, Colinas Negras y el río Belle Fourche). Lo he escogido para empezar mi ciclo de
verano porque fue el filme que revitalizó
un género que estaba por entonces de capa caída , cuya temática necesitaba
un lavado de cara importante, así que por tanto tenemos entre manos un western
revisionista que además perteneció a la mítica distribuidora Orion Pictures.
Estamos en 1863 y John Dunbar (Costner) acaba de ser herido
en la Guerra de Secesión ,en una batalla que ha tenido lugar en
Tennessee. Prefiriendo suicidarse antes
que tener que amputarse su pierna, decide montar a caballo y cabalgar a través de los territorios
de los estados Confederados de América.
Sus enemigos tratan de derribarle sin suerte
y gracias a esa distracción, las fuerzas de la Unión atacan las líneas
de la Confederación. Por su actuación valiente es recompensado con su destino a
una base militar, siendo la elegida por Dunbar
una situada en el Viejo Oeste que además dirige un mayor (Maury
Chaykin), quien padece una extraña
enfermedad mental.
Pese a la amenaza de las
cercanas tribus indígenas, un
entusiasmado Dunbar decide quedarse y dirigir el campamento por su cuenta. Suele
contar allí con la ayuda de un mulero llamado
Timmons (Robert Pastorelli),
con quien viaja hasta un remoto fuerte conocido como Sedgewick. De vuelta a Fort Hays, Timmons es
asesinado por los indios Pawnee y junto
con el suicidio de su superior, Dunbar queda como único responsable en aquellas tierras. Inicialmente
se topa con sus vecinos los sioux, quienes tratan de robarle su montura
para intimidarlo, pero luego da con su poblado
y allí conoce a la hija adoptiva del curandero, Puño en Alto (Mary McDonnell).
La barrera lingüística se
planta como el principal problema para la comunicación, por lo que Puño en Alto,
la única mujer blanca de la tribu, ejerce de interprete con dificultad para
recordar hablar en el idioma de Dunbar,
pues esta acabó allí por culpa de la
muerte de su familia a manos de un asalto de los Pawnee a su granja. No
obstante, sus prejuicios hacia los indios se tornan en amistad y es aceptado entre los Sioux, quienes lo bautizan con el nombre
de guerra Bailando con Lobos y le encargan que participe en una cacería de un rebaño nómada de
bisontes. Cuando regresa a su antiguo fuerte, descubre que el lugar ha
sido reocupado por la Unión, su antiguo ejército. Trece años después, los
últimos grupos de Sioux libres quedarían
sometidos al gobierno estadounidense, el
cual daría por concluida la conquista de la frontera y los asentamientos de las
tribus en las Grandes Llanuras del Oeste.
Blake tenía pocas
esperanzas de que su guion interesase a la gente de Hollywood, pero Costner fue
el único que confió en dicho texto, ya que a mediados de los 80 participó en
una adaptación firmada por él, un insignificante drama sobre apuestas. La arriesgada
decisión de apostar por un western fue a la larga un gran acierto. En un
documental sobre el rodaje de la película se explicaba que los búfalos no se hicieron por ordenador, pues en aquel tiempo está
técnica aún estaba en pañales, sino por modelos animatrónicos y otros
auténticos cedidos por el músico Neil
Young desde su ganadería particular.
El sobrecosto era
inevitable y muchos temieron ver en este rodaje
un nuevo desastre como el que marcó el de La puerta del cielo, el
western más caótico de la historia del cine, por lo que satíricamente llamaron
a este La puerta de Kevin, pues se mostraban escépticos
ante un nuevo largometraje de genero similar, de tres horas de duración,
parcialmente subtitulado y con un novato tras las cámaras. Contra toda
expectativa pesimista, esta película logró
dejar en el recuerdo la mejor imagen jamás ofrecida en el séptimo
arte de esa gran nación pisoteada por el
hombre blanco como son los Sioux.
En los Oscar del 90
arrasó llevándose los premios de mejor
guion adaptado para Blake, mejor director para Costner y el de mejor película
entre otros, logro que sólo antes consiguió Cimarrón. Entre los activistas nativo
americanos como el actor Russell Means (El ultimo mohicano) hubo algo más de
discrepancia en torno a su calidad como película, calificándola como una versión de Lawrence de Arabia en las Llanuras y con algunos errores fonéticos en
lenguaje Lakota. No fue sin embargo el primer intento de hacer una película en
idioma nativo, ya que antes estuvo Caravana de paz de John Ford.
Lo que no se escapa a la vista del espectador es que
Costner asume su papel de salvador blanco de una tribu nativa americana. Su rol
de soldado rostro pálido de la Unión que llega a formar parte de los Sioux y a quienes lidera heroicamente contra
sus rivales los Pawnee, aquí villanos estereotípicos, para luego ayudarles a huir del ejército al
que una vez sirvió resume toda la trama
bajo este punto narrativo. Es lo mismo que decir que Dunbar acepta ser el buen
salvaje entre unos Sioux demasiado pacíficos, cuando estos en realidad han sido
los indios más sanguinarios de cuantas
tribus han poblado las Llanuras.
Parece ser que la idea de
una secuela siempre estuvo rondando la mente de Blake y de hecho trabajó en
ella hasta su muerte. Por ahora lo que se sabe es que en algún momento se hará
para formato televisivo y que el papel de Bailando con Lobos podría heredarlo,
ante la negativa de Costner, Viggo Mortensen. Respecto a la precisión histórica
de la película, sí que hubo un fuerte llamado Sedgwick en Colorado, levantado
por el general unionista John Sedgwick,
quien fue asesinado en Virginia. Por su
parte, el Fuerte Hays fue llamado así en
honor del general Alexander Hays,
asesinado en la batalla de la espesura, en el mismo territorio.
Puño en Alto está basada
en la persona real de Cynthia Ann Parker, una chica blanca capturada por los comanches y que fue madre del jefe tribal Quanah Parker. El jefe Diez Osos, al que
encarna Floyd “Cuervo Rojo” Westerman, aseguraba que sus antepasados se enfrentaron cara a cara con los conquistadores españoles y portugueses que exploraron sus
tierras en calidad de soldados entre los
siglos quince a diecisiete. En las
Grandes Llanuras los comanches se las vieron y desearon contra los españoles primero, después contra México y finalmente
estos indios entraron en guerra contra los
tejanos.
En el norte ya habían perdido los Sioux otro conflicto en Dakota en 1862, pero luego se repondrían venciendo en
Colorado. Tras la guerra de Black Hills, los últimos Sioux se rindieron ante las autoridades blancas en
Fort Robinson, Nebraska, y la cultura vaquera
de las grandes llanuras americanas
cambiaría para siempre por culpa de la masacre de Wounded Knee, el verdadero final del Viejo
Oeste americano. Y es que trece años
después del epilogo, sus hogares fueron destruidos y sus búfalos se marcharon. Para terminar, recordar que su galardonada banda sonora
fue compuesta por el mítico John
Barry, el autor del tema musical de James
Bond.
Puntuación:8
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