Dredd (2012)


                                  Se acerca el juicio


                                                
Recientemente se han publicado unas declaraciones acerca de una de las películas de ciencia ficción y acción que más atención merecen y que no han dejado indiferente a ningún aficionado a ambos géneros. Fue dicha por su actor principal, que encarna al personaje titular y quien otorga el mérito de su éxito a uno de sus dos responsables por haber dirigido la cinta en lugar de quien la gente cree que lo hizo. Esta nueva adaptación de la historieta de 2000 AD creada entre John Wagner y Carlos Ezquerra la hemos asumido como dirigida por Pete Travis y escrita además de producida por Alex Garland. Karl Urban interpreta al Juez Dredd, el brazo ejecutor de la ley al que se le han otorgado plenos poderes justicieros.

Eso conlleva no solo ser juez, sino también ejercer como jurado y verdugo dentro de una vasta metrópolis distópica llamada Mega Ciudad Uno, la cual se extiende a lo largo de un páramo propio de un escenario apocalíptico. Dredd y su compañera, la aprendiz Juez Anderson (Olivia Thirlby), se ven obligados a poner orden en un bloque de apartamentos de 200 pisos de altura y de paso encargarse de juzgar a su residente más notoria, la traficante Ma Ma (Lena Headey). Garland comenzó a escribir el guion en 2006, aunque su desarrollo para ser nuevamente adaptado (por tanto un reinicio de la ya analizada Juez Dredd de Stallone) no se anunció hasta diciembre de 2008, con producción completamente británica.


                                                            
Se rodó además en 3D y con efectos especiales manuales entre Ciudad del Cabo y Johannesburgo (Sudáfrica) durante año y medio. El resultado fue una versión actualizada con unos magníficos efectos visuales, un más que acertado casting y grandes dosis de acción, pero con violencia excesiva y una perceptible falta de elementos satíricos que suelen encontrarse en el cómic original. No obstante es una película de culto y a la espera estamos de que la editorial que pública sus historias se lance ya a hacer una secuela. Siendo un trabajo prácticamente atribuido a Garland, en él se pueden apreciar elementos narrativos y visuales que luego pondría de manifiesto en Ex_ Machina.

Los Estados Unidos del futuro serán un páramo distópico y radiactivo conocido como la Tierra Maldita. En la costa Este se sitúa Mega Ciudad Uno, una metrópolis violenta con 800 millones de residentes y 17.000 crímenes diariamente declarados. La única fuerza del orden son los Jueces, quienes actúan también como jurado y verdugo. Al Juez Dredd le es asignada la tarea, por orden de la Juez Principal (Rakie Ayola), de evaluar a la nueva recluta, Cassandra Anderson, una psíquica poderosa que ha fracasado en las pruebas de aptitud para convertirse en Juez. En Peach Trees, un bloque de 200 pisos que en realidad es una torre suburbio, la narcotraficante Madeline Madrigal, también conocida como Ma Ma, ejecuta a tres camellos rebeldes desollando sus pieles por medio del Slo Mo (una nueva droga adictiva que reduce la percepción del tiempo de quien la toma a un 1% de lo normal), arrojándolos hasta el patio interior desde el ático.


                                                                  
Dredd y Anderson son enviados a investigar y a saber más sobre esa guarida de drogas, en la que hacen una redada y arrestan a un matón llamado Kay (Wood Harris), a quien el rastreo mental de la novata le revela que él es uno de los que llevó a cabo las ejecuciones de los camellos, por lo que nuestro protagonista decide sacarlo de allí para interrogarlo, y como respuesta, las fuerzas de Ma Ma toman la sala de control y seguridad de la torre, sellando el edificio y usando sus escudos explosivos bajo el pretexto de un simulacro de emergencia, evitando que los Jueces salgan o soliciten ayuda. Ma Ma ordena que Dredd y Anderson sean asesinados, obligando a los Jueces a que luchen por abrirse camino a través de docenas de rufianes armados.

