Pesadilla en Elm Street 3: los guerreros del sueño (1987)


                   Freddy está a la vuelta de la esquina...

                                         
Repasamos la tercera entrega de las pesadillas de Freddy,una de las franquicias slasher más intensas de todos los tiempos,dirigida por Chuck Russell,quien debutaba tras la cámara y que nos llevaba de vuelta a Elm Street, siendo escrita por el creador original,Wes Craven, y protagonizada por Heather Langenkamp, Patricia Arquette y Robert Englund. Freddy Krueger (Englund) quiere asesinar esta vez a los últimos niños de los padres que le quemaron hasta matarlo. Esos chicos están presos en un hospital psiquiátrico, pero Freddy no sabe que Nancy Thompson (Langenkamp) está entrenando a los pacientes para que controlen sus poderes oníricos y que luchen contra el muerto viviente asesino. Le siguió un año después la secuela El amo del sueño.

                                        

En algún momento tras La venganza de Freddy, Kristen Parker (Arquette) sueña que está en una casa abandonada en Elm Street dónde la persigue el asesino en serie Freddy Krueger, pero al despertarse e ir al baño Freddy la vuelve a atacar, cortándose su muñeca con una navaja. Creyendo que es suicida, su madre la envía al hospital Westin, dirigido por el doctor Neil Gordon y dónde se resiste a ser atendida por los camilleros que tratan de sedarla por temor a quedarse dormida. Finalmente la calma la terapeuta residente Nancy Thompson, quien recita parte de la nana de Freddy y con ello se gana su confianza.

                                                      

Nancy es presentada al resto de pacientes: Phillip, un sonámbulo habitual; Roland Kincaid (Ken Sagoes), un chico duro de las calles propenso a la violencia; Jennifer, una optimista actriz de televisión; Will, quien está confinado a una silla de ruedas tras un intento de suicidio; Taryn White (Jennifer Rubin), una antigua drogadicta; y Joey, quien está demasiado traumatizado para hablar. Luego, Kristen es atacada de nuevo por Freddy (esta vez como una serpiente gigante), e inconscientemente trae a Nancy a su sueño, permitiendo que ambas escapen. Kristen revela que posee la habilidad de traer a la gente a sus sueños desde que era niña.

                                              

En las dos noches siguientes, Freddy arroja a Phillip por el tejado para que parezca un intento de suicidio y también mata a Jennifer estampando su cabeza contra un televisor. En su próxima sesión grupal, Nancy revela a los pacientes restantes que son los últimos niños supervivientes de la gente que se reunió para quemar vivo a Krueger hasta matarlo varios años atrás. Tanto ella como Neil les animan a que traten de hacer hipnósis conjunta para que puedan tener un sueño compartido y descubrir sus poderes oníricos. En dicho sueño, Joey vaga perdido y acaba siendo capturado por Freddy, dejándolo comatoso en el mundo real.

                                              

Nancy y Neil son suspendidos de sus empleos, aunque a él le dice una monja, la hermana Mary Helena (Nan Martin), que Freddy es el hijo de una joven novicia que quedó accidentalmente encerrada en una habitación con cientos de pacientes chiflados que la violaron continuamente, por lo que la única forma de detenerle es haciendo que sus restos mortales descansen en paz por toda la eternidad. Él y Nancy acuden al padre de la muchacha, Donald Thompson (John Saxon), para descubrir que los huesos están ocultos. El señor Thompson se niega a cooperar, por lo que Nancy vuelve rápidamente al hospital tras enterarse de que Kristen va a ser sedada.

                                             
Neil logra convencer a Donald para que les ayude, mientras que Nancy y los otros se conectan de nuevo en hipnósis grupal para poder reunirse con Kristen, pero son separados por Freddy. Taryn y Will son asesinados por este al tiempo que Kristen, Nancy y Kincaid se encuentran y rescatan entre los tres a Joey aunque incapaces de derrotar a Freddy, quien se ha vuelto muy poderoso debido a todas las almas que ha consumido. Sin embargo, Freddy nota que sus restos han sido hallados y por tanto posee a su propio esqueleto, matando a Donald e incapacitando a Neil. Freddy regresa para atacar a los otros, pero Joey usa su poderosa voz onírica para expulsarlo.

                                               
Donald se aparece a Nancy para contarle que está cruzando el umbral,pero luego se revela que es Freddy transformado, quien apuñala y mata a la chica. Cuando se dispone a acabar con Kristen, Nancy emerge y apuñala a Freddy en venganza con su propio guante mientras Neil despierta y consagra los huesos, destruyéndolo definitivamente. En el funeral de Nancy, Neil ve a Mary Helena de nuevo, por lo que trata de seguirla, pero tras perderle de vista halla una lápida que revela que era Amanda Krueger, la madre de Freddy.

