Aniquilación (2018)


                              Teme a lo que hay dentro

                                    

Una de las primeras películas del presente año que analizo es esta mezcla de ciencia ficción y terror que escribe y dirige Alex Garland, basada en la novela homónima de Jeff VanderMeer y que protagonizan Natalie Portman, Jennifer Jason Leigh, Gina Rodriguez, Tessa Thompson, Tuva Novotny y Oscar Isaac. La historia sigue a un grupo de científicas militares que entran en la centelleante Zona X, un misterioso lugar en cuarentena con paisajes mutantes y criaturas metamórficas. Este filme se estrenó en los cines norteamericanos a principios de año y posteriormente en China por cortesía de Paramount, una estrategia llevada bajo cuerda que ocultaba un enfrentamiento entre los productores por aclarar su acuerdo de distribución internacional.

Cuando llegaron las primeras noticias respecto a su esperado estreno, mucha gente se preguntó porqué Aniquilación iba a verse directamente en el resto del mundo a través de la plataforma de contenidos por internet más conocida del momento. Una razón podía deberse a los beneficios de taquilla para una producción de presupuesto medio, pero sea como fuere aquí en España y en los países que no fueran los antes mencionados hubo que recurrir a Netflix, que se dice que pagó al estudio algo más de lo que costó hacer la película. Disponible desde marzo, es una destacada cinta que visualmente es una preciosidad, está bien interpretada, dirigida y su trama da bastante que pensar, pues aborda la depresión y la pena con la que los humanos son propensos a la autodestrucción.

                                                       

En la Zona X, una instalación gubernamental situada en la costa sur de los EEUU, Lena (Portman), profesora de biología celular y antigua soldado, se encuentra en cuarentena porque tiene que someterse a un interrogatorio acerca de una expedición cuatrimestral hacia un raro e iridiscente campo magnético llamado el Resplandor y del cual ella y su marido Kane (Isaac) son los únicos supervivientes. En retrospectiva, el marido de Lena, un soldado de las fuerzas especiales del ejército de los Estados Unidos, aparece en su hogar tras haber desaparecido durante una misión hace casi un año. Este no recuerda nada de aquel momento y repentinamente se pone muy enfermo. Un equipo de seguridad gubernamental intercepta la ambulancia de Kane y transportan a él y a Lena hasta la Zona X, cerca de donde el Resplandor empezó a extenderse tres años antes.

Una psicóloga, la doctora Ventress (Leigh), explica que los equipos militares, incluyendo el de Kane, se han aventurado en el Resplandor para intentar alcanzar el faro donde apareció por primera vez el fenómeno. Kane es la única persona que ha podido regresar de una expedición, por lo que Lena se ofrece voluntaria para unirse a Ventress en una investigación formada por dos científicas, Josie Radek (Thompson) y Cassie Sheppard (Novotny), así como una médica, Anya Thorensen (Rodriguez). La tecnología de guía falla, ya que las integrantes de la expedición se dan cuenta de que no pueden registrar los ratos extendidos que pasan allí, y encima un caimán mutado ataca a Josie. El equipo la rescata y se entera de que el animal muestra signos de haberse convertido en un híbrido. El proceso biológico en cuestión le ha llevado a mutarse con un tiburón.

En una base militar abandonada, el equipo descubre indicios de la expedición de Kane junto a una tarjeta de memoria que les dejaron y en la que hay un vídeo donde se ve al muchacho abriendo en canal el estómago de otro miembro de su expedición mientras aún estaba vivo, revelando como sus intestinos habían comenzado a retorcerse como si fueran gusanos. Esa noche, la valla del perímetro de la base queda abierta tras romperse, llevando a investigar a todas las del grupo. De repente, un oso mutado se lleva a Cassie arrastrándola, y a la mañana siguiente el equipo halla una de sus botas. Lena explora más a fondo por su cuenta y descubre el cadáver mutilado de la chica, por lo que regresa e informa de su muerte.

