Star Wars: El despertar de la Fuerza (2015)
Aventura espacial dirigida, producida y escrita por JJ Abrams, siendo una producción conjunta entre Lucasfilm y Bad Robot distribuida por Disney, primera entrega de la tercera trilogía de Star Wars tras El retorno del Jedi y el séptimo episodio de una saga de nueve. El reparto coral incluye a Harrison Ford, Mark Hamill, Carrie Fisher, Adam Driver, Daisy Ridley, John Boyega, Oscar Isaac, Lupita Nyong´o, Andy Serkis, Domhnall Gleeson, Anthony Daniels, Peter Mayhew y Max von Sydow. Ambientada treinta años después del episodio VI, aquí se sigue a Rey, Finn, Poe Dameron y Han Solo en su búsqueda de Luke Skywalker y su lucha en la Resistencia, liderada por la general Leia Organa y veteranos de la Alianza.
Los rebeldes van contra Kylo Ren y la Primera Orden, sucesora del Imperio Galáctico. Disney le compró Star Wars a George Lucas, quedando como nuevos productores Abrams, Bryan Burk y Kathleen Kennedy. Lawrence Kasdan, guionista de El imperio contraataca y El retorno, escribió el guion junto a Abrams y Michael Arndt, mientras que John Williams también regresó para la banda sonora, con rodaje en los estudios Pinewood . Similar a Una nueva esperanza, no obstante fue de lo mejor que hubo en cine hace 6 años, con una de las mayores recaudaciones de la historia de la franquicia y ganando el BAFTA a los mejores efectos visuales. Le siguieron Los últimos Jedi y El ascenso de Skywalker.
Treinta años después de la Guerra Civil Galáctica (El retorno del Jedi), la Primera Orden ha surgido del caído Imperio Galáctico y busca acabar con la Nueva República Galáctica. La Resistencia, respaldada por los republicanos y liderada por la general Leia Organa, se opone a la Primera Orden. Leia busca a su hermano, Luke Skywalker, quien ha desaparecido. En el planeta desértico de Jakku, el piloto de la Resistencia Poe Dameron recibe un mapa hasta el lugar donde está Luke de manos de Lor San Tekka. Las Tropas de Asalto comandadas por Kylo Ren atacan el pueblo y capturan a Poe, mientras Kylo mata a San Tekka. El androide del piloto, BB-8, escapa con el mapa y se encuentra con la chatarrera Rey.
Kylo tortura a Poe usando la Fuerza y se entera de lo de BB-8. El soldado de asalto FN-2187, desilusionado con la Primera Orden, libera a Poe y ambos escapan en un caza TIE robado. Tras enterarse que FN-2187 no tiene otro nombre, Poe le da el nombre de Finn. Según van para Jakku a recuperar a BB-8, un Destructor Estelar de la Primera Orden les dispara y hacen un aterrizaje forzoso. Finn sobrevive y asume que Poe murió en el choque. Se encuentra con Rey y BB-8, pero la Primera Orden los persigue y lanza un ataque aéreo. Rey, Finn y BB-8 roban el Halcón Milenario y escapan del planeta. La nave es descubierta y abordada por Han Solo y Chewbacca.
Bandas criminales diversas buscan resolver deudas atacando a Han, pero el grupo escapa en el Halcón. La Primera Orden, en su Estrella de la Muerte particular, la base Starkiller, un planeta convertido en una super arma, el Líder supremo Snoke permite al General Hux usar el arma por primera vez. Snoke cuestiona la habilidad de Kylo con las emociones hacia su padre, Han Solo, declarando que no significa nada para él. A bordo del Halcón, Han determina que el mapa de BB-8 está incompleto. Luego este explica que Luke intentó reconstruir a los Jedi pero que se exilió cuando un aprendiz se convirtió al lado oscuro, destruyó el templo y sacrificó a los otros aprendices.
La tripulación viaja al planeta Takodana para reunirse con la dueña de la cantina Maz Kanata, quien ofrece su ayuda entregando a BB-8 a la Resistencia. La Fuerza atrae a Rey hasta una bóveda aislada donde halla el sable de luz que una vez perteneció a Luke y su padre, Darth Vader. Esta experimenta visiones perturbadoras y huye al bosque, confundida y aterrada, por lo que Maz le da el sable de luz a Finn para su custodia. La Base Starkiller destruye la Nueva República y su flota, con la Primera Orden atacando Takodana en busca de BB-8. Han, Chewbacca y Finn son salvados por la Resistencia y sus Ala-X liderados por Poe, quien sobrevivió a la colisión.