Al llegar al piso 76, los Jueces son atacados por Ma Ma y sus hombres con cañones rotativos M61 Vulcano que rompen las paredes, matando a numerosos residentes. Los Jueces abren un muro exterior y piden refuerzos, mientras que Ma Ma envía a su secuaz, Caleb, para que dé con estos, pero cuando se encuentran, Dredd lo arroja fuera de la torre mientras lo observa su jefa. El Juez sospecha que la criminal está desesperada por mantener a Kay callado y le golpea para sacarle información. Anderson le lee la mente y descubre que Peach Trees es el centro de producción y distribución del Slo Mo, sugiriendo que se escondan mientras esperan la ayuda, pero Dredd insiste en que se desplacen por la Torre hasta arriba y persigan a Ma Ma.

Los Jueces Volt y Guthrie acuden a la llamada de Dredd, pero el experto en ordenadores de Ma Ma (interpretado por Domhnall Gleeson) les niega la entrada haciéndoles creer que el sistema de seguridad funciona mal. Un par de adolescentes armados se enfrentan a Dredd y Anderson, permitiendo que Kay desarme y someta a la chica. Luego este escapa con ella como rehén, llevándola hasta la base de Ma Ma en el piso superior. Mientras que Dredd se las arregla para llegar hasta donde está la villana, esta avisa a los Jueces corruptos Lex (Langley Kirkwood), Kaplan, Chan y Alvarez. Los cuatro relevan a Volt y Guthrie de su labor y se les permite entrar en el edificio, encontrándose Dredd con Chan y mostrándose sospechoso porque este no pregunte sobre el estado de Anderson. Viendo que su tapadera ha fallado, Chan ataca a Dredd pero muere en el intento.


                                                            

Mientras, Kay trata de ejecutar a Anderson con su propia arma, pero el dispositivo de identificación de la pistola no le reconoce y explota, desmembrando su brazo. La chica escapa y luego se encuentra con Kaplan, a quien mata rápidamente tras leer su mente. En otro lugar, Dredd mata a Alvarez pero se queda sin munición, siendo disparado por Lex en el abdomen. Lex se prepara para ejecutarle, pero Dredd lo impide a tiempo para que Anderson llegue y se lo cargue. Ambos obtienen el código de acceso al apartamento de Ma Ma gracias a su experto informático, enfrentándose a ella, quien le cuenta a Dredd que en caso de que muera un dispositivo en su muñeca detonará explosivos en los pisos superiores, destruyendo el edificio.

Dredd le hace entrar en razón diciendo que la señal del detonador no alcanzará los explosivos de la planta baja, obligando a Ma Ma a que inhale Slo Mo para arrojarla por el patio interior hasta matarla. Como consecuencia, Anderson acepta que ha fracasado su evaluación al ser desarmada y así se marcha. La Juez principal le pregunta a Dredd por la actuación de la muchacha y este le responde que ha aprobado (y con nota, no hay más que comprobar como la rubia ha dado patadas giratorias a los malos y como contribuyó a llegar hasta la malvada narcotraficante).

                                                                      
Dredd nos ha permitido ver a una de las estrellas de Juego de Tronos metida de lleno en la ciencia ficción más loca de los últimos años, todo un giro en su trayectoria que ya parece no desviarse de esta clase de papeles (lejana ya su sacrificada reina Gorgo de 300 en pos de mujeres odiosas como Cersei Lannister o Lady Catherine de Bourgh en Orgullo+Prejuicio+Zombis). Headey es única para encarnar villanas de toda clase y aquí no es una excepción. En el reparto también aparece Gleeson, quien ha participado en películas como Valor de ley o Nunca me abandones, esta vez en oposición a un Juez Dredd que no tiene nada de superhéroe.

