Cronos (1993)


                                                
Trágico cuento de terror escrito y dirigido por Guillermo del Toro, protagonizado por el veterano actor argentino Federico Luppi y por el americano Ron Perlman, siendo el debut como director del mexicano, así como la primera de muchas colaboraciones con ambos actores. Es una de las mejores películas no inglesas que he podido ver en años y una de las razones de porqué este cineasta es de lo más selecto que ha dado México nunca. Su reparto cuenta con la presencia además de Claudio Brook y la música es del compositor mexicano Javier Álvarez, así como la fotografía del legendario y premiado Guillermo Navarro.

                                         
En el año 1535, un alquimista en Veracruz desarrolló un mecanismo que podía conceder la vida eterna. En 1937, un viejo edificio se derrumbó y el alquimista, que tiene la piel blanca como el mármol, muere cuando su corazón es perforado por los restos. Los investigadores nunca revelaron lo que se descubrió en el edificio : cuencos llenos de sangre de un cadáver. En la actualidad, un anciano y un tanto religioso anticuario llamado Jesús Gris (Luppi), se percata de que el pedestal de la estatua de un arcángel está hueco, por lo que lo abre y halla un objeto mecánico de 450 años de antigüedad.

                                   
Tras dar cuerda al aparato decorado, dorado y con forma de escarabajo, este inesperadamente despliega patas de araña que se agarran al hombre firmemente, insertando una aguja en su piel que le inyecta una disolución sin identificar. Un insecto vivo, enterrado dentro del aparato y mezclado con el mecanismo interno, es quien crea la disolución. A continuación se explica que los insectos comparten muchas características que incluyen la inmortalidad, así como un nexo con gente sagrada en la que se incluye a Jesucristo. Sin embargo, Gris no es consciente de este detalle hasta más tarde.

                                        
Finalmente descubre que su salud y su vigor están regresando de manera abundante, igual que su juventud. Su piel pierde las arrugas, su pelo se espesa y su apetito sexual aumenta, pero sin embargo también desarrolla una gran sed por la sangre, lo que al principio le repugna pero que al final le hace sucumbir a la tentación. Luego usa el artefacto por la noche, aunque sin dejar de rezar su oración habitual, algo que llama la atención de su nieta Aurora, quien se preocupa por Gris. Mientras tanto, un rico y moribundo empresario, Dieter de la Guardia (Brook), ha estado acumulando información sobre el aparato durante muchos años.

                                                 
Este señor ha estado buscando la estatua del arcángel con el aparato del cronos, apropiándose de varios arcángeles por el camino, enviando esta vez a su rudo sobrino americano Angel (Perlman), quien permite que su tío abuse de él diariamente por la herencia para comprar el arcángel en el anticuario. Durante una fiesta, Gris ve sangre en el suelo del lavabo de caballeros y decide lamer el charco, siendo hallado por Angel, quien trata de agredirle para que le dé el aparato. Cuando Gris se desmaya, Angel coloca su cuerpo dentro de un coche que empuja por un acantilado. Gris despierta brevemente sangrando hasta morir, rezando por su vida.

                                               
Desafortunadamente no sobrevive y muere, pero luego revive y escapa de una funeraria antes de poder ser incinerado. Más tarde lee el programa de su funeral y pisa la esquirla de una botella de vidrio, la cual se saca del pie y usa para abrir su boca, que había sido cosida. Al regresar a su casa Aurora le deja entrar, y mientras, Dieter pega a Angel por no asegurarse de que el corazón de Gris fuese destruido, enviándole a que eche un vistazo al cuerpo. Gris comienza a redactar una carta para su esposa en la que comenta los cambios físicos que ha sufrido y le dice que tras completar algunas tareas sin terminar regresará junto a ella.

                                                    
Se percata de que su piel arde en presencia de la luz solar y por ello duerme en un ataúd, pues así la evita. Finalmente, él y Aurora llevan el aparato a la oficina de Dieter, donde el empresario le ofrece una salida a cambio del objeto. Gris le comenta que su piel está dañada y el empresario le dice que la mude porque le saldrá una nueva por debajo, que es blanca como el mármol, igual que la del alquimista muerto. Gris amenaza con destruir el aparato, pero le dicen que morirá si eso pasa, por lo que acepta dárselo a cambio de saber cual será la salida, pero Dieter lo apuñala. Antes de poder evitar el golpe letal en el pecho, Aurora lo detiene.

                                                 
Dieter es herido mortalmente y Angel lo halla muerto, si bien este estaba harto de que abusase de él y de esperar a recibir su herencia, por lo que se enfrenta a Gris en la azotea del edificio, golpeándolo este con dureza y arrojando a ambos por la cornisa, matando a Angel. Aurora halla a Gris inconsciente, por lo que usa el aparato para despertarlo, y cuando lo consigue, este intenta alimentarse tentativamente de su nieta al notar que la mano de esta sangra. Gris atrapa a Aurora con su enorme boca abierta y la mirada muerta en los ojos, lo que le hace a ella exclamar con temor “!abuelo!”

La sed es demasiado intensa para Gris, pero este logra controlarla destrozando dolorosamente el aparato pese a las anteriores advertencias. Sorprendido de estar aún vivo, cree que Dios le ha salvado debido a su frustrado sacrificio personal, repitiéndose a sí mismo su nombre y volviendo a casa, yaciendo en la cama junto a Aurora y su esposa, esperando a que salga el sol para ver si está verdaderamente libre de los efectos del aparato. Sin embargo, la película termina y aparecen los créditos antes de que pueda saberse, dejando abierto el destino de Gris.

                                         
Las actuaciones son de lo más sobresaliente, junto con la originalidad de la trama, la mitología, las referencias religiosas y su balance entre el terror y la tragedia, por lo que nada tiene que envidiar a las producciones de vampiros que se hacen en Hollywood, ya que esta es única en su género y demuestra como desde su debut Del Toro no ha sido solo un director cruento y de buen gusto, sino también inteligente y encantador, y la prueba es esta fantasía tenebrosa, visualmente rica, emotiva y cautivadora, parte de la trilogía que incluye sus otras películas en español como El espinazo del diablo y El laberinto del fauno.

Puntuación: 6,5

                                                 







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