Leia llega a Takodana con C-3PO y se reúne con Han. Mientras, Kylo captura a Rey y la lleva a la Base Starkiller, pero ella se resiste a sus intentos de telepatía. Snoke ordena a Kylo que le traiga a Rey; descubriendo que puede usar la Fuerza, la chica escapa utilizando con un guardia dicho poder. En la base de la Resistencia en D´Qar, BB-8 halla a R2-D2, quien ha estado inactivo desde la desaparición de Luke. Según se prepara la Base Starkiller para disparar una vez más, la Resistencia traza un plan para destruirla atacando su oscilador térmico. Usando el Halcón, Han, Chewbacca y Finn se infiltran en la instalación, dan con Rey y plantan explosivos.
Han se enfrenta a Kylo y le implora que abandone el lado oscuro. El chico parece considerarlo, pero finalmente lo rechaza y mata a su padre. Asolado, Chewbacca dispara a Kylo y activa los explosivos, permitiendo a Poe atacar y destruir el oscilador térmico de la base. El herido Kylo persigue a Finn y Rey en el bosque. El muchacho lucha contra Kylo con el sable de luz para proteger a Rey antes de que Kylo lo golpee y lo deje inconsciente. Rey toma el sable de luz y canaliza la Fuerza para derrotar a Kylo en un duelo; luego son separados por una fisura cuando la superficie del planeta comienza a astillarse. Snoke ordena a Hux la evacuación y que le traiga a Kylo para completar su entrenamiento.
Chewbacca rescata a Rey y al inconsciente Finn, escapando a bordo del Halcón. Cuando las fuerzas de la Resistencia huyen, la Base Starkiller colapsa. R2-D2 despierta y revela el resto del mapa, que Rey usa para hallar el planeta oceánico Ahch-To en el Halcón. Allí, Rey da con Luke encima de un acantilado en una isla remota. Sin palabras, ella le presenta el sable de luz de su padre.
Cuando se anunció el reparto de la nueva Star Wars, lo más comentado fue el regreso de Ford como Han, pero la pregunta era dónde estaba Luke. Abrams y Hamill lucharon por mantenerlo en secreto, pues este episodio VII también supuso el retorno de Leia, quien ya no era princesa. En El despertar de la Fuerza Driver hace de villano,poniéndose el sudario de Kylo, con el director poniendo a Finn como su contrapunto. La otra estrella, Boyega, fue escogido por su estilo interpretativo heredado de Robert Downey Jr, quien podría ser su mentor perfectamente. La ganadora del Oscar, Nyong´o, y la actriz de Juego de tronos, Gwendoline Christie, también intervienen,esta como la soldado cromada Capitana Phasma.
Driver y Nyong´o hacen de personajes con funciones muy diferentes en Star Wars, con Abrams asignando en El despertar de la Fuerza a la actriz el papel de un extraterrestre llamado Maz Kanata, basado en una profesora que tuvo en su instituto. Kylo no es un sith, mientras que el Líder Supremo Snoke de Serkis es un villano dañado, con Gleeson en el Lado Oscuro como el General Hux, la camarilla de la Base Starkiller. Y tan tranquilos, por ahí andan Erredos (Jimmy Vee) y Trespeó, Lor San Tekka y Chewbacca (Ian Whyte). Obi-Wan y Yoda estuvieron secretamente en la película, como ensoñaciones. El androide diseñado por Neal Scanlan para la ocasión, BB-8, tiene más vida que los clásicos.
En El despertar de la Fuerza hay mucho cameo y referencia a Perdidos, pero también está Simon Pegg, el personaje de Snap Wexley que hace el amigo de Abrams, su amuleto de la buena suerte, Greg Grunberg. Y además, Jess Pava (Jessica Henwick), Warwick Davis, que sigue sintiendo la Fuerza en el episodio 7 pero sin hacer de Ewok, Thomas Brodie-Sangster (Newt en El corredor del laberinto) y otros dan vida a nuevos y misteriosos personajes, como la nieta de Debbie Reynolds, que encarna a una amiga de la general. La lista de secundarios de Star Wars es extensa, pues además podemos encontrar a Daniel Craig (soldado), el espadachín de Juego de tronos, soldados femeninos y hasta taburetes de bar galácticos.
