Ready Player One (2018)


                    Nos espera una realidad mejor

                                        

El regreso a la ciencia ficción del rey del cine, Steven Spielberg, quien produce y dirige a partir de un guion escrito por Zak Penn y Ernest Cline la adaptación de la novela de este último publicada en 2011 y de mismo título, protagonizada por Tye Sheridan, Olivia Cooke, Ben Mendelsohn, Lena Waithe, TJ Miller, Simon Pegg y Mark Rylance. La película transcurre en 2045, cuando la mayoría de la humanidad usa un software de realidad virtual conocido como OASIS para escapar de la desolación del mundo real. Un adolescente huérfano llamado Wade Watts (Sheridan) descubre pistas hacia un juego oculto dentro del programa que promete al ganador la propiedad total de OASIS, uniéndose a varios aliados para intentar completar el juego antes de que una multinacional liderada por un empresario llamado Nolan Sorrento (Mendelsohn) pueda hacerlo.

Uno de los estrenos más esperados de este año que termina por parte de Warner en cines y también de los más exitosos, no es para menos ya que ofrece desde grandes escenas visualmente hablando a un ritmo rápido y enérgico, magníficas interpretaciones de Sheridan y Rylance, pero sobre todo una enorme variedad de referencias culturales a todo tipo de medios. Se nota además que esta cinta posee diferencias significativas con respecto al libro, ya que la trama mejora al material original, convirtiéndose por derecho propio en otro clásico de Spielberg, muy bonito incluso con sus fallos, lo cual es hasta irrelevante en un cineasta de trayectoria tan impecable.

                                      

En 2045, la gente busca a menudo escapar de la vida cotidiana mediante un universo de entretenimiento por realidad virtual llamado OASIS, creado entre James Halliday (Rylance) y Ogden Morrow (Pegg) para Gregarious Games. Tras la muerte del primero, un mensaje pre grabado que dejó su avatar Anorak anuncia un juego que concede la propiedad de OASIS al primero que encuentre un huevo de pascua dorado en su interior, encerrado tras una puerta que requiere de tres llaves. La competición ha atraído a un importante número de buscadores, así como el interés de Nolan Sorrento, director ejecutivo de Industrias Innovadoras Online (IOI), quien busca controlar OASIS por su cuenta, usando una cifra relevante de trabajadores no abonados y empleados conocidos como Sixers para dar con el huevo.

Los empleados de IOI se llaman Sixers porque sus DNIS llevan seis dígitos y empiezan por el 6. Wade Watts es un adolescente huérfano que vive en un barrio pobre de viviendas apiladas como torres en Columbus (Ohio) con su tía Alice (Susan Lynch). En el OASIS, su avatar, Parzival, es amigo de Aech, un mecánico virtual. Un día, Parzival se hace amigo de Art3mis, un conocido buscador quien comparte el interés común en la historia de Halliday, revisando su vida en los archivos con la ayuda de su conservador. Ambos se enteran de que Halliday tuvo varios remordimientos en vida, incluyendo su amor no correspondido por la esposa de Morrow, Kira (Perdita Weeks), o perderle como amigo tras obligarlo a renunciar por escrito su parte en Gregarious Games.

                                                              

Usando esta información, resuelven los dos primeros retos del juego de Anorak: una carrera de coches por un siempre cambiante paisaje urbano de Manhattan y la búsqueda de Kira en el Hotel Overlook de El resplandor. Aech y sus amigos Daito y Sho siguen su ejemplo, por lo que el grupo acaba siendo conocido como !Choca esos cinco! en los marcadores de OASIS. Sorrento descubre la identidad de Parzival a través de un mercenario llamado i-R0k (Miller), intentando persuadir a Wade para que se una a IOI, pero este lo rechaza. En represalia, Sorrento ordena a la jefa de operaciones F´Nale Zandor (Hannah John-Kamen) que bombardee la torre de Wade, matando a Alice.

La jugadora Art3mis, Samantha Cook (Cooke), rescata a Wade, pero ambos son pronto encontrados por IOI. Samantha es capturada y obligada a la servidumbre, mientras que Wade es extorsionado a salir junto al resto de los otros Cinco: Helen Harris (Waithe) (Aech), Toshiro (Win Morisaki) (Daito) y Zhou (Sho). El grupo rastrea la localización de Samantha en IOI, ayudándola a escapar desde la distancia y permitiendo que les ayude en el OASIS como Art3mis. El tercer desafío requiere que se juegue a uno de los juegos favoritos de Halliday en Atari 2600, en un castillo perteneciente a Voltron: el defensor legendario, el cual ha protegido Sorrento con un campo de fuerza. Parzival recluta a otros jugadores de OASIS para que ayuden a los rebeldes a atacar a las fuerzas de IOI repartidas por el castillo.

                                                       

Art3mis desactiva el campo de fuerza, permitiendo a Perzival alcanzar la consola, pero Sorrento activa el Cataclismo, una bomba que mata a todos los avatares del Planeta Voltron. Sin embargo, debido a que ha ganado una moneda del Archivo del Conservador antes, Parzival obtiene una vida extra, preparándose para jugar en Adventure y dar con su huevo de pascua, recibiendo la última llave. Al abrir la puerta Anorak le felicita y le da un contrato para firmar, pero sin embargo reconoce que es el mismo que Morrow firmó para entregarle su parte de Gregarious y lo rechaza. Anorak cambia de forma y se convierte en Halliday, revelando que el contrato era la última prueba para asegurar que Parzival no cometería el mismo error.

