Cariño, he encogido a los niños (1989)
La aventura más
increíble e innovadora de todos los tiempos tuvo lugar en el
jardín trasero de una casa.
Un
título imprescindible de ciencia ficción humorística que supuso el
debut como director de Joe Johnston en esta producción de Disney
que narra la historia de un inventor que accidentalmente encoje a
sus hijos y a los de los vecinos al tamaño de una pulgada y media
con su máquina de encoger electromagnética, arrojándolos sin
querer junto con la basura y obligando a estos a adentrarse en el
patio para regresar a casa al tiempo que deberán ahuyentar insectos
y otros obstáculos. Rick Moranis es Wayne Szalinski, el inventor que
por error a encogido a sus hijos, Amy (Amy O´Neill) y Nick
(Robert Olivieri). Marcia Strassman hacía de su esposa,
Diane, a quien le decía la frase que da nombre a la cinta.
Los
vecinos de los Szalinski, los Thompson, eran interpretados por Matt
Frewer (Russ), Kristine Sutherland (Mae),Thomas Wilson
Brown (Russ Jr) y Jared Rushton (Ron). Todo un
sorprendente éxito de taquilla para el estudio aquel año que nos
brindó una historia visualmente innovadora y que propició dos
inevitables e inferiores secuelas: Cariño he agrandado al niño
y Cariño nos hemos encogido a nosotros mismos, así como la
serie televisiva emitida por Disney Channel, que expandía las
aventuras de la familia con otros inventos del padre. Uno de los
guionistas originales, Tom Schulman, ganó ese año un Oscar por El
club de los poetas muertos, aunque la trama partió de la mente
de Stuart Gordon (Re-Animator).
El
científico e inventor Wayne Szalinski vive en su casa de las
afueras intentando perfeccionar un cañón de rayos capaz de reducir
objetos, pero lo único que logra es explotar las manzanas que usa
como prueba. Luego, los niños ya encogidos consiguen saciar su
hambre gracias a una galleta de avena con crema de Nick que estaba
tirada en el jardín, pero su merienda es interrumpida por un
inesperado explorador: una hormiga. Más tarde son de nuevo
sorprendidos por la llegada de un escorpión que atrapa a Ron en la
pieza de Lego donde han acampado mientras el resto huye, para
refugiarse posteriormente en la madriguera de una lombriz. A tamaño
real, Wayne y Diane han podido evitar que nadie pisase el césped.
Finalmente,
pasados unos meses tras el incidente, las dos familias se reconcilian
el día de acción de gracias alrededor de un pavo aumentado de
tamaño con el rayo que encogió a los hijos de los Szalinski y de
los Thompson, con Nick al fin pillando el significado de lo que le
contó Russ tras reanimar a Amy cuando estuvo a punto de ahogarse en
el jardín (básicamente dijo que aprendió a hacer respiración
boca a boca en la clase de francés porque un beso de este estilo se
hace metiendo profundamente la lengua a la otra persona a quien se
le da). Su experiencia como diminutos les ha hecho dejar de ser
niños tras haber vivido como todos los seres pequeños que habitan
por la superficie.
Disney
recibió este proyecto inicialmente de manos de Gordon y su socio y
amigo Brian Yuzna, con el primero como posible director y el
segundo produciendo. Ambos concibieron la trama original que luego
expandiría Schulman, pero Gordon abandonó la silla de dirección
debido a una enfermedad, por lo que Johnston le sustituyó
definitivamente. Los cambios no hicieron que se perdiese la madurez
del conocido dúo de cineastas de terror fantástico en el guion,
siendo muy influenciado por un clásico de los 50 como El
increíble hombre menguante. Antes de que Moranis se llevase el
papel del inventor chiflado Wayne Szalinski, el texto tenía en mente
a otro cómico popular de aquella época: Chevy Chase.
Chase
estaba recién salido de su conocida Las vacaciones de una
chiflada familia americana y preparado para rodar su otra
secuela, !Socorro! Ya es Navidad, por lo que estaba muy
ocupado para dar vida a Wayne. Otro considerado para el papel fue el
canadiense John Candy, quien también lo rechazó pero sugirió a
Johnston que contratase a su compatriota, compañero de reparto en
títulos como La tienda de los horrores o La loca historia
de las galaxias. Los personajes de Moranis y Strassman pasan por
problemas matrimoniales a lo largo de la película hasta el
desenlace. Por parte de los vecinos, Russ es muy exigente con su hijo
mayor y no comprende porqué no le interesan las cosas de hombres
(fútbol, pesca).
Brown,
que encarna al pequeño Russ, parece estar más prendado de su vecina
Amy y por eso pasa del fútbol, mientras que Ron (Rushton) es
lo que suele llamarse un abusón con respecto a Nick, un empollón
como su padre y que como actor luego lo ha reclutado Tim Burton para
Eduardo Manostijeras en el papel de hermano de la
protagonista. Johnston, formado como supervisor de efectos
especiales, eligió para debutar con Disney rodar en unos estudios
que tenían en Ciudad de México y también en Beverly Hills (aunque
en la secuela se afirma que los Szalinski vivían en otro lugar de
California, Fresno). En su estreno original acompañó a la cinta
un corto protagonizado por Roger Rabbit, Dolor de barriga, luego incluido en el DVD.
Lo
mejor de esta película es que igual que su título lo que te
encuentras es tan agradable y divertido como te esperas, sin
complicaciones, en la mejor tradición de Disney porque no es un
producto juvenil que aburra a los adultos, tiene unos efectos
especiales descomunales que para su época eran muy avanzados. La
música, compuesta por James Horner junto a la orquesta sinfónica de
Londres, incorpora secciones que recuerdan a la banda sonora de Nino
Rota para Amarcord, de Federico Fellini, y también a los
dibujos animados de Looney Tunes o Fantasías animadas de
ayer y hoy, ambos de Warner Bros y original de Raymond Scott,
compositor de la era dorada.
Creado
para verse en un cine 3D estaba el corto que se exhibía en los
parques de Disney y que era una experiencia donde el público
resultaba ser reducido de tamaño además de protagonista de la
acción dentro de la sala gracias a efectos de movimiento coordinados
con la acción en pantalla. Un servidor tuvo el privilegio de
experimentarlo en París y de tener a escasos centímetros una pitón
virtual que parecía atacar a los espectadores, con la novedad de ver
dentro de la trama al ex Monty Python Eric Idle como jefe de
Szalinski. Desafortunadamente cerró para traer de vuelta a otra no
menos emblemática película, Capitán EO, la aventura
espacial encabezada por el desaparecido Michael Jackson.
Moranis
encarnó un total de tres veces al alocado profesor, siendo su
despedida oficial del papel en la película que acabó directamente
para vídeo y dónde era el único actor original, ya que para la
serie televisiva fue sustituido por Peter Scolari, de gran parecido
físico al canadiense pero sin el encanto de este. Sin remedio
posible esta entrañable franquicia tendrá próximamente su
correspondiente nueva versión para su nuevo servidor bajo demanda
con contenido exclusivo de Disney y otras licencias.
Puntuación:
6
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