Y en Star Wars no podía faltar Kevin Smith, cumpliendo el sueño de todo fan. Lucas le dijo precisamente hace unos años que la saga no iría más allá de Darth Vader, pero cuando Disney compró Lucasfilm, sus planes para la franquicia incluían El despertar de la Fuerza. Rechazaron diferentes tratamientos para nuevas películas de su creador, pero finalmente hasta 7 ideas suyas fueron usadas, sin él saberlo. Para estas secuelas habló constantemente con Abrams, al tiempo que ya escribía el guion del episodio Arndt, autor de Toy Story 3. Fue el director quien tuvo la ocurrencia de la escena concluyente con R2-D2. Antes de su entrada, el primer candidato para dirigir fue David Fincher.
Star Wars 7 consideró para dirigir la secuela también a Jon Favreau, Guillermo Del Toro y Brad Bird, incluso a Steven Spielberg, quien recomendó a Abrams. Este reactivó la saga con dinamita junto a Disney, que ya planeaba películas independientes contraatacando primero con esta gran producción de la que salió el guionista inicial, Arndt. Ya para empezar esto no lo iba a hacer precisamente infinitamente mejor, pero para salvar el futuro de la franquicia recurrieron al pasado y al único guionista disponible en el presente, Kasdan. Con un libreto medio redactado y repleto de estrellas, aún quedaba confirmar más gente que acabó no apareciendo, como Jesse Plemons.
Lucasfilm aclaró por entonces el Universo Expandido de Star Wars, mientras que uno de los actores, Boyega, soltó alguna que otra teoría conspirativa sobre el pasado de Finn y Ridley afirmó que Abrams escribió más borradores para los episodios 8 y 9. Para los extraterrestres se crearon nuevos idiomas, detalle con el que Lucas y Disney discreparon, criticando lo que se iba a hacer en la nueva entrega. Bromeó diciendo que le vendió su producto a tratantes de blancas, despellejando el tono retro de la misma. Irónicamente Lucas asistió al estreno de El Despertar de la Fuerza y le gustó realmente lo que vio, dio su veredicto y aprobó a Abrams. Como siempre, el rodaje transcurrió en Reino Unido.
Con ayuda pública del gobierno británico, la nueva entrega de Star Wars de Abrams también se estuvo cociendo en L.A , donde había estado trabajando durante su etapa en Star Trek cuando terminó de montar En la oscuridad. Buena parte del equipo técnico de esta se trasladó al episodio VII, incluyendo vestuario, edición y fotografía. Kasdan seguía su labor de redacción y las audiciones para papeles principales se abrían, buscando perfiles parecidos a los de Una nueva esperanza para El despertar de la Fuerza. A dichas pruebas se presentaron entre otros Saoirse Ronan o Michael B. Jordan, pero también elegidos definitivos como Nyong´o. Incluso gente sin experiencia, como la modelo Frida Gustavsson.
Plemons (Breaking Bad) iba a ser uno de los principales, pero no daba el perfil y ni siquiera servía para secundario, donde hubo muchos británicos que si lograron una pequeña parte, aunque eran más novatos que veteranos, porque por ejemplo en las nuevas películas de Star Wars no salen gente aburrida de ser conocida por salir en ellas, como el actor escocés Denis Lawson. Para este episodio 7, Hamill y Fisher tuvieron que perder peso sin falta, ya que ambos artistas estaban muy dejados de forma. Otro al que le exigieron condiciones especiales fue a C-3PO, al que Abrams, a la hora de firmar el contrato, le pidió a Daniels que fuese tan profundo como lo fue en el pasado.
En una escena eliminada retrospectiva se iba a ver a un joven Luke, cuyo actor tenía que ser un fan al que se le ofreciese una oportunidad de salir en la película cuando se rodaba en RU. Cuando el equipo de Star Wars se trasladó luego a Islandia, se especuló con un regreso a Hoth, pero los jefes de Disney no revelaron casi nada. A continuación se filmaron más escenas de este episodio VII en el desierto de Abu Dabi, con tecnología IMAX y la presencia de Chewbacca, además del percance de la lesión que tuvo Ford, quien se lastimó su pierna y detuvo el progreso de El despertar de la Fuerza un tiempo. Por suerte se recuperó rápidamente, pero Abrams se fracturó la espalda, prosiguiendo casi sin él.
La productora de Star Wars tuvo que apoquinar su dinero para no ser demandada por dicho incidente con Ford en plató, trasladándose ahora el rodaje a Skellig Michael, para el desenlace con Hamill. Con un cuidado en el material filmado para acercarlo a la trilogía original, es una técnica que se continuó para cuando entró Rian Johnson y depender poco del CGI y más de los efectos prácticos. Así, Disney desarrolló al robot caminante más adorable jamás visto, que es de atrezo. Otra escena eliminada de este episodio VII por Abrams era una larga entre Leia y Maz Kanata, donde se mencionaba el título alternativo de El despertar de la Fuerza. Williams incluyó en su nueva banda sonora temas originales ya conocidos.