Parzival recibe el huevo dorado y el control de OASIS, mientras que en el mundo real Sorrento y Zandor no logran detener al chico antes de que gane, siendo rápidamente arrestados por el bombardeo. Morrow al parecer era el Conservador y se ofrece a Wade, quien acepta encantado de contar con sus servicios. El muchacho decide llevar OASIS con los otros Cinco y prohibir a IOI de obligar a la gente a esclavizarse y de apagar el sistema dos veces a la semana para que todos pasen más tiempo en el mundo real. Finalmente, él y Samantha se van a vivir juntos a un apartamento.

                                                   

Warner y el productor Donald De Line lograron por medio de una subasta los derechos del libro de Cline, publicado en español por Nova. Su adaptación corrió a cargo de Penn (X-Men) y fue financiada por Village Roadshow Pictures, con Spielberg produciendo junto a Kristie Macosko Krieger, dirigiendo de nuevo un filme de ciencia ficción basado en una novela desde que hiciera Minority Report y retomando el género de fantasía desde Las aventuras de Tintín. Era necesario que Spielberg regresase a lo más alto de la taquilla y desde luego con RPO lo ha demostrado. Entre los cambios de la novela al filme están el suprimir referencias a Pac-Man y a la película Juegos de guerra.

El equipo detrás de RPO peleó por meter referencias a la cultura popular a cascoporro en una sola película. Tres actrices se disputaron el papel de Art3mis : Cooke, Elle Fanning y Lola Kirke, con la primera como vencedora. Mendelsohn fue elegido como villano y Sheridan (otro de X-Men) como protagonista, con Pegg y Rylance confirmados, así como Miller (Silicon Valley), John-Kamen y el japonés Morisaki, quien además de actor es cantante en su país. El rodaje se llevó a cabo en Birmingham, que se parece mucho a Ohio, recreando la distopia cutre del libro en la que no falta una persecución automovilística, cortesía de ILM en pos producción. Su resultado en pantalla recuerda al caos de Salvar al soldado Ryan.

                                                 


Spielberg e ILM recrearon la famosa película de Stanley Kubrick, pero además metieron la máquina del tiempo DeLorean (Regreso al futuro), El gigante de hierro, Chucky, Freddy Krueger y el King Kong de 1933. El tiranosaurio de Parque Jurásico tampoco podía faltar a la cita. Las referencias culturales abarcan los 70, 80, 90, 2000 y 2010, con videojuegos, anime e historietas de todas esas décadas (no pongo la lista completa porque salen como 135 en total), por lo que el Rey Midas se ha debido divertir mucho incluyéndolas todas, salvo, claro está, toda la parafernalia de Star Wars, porque es de Disney. Warner tampoco pudo lograr meter guiños a Encuentros en la tercera fase, ya que es de Columbia pese a ser de las primeras del director.

Blade Runner y su secuela, 2049, iban a ser el escenario principal del desafío que acometen los jugadores hasta que lo sustituyó El Resplandor como homenaje a Kubrick. Ultraman fue sustituido por El Gigante de Hierro y por el robot Gundam, a la vista de que esa era la otra opción de Spielberg a falta de los droides de SW, y es que hasta la ambición de un gran cineasta tiene sus límites. En cierta parte quiso evitar lo que le ocurrió en 1941, cuando parodió Tiburón y El diablo sobre ruedas. Y como sorpresa, hay un homenaje a El último gran héroe, cuyo guion fue escrito como el de RPO por Penn. John Williams iba a componer la música, pero finalmente solo hizo la de otro trabajo de su amigo, Los archivos del Pentágono.

                                                   

Alan Silvestri reemplazó al maestro en dichas labores, contando con su experiencia de haber compuesto bandas sonoras en los 70 y 80 (como Regreso al futuro). Así mismo se oyen temas de Prince y otros artistas clásicos. El espíritu y el ritmo del cine de Spielberg han otorgado a Warner la puntuación perfecta en la partida de un juego que ha rescatado las buenas sensaciones que parecían perdidas desde Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, un dulce y nostálgico viaje emocionante que resume con esmero el esfuerzo del director en añadir otra aventura redonda a su filmografía. La cultura popular destaca en este increíble espectáculo de ciencia ficción y nostalgia incesante.

RPO es en definitiva un divertido juego más distópico de lo que parece, una brillante travesura por parte de Spielberg que merece la pena jugar, virtualmente asombroso. No creo que este hombre tenga el mérito de hacer películas dramáticas que mucha gente interprete como optimistas o filmes más complejos que inmediatamente son considerados como confusos o simples, yo creo que son ambas cosas, no creo que sea capaz de explorar realmente un formato que él ayudó a crear, pero después de verla de nuevo creo que lo ha vuelto a hacer desde IA. Me ha resultado un tanto dramática y pesimista, pero entre tanto enredo me ha fascinado por su complejidad, que es lo que suele pasar con el cine del Rey Midas, que a lo primero se desprecia pero con los años te percatas de que estabas subestimando su trabajo.

                                                 

En cuanto a su secuela, pues francamente no sé si Cline estará dispuesto a seguir adelante con ella y si regresará Spielberg, potencial hay para ello y el reparto es más que idóneo a repetir.

Puntuación: 7,5

                                               

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