Los renegados del diablo (2005)


El infierno no los quiere,no los necesita, no les aprecia, y el mundo reniega de ellos

                                      
Vuelve el terror según el guionista y director Rob Zombie en esta secuela de La casa de los 1000 cadáveres, centrada en la huida de los tres miembros que quedan de la familia antagonista psicópata titular, los Firefly, quienes ahora son protagonistas y villanos. Retoman sus papeles Sid Haig, Bill Moseley y la esposa de Zombie, Sheri Moon, con Leslie Easterbrook sustituyendo a Karen Black como la matriarca. Situada dos años después que la anterior, no es tan mediática como su predecesora, pero está mejor desarrollada y se considera por tanto película de culto, siendo también el último trabajo de Matthew McGrory antes de morir ese mismo año, de ahí que esté dedicada a su memoria.

El 18 de mayo de 1978, el sheriff de Tejas John Quincey Wydell (William Forsythe) y una gran patrulla de policías estatales salen en misión de búsqueda y captura de la familia Firefly por perpetrar unos 75 homicidios y desapariciones durante varios años de esa década. La familia va armada por su cuenta y abre fuego contra los agentes, con Rufus (Tyler Mane) abatido y la Madre Firefly, Gloria (Easterbrook) custodiada por la autoridad, mientras que Otis Driftwood (Moseley) y Vera-Ellen Baby escapan robando un coche tras matar al conductor para dirigirse a Kahiki Palms, un motel en decadencia. Allí ambos toman como rehenes en su habitación a una banda llamada Banjo y Sullivan, disparando Otis al encargado del equipo cuando vuelve.

                                           
Mientras, el padre de Baby, el Capitán Spaulding, decide reunirse con ella y Otis , pero por el camino su camioneta se queda sin gasolina, por lo que asalta a una mujer antes de quedarse con su coche. De vuelta al motel, Otis viola a la esposa de Roy Sullivan (Geoffrey Lewis), Gloria (Priscilla Barnes), y exige que este y Adam Banjo (Lew Temple) vayan con él para un recado, conduciendo a sus dos prisioneros a un lugar donde ha enterrado su arsenal. Mientras caminan al sitio, ambos atacan a su captor, pero este aporrea a Roy y le corta la cara a Adam. Y de regreso al motel, la esposa de este, Wendy (Kate Norby), trata de escapar por la ventana del cuarto de baño, mientras que cuando Gloria intenta rebelarse, Baby la mata. Wendy huye del motel pero es capturada por el Capitán Spaulding, quien la noquea hasta dejarla inconsciente.

Otis regresa y los tres se van juntos del motel en la caravana de la banda. Una de las criadas que trabajan allí llega para limpiar la habitación y descubre la escena del crimen. Cuando entra en el cuarto de baño ve que han escrito con sangre en la pared Los Renegados del Diablo y se sobresalta al ver a Wendy, quien muere accidentalmente al salir corriendo a la carretera para buscar ayuda mientras estaba conmocionada. Wydell llama a un par de cazarrecompensas sin ninguna moral, Los Profanos, Rondo (Danny Trejo) y Billy Ray Snapper (Diamond Dallas Page), quienes le ayudan a dar con los Firefly. Mientras investigan, descubren a un tipo relacionado con Spaulding llamado Charlie Altamont (Ken Foree), y Wydell comienza a perder la cordura cuando Madre Firefly revela que ella asesinó a su hermano.

                                                   
Tras soñar con que este le pedía que vengase su muerte, Wydell apuñala a Madre Firefly hasta matarla, y los supervivientes del clan se reúnen en un burdel regentado por Charlie, donde les ofrece refugio para no ser pillados por la policía. Tras salir de allí, Wydell amenaza al dueño para que entregue a los Firefly, y con la ayuda de Los Profanos, el sheriff se los trae de vuelta a su hogar, en donde los tortura usando métodos similares a los que utilizaban con sus propias víctimas. A Otis le clava las manos a una silla y le grapa fotografías de la escena del crimen en su estómago, igual que a Baby. Luego golpea y sacude al Capitán Spaulding y a Otis con una picana, burlándose de Baby por la muerte de su madre.

                                                  
Wydell prende fuego a la casa y deja a Otis y a Spaulding ardiendo, pero deja suelta a Baby fuera para poder cazarla por pura diversión. Charlie regresa para salvar a la familia Firefly, sólo para ser asesinado por Wydell, y Baby recibe un disparo en la pantorrilla izquierda, quedando brutalmente destrozada y siendo luego azotada y estrangulada por su verdugo. Chiquitín (McGrory) aparece de repente e interviene matando a Wydell y salvando a su gente. Otis, Baby y Spaulding escapan en el coche de Charlie, un Cadillac Eldorado de 1972 , dejando atrás a Chiquitín, quien regresa a la casa en llamas. El trío conduce, herido gravemente y aparentemente humillado por la experiencia que ha vivido.

                                               
Les ha quedado más claro todo el tormento y la angustia por el que han hecho pasar a sus víctimas todo este tiempo. Mientras Otis conduce por la carretera con Baby y Spaulding dormidos en el asiento trasero, se percata de que delante suya la policía ha montado una barrera y que por tanto no saldrán vivos de esta, por lo que les despierta y les da a cada uno un arma mientras acelera y a continuación disparan a sus perseguidores, pero los agentes les devuelven los tiros y los tres acaban suicidándose por interponerse a la autoridad. Un desenlace digno de películas como Grupo salvaje, Bonnie y Clyde o Malas tierras, donde el perseguidor de los antihéroes ha estado a la altura de Lee Marvin o Robert Shaw.

El estilo de rodaje sigue teniendo la calidad de un falso documental para que parezca más realista lo que se cuenta y sobre todo las interpretaciones, donde como espectadores se nos quiere hacer parte de esa compasión hacia los renegados y su forma de matar el tiempo. La banda sonora continúa haciendo gala del rock característico de Zombie pero ahora tiene una parte instrumental compuesta por Tyler Bates (300, Watchmen, Guardianes de la galaxia, John Wick). En definitiva, Zombie ha mejorado como cineasta desde Cadáveres y aquí hace las delicias de los aficionados al género, pero ojo, su concepto del terror sigue siendo algo repugnante, implacable y sádico.

                                    
En ese aspecto podría compararse con la nueva versión de Las colinas tienen ojos,terror con aire de western, rock & roll y un homenaje macabro al final de Thelma y Louise, un trampantojo sobre las nuevas aventuras del clan asesino Firefly que recupera el pulso de películas como La violencia del sexo pero sin llegar a ser tan sutil como Tarantino en Kill Bill o Stephen King en buena parte de sus novelas. Por cierto, su secuela ya se está rodando para ser estrenada próximamente, ya que Zombie continuará toda la locura asesina en 3 From Hell, de la que dicen que será como Pesadilla en Elm Street pero en versión paleta.

Puntuación: 6,5

                                                   



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