Psicosis II: El regreso de Norman (1983)


       Han pasado 22 años y Norman Bates vuelve a casa

                                       

Slasher dirigido por Richard Franklin, escrito por Tom Holland y protagonizado por Anthony Perkins, Vera Miles, Robert Loggia y Meg Tilly, secuela de Psicosis de Alfred Hitchcock en la que Norman Bates ha salido del hospital psiquiátrico y ha regresado al Motel Bates para continuar una vida normal. Sin embargo, su turbulento pasado continúa persiguiéndole. Robert Bloch no tuvo nada que ver con esta entrega pese a que también hizo una continuación de su novela original, siguiendo a esta película la menos interesante Psicosis III. La música es de Jerry Goldsmith, quien por esta época componía casi exclusivamente para Universal.

Norman Bates se ha curado de su demencia y ha aceptado que su madre está muerta, por lo que el tribunal le ha soltado. La hermana de Marion, Lila, quien se ha casado con el amante de esta, Sam Loomis, protesta vehementemente, pero su súplica es desestimada. Contra el consejo del doctor Bill Raymond, Norman acepta residir en su antigua casa detrás del Motel Bates, presentándose a un empleo preestablecido en una cafetería cercana, donde trabaja una señora mayor llamada Emma Spool . Tras su turno, una joven camarera, Mary Samuels, que ha sido rechazada por su novio y se ha ido de casa de este, es acogida por Norman, quien le ofrece quedarse en el motel y luego ya en su mansión.

                                     

Todo esto porque ha descubierto que el nuevo gerente del motel, Warren Toomey (Dennis Franz), ha estado usando el lugar para tráfico de drogas, por lo que inmediatamente lo despide. La integración de Norman en la sociedad parece ir bien hasta que comienza a recibir misteriosas llamadas telefónicas y notas de Madre en casa y en la cafetería. Durante un turno, Toomey llega borracho y se pelea con él, sospechando que este le ha enviado las notas y ha hecho las llamadas. Poco después, una silueta de traje negro apuñala a Toomey hasta matarlo cuando prepara las maletas para irse del motel. Volviéndose cada vez más compasiva y conmovida por la lucha de Norman para mantener su cordura, Mary se muda permanentemente a un cuarto de invitados en su casa.

Cuando Norman está renovando su motel, oye voces en la casa y entra en el dormitorio de su madre para hallarlo exactamente como estaba hace 22 años. Un sonido le atrae hasta el ático, donde queda encerrado. Mientras tanto, una pareja adolescente se cuela por la ventana del sótano para echar un casquete, dándose cuenta de que hay una silueta femenina paseándose por el cuarto adyacente, por lo que cuando tratan de salir el chico es apuñalado hasta morir, pero la chica escapa y alerta a la policía. Mary halla a Norman en el ático y este le muestra el dormitorio de su madre, solo para descubrir que ha vuelto a su estado de abandono. El sheriff llega y les interroga por el asesinato del chico, a lo que Mary asegura que estaban fuera paseando juntos entonces.

                                                      

Después de que el sheriff se marche, Norman la reprende por mentir, temiendo que pueda haber matado al chico desde que Mary le dijo que el ático estaba abierto cuando ella lo encontró. Esa tarde, Mary y Norman hallan en el cuarto de baño un muñeco de trapo ensangrentado, con él horrorizado creyendo que ha cometido otro asesinato, pero ella insiste en su inocencia, por lo que baja para comprobar el motel. En la recepción se ve sorprendida por Lila, su madre, pues en realidad ellas han estado haciendo las llamadas telefónicas y las notas, incluso aparentando en la ventana ir vestida como Norma Bates. Mary modificó la habitación de Norman y le encerró en el ático para que pudiera volver a cambiarla.

Todo esto fue un intento para volver loco de nuevo a Norman y tenerlo comprometido. Sin embargo, la creciente amistad de Mary con él la ha convencido de que ya no puede matar, sospechando que alguien más está en la casa, señalando que Norman fue encerrado en el ático en el momento de la muerte del chico. El doctor Raymond descubre la identidad de Mary como hija de Lila y le dice a Norman que ellas deben ser las que le están acosando. También tiene el cadáver exhumado de Norma Bates, para demostrarle que no está siendo perseguido por su madre, pero Norman está solo parcialmente convencido, diciendo que quien debe estar detrás de todo es su auténtica madre, pese a no haber registro de que él sea adoptado, enfrentándose a Mary por lo que le ha contado el doctor Raymond, diciendo que ha dejado su parte en la treta de Lila, pero que esta no parará.