El equipo continúa hacia el faro del centro del Resplandor, hallando un asentamiento en ruinas con plantas de aspecto humano en su exterior. Josie cree que este actúa sobre los organismos como si fuera un prisma óptico, distorsionando y refractando el ADN igual que la luz. Las integrantes de la expedición se percatan de que poco a poco también están cambiando, así que esa noche Anya cae en un estado psicótico por el cual ataca y se aleja de las otras. Como está suponiendo que algo amenaza al resto, ella escucha a quien parece ser Cassie gritando auxilio fuera, por lo que decide investigar. El oso que mató a Cassie entra en la casa y en realidad sus rugidos imitaban los gritos agónicos de la muchacha moribunda.

El animal mata a Anya y ataca a Lena antes de que Josie pueda disparar hasta que lo logra aniquilar. Ventress deja que Lena y Josie completen el viaje mientras sea posible. Josie medita sobre que ella no quiere ir y comienzan a brotarle flores de su cuerpo, alejándose de Lena y desapareciendo entre las plantas de aspecto humano. Lena alcanza el faro y entra allí, hallando un cadáver incinerado, una vídeo cámara y un agujero en el suelo. El metraje de la cámara muestra a Kane despotricando sobre los efectos del Resplandor sobre él, instando al cámara a que busque a Lena y finalmente suicidándose con una granada de mano con fósforo, tras lo cual un doppelgänger suyo aparece caminando a plena vista.

Lena desciende por el agujero en el suelo y da con Ventress, quien también ha empezado a mutar, contándole que los grupos en activo pronto pasarán a abarcar todo, antes de desintegrarse en un feroz fractal que absorbe una gota de sangre del rostro de Lena y crea un ser humanoide. Lena intenta escapar del faro, pero el humanoide la detiene, imitando sus movimientos, por lo que cuando acaba desmayándose este también lo hace. Por alguna razón, la cabeza de Lena sangra a raudales hacia sus mejillas tan pronto como se despierta, volviéndose hacia el humanoide y atrapándolo mientras la imitaba. Le entrega una granada y la sostiene en la otra mano, transformándose en un doble suyo, activando y explotando Lena el arma.

Esto causa que el humanoide brille y se transforme de nuevo en lo que era antes, viendo como Lena huye al exterior abandonándolo, con el ser en llamas engullendo el faro y varias de las construcciones de la zona derrumbándose, con el Resplandor disipándose hasta quedar en nada. El interrogatorio de Lena concluye, reuniéndose con Kane, quien se ha recuperado rápidamente desde que el Resplandor ha dejado de existir. Ella le pregunta si es el auténtico Kane, a lo que él responde “No lo creo”. Él hace la misma pregunta, pero Lena no le responde, así que los dos se abrazan y los iris de sus ojos brillan como los colores del Resplandor.

                                                   

Paramount se interesó por la novela Aniquilación de VanderMeer y para ello el encargado de producirla fue Scott Rudin, pretendiendo que pudiera hacerse toda la trilogía de la que forma parte el libro. Rudin es un prolífico productor cuyos títulos han sido reconocidos con prestigiosos galardones como el Oscar, el Emmy, el Grammy o el Tony. Garland entró en el proyecto como guionista y director, con lo que así iría más rápido en el proceso de escribirla. Esta adaptación se propuso captar la atmósfera de la historia original y no ser la traslación habitual de las páginas a la pantalla, de ahí que vinieran las inevitables acusaciones de blanqueo, pero el propio cineasta afirmó que no hubo nada cínico o conspiratorio a la hora del elegir el reparto del filme.

Y es que en Aniquilación parece ser que Hollywood volvió a eliminar todo rastro de la raza de dos personajes, los de Portman y Leigh, que eran asiáticas en los siguientes libros. Hacerse cargo de este tipo de acusaciones de blanqueo resulta demasiado absurdo cuando en la novela adaptada ni siquiera se menciona y luego ves que la actriz principal borda su papel. Es más, Garland llegó incluso a fabular una versión todavía más chiflada, pero decidió ajustarse al plan inicial. Portman, insisto, es una estrella establecida y con una trayectoria reconocida que lidera la cinta con mucha profesionalidad. El rodaje se llevó a cabo en Windsor Great Park (Gran Bretaña), donde se construyeron los decorados situados cerca de un estanque.

