Spectre (2015)


                             Los muertos están vivos

                                                  
Volvemos a apostar por una película de James Bond, esta vez la más reciente de las veinticuatro producidas por Eon (Michael G. Wilson y Barbara Broccoli) junto a MGM y Columbia/Sony, la cuarta actuación de Daniel Craig como el espía británico 007 y la segunda vez que dirige en la serie Sam Mendes tras Skyfall, siendo escrita por John Logan, Neal Purvis, Robert Wade y Jez Butterworth. La historia muestra como Bond se ve puesto contra las cuerdas por la organización criminal global SPECTRE y por su líder Ernst Stavro Blofeld (Christoph Waltz). No sabíamos nada de una y otro desde Diamantes para la eternidad, y es que dentro de la continuidad de la serie, la versión de Spectre que allí apareció fue borrada de la cronología con el reinicio en 2006 de la franquicia que supuso Casino Royale, por lo que hace aquí su aparición por primera vez en la nueva línea temporal.

No obstante, un personaje parecido a Blofeld había salido previamente en el filme de 1981 Sólo para sus ojos, pero debido a la controversia que hubo con los derechos de autor de la novela Operación Trueno no fue nombrado ni se mostró su rostro excepto en las tomas lejanas. Regresan M (Ralph Fiennes), Q (Ben Whishaw) y Eve Moneypenny (Naomie Harris), con incorporaciones como Léa Seydoux (Doctora Madeleine Swann), Dave Bautista (Sr Hinx), Andrew Scott (Max Denbigh) y Monica Bellucci (Lucia Sciarra), haciendo de esta la película más costosa de los últimos años, con su estreno coincidiendo con el treinta aniversario del de Panorama para matar y con el vigésimo del de GoldenEye. De nuevo vuelve a ser una trama original inspirada en los libros de Ian Fleming.

El tema Writing´s on the Wall , interpretado y compuesto por Sam Smith, ganó tanto el Oscar como el Globo de Oro a la mejor canción original, otorgando a Spectre la distinción de estar en mi lista personal de lo más notable que dio el cine en 2015, el año de El despertar de la Fuerza, Jurassic World, Fast & Furious 7, Vengadores: La era de Ultrón y Del revés. En ese apartado musical repite como compositor Thomas Newman, mientras que en el visual entran nuevos responsables de fotografía y montaje, los prestigiosos Hoyte van Hoytema y Lee Smith, colaboradores habituales de Christopher Nolan en Hollywood (Interstellar). Bond intentará frustrar el plan de Blofeld de lanzar una red de vigilancia masiva internacional, descubriendo que él y Spectre estaban detrás de los acontecimientos de las tres películas anteriores, donde otra vez las escenas de acción priorizan los efectos prácticos sobre los visuales, aunque hay tomas arriesgadas que se hicieron por ordenador con hasta cinco compañías diferentes (ILM,DNeg,MPC,Cinesite y Framestore) para un rodaje como siempre con un sabor muy diverso en localizaciones que poder ver en pantalla grande.

                                                     
Un mensaje póstumo de la anterior M (Judi Dench) conduce a Bond a llevar a cabo una misión no autorizada en Ciudad de México durante el desfile del Día de los Muertos, donde detiene tras una persecución entre el Paseo de la Reforma y el Centro Histórico del DF una conspiración terrorista para bombardear el lugar. Tras la cabecera y de regreso a Londres, Bond es suspendido de sus labores de campo por el nuevo M, Gareth Mallory, quien está en medio de una lucha de poder con Max Denbigh (al que 007 apoda C), el jefe de una agencia colectiva de inteligencia del sector privado. C defiende la idea de que Reino Unido forme la iniciativa Nueve Ojos, usando su influencia para cerrar la sección de campo de los agentes 00, la cual cree que ha quedado anticuada. Moneypenny le informa a Bond en Roma (Italia) que el fugitivo conocido como El Rey Pálido es el sr White (Jesper Christensen),un antiguo miembro de la filial de la organización criminal, Quantum, quien ha entrado en conflicto con el líder de Spectre, Franz Oberhauser, al cual se daba por muerto.