                                                    

Luego, Norman está muy aterrado para salir de su cuarto, diciendo que vio a su verdadera madre en la casa. Mary le admite que su cordura está empezando a degradarse y se queda para consolarlo. Mientras Lila está recuperando su disfraz de Madre de una piedra suelta en el suelo del sótano, una silueta sale de las sombras y la asesina. Mientras tanto, la policía draga el pantano y hallan un coche, con el cuerpo de Toomey en el maletero. Mary corre a la casa para tratar de convencer a Norman de que huya, pero el teléfono suena y contesta, comenzando a hablar con Madre. Mary escucha y nadie está al aparato con Norman, pero este debate con Madre sobre su orden de matarla, por lo que ella corre al sótano y se viste como Madre, rematado con un cuchillo de carnicero, decidida sin éxito a pillar a Norman para detenerlo.

El doctor Raymond la agarra por la espalda, pensando que la ha pillado cuando trataba de volver loco a Norman, y en su temor Mary le hunde el cuchillo de carnicero en su corazón. Enfrentado a la visión de Madre encima del cadáver ensangrentado del doctor Raymond, la cordura de Norman se rompe y avanza hacia Mary, balbuceando. Esta vuelve a la bodega de las frutas y tropieza con el cuerpo de Lila, enterrada bajo un montón de carbón. Asumiendo que Norman es el responsable, Mary levanta su cuchillo para matarlo pero acaba muerta a tiros por la policía entrante. La investigación consiguiente es no concluyente, pero a la luz de una bronca oída entre Mary y Lila, sumado al intento de la primera por matar a Norman y con ella vestida como Norma Bates, la policía deduce que lo más probable es que esta cometiera todos los crímenes.

                                         

Luego, Spool, la empleada de la cafetería, visita a Norman como compañero de trabajo suyo que es, contándole que ella es su madre real y que la señora Bates era su hermana que lo adoptó de niño mientras estaba recluida, revelando que ella era la asesina, matando a cualquiera que tratase de herir a su hijo. Como reacción, Norman la golpea en la cabeza con una pala, matándola y llevándose el cuerpo arriba al cuarto de la Madre, comenzando a hablarse con la voz de esta, lo que significa que dicha personalidad del protagonista ha vuelto otra vez a tomar control de su mente.

Bloch, autor de Psicosis y Refugio macabro, era un especialista en películas de terror y vio como Franklin comenzó la largamente gestada segunda vida de Norman Bates con el inesperado éxito de Psicosis II, el regreso de su historia. Cuando se estrenó Topaz, ya hubo rumores de secuela y Holland empezó a redactar un borrador del posible guion que continuase el filme de Hitchcock. La hija del maestro, Pat, dio su visto bueno y por ello 36 años más tarde esta cinta aún es el clásico incomprendido que exige nuestra atención. Psicosis 2 iba a ser un telefilme que continuase la premisa sobre quien seguía siendo el mejor amigo de ese chico tímido y con ciertos ademanes. Perkins no quería volver a ser Norman y se pensó como sustituto en Christopher Walken.

                                                      

El rodaje fue en Universal City, California, donde luego se haría Regreso al futuro y en el mismo lugar usado por Hitchcock. John Williams iba a componer la música hasta que entró Goldsmith, quien conocía a Bernard Herrmann personalmente. Uno de los temas que compuso para Norman no se usó pero lo recicló como preludio para el segundo segmento de En los límites de la realidad. La secuela de Psicosis solía verse como parodia o farsa en su época, pero hoy tiene muchos seguidores de culto porque está llena de diversión extraña. Aunque no puede compararse al clásico original, Psicosis II logra tener buen éxito justo en sus propios méritos para satisfacer a los aficionados del terror.

Puntuación: 6,5

                              



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