Williams, como pasó con Morricone y Horner, va vinculado a una clase de filmes, por eso solo él podía componer El despertar de la Fuerza, con ayuda de un alumno suyo, el prestigioso Gustavo Dudamel. Además, para la música de la cantina, Abrams compuso la canción de la banda junto al artífice de Hamilton, Lin- Manuel Miranda. Disney se lanzó a la promoción masiva de Star Wars cuando ya de por sí es un producto muy popular de por sí, pero a un nivel nuevo y con destreza para la mercadotecnia, no hay más que ver sus estrategias con Marvel y antes con Pixar. Una potente y perfecta nostalgia que contraataca llegando a todos los espectadores, una receta clásica pensada para gustar en general.
Lo estupefacto de esta nueva Star Wars, dejando aparte lo de Chewie, hemos vuelto, es que Abrams mató esa sensación desagradable que dejó Jar Jar Binks, esa mala idea que arruinó la Fuerza en la precuela y que se ve en otras producciones como Batman v Superman (inciso: ya expliqué en su respectivo artículo que lo fallido en esta era lo mal manejado de un concepto que funciona en Capitán América Civil War). El despertar de la Fuerza enfatiza al envejecido Han Solo y su relación con los posibles nuevos jedi, evocando el espíritu de la trilogía original y rescatando la luz y el lado oscuro, todo ello después de tanto secretismo (aunque cuando sacan los juguetes muestran más de lo que deben).
Una gran producción de Hollywood tan anticipada como Star Wars siempre supone que todo el planeta Tierra se prepare para tal evento intergaláctico, incluso aunque la cabecera carezca de la mítica fanfarria de la Fox, ya que al ser de Disney solo empieza con el logo de Lucasfilm, sin el castillo como mucho se especuló. Financieramente condenó a la industria por recaudar tantísimo dinero en tan poco tiempo, por acumulación, ya que solo Universal estaba al mismo nivel de un podio histórico de estrenos potentes. Sea por la Fuerza o por otro factor, batió registros únicos y se convirtió en la gallina de los huevos de oro de la compañía, aunque sin ese orgullo de igualar a Una nueva esperanza.
El despertar de la Fuerza movió mucho público, no al nivel de Avatar, que juega otra liga pero que con los años ha acabado perteneciendo a Disney. Es una saga más conocida, una franquicia establecida, en cuestión de dinero va a arrasar y ser un gran éxito, como pasó al año siguiente con Rogue One. Cada lanzamiento galáctico monta colas multitudinarias y gente que se gasta lo que no tiene en un año, llenando salas. Por tanto Star Wars si que es un producto donde el gasto está justificado, es un espectáculo más rentable que lo de Cameron, domina la galaxia y la taquilla mundial. Abarrotada de acción y poblada de caras familiares y sangre fresca, EDF evoca exitosamente una vieja gloria como esta serie.
Además, inyecta una energía renovada a la saga, como han hecho con los dinosaurios y el mago Potter, ha traído de vuelta la magia, un espectacular regreso a casa. Star Wars es emoción solida y este séptimo episodio se nutre de esa mezcla de nostalgia y novedad con acierto. La fuerza es intensa con la nueva entrega, una secuela como mandan los cánones y digna de la trilogía original, por mucho que se la acuse de ser un timo marca Abrams que copia a Una nueva esperanza. Esta película es para la generación actual, un divertido producto al servicio del fan, todo cuanto puede esperarse de la franquicia , nada menos, tachando al Imperio (bueno, sus herederos) de una némesis mínimamente interesante.
Plagiar Star Wars es un problema, sobre todo cuando EDF buscaba complicidad con el público. Hemos vivido el ataque de los quejicas, particularmente Lucas cuando ha atacado ese toque retro de su creación en manos ajenas, elaborando una reacción al resultado que no puede ocultar su decepción con lo que ha visto, porque su problema con Disney es que odia que ellos hayan hecho las secuelas. Ya ha dado su veredicto con las siguientes, Los últimos Jedi en especial, pero sin embargo ama Rogue One, por lo que su relación parece ahora menos complicada. Abrams volvería para el episodio IX, sustituyendo a Colin Trevorrow como director. El ascenso de Skywalker incluyó a Fisher de forma póstuma.
Puntuación: 7,5
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