Bond localiza a White en Austria, donde se entera que este se muere por culpa de haber sido envenenado con talio. Luego se reúne con la hija del moribundo, Swann, a quien rescata de las garras del letal y musculoso asesino Hinx, para ir a ver a Q. Mediante el anillo que le sustrajo a Marco, el difunto marido (el asesino que iba a perpetrar lo de México) de la señora Sciarra, el intendente de Bond vincula tras una prueba forense a Oberhauser con las anteriores misiones de 007, identificando a Le Chiffre, Dominic Greene y Raoul Silva como agentes de la misma organización, la cual Swann reconoce como SPECTRE. La chica lleva a Bond hasta el hotel L´Américain, en Tánger (Marruecos),donde se dan cuenta de que White dejó pruebas (símbolos en forma de pulpo) que apuntan a la base de Oberhauser en un cráter del desierto del Sáhara.

                                           
El villano le revela a Bond que de niño creía que este, huérfano entonces y acogido por Oberhauser padre, lo sustituiría en su lugar como hijo del tutor legal del futuro espía, por lo que lo mató y luego fingió su propia muerte, adoptando una nueva identidad, la de Blofeld, el futuro número 1 de SPECTRE. Como la instalación marroquí era un nodo en la amplia red de la organización, Bond y Swann regresan a Londres para reunirse con M,Q, Moneypenny y Bill Tanner (Rory Kinnear),el jefe de personal, con la intención de arrestar a C, también agente de Spectre, y detener el comité de los Nueve Ojos para que no sea activado. Bond es llevado a las ruinas del viejo edificio del MI6, listo para ser demolido tras el bombardeo de Silva, desde donde derriba el helicóptero de Blofeld, que se estrella contra el puente de Westminster, cayendo al río Támesis.

Mendes dijo que no dirigiría otra película de Bond, pero se retractó al reconocer que en realidad quería volver a filmar las travesuras del personaje tras la cámara. De haber renunciado, esta vigésimo cuarta entrega de 007 la hubiera dirigido Nicolas Winding Refn, el responsable de Drive, pero Mendes repitió como hiciera en su día varias veces John Glen (dirigió desde Sólo para sus ojos a Licencia para matar, si bien pudo dejarlo tras Alta tensión debido a la fría acogida de esta entrega de 007).
Por eso siempre suele acordarse uno de aquello de nunca digas nunca jamás, aplicable también a Craig como Bond o a SPECTRE, que en las películas solía ser el acrónimo de Ejecutivo Especial para Contraespionaje, Terrorismo, Venganza y Extorsión.

                                                         
Con este regreso se puso fin a la polémica con respecto a los derechos de autor de la novela Operación Trueno que mantenía a Eon enemistada con Kevin McClory, el productor que demandó al creador de James Bond, desde 1961 por usar elementos del noveno libro, permitiendo que Blofeld volviera al punto de mira de 007 tras el acuerdo legal que hizo que McClory colaborase con la productora para encargarse de su adaptación en 1965, licenciando a Spectre y sus personajes al completo durante una década y consintiendo que aparecieran en Sólo se vive dos veces, Al servicio secreto de su majestad y Diamantes para la eternidad. McClory murió en 2006 y en noviembre de 2013 MGM y sus herederos zanjaron formalmente el litigio con Eon.

La nueva Spectre aparece en un mundo en el que si esta y James Bond nunca hubieran existido este sería un lugar mejor para vivir. Sony y MGM colaboraron de nuevo pero hubo dudas en la primera en el apartado económico, pues podían perder la franquicia si la inversión realizada luego no devolvía beneficios debido a los costes de rodaje, algo que se supo cuando en noviembre de 2014 tuvo lugar el ciberataque al estudio perpetrado por unos desconocidos que obtuvieron esa información tras las amenazadas lanzadas debido al contenido de otra producción, la comedia satírica de Seth Rogen y James Franco The Interview, por la que EEUU acusaba del ataque virtual a Corea del Norte, si bien hubo dudas en las distintas investigaciones llevadas a cabo acerca de la responsabilidad norcoreana, con respuestas legales públicas que discutían sobre si había que informar del ataque, si había que quitar de en medio la película y un largo listado de opciones que EEUU barajó sobre este hecho relativo a su relación con el régimen de la república popular coreana.

