Fahrenheit 451 (1966)


    Las emociones y el entusiasmo del mañana en llamas

                                           
Dentro de la ciencia ficción siempre ha destacado la distopía como concepto narrativo y en esta ocasión François Truffaut dirige la adaptación de la novela homónima de Ray Bradbury con un reparto encabezado por Oskar Werner, Julie Christie y Cyril Cusack. La película transcurre en la sociedad controlada de un futuro opresivo en el que el gobierno envía bomberos a destruir toda clase de literatura para prevenir la revolución y el pensamiento libre. Esta fue la primera vez que Truffaut rodaba en color y también la única ocasión que filmó en inglés, para Universal. La carga política de este relato es comparable a la de 1984 de George Orwell, V de Vendetta de Alan Moore o Los juegos del hambre de Suzanne Collins.

En el futuro, un gobierno totalitario emplea un grupo conocido como los Bomberos para buscar y destruir todo tipo de literatura. Estos tienen el poder de registrar a cualquiera en el lugar y momento que sea para luego quemar los libros que encuentran. Uno de esos Bomberos, Guy Montag (Werner) se reúne con una de sus vecinas, Clarisse (Christie), una profesora de 20 años que podría ser despedida debido a sus opiniones poco ortodoxas. Los dos tienen una discusión sobre su trabajo en la que ella le pregunta si alguna vez lee los libros que quema. Interesado por ello, comienza a ocultar libros en su casa y a leerlos, empezando por la novela David Copperfield de Charles Dickens.

Esto le lleva a un compromiso con su esposa Linda (también interpretada por Christie), quien está más preocupada con ser lo suficientemente popular para llegar a ser miembro de La Familia, un programa interactivo de televisión que se refiere a sus espectadores como sus primos. En casa de una coleccionista ilegal de libros, el capitán de la Brigada (Cusack)habla con Montag largo y tendido sobre como los libros hacen infelices a la gente y también como los llevan a pensar en que son mejores que los otros, lo cual se considera anti social. La coleccionista de libros, una anciana que ha coincido unas cuantas veces con Clarisse durante las redadas de Montag y en el trabajo, se niega a ser desahuciada y acaba siendo prendida junto con su hogar, muriendo junto a sus libros.

De vuelta a casa ese día, Montag trata de contarle a Linda y sus amigos acerca de la mujer que se ha sacrificado en nombre de los libros, enfrentándose a estos mientras les echa en cara sobre lo poco que se enteran de lo que pasa en el mundo, llamándoles zombis y diciéndoles que están matando el tiempo en lugar de vivir sus vidas. Afectados por el comportamiento de Montag, los amigos de Linda tratan de irse pero este los detiene obligando a que se sienten y a que le oigan leer el fragmento de una novela. Durante la lectura, los amigos de Linda se marchan asqueados por la presunta crueldad de Montag y por el contenido enfermizo de la novela.

Esa noche, Montag sueña con Clarisse como si ella fuese la coleccionista de libros que se inmoló. La casualidad que la casa de la muchacha es asaltada pero ella escapa por una trampilla en el techo gracias a su tío. Montag irrumpe en el despacho del capitán buscando información sobre la desaparecida y acaba detenido pero no castigado, reuniéndose luego con Clarisse y ayudándola a que vuelva a su casa de incógnito, destruyendo los archivos que pudieran atraer a los Bomberos de nuevo hasta su domicilio. Ella le habla del libro del pueblo, una secta oculta de gente que desobedece la ley y que de manera individual han memorizado un libro para sobrevivir.

Más tarde, Montag le dice al capitán que dimite pero que está convencido de que cumplirá otra misión más, esta vez una redada en su propia casa. Linda se marcha de allí, diciéndole a Montag que ya no puede aguantar más su obsesión por los libros, dejándolo en manos de los Bomberos para que lo castiguen. Con mucha rabia destroza el dormitorio y la televisión antes de prender fuego a los libros, mientras que el capitán le da una lección sobre los mismos y le sustrae uno de su abrigo, lo que le lleva a Montag a matarlo con el lanzallamas, escapando y hallando el libro del pueblo, donde contempla su detención por televisión, orquestada para mantener a las masas entretenidas y porque el gobierno no quiere que se sepa que está vivo. Montag elige un libro para memorizar, una antología de Edgar Allan Poe, convirtiéndose en uno de los libros del pueblo.

                                                    
El papel de Clarisse iba a ser interpretado originalmente por Jean Seberg, que también al parecer ofrecieron a Jane Fonda, y en cuanto al protagonista, la primera opción era Charles Aznavour y la segunda Jean-Paul Belmondo . Otros que fueron considerados para ese rol incluían a Paul Newman, Peter O´Toole y Montgomery Clift, así como a Terence Stamp. Para el papel del capitán estuvieron en la lista de posibles candidatos Laurence Olivier, Michael Redgrave y Sterling Hayden. El rodaje se llevó a cabo en los estudios londinenses de Pinewood, con el monorraíl auténtico que había en Orleans como aporte francés. El guion, también de Truffaut, incluía muchos elementos sobre censura.

                                             
La principal diferencia entre la novela y la película es que Montag memorizaba el libro del Eclesiastés en lugar del de Poe. El asunto de la quema de libros se convierte en esta versión en algo gris en comparación con la manipulación del lenguaje llevada a cabo en 1984, pero por contexto fantástico se acerca al estilo de Viaje alucinante y al de Star Trek, dejando claro que Truffaut era el cineasta más versátil de su generación junto a Alfred Hitchcock antes de que llegase Martin Scorsese. Loable también la banda sonora que compuso Bernard Herrmann, uno de los grandes compositores del cine clásico.

Puntuación: 7

                                                  




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