Se descartó rodar en Florida, lugar donde el autor, VanderMeer, situó su novela de osos voladores gigantes que son la constante de su obra. Garland captó desde el inicio esa clase de escenas notables para mostrar en imágenes en su nuevo thriller de ciencia ficción. Otro lugar de filmación fue Holkham, una población al este de Inglaterra, en Norfolk, que completó el paisaje nuevo que Portman explora en Aniquilación, un reino alterado donde sus pobladores, esos seres mutados y los que entran en contacto con los mismos, son cazadores y presas. Netflix por su parte esperaba mover ficha para hacerse con la película de Garland y estrenarla este mismo año a tenor de un preestreno percibido pobremente.

David Ellison, productor del estudio, percibió la película como muy intelectual y complicada, exigiendo cambios que atrajesen más espectadores, incluyendo que el personaje de Portman resultase más compasivo y que el final fuese otro. Rudin discrepó y se puso del lado del director, porque no quería alterar el filme y además poseía autoridad respecto a como se estrenaría el mismo. He aquí la razón del conflicto y porqué solo se ha visto en los cines estadounidenses, canadienses y chinos, mientras que el resto del mundo tuvo que abrirse una cuenta en Netflix. Es una decepción total no poder ir a verla en la gran pantalla, pero por otro lado en la pequeña se están haciendo últimamente obras de calidad como El cuento de la criada, que también se ve por distribución digital.

La consecuencia de solo estrenarla en cines de tres países ha provocado que sea un fracaso de taquilla en lo que llevamos de 2018. Se ha podido ver también perjudicada por el firme paso de las producciones de Disney/ Marvel (sobretodo por Black Panther) o en el caso de China por los filmes locales. De nuevo vuelvo a reivindicar 2001, la cual 50 años después no solo sigue siendo el gran clásico de Kubrick en el género, sino como Aniquilación podría haber sido rentable. Ha perdido ante comedias como Noche de juegos, melodramas como Cada día o animación familiar como Peter Rabbit, de ahí que sus cifras hayan dado el cante ante propuestas que a un servidor harían sonrojar si la hubiera financiado.

                                                

Aniquilación respalda sus maravillas visuales características de la ciencia ficción y su emoción visceral propia del género con una extraordinariamente ambiciosa e inesperadamente extraña exploración de temas desafiantes que deberían dejar a los espectadores reflexionando pasado un tiempo tras la aparición de los créditos finales. La innovación abunda cuando Portman se aventura en lo desconocido, con su director transcendiendo a su modelo literario. No obstante, es imposible apartar de tu mente el hecho de que Netflix sea el nuevo equivalente al videoclub o a cuando tu película va directamente al mercado doméstico, ya que esta es la tercera vez que un estreno de ciencia ficción acaba así.

Y es que este año la plataforma se ha apuntado al género con títulos como The Cloverfield Paradox y Mute, ese thriller futurista y noir dirigido por el gran Duncan Jones (el mismo que nos trajo Moon y Código fuente). No hay duda que Aniquilación es como Predator pero con pretensiones y un cambio bienvenido respecto a los taquillazos desgastados como pueden ser los recientes episodios de Star Wars. Aparte, con esta cinta quiero concluir lo que ha dado de sí hasta ahora la trayectoria de Garland desde sus dos colaboraciones con Danny Boyle hasta su anterior y primer trabajo en solitario que hemos venido recordando aquí este presente mes. Ha estado muy cerca de traernos una réplica al terror resbaladizo de Alien.

                                                     
Para ir acabando, añadir que la trama es muy parecida o similar a lo que ya escribió HP Lovecraft en su relato El color que cayó del cielo, por su descripción de un viaje escalofriante y cósmico, donde un meteoro aterrizaba en un pantano y desencadenaba una plaga de horrores indescriptibles. En esa línea también incluiríamos a Pícnic Extraterrestre y su versión cinematográfica Stalker.

Puntuación : 6,5

                                                     

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