                                                      
Los detalles revelados incluían elementos del guion escrito por Logan, un borrador preliminar que luego sería extendido por Purvis y Wade tras haber elaborado juntos el borrador de Quantum of Solace que terminó Paul Haggis. En la continuidad retroactiva de la saga introdujeron precisamente a la filial de Spectre en la mencionada película tras su escueta referencia en Casino Royale. Y es más, el antagonista que encarna Waltz habla de su padre, Hannes Oberhauser, que era un secundario nombrado en Octopussy y que aquí se revela que fue el tutor y figura paterna del joven Bond en 1983, de ahí que Franz le guardase rencor, considerándolo un parásito.

De alguna manera la trama de esta película ya nos avisaba de como páginas tipo Facebook han dado un paso al frente para instaurar a nivel mundial una nueva clase de fascismo. En cuanto a la presencia de Bautista, su papel de esbirro silencioso pero imponente nos trae a la memoria a otros memorables como Tiburón o a Oddjob, el de Goldfinger, cuyo actor también venía de la lucha libre profesional. Después de Bérénice Marlohe, otra francesa fue elegida como chica Bond y no es otra que la Seydoux, pero es que además contamos con otra que no le va a la zaga, Bellucci, quien a sus 50 años se convirtió en la más veterana en ser seducida por 007.

Como no podía ser menos, Bond tiene nuevos coches lujosos y muy caros, concretamente tres conduce en Spectre: un Jaguar C-X75 de Williams (vehículo híbrido eléctrico con motor de combustión interna) y dos Aston Martin, el DB10 y el clásico reconstruido por Q en su taller y que aparece al final, así como un Land Rover Defender y un Range Rover Sport o varias motonieves, de una de las cuales Craig se lesionó la rodilla, por lo que provocó un parón en el rodaje en Austria para operarse. La parte de Roma en realidad era el palacio de Blenheim en Oxfordshire, lugar de nacimiento de Winston Churchill, aunque si que hay escenas rodadas a orillas del Tíber como el Ponte Sisto, el Foro Romano o las cercanías del Vaticano.

James Bond se apodera en la escena del principio de la película del Zócalo, la Plaza de la Constitución del centro de la capital azteca, en un plano secuencia editado en varias tomas divididas que logran un resultado espectacular cuando vemos al espía a bordo de un helicóptero Bo 105 que sobrevuela la zona con peligro, de tal forma que para no dañar el mobiliario el resto de acrobacias se hicieron en la parte de Palenque, en Chiapas, siendo la última escala de 007 en su aventura mexicana y con uso de captura de movimiento para no comprometer la integridad física de los implicados. De la buena experiencia allá por México, Mendes y el equipo pasaron a rodar brevemente por el ayuntamiento de Londres y el puente de Lambeth con la participación del cuerpo de bomberos local para el ataque al Big Ben en su definitiva batalla contra su viejo enemigo, así como en un restaurante del Covent Garden y por Trafalgar Square, donde hace su parón para ir por Blofeld.

Hablando de este, Waltz logra su característico aspecto de villano en el clímax que transcurre dentro del viejo MI6 gracias al CGI, con el que le dibujan virtualmente una cicatriz y le dejan ciego de un ojo. Anteriormente ya quedó algo demacrado en la base marroquí, situada entre Uchda, Tánger y Erfoud, en un lugar llamado Gara Medouar, una guarida volcánica que realmente no es un volcán y donde se filmó la mayor explosión simulada hasta ahora registrada delante de una claqueta. En lo que concierne a la banda sonora de Spectre, el tema principal de Smith hace que nos acordemos de Shirley Bassey porque al parecer la gente lo odia, pero claro está, no es Goldfinger.