Wagner podía respirar tranquilo al saber que Garland adaptaría a su creación, especulando con la posibilidad de que lo dirigiese Danny Boyle. El guionista incorporó ideas atractivas a la mitología de Dredd como el Slo Mo, cuyo efecto en 3D es una gozada, así como otras que no aparecen pero que podrían usarse en una hipotética secuela. Antes de la confirmación de Travis como director, uno que sonó pero que salió pitando cuando le ofrecieron el proyecto fue Duncan Jones, que lo dejó pasar por no ser de su agrado el guion. Estaba por ver si esta nueva versión nos extirparía del cerebro todo recuerdo de la que perpetraron Sly y Rob Schneider, puesto que ahora la escribía el guionista de Sunshine y 28 días después.

                                                     
En los primeros borradores aparecía el Juez Muerte como enemigo principal, barajando también adaptar las tramas de títulos como Democracia y Orígenes. Esta vez se evitó que el Juez pareciese un tipo que ha tomado demasiados anabolizantes y se asemeja más a los antihéroes del cine de Sergio Leone, portando como arma una Parabellum de 9 milímetros y montando su ya mítica moto sin necesidad de croma. Por otra parte, se cuidó al detalle el efecto causado por el alucinógeno Slo Mo, logrando escenas dignas de las viñetas de Dredd que dibujase Jock (Los perdedores), todo ello en platós de rodaje situados en la parte meridional de África.

Visualmente se ha logrado un panorama muy creativo delante de las cámaras y ante nuestras narices nos han puesto un cruce entre Blade Runner y La naranja mecánica. Es un Dredd más honesto que el de la versión de Stallone y la presencia de Garland detrás de cada secuencia fue clave para que Urban resultase convincente, porque realmente dirigió más que Travis, quien estaba allí como le pasaba a Tobe Hooper durante el rodaje de Poltergeist, calentando la silla de director para Spielberg. Un ya clásico drama acerca de quien dirigió realmente que como en aquel caso ya se ha dado por resuelto. Si nos fiamos del bueno de Urban, GARLAND REALMENTE DIRIGIÓ DREDD, NO TRAVIS.

                                                                 
La música de la película tiene un sonido muy electrónico e industrial , compuesta por Paul Leonard-Morgan (Sin límites), tomando como base una canción alterada de Justin Bieber que fue mezclada por un integrante de Portishead, Geoff Barrow, dando como resultado una pista temporal que recrea la sensación de estar en medio del delirio del Slo Mo (de alguna forma y sin manipular, la música de Bieber ya es un tanto alucinógena ). Para los entusiastas de la música electrónica escuchar esta BSO les puede hacer aún más adictos a la misma y al verla en 3D directamente les puede dejar patidifusos, porque es un barullo infernal. Avivada con toda su violencia grandilocuente y sus impresionantes FX, también se ve arraigada de una sátira consciente y de un humor socarrón.

Dredd hace un trabajo notable al captar el espíritu rudo del material original, todo un estudio sobre el fascinante personaje, principalmente alimentado por toda la violencia y la acción que forman parte de la trama, por lo que no se nos ocurre mejor forma de volver a traerlo de vuelta para los nuevos espectadores. Es una experiencia cinematográfica visualmente potente, interesante y definitivamente carente de cuanto hizo fracasar la versión de Stallone. Urban ha tomado un buen referente para su interpretación en la figura de Clint Eastwood y su compañera también destaca en su rol, al menos esa es la sensación transmitida, no resulta tan desastrosa como en otras adaptaciones.


                                                  

Ya juzgada la película, podemos situarla al nivel de obras contemporáneas del género como Distrito 9. Un personaje con más de 40 años de existencia merecía una adaptación en condiciones, fiel a sus raíces aunque por ello tenga que calcar lo ya visto en The Raid. No es por tanto una película de cómic al uso, pues su forma de aplicar juicios dista de ser como por ejemplo la de Batman, quien no tiene como enemigos a seres parecidos a los Jueces Oscuros ni compañeros como el Juez Cal. Y es que, siendo honestos, en el mundo real Dredd sería lo más parecido a un fascista.

Puntuación: 7

                                                   






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