New Line por poco suspendió la saga tras la anterior secuela, que hay que admitir que fue un fracaso absoluto, por lo que Craven, que no participó en la misma ni quería hacer una franquicia, sí se sumó a esta pese a que deseaba que terminase la serie con ella, pero su recuperado brillo en taquilla propició otra continuación. El concepto inicial de Craven para esta entrega era que Freddy Krueger invadiese el mundo real, emergiendo de su zona para aparecerse a los actores que filmaban una nueva secuela de Elm Street. La productora rechazó esta idea metaficticia en aquel tiempo, pero años más tarde ese concepto de Craven llegó a la pantalla finalmente con La nueva pesadilla, en la que Wes hacía de él mismo.

Otra idea original descartada era que se daba un fenómeno por el cual los niños viajaban a un lugar específico para suicidarse, con los sueños de Freddy Krueger descubiertos finalmente como un vínculo común entre los jóvenes. Por aquel entonces el suicidio era un tema tabú en la sociedad, lo cual llevó a su lógico abandono, si bien algunos aspectos permanecieron en la trama que acabó filmándose, pues la versión que conocemos aún muestra tanto dicha controversia como la auto mutilación. Por tanto se suavizó la polémica al ser estos actos cometidos bajo la distintiva influencia de Freddy, añadiendo suficiente fantasía para que no pareciese que se estuviesen burlando de la juventud problemática que por entonces pululaba América.

En ese guion original de Craven los personajes eran un tanto diferentes de cómo fueron filmados. Nancy no era experta en el sueño ni tampoco una profesional de la salud mental, mientras que Kristen (Kirsten) se quedaba en dicha institución sólo durante un tiempo y además vivía con su padre. Neil se apellidaba Guinness y era mucho más joven, Taryn era afroamericana, Joey era quien construía la casa de juguete (lo cual le había dado problemas) y no iba en silla de ruedas. Además, Philip tenía trece años y Will se llamaba Laredo, tenía el pelo largo y tampoco usaba silla de ruedas, así como que era el que hacía marionetas de arcilla.

El texto también describía el rancho donde nació Krueger, siendo la casa que aparece en los sueños colectivos y no la de Elm Street. Y al contrario que la película, el teniente Donald Thompson sabía desde el principio que Krueger es real y que sigue vivo. Este estaba desaparecido y Nancy intentaba dar con él, logrando su misión y enterándose que estaba obsesionado con encontrar la casa de Krueger para prenderla. También había hueco para un romance entre Nancy y Neil que terminaba con ambos haciendo el amor. Muchas escenas y diálogos eran calcados de la primera película, pero sin mencionar que la madre de Krueger había sido monja o que Freddy era el hijo bastardo de cien maníacos.

Originalmente Joey y Kincaid eran asesinados y sus muertes resultaban ser sobre el papel mucho más grotescas, sin que Krueger fuese tan parlanchín pero más vulgar, siendo aniquilado con agua bendita en vez de con su propio guante manejado por Nancy. Russell y Frank Darabont fueron los responsables de tales cambios en el guion, nada que ver con lo ideado por Craven. No obstante, la escena que transcurre en el vertedero se hizo tan popular que el lugar volvió a salir en la cuarta parte. La canción que da título a la película fue compuesta e interpretada por la banda de heavy metal Dokken, de gran fama por aquel entonces.

                                          
La cinta fue objeto de una absurda censura en Australia por parte del gobierno local debido a sus referencias a las drogas. En concreto parece ser que a la administración conservadora que gobernaba el país entonces le enfadaba el ver como el guante de Freddy se transformaba en jeringuillas que inyectaba en los brazos de Taryn para provocar en la chica una sobredosis de anfetamina. La llegada de los laboristas al poder abolió por completo dicha regulación y Los guerreros del sueño por fin llegó a verse en tierras australianas, ya que no mostraba apenas la violencia gráfica de la que tanto clamaban los de la derecha.

                                       
Sin llegar a los niveles de Freddy contra Jason, la mediocre dirección de Russell hace que en esta película sea difícil de diferenciar que momentos de humor son intencionados y cuales no lo son, lo que la hace patinar de vez en cuando y por tanto nunca llegar a generar la justa afinidad por sus personajes. Las escenas oníricas si que son ingeniosas, ya que muestran algunas imágenes notables de pesadillas posibles gracias a los efectos especiales. La interpretación de Langenkamp se queda en esfuerzo en vano, pero al menos se compensa con increíbles escenas a punta pala que dan vida al tipo de imágenes bizarras que suelen encontrarse sólo en las portadas de los cómics.

Puntuación: 6,5

                                          



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