Al menos Newman no defrauda, pero para nada es John Barry, y es que tampoco pienso que el de Smith sea un tema tan malo, imaginaos si hubieran llegado a aceptar la propuesta que hizo Radiohead, una nueva versión de Man of War que rechazaron para OK Computer y que perfectamente podría haber optado a mejor canción original para los Oscar, pero hubiera resultado muy extraño oírla en Spectre, aparte de que la maqueta del tema de Smith llegó antes que el de la banda. En general suena como la típica balada que suele escucharse en los concursos de talentos que dan por televisión como Factor X, no me impresiona como fan de Bond y en mi opinión creo que ha dividido más que Skyfall de Adele, pues ha logrado que todo el mundo reaccione negativamente.

Como el tema de Bassey no ha habido otro igual, pero es que parte de esta campaña envenenada también la han alimentado las redes sociales tóxicas como Twitter, donde te hacen pensar que el cantante británico es el mal encarnado, y sin llegar a serlo hay otra gente que le ha gustado, no por nada se ha llevado el Oscar y el Globo de Oro, también había que ver que competencia tenía (resulta paradójico que las dos entregas de Mendes hayan ganado en esa categoría donde no se llevaron nada Sheena Easton,Carly Simon o Wings, la banda de Paul McCartney). Desde luego la publicidad que le dieron solo ha emplazado a darle mayor fama, algo así como hacer pasar una Heineken por un champán caro.

 Craig es un tipo privilegiado, como lo fue el difunto Roger Moore, el anterior inglés en ponerse en la piel de Bond. Ambos son más parecidos de lo que creemos, personalidad arrolladora y encanto a la para que siempre dispuestos a la acción, encarnando el espíritu del auténtico espía británico con licencia para emocionar a los espectadores. No tiene rival aparente en su género, salvo quizás desde Paramount con Misión: Imposible, otra impactante saga de espías, pero se le nota un cierto agotamiento al estilo de Star Wars que puede a la larga hacer que parezca la franquicia de Infiltrados en... Como exponente literario británico ha sabido reinventarse y ser más popular que Harry Potter.

En la anterior reseña ya señalé que 007 había completado su transformación a lo que en el cine de superhéroes vimos con Batman en El caballero oscuro. Las evoluciones siniestras no siempre salen bien a todas las sagas (recordemos el Spiderman de Raimi o Los Juegos del Hambre), pero estas dos la han sabido manejar correctamente. Y es más, es una excelencia que no se centra únicamente en lo visual, también cuida el nudo de la trama (esto va por Avatar y Marte, con un palo personal para Ridley Scott y James Cameron). En una sociedad como la actual donde no sabes cual va a ser la próxima amenaza real al ciudadano (atentados terroristas islámicos principalmente), la figura que representa Bond prevalece más que nunca en el todo o nada por erradicar ese peligro.

 Spectre impulsa al renacido Bond de Craig a las puertas de anteriores entregas más memorables, repletas de acción y espectaculares, aunque hay que admitir que depende mucho de la formula más que establecida de 007, siendo otro estelar paseo para el espía con más estilo y a la vez más exagerado, atractivo y que se posiciona del lado del rebelde Snowden, brindando un espectáculo fanfarrón de plena confianza en sí mismo, sólido pero poco espectacular, casi ordinario, como si una espectral sombra de agotamiento se cerniese sobre el agente británico. No es por tanto ninguna sorpresa a estas alturas que la serie está pasando por su peor momento en 30 años, y mirad que muy seriamente he intentado comprender ese desenlace que nos deja.

 Bond no necesita tener una historia que narre su origen, por lo que esta vigésimo cuarta entrega podría haber sido la despedida de Craig, que sí, deslumbra al principio pero se desparrama al final, porque al bueno de James se le ve muy aburrido de hacer lo mismo una y otra vez. Todo cuanto nos prometió el actor inglés se ha ido por el sumidero, si bien no quita que ha regresado en buena forma y que con los años será recordada como un clásico hijo de su tiempo y con la mejor compañera de Bond desde Diana Rigg, con un Craig que posee la facilidad de hacer a 007 un tipo imperfecto capaz de plantar cara al Gran Hermano.

Puntuación: 6,5


                                                   













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